El valor de ser fuerte

Lectura: Josué 1:1-9 Texto: 1 Corintios 16:13, 14

 

Introducción: En nuestra sociedad hay un énfasis grande puesto en el bienestar del cuerpo físico. Si los incrédulos ponen tanto interés en su salud física, el creyente debe tener algo de interés en su salud espiritual.

 

I.                     ¿Qué es una fuerza espiritual

 

1. Una actitud de resolución que incluye virtudes como:

 

(1) Valor de convencimiento (creencia firme, persuasión), Isaías 26:7; Jeremías 42:1-3.

(2) Valor de enfrentar la doctrina falsa, Gálatas 2:11; Filipenses 1:27; Tito 1:13; Judas 3.

(3) Valor de enfrentar la intimidación (acción y efecto de causar o infundir miedo), Salmo 3:6; 27:3; 91:5; 118:6; Proverbios 3:24; Isaías 12:2.

(4) Valor de ser inflexible, intransigente, véase a José, Génesis 39:9; Salmo 24:2, 3. Y todavía seguir fiel a lo que es correcto.

 

2. Un creyente fuerte es uno que vive por principios, normas, más bien que por las opiniones de los hombres, véase Juan 12:43; Hechos 12:1-3; 24:27; Colosenses 3:22.

 

3. La fuerza espiritual es una virtud necesaria hoy en este tiempo de vacilación, irresolución, titubeo, fluctuación, compromiso, y flaqueza, véase 1 Corintios 16:13, 14.

 

(1) Versión Internacional: "...portaos virilmente y con toda fuerza...".

(2) Paráfrasis: "...pórtense varonilmente y sean fuertes..."

(3) Hay ejemplos: Deuteronomio 31:1-8, 22, 23; 1 Reyes 2:1-4; 2 Samuel 10:9-13; 1 Crónicas 22:6-13; 2 Crónicas 32:6-8; Salmo 27:14.

(4) Los creyentes de hoy deben ser motivados por aquellos ejemplos dados en el A.T., Efesios 3:14.19.

 

II.                   Retratos de un creyente fuerte espiritualmente, 2 Timoteo 2:1-7.

 

1. Mientras que Pablo estaba en la prisión, él descubrió que los líderes de la asamblea de Efeso se habían corrompido en sus doctrinas, que los miembros habían abandonado sus deberes y que la impiedad había entrado entre los miembros, 1Timoteo 1:3, 4.

 

2. Por eso Pablo envió a Timoteo a Efeso y una vez llegado encontró una resistencia fuerte. Con esto Timoteo perdió su valor y comenzó a abandonar su llamamiento, su responsabilidad, y llegó a ser flaco, débil en las cosas espirituales, 1 Timoteo 1:5-7.

 

3. Entonces Pablo, en 2 Timoteo 2, llamó a Timoteo a ejercer un fuerte liderazgo espiritual entre aquella gente, y aquí encontramos varias lecciones para nosotros en este capítulo:

 

(1) Que todos los creyentes, no solamente el Pastor, tienen que ser maestros, 2 Timoteo 2:2.

 

A. Si uno va a enseñar la Palabra, tiene que estudiarla.

B. Tal preparación hace clara la verdad en nuestros corazones y nos prepara para enseñar a otros con convencimiento.

C. Tal preparación nos da fuerzas para determinar lo que es importante y lo que no lo es en la vida cristiana.

D. Tal preparación nos pone en una posición de responsabilidad... de líder.

 

(2) Todos los creyentes deben ser soldados, 2 Timoteo 2:3, 4.

 

A. Tenemos que luchar contra los hijos de Satanás cuyas vidas están dirigidas por él, 2 Corintios 4:3, 4.

 

B. Como soldados, el esfuerzo es difícil y la obra siempre es un reto y por eso tenemos que sufrir penas. Por eso:

 

(A) Tenemos que vigilar, Lucas 12:35-40.

(B) Tenemos que entender los esquemas del diablo, Efesios 6:11; 1 Pedro 5:8, 9.

(C) Tenemos que emplear discernimiento, 1 Tesalonicenses 5:21; 1 Juan 4:1.

 

C. No debemos estar enredados en los asuntos diarios de esta vida.

 

D. Como soldados, uno tiene que agradecer al Capitán, 2 Timoteo 4:7, 8.

 

(3) El creyente tiene que ser un atleta (competidor), 2 Timoteo 2:5. Véase 1 Corintios 9:24-27.

 

(4) El creyente tiene que ser un agricultor, 2 Timoteo 2:6.

 

A. Nuestra tarea es sembrar la semilla de la Palabra de Dios, Mateo 13:3.23. En este pasaje el Señor habló de cuatro tipos de terrenos (hablando de los seres humanos) y su habilidad a recibir o rechazar la Palabra.

 

B. Vemos que solamente uno de los cuatro recibió la Palabra, pero tenemos que sembrar.

 

Conclusión: 1 Corintios 15:58

 

F.J.