El Valor de la Vida.

Por: Daniel Valles.

Con todo este ambiente de una guerra que se anuncia y que cada vez se ve más cerca, la gente, las personas en general, se han visto en la necesidad de opinar, de expresar sus pensamientos en-a veces-largas y acaloradas charlas de café o en la casa del compadre o la comadre, siempre referente a la guerra y al valor de la vida. Que si la guerra contra Irak es por el petróleo, que si porque Estados Unidos, sólo quiere defenderse, que por el ataque del Once de Septiembre a las Torres Gemelas, etc.

Una de las explicaciones más recurrentes es la de la “belicosidad yanki” y su “inmundo imperialismo”, esto expresado por los frustrados socialistas mexicanos que no ven a su amado sistema triunfar en ninguna parte. Pero para remedio de algunos y consuelo de otros, tampoco el capitalismo y la democracia son sistemas que han probado su eficacia, mucho menos triunfado en lograr la estabilidad del mundo que pretenden los gobernantes gobernar, por medio de tales sistemas.

La mayoría de las personas piensa en los miles de sacrificados en una guerra, los inocentes que morirían durante los bombardeos que se espera caigan sobre Irak. Debemos de ser realistas, es remoto que la guerra que se avecina se desarrolle en suelo estadounidense. El pensamiento no cabe en la mentalidad de nadie en ése país. El que sí, es un ataque terrorista como el que vivieron en Septiembre Once del año dos mil uno.

Los bombardeos que vivimos sobre Irak durante la anterior guerra, la llamada “Tormenta del Desierto”, no serán nada con lo que va a caer sobre Bagdad en esta ocasión. Y es ahí el por qué los movimientos pacifistas empiezan a manifestarse en contra de la guerra, tal vez, en la opinión de usted, pudieran tener razón. Pero ¿qué tan preciosa es la vida humana para usted?

La respuesta inmediata en casi la totalidad de los casos será y sin dudarlo, que muy preciosa o algo similar. Y es que cuando a los seres humanos se nos pregunta algo acerca de la vida humana, inmediatamente la valoramos en todo lo que cabe y nos damos cuenta, inmediatamente también, que tan frágil y delicada es nuestra vida, por lo mismo, concluimos que la vida humana, cuanto más la propia, es de un altísimo valor. Pero, si esto es así, ¿por qué es que hasta que vemos amenazada la existencia la valoramos cabalmente? ¿Por qué sólo valoramos la vida hasta que nos preguntan acerca de la vida misma?

Son millones de personas quienes no están de acuerdo con la guerra que se avecina y hasta se lanzan como “escudos humanos”, a riesgo de su propia existencia, la que valoran de tal forma, como para evitar una guerra entre las naciones del mundo. Algo que se me antoja totalmente inútil y sin sentido, pero que se respeta. Otros, como en la Ciudad de México, se lanzan a las calles para protestar. Pero es hasta que se sienten los ‘‘vientos de guerra”, que se elevan las voces de los seres humanos pidiendo que entre las naciones, no se aniquilen unas a otras. En el Zócalo capitalino habría un encuentro entre artistas e “intelectuales” para rechazar con un rotundo "No" la amenaza de guerra en Irak. Los participantes iniciaron una marcha hacia la embajada de los Estados Unidos, donde el obispo emérito, Samuel Ruiz daría un mensaje a la comunidad. A lo largo de este sábado que pasó, hubieron diversas actividades culturales en las que la gente puedo intervenir en talleres y eventos para niños. Se presentaron en la parte musical: "Maleta mágica", "¡Qué payasos!", "Vándula", entre otros. Eso publicó Notimex, sobre un evento contra la guerra, una fiesta donde los payasos, los “intelectuales” y los artistas, son el centro principal de la actividad, claro, a muy módicos precios y al alcance de todos.

Por todo el mundo, cientos de movimientos para alcanzar la paz, tenemos una organización, la O.N.U, fundada poco después del final de la Segunda Guerra Mundial, con el propósito de que la guerra, no volviera a irrumpir de la forma como la que habían vivido hasta entonces, para que no se volviera a repetir jamás. Esto nunca se ha cumplido. Lo que es más, podríamos decir sin temor a sufrir una equivocación, que el siglo anterior más que ninguno otro produjo más creatividad, más esfuerzos, más ingenio tecnológico, más planeación, más libertades, más poder de hacer el bien, que en toda la historia de la humanidad. Al mismo tiempo fue el siglo de las mayores guerras destructivas, de más masacres infrahumanas, de más tiranías bárbaras y se vieron los peores extremos de riqueza y pobreza en el mundo civilizado. Por si esto fuera poco vimos también la degradación ambiental más absurda que haya existido, la generación de más basura que nunca, la desilusión más cruel. Conclusión, fracasó el progreso. El Siglo XX es conocido como el siglo secular humanista, como el siglo injusto, amoral, ateo. El siguiente enunciado lo resume bien al Siglo XX: Noticias (+) entretenimiento (=) Siglo XX.

¿ES POSIBLE LOGRAR LA PAZ?

Difícil, porque los seres humanos no somos ordenados y la paz, en opinión de los Obispos Católicos de Estados Unidos, la paz es un fruto del orden. En la sociedad humana, el orden debe de ser moldeado a base del respeto a la trascendencia de DIOS y a la dignidad única de cada persona, entiéndase lo anterior en términos de libertad, justicia, verdad y amor. En el siglo secular, es materialmente imposible. Juan Pablo II, añade: “La paz no es solamente la ausencia de guerra…como una Catedral, la paz debe de ser edificada pacientemente y con inamovible fe”. (Pactos, 1982)

Esto, no solamente no se ha logrado, sino que estamos muy lejos de hacerlo. Y es que El Meollo del Asunto de este punto es que las personas, los seres humanos, somos de tal forma, que frecuentemente escogemos hacer el mal, aún bajo las mejores circunstancias posibles. Lo que es incomprensible para los humanistas seculares, quienes a partir del Siglo XX, dirigen los destinos del mundo. La paz no se logra porque de igual forma, la lucha por lograr una justicia económica está inextricablemente ligada a la carrera armamentista de las naciones. Los gastos que anualmente efectúan en armamento militar, han igualado y sobrepasado el total de ingresos de más de la mitad de los ingresos de la mitad de los habitantes del planeta. ¿A cuántas personas ve usted protestando por esto?

Los movimientos Pro Vida, se basan o trabajan solamente en posicionarse en contra del aborto, el que es sin duda una forma de aniquilamiento de seres humanos, no de “productos”, ni de tejidos sin vida alguna, como los movimientos feministas y abortistas “Pro muerte”, pretenden hacerle creer al género humano. Pero ¿a cuánta gente ve protestando contra esta pérdida de vidas humanas? No a muchas.

LA TRADICIÓN DE LA GUERRA JUSTA.

¿Es posible tal término?, Sí. Alguna vez los seres humanos decidieron hacer la guerra de una manera justa. Hicieron sus reglas, las que han querido seguir pero, a medida que ha progresado, también ha dejado atrás conceptos como el honor y el respeto por la vida humana. De acuerdo a esta tradición que data del siglo tercero, una guerra debe de ser: 1.- El último recurso; 2.- tener una causa justa. 3.- Tener intenciones correctas, como la restauración de la paz y la justicia. 4.- No dar inicio sin una declaración de guerra previa. (Por eso los Estados Unidos hicieron tales declaraciones contra Japón, después del ataque que sufrieron en Pearl Harbor) 5.- Tener una posibilidad racional de ganar. Más aún, debe de pelearse de modo que: 6.- Respete la vida de los no combatientes, la población civil, de lo contrario sería asesinato 7.- El resultado final debe de ser mucho más grande y mejor que el total de los daños causados por la misma.

Dentro de las condiciones actuales, sólo en términos muy limitados, el atacar blancos militares está de acuerdo a los criterios de la “Guerra Justa”, sobre todo en lo tocante al criterio hacia los no combatientes, los civiles. El apuntar hacia blancos militares que se encuentran en centros poblacionales, con millones de civiles viviendo en ellos, viola el espíritu de la inmunidad de los no combatientes. Si hablamos de armas, las armas atómicas o nucleares son completamente diferentes a las armas convencionales de todas las guerras anteriores. Estas ideas de la “Guerra Justa” prevalecen de alguna forma aún en la cultura, es la razón por la que cientos de miles de personas protestan al ver acercarse a la guerra en Irak, pero es una lástima que sólo protesten por ese tipo de guerra, ya que hay muchas otras guerras que necesitarían del apoyo do todas las personas que dicen amar y valorar la vida humana.

Si la vida humana es infinitamente preciosa para usted y para todos los que están en contra de la guerra que se avecina, entonces todos los que protestan también deberían decir NO y de igual forma protestar contra el infanticidio en todos los países donde se practica como profiláctico sexual, léase aborto, protestar por las muertes por el hambre en el mundo, protestar contra las armas nucleares, la pobreza, los femenicidios y las muertes que ocasiona el narcotráfico en todo el mundo.

Detener o eliminar las armas nucleares es sólo una parte de la agenda contra las amenazas que tiene encima la vida humana, la que todos valoramos tanto y la que todos podemos perder en cualquier momento, siendo esto lo más seguro que hay en la vida y también, El Meollo del Asunto.