Depresión

Por Mónica Gameros

Foto de Alejandro Bello

DORMITORIO.jpg (12316 bytes)Según investigaciones de la Sociedad Argentina de Psiquiatras, algunas alteraciones mentales como la conducta obsesiva compulsiva y la maníaco-depresiva aparecen en la adolescencia

Según estudios publicados en The Journal of the American Medical Association, una gran parte de los adolescentes que sufren depresión van a seguir padeciendo esta enfermedad cuando sean adultos, lo que eleva el riesgo de suicidio o de tentativas de quitarse la vida.

Factores que desencadenan los trastornos

La baja autoestima, la inseguridad, la introversión y un sentimiento de inutilidad son factores desencadenantes de:

  • Depresión.
  • Obsesión compulsiva y conducta maníaco-depresiva.

También se han encontrado factores neurofisiológicos, hereditarios y de presión social en casi todos estos trastornos.

La depresión, la obsesión compulsiva y la conducta maníaco-depresiva se pueden controlar con fármacos que inhiben la tristeza y la hiperactividad.

Cómo identificar los síntomas

La Sociedad Argentina de Psiquiatras y la Sociedad Española de Psiquiatría identifican los siguientes síntomas como focos de alerta para los padres:

  • Depresión: sentimientos persistentes de tristeza, impotencia, desesperanza, inutilidad, frustración, culpabilidad, inhabilidad para sentir placer en actividades normales y cambios en los hábitos alimenticios y de descanso. Es una enfermedad que afecta por igual a chicas y chicos.
  • Condición maníaco-depresiva: períodos de depresión alternados con períodos maníacos, los cuales pueden incluir irritabilidad, euforia, hiperactividad, comportamiento agresivo, mitomanía.
  • El desorden obsesivo compulsivo: las compulsiones son actos mentales repetitivos que se realizan en respuesta a una obsesión o conforme a reglas rígidas, y que en estas personas tienden a reducir la angustia. Las compulsiones más comunes son: lavarse las manos, ordenar, revisar tareas, rezar, contar y repetir palabras silenciosamente; todas se hacen de manera reiterada durante todo el día.

El tratamiento clínico es necesario

La psicoterapia combinada con medicamentos y trabajos educativos ayuda al adolescente a entenderse a sí mismo, adaptarse al estrés, rehacer su autoestima y mejorar sus relaciones.

Para la conducta maníaco-depresiva es necesario buscar ayuda de un especialista para controlar al paciente con el uso de fármacos y, en algunos casos, con breves períodos de otros estabilizadores anímicos. El tratamiento efectivo incluye informar, tanto al paciente como a su familia, acerca de la enfermedad y sobre el uso de medicamentos.

Según un estudio coordinado por George Patton, del Centro de Salud del Adolescente de la Universidad de Melbourne, en Australia, el deporte combinado con la terapia y los medicamentos aleja a los adolescentes de actitudes negativas, agresivas y antisociales. Además permite controlar el peso, desahogar energía y disminuir la hiperactividad y la depresión.

Ojo!!!, todos hemos tenido periodos de tristeza y reflexión autocrítica.

Identifica bien los síntomas y si necesitas ayuda busca  en las ONG´s  o bien pueden canalizarte a través de los sistemas  de atención de tu gobierno

 

 

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Factores que desencadenan los trastornos

La baja autoestima, la inseguridad, la introversión y un sentimiento de inutilidad son factores desencadenantes de:

  • Depresión.
  • Obsesión compulsiva y conducta maníaco-depresiva.

También se han encontrado factores neurofisiológicos, hereditarios y de presión social en casi todos estos trastornos.

La depresión, la obsesión compulsiva y la conducta maníaco-depresiva se pueden controlar con fármacos que inhiben la tristeza y la hiperactividad.

Cómo identificar los síntomas

La Sociedad Argentina de Psiquiatras y la Sociedad Española de Psiquiatría identifican los siguientes síntomas como focos de alerta para los padres:

  • Depresión: sentimientos persistentes de tristeza, impotencia, desesperanza, inutilidad, frustración, culpabilidad, inhabilidad para sentir placer en actividades normales y cambios en los hábitos alimenticios y de descanso. Es una enfermedad que afecta por igual a chicas y chicos.
  • Condición maníaco-depresiva: períodos de depresión alternados con períodos maníacos, los cuales pueden incluir irritabilidad, euforia, hiperactividad, comportamiento agresivo, mitomanía.
  • El desorden obsesivo compulsivo: las compulsiones son actos mentales repetitivos que se realizan en respuesta a una obsesión o conforme a reglas rígidas, y que en estas personas tienden a reducir la angustia. Las compulsiones más comunes son: lavarse las manos, ordenar, revisar tareas, rezar, contar y repetir palabras silenciosamente; todas se hacen de manera reiterada durante todo el día.

El tratamiento clínico es necesario

La psicoterapia combinada con medicamentos y trabajos educativos ayuda al adolescente a entenderse a sí mismo, adaptarse al estrés, rehacer su autoestima y mejorar sus relaciones.

Para la conducta maníaco-depresiva es necesario buscar ayuda de un especialista para controlar al paciente con el uso de fármacos y, en algunos casos, con breves períodos de otros estabilizadores anímicos. El tratamiento efectivo incluye informar, tanto al paciente como a su familia, acerca de la enfermedad y sobre el uso de medicamentos.

Según un estudio coordinado por George Patton, del Centro de Salud del Adolescente de la Universidad de Melbourne, en Australia, el deporte combinado con la terapia y los medicamentos aleja a los adolescentes de actitudes negativas, agresivas y antisociales. Además permite controlar el peso, desahogar energía y disminuir la hiperactividad y la depresión.

Ojo!!!, todos hemos tenido periodos de tristeza y reflexión autocrítica.

Identifica bien los síntomas y si necesitas ayuda busca  en las ONG´s  o bien pueden canalizarte a través de los sistemas  de atención de tu gobierno

 

 

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