Una misteriosa construcción emplazada en la zona rural de esta localidad, que por sus características mantuvo en vilo a gran parte de los vecinos, será utilizada por una asociación civil como depósito de alimentos en previsión de una "catástrofe natural o artificial2, según lo informado por la jueza municipal de faltas Inés Sánchez, quien había clausurado el inmueble cuando no se conocía el destino que se le iba a dar.
Sánchez informó que en una primera instancia clausuró el inmueble ante la inquietud manifestada por los vecinos del lugar, quienes suponían que la edificación que se estaba levantando iba a ser utilizada como horno para desechos patológicos. Pero finalmente esta creencia popular no se confirmó.
"Hoy (por ayer) se presentaron los representantes de los dueños del terreno, quienes acreditaron la funcionalidad que tendrá esta estructura", explicó la titular del tribunal de faltas local, sin especificar la identidad de los mismos.
Trascendió que los dueños del amplio lote de varias hectáreas, donde también hay una vivienda, son de apellido Blanco, componentes de una tradicional familia casildense. Algunos de los integrantes viven actualmente en Rosario, donde se domiciliará el propietario de la construcción en cuestión.
El inmueble será donado por los propietarios a Amigos de la naturaleza, "Una asociación sin fines de lucro, y la construcción será utilizada con fines particulares y no comerciales o industriales", explicó Sánchez. La abogada agregó que "allí según nos explicaron, se guardarán alimentos, frazadas y elementos necesarios para el cumplimiento social de los objetivos de esta organización".
Sánchez explicó que "los objetivos detallados en la comunicación escrita que nos remitieron los propietarios del terreno son los de preparar a través de la adquisición de técnicas de relajación, meditación y control de la energía humana, un grupo de voluntarios que acudan al servicio de las personas en situaciones que comprometan la supervivencia de la especie por desastres naturales o de otra índole".
"Lo que ellos (los propietarios) nos dicen es que Amigos de la Naturaleza es una asociación civil en formación, y a esta construcción la usaran como depósito. Acá nos trajeron el acta constitutiva y el comprobante de la solicitud de personería jurídica, por lo que nosotros, desde la Municipalidad, lo único que vamos a hacer por el momento es velar para que se respeten las ordenanzas", explicó la jueza.
El edificio construido es en realidad una habitación sin divisiones de ocho metros por cinco y tres de altura, totalizando cuarenta metros cuadrados de planta. Sus paredes están levantadas en concreto de doce centímetros de espesor y están recubiertas por una membrana aislante térmica en la parte interior.
La habitación está a su vez revestida por otra estructura de ladrillos comunes, separada del hormigón por una cámara de aire.
La única abertura que tiene es una puerta de hierro de un metro de ancho por dos de alto y unos cinco centímetros de espesor, del tipo de las que se usan en los tesoros bancarios.
El piso es una losa de hormigón y la edificación todavía carece de techo, no obstante lo cual se advierten los armazones de hierro de dos escotillas de un metro cuadrado, cada una, construidas con las mismas características de la puerta.
La construcción está localizada a unos dos kilómetros y medio hacia el oeste de la planta urbana de Casilda y a dos kilómetros de la ruta 33, en los límites del departamento Caseros, en plena zona rural del distrito.
CONSTRUIRÁN MÁS
"Usted haga y no pregunte para que"
El capataz de la obra, que no quiso ser identificado, reveló que recibió la indicación de "construir y no preguntar para que"
El hombre, que por lo que se aprecia cumplió bien con su tarea y con la reserva solicitada, fue depositario de otro comentario de sus comitentes:
"Si esto sale bien, vamos a construir muchos más", le aseguraron.
Mauricio Maroevich-Casilda
 ¿Esta casa resiste el Apocalipsis?
Casilda, Santa Fe. La amenaza del fin del mundo recaló aquí gracias al búnker que alguien levantó en medio del campo: una constracción de hormigón, que servirá - según dicen - para dar proteción el día del fin.
El problema es que, tal vez, El Apocalipsis agarre a los mentores del búnquer en la cola de un banco o paseando el perro.
¿Quién sabe? Por ahí el fin del mundo llega y, educadamente, golpea la puerta del búnker y dice: "Buenas , soy el Apocalipsis, así que ojo porque se acabó todo...".
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