El platanar
Braulio Dueño Colón
A. Fernández Grillo
De cuantas hojas
bordan el suelo,
ya de los lirios del arroyuelo,
ya del soberbio verde palmar,
ya del soberbio verde palmar.
No halló
ninguna mi fantasía
de tanta pompa ni gallardía,
como la hoja del platanar,
como la hoja del platanar.
Verde lustrosa,
flexible y ancha,
ni el reptil muerde, ni el sol la mancha,
tal vez el cielo la protegió,
tal vez el cielo la protegió.
Hojas que acaso
limpias brotaron,
para que escriban, los que se amaron,
las siestas largas que el defendió,
las siestas largas que el defendió.
Nace, florece,
muere, se inclina,
y de la inmóvil y yerta ruina,
brota de nuevo tallo gentil,
brota de nuevo tallo gentil.
Al sol y al aire
rinde tributo,
vive un momento, muere al dar fruto,
y en la hoja muerta renacen mil,
y en la hoja muerta renacen mil.
Ay, de los hombres
en su demencia
al fin dejaran de su existencia,
virtudes nuevas que practicar,
virtudes nuevas que practicar.
Si en lazo unidos
de amor fecundo
atravesaran por este mundo,
como las hojas del platanar,
como las hojas del platanar.
Rene Ramos © All rights Reserved
- febrero 2004
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