A don
Antonio Machado
Estaba la
niña sentada
sentadita
en su balcón.
En la
mano tenía una rosa
y en el
pelo llevaba otra flor.
Ay, ay,
llevaba
una flor.
Pasó un
gentil caballero
Dios sabe
por qué pasó.
En el
cinto llevaba una espada
y en la
gorra llevaba una flor.
Ay, ay,
llevaba
una flor.
Le
cantaron las mozas del pueblo
¡Qué
galán es el señor,
que del
cinto le pende una espada
y en la
gorra le luce una flor!
Ay, ay,
llevaba
una flor.
Él le
dice a la niña sentada
sentadita
en su balcón:
«Si tú
quisieras, mi vida
yo sería
tu servidor.»
Ay, ay,
llevaba
una flor.
Se
levanta la niña contenta
y
abandona su balcón.
A la
plaza se baja la niña
y al
caballero miró.
Ay, ay,
llevaba
una flor.
«Si
contigo me llevas voy
para
encontrar el amor.»
El
caballero le contesta:
«El
amor, niña, soy yo.»
Ay, ay,
llevaba
una flor.
El
caballero a la niña
en su
caballo montó
y los dos
se fueron juntos
uniditos
en amor.
Ay, ay,
llevando
una flor.
Carmen Conde - España