Serían más de 650 las víctimas del suicidio colectivo en Uganda
Se calculan en más de 650 las víctimas de la secta de
"Los Diez Mandamientos de Dios" que el viernes decidió, al parecer, un suicidio colectivo ritual en Uganda, dijo hoy en Kampala el
portavoz policial Eric Naigambi. En un primer momento habían dicho que eran 250
los seguidores de la secta que ardieron vivos en su templo de Kanungu
mientras rezaban y entonaban himnos religiosos.
Sectas suicidas ... y por casa, ¿cómo andamos?
Muchas familias y amigos se reúnen los domingos alrededor del asado hecho
por el orgulloso dueño de casa. Entre las noticias del día para comentar
está el suicidio de centenares de personas en un pueblo de Uganda, temerosos
del fin del mundo. Con el paso de las horas aumenta el número de víctimas y
en horas de la tarde ya se habla de 650 muertos.
La reacción es de asombro ante el hecho de que alguien pueda creer en la
palabra de estos profetas autoproclamados. Todos se jactan con
autosuficiencia, ¡eso a mí no me pasaría!. Sin embargo a nuestra asociación
han acudido a pedir ayuda gente que se podría pensar que era inmune a tales
locuras, profesionales, trabajadores, estudiantes, de todas las clases
sociales y culturales.
En ocasión del búnker de Casilda se intentó ocultar sus causas. Pocos saben
que se trataba de adeptos de la secta “Energía Universal y Humana”, fundada
por norteamericanos de origen coreano y que tiene seguidores en todo el
mundo. Hace pocos días en el aeropuerto de Barcelona fueron arrestados los
dirigentes máximos de la secta, que huían de España ante el escándalo
desatado. Allá como aquí estaban construyendo “refugios” porque sostuvieron
que quedarían bajo las aguas todos los lugares situados a menos de
trescientos metros sobre el nivel del mar.
En Casilda, Arequito y demás lugares donde ocurrió el fenómeno todos creen
que el caso se diluyó en el ridículo. Por el contrario los adeptos de la
secta quedaron con resentimientos y heridas irrecuperables. Hace pocos días
un hombre joven de Funes se suicidó empujado por el temor que le habían
inducido en esa secta. Pocos meses antes se suicidó a lo bonzo en esa misma
localidad una exadepta de la secta Ministerio del Camino, conocido también
por “la Ramita”
Una conocida locutora que pertenece a la secta Energía Universal y Humana
indujo a sus seguidores a comprar bolsas de dormir y alimentos no
perecederos para enfrentar el holocausto. Cuando le preguntamos a unos de
sus adeptos de qué puede servir una bolsa de dormir si ocurre un desastre
cósmico se quedó asombrado y nos contestó -¡eso no lo había pensado!-.
La secta hizo compras masivas de arroz en la provincia de Entre Ríos y el
joven suicida era uno de los partícipes de esa transacción.
No crea nadie que estos suicidios ocurren entre gente inculta e ignorante.
Los casi 70 suicidas de la secta del Templo Solar era gente de clase media y
alta, entre ellos el director de una orquesta sinfónica, un campeón francés
de esquí, dos policías de alto rango, médicos, financistas, terratenientes,
etc. Los 39 suicidas de “Las Puertas del Cielo” eran todos expertos
programadores de Internet.
No nos aflige el seguro fin del búnker de Casilda como chiquero para
chanchos, o que el arroz comprado para el fin del mundo termine comido por
los gorgojos.
Lo irrecuperable son las vidas humanas, tanto de los que han muerto como
los que se quedan preguntando sin entender lo que pasó a su lado.
Si cualquier lector necesita mayor información, en la Secretaría de Ayuda a
las Personas Afectadas por las Sectas Destructivas estamos
desinteresadamente a su disposición.
Eduardo Lause
Secretario