DESCUBRIENDO A LOS GIGANTES


RICHARD OWEN (1804-1892)
eminente especialista en anatomía 
comparada que acuñó el término Dinosauria
Durante muchos años algunas personas han coleccionado fósiles y restos de plantas y animales que murieron hace mucho tiempo. Los habitantes de las cavernas de hace 20,000 años o más percibían fósiles de caracoles en las piedras que usaban para hacer flechas y hachas. Desde luego, no tenían la menor idea de por qué encontraban caracoles y otros fósiles en las rocas. ¿Cómo habían llegado hasta allí?. Mucho tiempo después, los canteros de Europa encontraron diferentes tipos de caracoles y huesos fósiles en las piedras que trabajaban. En ocasiones mostraban lo que hallaban a los científicos, quienes ignoraban igualmente su significado. Algunos incluso pensaban que los fósiles fueron colocados en la roca por el diablo. El primer hueso de gran tamaño que se reportó en Europa fue de una pierna de dinosaurio hallada cerca de Oxford, Inglaterra. En el libro The natural history of Oxfordshire, publicado en 1677, Robert Plot, de la Universidad de Oxford, lo describe como el hueso de un elefante o de un gigante humano, aunque no estaba muy seguro de esas identificaciones.

Barón George Cuvier(1769-1832)
padre de la paleontología
moderna y la anatomía comparada.
En 1725, se descubrió un notable fósil en Oeningen, Alemania. Fue enviado al Dr. Johann Scheuchzer, el médico local de Zurich, Suiza, quien pensó que se trataba de uno de los miserables humanos pecadores que murieron durante el Diluvio Universal. En un informe ilustrado acerca del esqueleto, publicado en 1727, Scheuchzer argumentó que podía probar que el gran diluvio de la Biblia había sumergido a Europa y se ahogaron muchos hombres y animales. Más tarde se demostró que el esqueleto en realidad era de una salamandra gigante. Muchos esqueletos de animales gigantes salieron a la luz en el siglo XVIII. En particular, fósiles de grandes elefantes, mamuts y mastodontes se descubrieron en el norté de Europa y América. Obviamente, no todos murieron en una misma inundación. Algunos científicos propusieron que tales animales aún existían en zonas inexploradas del mundo. Finalmente, los científicos comprendieron que muchos de los esqueletos fósiles pertenecían a animales extintos y desaparecidos tiempo atrás. Los descubrimientos de huesos gigantes despertaron la curiosidad de científicos y público en general, y se organizaron campañas para localizar más. Muchas excavaciones se realizaron. Durante el siglo XIX, en la época victoriana, los científicos aprendieron mucho acerca de la geología (estudio de las rocas) y sobre paleontología (estudio de la historia de la vida). Se encontraron muchos fósiles nuevos y quedó claro que la Tierra tenía millones de años de edad. En la larga historia de la nuestro planeta, habían surgido y desaparecido cientos de animales prehistóricos.

Homo dilivii testie,
fósil de salamandra encontrado 
en 1725 e identificado como esqueleto
humano
En la década de 1820, se realizaron importantes descubrimientos en Inglaterra. William Buckland, profesor de geología de la Universidad de Oxford, recibió una pequeña colección de huesos de Stonesfield, un pequeño pueblo cantero cercano. Incluía una mandíbula con dientes largos como cuchillos, algunos huesos de cadera, costillas y vértebras. En 1824, Buckland publicó una descripción de esos huesos y los llamó MegaIosaurius ("reptil gigante"). El segundo dinosaurio que recibió nombre provenía de Lewes in Sussex, Inglaterra. Fue descubierto por Mary Ann Mantell en 1825. Realizaba una caminata cuando percibió un enorme diente fósil en un montón de piedras al lado del camino. Mostró el diente a su esposo, el Dr. Gideon Mantell, apasionado coleccionista aficionado de fósiles, quien encontró más huesos del mismo animal en las cercanías y lo bautizó iguanodon ("diente de iguana"), pues pensó que se trataba de una iguana gigante. Para 1842, otras cinco o seis especies de dinosaurios tenían nombre, y sir Richard Owen descubrió que no se trataba de simples lagartijas gigantes. Los llamó Dinosauria ("reptiles terribles"). El estudio de los dinosaurios había comenzado.

Gideon Mantell (1790-1852),
medico rural de Sussex que
en 1822 descubrió los primeros
restos de Iguanodon.
Otros descubrimientos importantes entre 1820-1840 incluían los primeros dragones marinos, que vivieron en la misma época. Entre los dragones marinos estaba el Ichtiosaurus, parecido a un delfín, y el Plesiosaurus, de largo cuello. Ambos fueron hallados por Mary Anning, una famosa coleccionista profesional. Uno de los grandes paleontólogos de la época, el barón Georges Cuvier, de Paris, mostró cómo reconstruir esqueletos a partir de los restos de esos asombrosos animales. Estudió fósiles de reptiles y, en particular, varias clases de mamíferos extintos. Los fósiles de mamuts y mastodontes de la era glacial eran cada vez más comunes. Los científicos viajaban de Europa a regiones poco conocidas del mundo, y regresaban con grandes huesos de animales extraños. Charles Darwin, el famoso "padre de la evolución",visitó Sudamérica en la década de 1830, y encontró los huesos de un enorme perezoso, el Megatherium, y de un armadillo gigante, el Glyptodon. Otro científicos visitaron Australia y localizaron restos de canguros y osos gigantes. Estos animales fueron contemporáneos de los primeros humanos, pero habían desaparecido Algunos de los hallazgos más importantes se realizaron entre 1850 y 1900 en América del Norte. Edward Cope y Othniel C. Marsh organizaron equipos de buscadores de fósiles en el medio Oeste de Estados Unidos. Descubrieron huesos de docenas de nuevas especies de dinosaurios y mamíferos. Al principio ambos científicos trabajaron en cooperación, pero se convirtieron en rivales. Sus equipos con frecuencia se enfrentaron en el trabajo de descubrir nuevos hallazgos.

Edward Drinker Cope (1840-1897),
fue un niño precoz y brillante,
nacido de una famila cuáquera. 
Ya gozaba de gran fama como científico 
antes de interesarse por los dinosaurios 
en la década de 1970. Othniel Charles Marsh (1831-1899),
fue menos brillante que Cope 
pero tuvo la suerte de ser sobrino
de George Peabody. Con su apoyo, 
fue profesor de Yale College y pudo
dedicarse a los dinosaurios
Encontraron que grandes zonas de Nebraska, Wyoming, las Dakotas y Utah contenían todo tipo de mamíferos extintos. Desde 900, nuestro conocimiento de los animales prehistóricos se ha ampliado enormemente. Y aún se están haciendo fantásticos descubrimientos. En 1983, un coleccionista aficionado halló en el sur de Inglaterra la garra de 30cm de largo de un dinosaurio desconocido, bautizado como Baryonix en 1986. Las mayores muestras del Tyrannosaurus se localizaron en 1990 y 1991 en Dakota del Sur y Montana. El dinosaurio más grande de todos los tiempos, el Sismosaurus, del que sólo se conocen algunos huesos, recibió nombre en 1991. Un cocodrilo gigante, tal vez el más grande de todos, se halló en 1991, pero aún no tiene nombre. Más sorprendente aun es un nuevo fósil de ave, Protoavis, bautizado en 1991, y que puede ser 50 millones de años más antiguo que el Archaeopteryx, la famosa "primera ave". Tales descubrimientos recientes sugieren que aún hay muchos animales prehistóricos por descubrir.




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