La Sala Primera de la Cámara Penal de San Isidro, a cargo de los jueces Fugaretta, Marotto y Borserini confirmó la pena de 11 años de prisión para Juan Alfredo Unger, líder de la secta Las 8 Reinas, por corrupción agravada y abuso deshonesto en concurso real entre sí.

Juan Alfredo Unger, conocido como ‘el maestro Juan’ se había dedicado desde muy joven al estudio de la astrología, la parapsicología, el esoterismo, el Y Ching y la bioenergetica, mientras trabajaba como plomero en la zona de San Isidro y Martínez.

A principio de los años ochenta conoce a Daniel Heller (famoso por publicar solicitadas en los diarios a su mujer Alejandra, a quien luego le secuestra los hijos por varios años), un hombre de gran fortuna, quien vivía atormentado por sus conflictos familiares.

A mediados de esa década y con el apoyo de Heller, deja la plomería e instala un Instituto de Bioenergetica y Control Mental. En poco tiempo arma un grupo de seguidores.

En l988, toda una familia italiana se traslada a Buenos Aires. La razón del viaje se debe a que Unger los convenció de que se acercaba la destrucción total del mundo, que Europa sería cubierta de agua y que solamente la Argentina se salvaría.

Alquila una quinta en Don Torcuato y reúne a los seguidores italianos y argentinos. Allí anuncia que es la reencarnación de Jesús, que ellos eran los discípulos y que tendría ocho reinas, entre ellas estaba su propia hija de 23 años, una menor de 15 años y una niña de 10 años. La locura había comenzado.

A principios de l990, un padre se entera, por uno de sus hijos , que su ex mujer y sus hijos mas pequeños integran una especie de secta. Preocupado por las aberraciones que escucha hace la denuncia en la Justicia, pidiendo la tenencia de su hija menor. La causa cae en el Juzgado N° 1 de San Isidro a cargo del doctor Alejandro de Korvez. Meses después un impresionante expediente se había formado.

En él se podían leer citas como estas:

."...Primero empezaba tocando las partes sensibles del cuerpo, el pecho, la espalda, con besos apasionados, a veces violentos, con la finalidad de excitar, y una no tiene que reaccionar. Después Unger se excitó hasta la eyaculación y con el semen me hizo signos en todo el cuerpo, estando desnuda, triángulos, cruz y estrellas de seis o cinco puntas. Decía que no era esperma, que eran seres de fuego que iban penetrando en el cuerpo para limpiar la parte sucia...".

Según el expediente, Unger golpeaba violentamente a los niños, los corrompía sexualmente, los obligaba a ver películas pornográficas, entre ellas una titulada Montaña sagrada, la cual fue hallada en los allanamientos. Paralelamente el Juez De Korvez ordenó varias pericias psiquiátricas contra el líder de la secta, las cuales fueron lapidarias. Allí se revelaba que Unger poseía una personalidad con ‘rasgos psicopáticos, perversos y megalómanos". En los informes se podía leer que: "... Sus fantasías de poder ilimitado asociadas a necesidades reivindicatorias ancestrales (historia familiar traumática), pueden ligarlo megalómanamente tanto a un proyecto de ser presidente de la Nación como bien creerse depositario de dones divinos o sobrenaturales. Es así que no deja de ser factible y veraz su creencia (negada por él) de ser la reencarnación de Jesucristo como así también tener la proclividad a practicas fetichistas y/o esotéricas de las que puede hacer participe a individuos por él seducidos...""...podemos afirmar en función del material obtenido durante las entrevistas y los test proyectivos evaluados, que Juan Unger posee una personalidad con rasgos psicopáticos, perversos y megalómanos".

El Juez De Korvez dictó la prisión preventiva por los delitos de corrupción de menores y abuso deshonesto pero Unger se fugo durante un año y medio. En mayo de l992 se presentó y quedo detenido. Los abogados de Unger recusaron al juez De Korvez y posteriormente hicieron lo mismo con el Dr. Borrino y el Dr. Villalba.

Dos años después de su detención, fue puesto en libertad por el art. 437 del Codigo de Procedimiento Penal de la provincia de Buenos Aires que habilita a los detenidos, cumplido dos años, su libertad si el proceso no termino.

La acusación

En agosto de l994 el titular de la Fiscalía Nº 1 de San Isidro a cargo del Dr. Carlos Federico Vales Garbo solicito 12 años de presión por corrupción de menores agravado y abuso deshonesto agravado para Juan Alfredo Unger.

En el extenso fallo el Dr. Vales Garbo señala: "..un individuo para satisfacer y exacerbar deseo propios, abusando de su condición de líder de una secta esotérica somete con frecuencia a una de las menores de la misma de catorce años de edad, a practicas y actos sexuales acusadamente prematuros, incitando sus sentidos e inclinándola a practicas viciosas, consistentes en: besos en la boca y cuello en forma súbita y agresiva; manoseo de senos y genitales; contactos corporales e impúdicos en presencia de otras personas, entre ellas menores; exhibiciones fílmicas de torpe obscenidad y esoterismo sugerentes de practicas y conductas desviadas; lo que sumados a una intensa y constante acción psicológica de desvalorización y ataque de su autoestima, su moral sexual y su entorno familiar directo, mediante la aplicación de técnicas de persuasión coercitiva basadas en el miedo, la violencia y el engaño, resultan manifiestamente aptos para pervertirla y dejarle rastros deformantes en su normal desarrollo sexual; provocarle una honda perturbación psíquica y una alteración esencialmente moral".

La Fiscalía, relata en otro escalofriante tramo de la acusación que Unger obligaba a los menores a ver películas pornográficas, confirmado por todas las víctimas y encontradas en los allanamientos. "La copiosa documentación -expresa el fiscal Vales Garbo- acredita la existencia de la secta y sus tendencias esotéricas bajo el comando de Unger y que corroboran la verosimilitud de las practicas viciosas y degradantes que se le imputan respecto de la menor, que evidencia el secuestro en su poder de películas pornográficas y repugnantes cuyo origen no pudo justificar, entre ellas 'La montaña Sagrada'...estimo que su contenido por las imágenes de degradación humana, perversión y sadismo, donde además se satiriza a Jesucristo, son altamente vulnerables y capaces de torcer y lesionar los sentimientos religiosos y morales de cualquier niño como también la libido y la normalidad sexual, atento el contenido simbólico y también explícito de promiscuidad sexual y practicas aberrantes tendientes a generar una paulatina perdida de identidad y el campo propicio para la perversión y la degeneración".

Finalmente el 23 de mayo de l996, el Juzgado Nº 10 de Primera Instancia, a cargo del Dr. Federico Ecke, lo condena a 11 años de prisión por corrupción agravada y abuso deshonesto contra dos menores. Los abogados de Unger apelaron y hoy la Cámara de San Isidro le confirmó la prisión.