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El
haber vivido durante siglos en la corte de los emperadores chinos, lo ha
convertido en uno de los perros más aristocráticos, siendo
su carácter una confirmación de ello. Afectuoso y fiel con
el propietario, el Pequinés es, sin embargo, obcecado, frío,
poco expansivo e incluso arisco con los extraños, poniendo de manifiesto
su altanería incluso frente a otros animales. Vive perfectamente
en la casa aunque el calor y la sequedad excesivos, durante el periodo
invernal, condicionan de manera determinante el desarrollo de su pelaje.
Características generales:
La constitución
y la expresión del Pequinés siempre deben denotar dignidad
y nobleza. Nunca deberá parecer torpe y vulgar.
Cría y cuidados:
ALIMENTACION: Las necesidades
alimenticias calculadas como ración de mantenimiento varían
según el peso. Para los ejemplares más ligeros son suficientes
230 - 320 Kcal. diarias, para los ejemplares de tamaño mediano,
de 390 a 500; mientras que para los machos, cuyo peso llega a los 8 kg.,
la aportación en Kcal. diarias está próxima a las
650.
CUIDADOS DIARIOS: Es
un perro resistente a las enfermedades, pero éste no constituye
un motivo para que se descuiden las normas de higiene alimenticia y ambiental,
vacunaciones y controles para establecer la existencia de enfermedades
parasitarias. La limpieza de la capa y su cuidado se realizan con un peine
y un cepillo de cerda suave.
ENFERMEDADES: El Pequinés
es constitucionalmente exoftálmico, es decir, tiene los bulbos oculares
muy caídos, por lo cual pueden ser objeto con mayor facilidad, de
lesiones.
Origen:
Aunque el nombre de Pequinés
se le dio a finales del Renacimiento, este perro es criado en China desde
épocas muy remotas. Su raza se originó en el cruzamiento
de un antiquísimo perro, el Pal, muy querido por las antiguas dinastías
chinas, con el tibetano Lhassa. Durante muchos siglos, el Pequinés
se constituyó en el perro exclusivo de los emperadores chinos, y
se aplicaban penas muy severas, que incluían la de muerte, a quien
robara o matara un Pequinés. También su exportación
estuvo severamente prohibida hasta mediados del siglo pasado. No existe
ninguna duda que el criador más grande de Pequineses fue el emperador
Tao Kuan, en la primera mitad del siglo XIX. En Europa fue introducido
por los oficiales ingleses que participaban en la guerra del opio (1840
- 1842). Inmediatamente después de que los primeros Pequineses aparecieron
en las exposiciones inglesas, su difusión fue rápida en todos
los continentes.