NOCTURNO III
Una noche
Una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas
una noche en que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciérnagas fantásticas
A mi lado, lentamente, contra mí ceñida toda:
Muda y Pálida
Como si un presentimiento de amarguras infinitas
Hasta el fondo más secreto de tus fibras te agitara.
Por la senda que atraviesa la llanura florecida caminabas
Y la luna llena,
Por los cielos azulosos, infinitos y profundos, esparcía su luz blanca
Y tu sombra
Fina y lánguida,
Y mi sombra
Por los rayos de la luna proyectada
Sobre las arenas tristes de la senda se juntaban
Y eran una
Y eran una
Y eran una sola sombra larga
Y eran una sola sombra larga
Y eran una sola sombra larga

Esta noche
Solo, el alma
Llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
Separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la distancia
Por el infinito negro,
Donde nuestra voz no alcanza
Solo y mudo
Por la senda caminaba
Y se oían los ladridos de los perros a la luna
A la luna llena
Y el chillido
de las ranas,
Sentí frío, era el frío que tenían en la alcoba
Tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
Entre las blancuras niveas
de las mortuorias sábanas!
Era el frío del sepulcro, era el frío de la muerte,
Era el frío de la nada...
Y mi sombra
Por los rayos de la luna proyectada,
Iba sola,
Iba sola
Iba sola por la estepa solitaria!
Y tu sombra esbelta y ágil
Fina y lánguida,
Como en esa noche tibia de la muerta primavera,
Como en esa noche llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,
Se acercó y marchó con ella,
Se acercó y marchó con ella,
Se acercó y marchó con ella... ¡ Oh las sombras enlazadas!
¡ Oh las sombras que se buscan y se juntan en las noches de negruras y de lágrimas ! ...

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