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Perro
de origen asiático, el Lhassa Apso tiene un carácter particularmente
sociable, que lo lleva a vivir siempre en estrecho contacto con su amo.
Dotado de una sensibilidad muy especial, puede "captar" con antelación
eventuales desastres naturales como terremotos y avalanchas que resultan
bastante frecuentes en su tierra de origen. Esta cualidad suya le hace
vivir siempre "alerta", por lo cual siempre
Características generales:
La constitución
de este perro está caracterizada por la cabeza imponente, el tronco
relativamente largo y un pelaje particularmente abundante. Los ojos deben
ser bien oscuros y la trufa negra. Especial importancia tiene su andar,
que debe ser seguro y desenvuelto sin que nunca se produzca una caída
de la línea superior.
Cría y cuidados:
ALIMENTACION: Las necesidades
alimenticias, calculadas como ración de mantenimiento, son de 500
a 550 Kcal. diarias. También el Lhassa Apso, como cualquier perro,
y en general todo animal superior, tiene necesidad, para crecer y mantenerse
sano, de una dieta equilibrada. La sobredosis de vitaminas, sales minerales
o proteínas, etc., no aporta ningún beneficio, sino que por
el contrario los daños que ocasiona son más graves que los
que podrían provocar su carencia.
CUIDADOS DIARIOS: Debido
a las características de la capa de pelo largo provisto de un tupido
subpelo, es de gran importancia, si se quiere mantenerlo en condiciones
óptimas, proceder diariamente al uso de un cepillo blando. Esto
tiene una gran ventaja, fundamentalmente la de airear la parte más
tupida del pelo donde con mayor facilidad pueden esconderse, por el microclima
caluroso y húmedo que se crea, gérmenes patógenos,
y al mismo tiempo instaurarse alguna parasitosis cutánea.
ENFERMEDADES: La constitución
particularmente robusta de este perro de tamaño no muy grande lo
hace resistente a las enfermedades mas comunes.
Origen:
Durante siglos han sido
los lamas del Tíbet los celosos criadores de este pequeño
perro, cuyos orígenes se remontan literalmente a la noche de los
tiempos. Además, eran considerados como reencarnaciones de los propios
lamas y utilizados como guardianes de los tesoros de los templos budistas.
Eran precisamente estos pequeños perros que, debido a su especial
sensibilidad, los que primero daban la alarma ante la proximidad de cualquier
peligro, haciendo después intervenir a perros de tamaño más
grande y, por tanto, más eficaces para la guardería. El Lhassa
Apso era entonces objeto de regalo frecuente entre los propios lamas e
incluso entre las familias nobles, por lo cual era considerado como mensajero
de fortuna y paz.