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Hemos sido
sidos por poco sobre el Sinai y el Dios nos ha concedido una
experiencia fantástica: ser todos los 430 hermanos un corazón
solo. Tengo oído Kiko hablar muchas veces de la estética, (siendo
un artista); quiso ir en los seminarios y hablar de la estética y
también lo he sentido decir que la estética salvará la Iglesia
(yo estoy muy atenta a aquél qué Kiko dice). Bien, yendo a casa de
Madrid, cada vez encuentro una montaña de revistas; me es ocurrida
entre las manos una revista litúrgica, con un artículo" Un
aproche al teología de la belleza", y me ha parecido
interesante.
Me he empeñado a leer los libros de Soloviev que son muy
interesantes. Dostojevskji es uno de los que dicen que el mundo
será salvado por la belleza. Os leo ahora algunos breves piezas de
este artículo porque es muy útil.
Extraído
por el artículo"Un aproche al teología de la belleza"
La reflexión sobre
la teología litúrgica nos lleva a la intuición de profundizar el
valor fundamental de la belleza para dar razón de la fe del Iglesia
en el Resucitado...
... Creo que al
hablar de Dios (teología) a partir de Dios (fe), la comunidad llega
a ser símbolo estético, transmisor de su presencia...
... En el núcleo
de esta reflexión hay la contemplación del misterio pascual, que
es el hecho teológico por excelencia, representado y actualizado en
la liturgia; y la profundidad de tal misterio aparece comobelleza.
Experimentados diferentes, especialmente en el envejecimiento y en
la enfermedad, que deforman aparentemente la belleza física, puede
hacernos entender y experimentar un mensaje:la belleza real queda.
Esta belleza se tiene que expresar, se tiene que contemplar en los
otros, porque da testimonio de la Pascua...
... L. Maldonado
citando tenemos que decir que" entre de nosotros un teología
de la belleza o una estética teológica es, por sorprendente que
pareces, inexistente (mientras éste es una de las fuerzas más
potentes que motivan y mueven la vida de una persona). Sin duda
existen algunos indicios, bosquejos. Hay los ensayos de Olivier
Clement y la obra de H.U. von Balthasar." Este último, en los
suyos cuatro volúmenes dedicados a la estética teológica (Herrlichkeit,
1961-1973), consta que en la época moderna ha habido una
separación entre la belleza y la teología. También afirma que la
religión de esta época ha rechazado la belleza.
Parece que los
tiempos cambien y que se acerca un nueva fue: ella postmodernità.
Ahora gozar la belleza y aquí está uno de sus rasgos esenciales.
Se habla de la sustitución de la ética con la estética. Si éste
es así, hará falta solucionar esta separación entre belleza y
teología para anunciar el kerygma dentro de las coordenadas de
comprensión suyos de este tiempo. Una vez fundada como la noción
de belleza un trascendental del ser - que evita así cada visión
superficial - y presentada en el conjunto de la visión del mundo
posmoderno, sugeriremos un breve discurso de acercamiento a la
necesidad de esta teología en el momento actual, correo en
relación con la teología litúrgica...
... La tradición
occidental, primera la patristica y luego ella escolástica, define
la belleza como un trascendental del ser, algo de esencial como la
bondad, la verdad y la unidad. He aquí algunas definiciones del
belleza:
- Platón:
Resplandor de la verdad,"Splendor veritatis."
- S. AGOSTINO:
Resplandor del orden,"Splendor ordinis."
- S. Tommaso:
Aquél que cuando se ve gusta,"Pulchra dicuntur quae
visa placent."
Aportas
contemporáneos a la definición de belleza:
- Dostoievsky:
El mundo será salvado por la belleza... ella belleza es Cristo.
- S. WEIL:
La belleza del mundo es hoy casi la única calle por el hombre
actual de llegar a creerle en Dios.
- Bonhoffer:
La existencia estética de que habla Kierkegaard no debería ser
expulsada por el ámbito de la Iglesia, al revés debería ser
de nuevo sólidamente le fundada en ella.
- H.U. VON
BALTHASAR: La belleza siempre circunda con un brillo
impalpable el rostro del auténtico y lo bueno.
- Heidegger:
La belleza es el correo en obra de la verdad.
La tradición
oriental cristiana delfilocalia (amor por la belleza)
coincide con la tradición occidental en este: lo bonito es el
contrario de lo superficial, de lo ornamental y de lo extrínseco.
La misma realidad del ser (verum, bonum, unum) se expresa en
la forma y en la figura, irradiando luz. Los dos rasgos de la
belleza soy forma - figura y luz. La forma no es bonita para si
mismo si no en la medida en que irradia la luz como manifestación
de la profundidad del ser.
Si superamos el
obstáculo de la visión riduzionista de la belleza y nos dejamos
interrogar de las aportaciones de los autores adelante emplazados
podemos padecido constatar la necesidad de reflejar en la línea de
esta teología estética.
... Por este en la
belleza está la manifestación de qué es ella teología por
excelencia. La belleza - que es unidad, verdad y bondad - habla de
Dios (teología) con la simbolización (liturgia) que, como dijo L.M.
Chauvet, es "summum del lenguaje."
Resumiendo: creo
que la Iglesia como cuerpo místico de Cristo, irradiará la luz
propia de la belleza en la medida en que la asamblea litúrgica sea
expresión viva del pueblo de Dios (hombres y mujeres) unido a
través del sacramento de la imagen (él y ella), un sacramento
creación directamente de Dios en la creación y restaurado por la
fuerza y potencia de Dios en el Misterio pascual.
Peras
Fibla
Publicado
en PHASE, julio - agosto de 1996, pp. 323-334 |