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miércoles, 20 de mayo de 2009 |
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Plan 2500, una
solución para pocos colombianos Escrito por Hugo
serrano Gómez El Plan 2500, el programa bandera del
primer período del Presidente Uribe, fue ideado para mejorar las principales
troncales del país y facilitar con la recuperación de vías secundarias y
terciarias el desarrollo de importantes regiones que durante décadas han
permanecido en el olvido oficial. Algunos de estos corredores viales fueron
parte de los programas de anteriores gobiernos, para lo cual se inventaron
rimbombantes nombres como el “Plan Vías para la Paz” del ex presidente Andrés
Pastrana o el “Plan Nacional de Rehabilitación”, de la Administración Barco. Aunque no era una idea nueva, se crearon
tantas expectativas con el Plan 2500, que muchos sectores del país, pero muy
especialmente importantes regiones campesinas, renovaron sus esperanzas en la
posibilidad de que al fin un Gobierno se hubiera acordado de ellos para
hacerles justicia frente al ancestral confinamiento gubernamental en que han
permanecido. Todo se quedó en promesas, pues esos
inmensos capitales se destinaron para el reacondicionamiento de las grandes
troncales, dejando de lado la malla vial terciaria que une a los municipios
con sus centros de producción y negándoles a los campesinos la salida de sus
cosechas. Lamentablemente el Gobierno optó por dejar
deteriorar las obras iniciadas por sus antecesores para volverlas a
inaugurar, cobrando réditos políticos que abonan la carrera hacia su tercer
mandato. A punta de anuncios y promesas incumplidas,
el Gobierno dejó pasar la época de las vacas gordas sin construir las
carreteras que ahora quiere vender como salvavidas a la crisis económica. De los 55 billones de pesos en proyectos de
infraestructura que el gobierno ha anunciado para reanimar la economía y generar
más empleo, el Ministro de Transporte Andrés Uriel Gallego gastará de
inmediato 2,7 billones en la construcción de grandes vías para conectar el
centro del país con los puertos, pero ninguna de estas vías tiene la
intención de mejorar el acceso de las regiones productivas de la costa
Caribe, Santander, Norte de Santander, Antioquia, Boyacá o los Llanos
Orientales a la red troncal, sino que la atraviesan o para acercar el centro
del país con la costa, o para acercar el extremo oriental con el occidental,
y lo cierto es que la malla vial que integra las economías agrícolas y
ganaderas de los departamentos está totalmente rezagada. El Ministro dejó pasar la época de la
bonanza y ahora quiere privilegiar la construcción de carreteras menores que
no contribuyen directamente a la competitividad pero que sí dan votos. Y como lo denunció la Cámara Colombiana de
Infraestructura, seguimos construyendo carreteras regionales que no conducen
a ninguna parte, es decir, sin propósitos de conectividad con las vías principales. Lo grave es que por la necesidad de adoptar
medidas para hacerle frente a la crisis, se están privilegiando algunos
proyectos de personas amigas del Gobierno. Mientras que en el Plan 2500, en 200
proyectos se gastaron $1.8 billones, en el programa de choque “Corredores
Complementarios” se entregarán $2.5 billones para la ejecución de sólo 19
proyectos. Y el pueblo sigue anestesiado, mientras el Presidente Uribe piensa
en su reelección. ¡Qué horror! Nota al margen: Apoyar la no reelección del
Presidente Uribe, no es odio personal. Es respeto y admiración por la
democracia. |
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