GALOPARON, GALOPARON...

 

 

Galoparon, galoparon

sobre arenas de los mares

ágiles caballos blancos.

 

Unos caballos blancos

que nunca tuvieron amos.

Sobre arenas de los mares

los caballos galoparon.

 

Llevaban las crines sueltas:

cabelleras de muchachas

que unas túnicas vestían

como los caballos, blancas.

 

Y qué galopar tan certero,

qué crines sueltas al viento

en un correr tan ligero

 

(Si por algo yo lo siento

es porque no te vi a ti

sobre uno de ellos, corriendo.)

 

Carmen Conde