.. Después
de la caída del muro de Berlín nos estamos acercando a toda
velocidad hacia el Tercer Milenio, y ya se perfilan los nuevos desafíos
que la Iglesia tendrá que afrontar: es sorprendente ver que el
Apocalipsis, habla de la Gran Ciudad, "que tiene poder sobre
todos los reyes de la tierra" (Ap. 17, 18). ¿Qué antropología tiene la
Gran Ciudad?. Podemos responder con un término tomado de la bioética, lo
hemos llamado "autopoiesis", esto es, el hombre se auto-crea, se
crea él a si mismo. Es la total autonomía en todos
sentidos. En el fondo es una traducción moderna de las palabras del demonio a
Eva en el Génesis: "Serás como Dios. Decidirás tú el bien y el
mal". Es el culto a la naturaleza, el culto al cuerpo, a la sexualidad y
a la tolerancia. En esta situación de realidad urbana, de secularización, de
permisivismo moral, donde se contesta todo principio de autoridad, en esta
revolución antropológica, ... ... Las pequeñas comunidades
que nos ha inspirado la Virgen María, a imagen de la Familia de Narareth,
salvan a la familia en un camino neocatequético, en un itinerario de nuevo
Catecumenado capaz de hablar al hombre contemporáneo y de sostener el impacto
de la Gran Ciudad. Estos son, después de 30 años
del Concilio, los primeros frutos. Vendrán muchos más, no solamente del
Camino Neocatecumenal sino de tantos carismas, porque pienso, que el Espíritu
Santo había ya previsto lo que había de suceder en el Tercer Milenio. Lo había
ya previsto con el Concilio Vaticano II. El punto importante es, ¿cómo
llevar verdaderamente el Concilio Vaticano II a las parroquias frente al
ambiente pagano y a la revolución cultural, a la revolución antropológica
que nos circunda?. Nosotros queremos, desde nuestra experiencia de 30 años en
las parroquias ofrecer una colaboración después de haber leído la Encíclica
"Tertio Millennio Adveniente". Pensamos que la llegada del Tercer
Milenio sea una ocasión importante que Dios ofrece a su Iglesia para llamar a
la conversión a través de un momento de Nueva Evangelización". 
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