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Bajo
esta denominación están comprendidas diferentes razas de
sabuesos, todos originarios de la Confederación Helvética,
óptimos cazadores, de tamaño, color y calidad de pelo diferentes,
con orígenes bastante afines, aunque con algunas diferencias. Estas
razas son: el Sabueso suizo (grande y pequeño y de pelo liso y duro);
el Sabueso de Berna (grande y pequeño y de pelo liso y duro); el
Sabueso de Lucerna (grande y pequeño); el Sabueso del Jura (grande
de tonalidad oscura y tipo "San Huberto" pequeño).
Características generales:
Las cuatro razas de sabuesos
(suizo, de Berna, de Lucerna y del Jura de tipo oscuro) tienen muchas características
en común hasta el punto que a primera vista, la única variante
llamativa es el color de la capa. El aspecto general es el de perros elegantes,
nobles, vivaces, con expresión atenta y muy dulce. Son perros que
por lo general cazan en jauría, demostrando tener un excelente olfato,
gran sentido de la caza y una voz potente y segura con la cual avisan al
cazador la presencia de la presa. La altura es variable y el propio estándar
permite unos amplios márgenes justamente porque las cepas de origen
son muy diversas. La parte más hermosa de estas razas es, sin lugar
a dudas, la cabeza, siempre bien proporcionada con el resto del cuerpo,
relativamente larga, enjuta y por lo general estrecha. El hocico tiene
una mandíbula de gran potencia y una dentadura que cierra a tenaza
o a tijera. Las orejas son grandes, de nacimiento bajo, un poco hacia atrás,
están recubiertas por un finísimo pelo y el perro las lleva
arrugadas. Los ojos tienen un iris siempre bien oscuro y nunca están
demasiado abiertos. El cuello es bastante largo y robusto, generalmente
enjuto y carente de papada. El tórax está siempre bien desarrollado,
con la línea superior sólida que se integra armoniosamente
con la grupa y la base de la cola. En los ejemplares de pelo liso la piel,
generalmente es bastante fina, y está bien adherida en todas las
partes del cuerpo. Los colores de la capa, como ya se ha dicho, distinguen
a las diversas razas ,que, sin embargo, presentan el mismo pelo tupido,
liso, duro y abundante. El Sabueso suizo propiamente dicho, tiene una capa
cuyo fondo es blanco con manchas de extensión variada, de color
amarillo-anaranjado o anaranjado intenso. El Sabueso de Lucerna presenta
salpicaduras grises o azules acompañadas por manchas oscuras o negras
sobre fondo blanco que recuerdan mucho la librea del Azul de Gascuña.
Cuando el perro está mojado, presenta reflejos de un hermoso color
gris pizarra. El Sabueso de Berna tiene una capa tricolor con fondo y manchas
fuego y negras. En este caso, las manchas fuego, forman un hermoso dibujo
sobre las mejillas y los ojos. El Sabueso del Jura, tipo oscuro, puede
ser unicolor marrón-rojizo presentando a veces una amplia silla
de montar de color más oscuro o incluso negro con manchas fuego
y el clásico dibujo de éstas en la capa de este tipo. La
diversidad de colores es idéntica para las correspondientes tallas
más pequeñas que varían de los 30 a los 38 centímetros
y que presentan las mismas características de tipicidad, generalmente
con la cabeza más afinada y las extremidades obviamente más
cortas pero siempre bien rectas y en aplomo correcto. Por último,
la variedad de pelo duro tiene un subpelo muy fino y tupido recubierto
por un pelo exterior, relativamente ralo pero duro y áspero al tacto.
Una consideración aparte merece el Sabueso del Jura tipo San Huberto.
Esta es la variedad más pesada de los sabuesos suizos aunque sea
del mismo tamaño. En este perro la cabeza es bastante maciza, con
la frente recubierta por pliegues relativamente marcados, sobre todo cuando
el perro está alerta. Los ojos tienen el iris bastante oscuro y
una expresión algo melancólica, debida a los párpados
ligeramente flojos que dejan ver la conjuntiva. Las orejas son de nacimiento
bajo y bien plegadas hacia atrás, relativamente grandes, pesadas
y llevadas arrugadas. El cuello es potente, ancho y presenta un poco de
papada. El tronco tiene un tórax de gran desarrollo y línea
superior muy sólida. La cola gruesa en la base, se afina hacia la
punta y es llevada bastante alta sin nunca superar la línea del
dorso. Las extremidades tienen una osamenta robusta y son musculosas, con
los pies fuertes y cerrados, provistos de almohadillas plantares muy duras.
En el conjunto este perro recuerda, aunque en proporciones reducidas, al
más grande Bloodhound, con el cual tiene en común un olfato
extremadamente fino y desarrollado hasta el punto que a veces es utilizado
por las fuerzas del orden de la Confederación Helvética para
seguir el rastro de desaparecidos o malhechores. La capa del Jura tipo
San Huberto tiene el pelo liso, terso y bien adherido a la piel que es
relativamente pesada. Los colores admitidos son el rojo, el leonado y el
amarillo oscuro siempre acompañados por la característica
silla de montar oscura que cubre casi toda la parte superior del tronco.
Por último, también puede ser negro con manchas fuego y presentarse,
para todos los colores, con una pequeña estrella blanca en el pecho.
Su andar es un poco menos veloz que el de los otros sabuesos lo que se
compensa con una mayor resistencia. Un detalle fisiológico de notable
interés científico, que suscita la curiosidad no sólo
de los cinófilos sino también de los estudiosos de zoología
porque no se encuentra en ninguna otra raza, es que su voz madura con el
pasar de los años, alcanzando la máxima intensidad hacia
los 3 ó 4 años.
Cría y cuidados:
ALIMENTACION: Bajo el
nombre de Sabuesos Suizos, se agrupan perros de tamaño y peso diferente
y por lo tanto sus necesidades calóricas mínimas en Kcal.
diarias son distintas. Para el San Huberto son de 1.400 a 1.500, para los
Sabuesos suizos, de Lucerna y de Berna llegan a las 1.050 - 1.300 y para
los pequeños sabuesos, entre 750 y 950. Durante el período
de la caza, la ración debe tener un volumen limitado pero de un
alto poder nutritivo, sobre todo por la presencia de grasas que, según
muchos autores, aumentan en los perros la resistencia a la fatiga.
CUIDADOS DIARIOS: Estos
sabuesos son animales extremadamente generosos que por lo tanto tienen
necesidad, para expresar al máximo su capacidad, además de
una alimentación correcta, condiciones higiénico-ambientales
óptimas, vacunaciones fuera del período de caza y de un control
de las heces hecho a través de un examen microscópico con
el fin de determinar la presencia de parásitos, que pueden causar
graves enfermedades. Una preparación atlética hecha de manera
oportuna, completa la capacidad y el rendimiento de estos sabuesos. En
los ejemplares con pelo liso, la limpieza de la capa debe realizarse de
manera alternada con un guante de crin y un paño suave. En los ejemplares
de pelo duro, se utiliza, sobre todo el pelaje, un cepillo de cerda dura
alternado con uno de cerda blanda.
CON EL VETERINARIO: Los
ejemplares provistos de espolones son sometidos, inmediatamente después
del nacimiento a una pequeña intervención para amputarlos.
La conformación del pabellón auricular, que tiende a cerrar
el meato auditivo, crea condiciones de "falta de aire" y una mayor posibilidad
de crecimiento de gérmenes patógenos. La terapia está
basada en la extracción de un eventual cuerpo extraño presente
y en una cura local a base de antibióticos.
Origen:
Los orígenes de
los Sabuesos Suizos -Suizo propiamente dicho, de Berna, de Lucerna y del
Jura marrón, por un lado y del tipo San Huberto por otro- se entroncan
a dos tipos de perros muy antiguos como el San Huberto Blanco para el primer
grupo y el San Huberto para el segundo. Por lo tanto, sus orígenes
son muy remotos y se enraízan y entrelazan con los de la mayor parte
de los sabuesos franceses con los cuales los suizos han tenido nuevamente
cruzamientos que han llevado a la fijación de las diversas razas
resultantes. Las variedades de pequeño tamano análogamente
a los perros franceses, han sido creadas utilizando los ejemplares menos
desarrollados de las razas mayores, obteniendo de este modo perros de una
talla cada vez más reducida que después, con el tiempo, se
han ido fijando adaptándose también al tipo de caza que normalmente
efectuaban y a los terrenos por los cuales trabajaban. Más específicamente,
alrededor del año 1400, los mercenarios suizos al servicio del Rey
de Francia, a la vuelta de sus campañas, llevaron consigo perros
de rastro franceses que ciertamente tuvieron gran influencia sobre las
razas suizas existentes en aquel tiempo. Se explican así las semejanzas
entre los Gascones y el Sabueso de Lucerna, entre el Gascon Saintongeois
y el Sabueso de Berna, entre el Porcelaine y el Sabueso suizo. Diferente
es la historia del Sabueso del Jura, tipo San Huberto que desciende en
línea directa del perro francés más antiguo y conserva
de éste muchas de sus principales características.