Afectan más a mujeres rurales las políticas de la OMC

Miriam Ruiz, enviada

 | Cancún     

Las políticas sobre agricultura de la Organización Mundial del Comercio (OMC), provocan mayor pobreza y carga de trabajo en las mujeres rurales, afirmó hoy aquí la especialista filipina Arze Glipo, participante en el Foro Internacional sobre los Derechos Humanos de las Mujeres frente a los Acuerdos Comerciales.

En entrevista previa a su participación en el panel Los Temas Sustantivos de la OMC desde la Perspectiva de Género, la representante de la Fundación para el Desarrollo Rural Integral de Filipinas explicó a Cimacnoticias que las mujeres del campo “son las que más sufren con la liberalización del comercio porque ellas son productoras y las encargadas de la seguridad del hogar”.

La integrante de la Red Asia Pacífico sobre la Soberanía Alimentaria puso como ejemplo que en casos de desplazamiento masivo, suele ser responsabilidad de las mujeres buscar trabajo fuera del campo con lo que “se les ha llevado a trabajar en condiciones más opresivas y más peligrosas.”

“El acceso de las mujeres a la tierra y otros recursos se ha minado con el régimen impulsado desde la OMC”, señaló al abundar que el organismo multilateral impulsa un modelo de exportación en que “la producción doméstica se margina y lleva a la expansión de plantaciones”, así como de otras formas de explotación humana.

El escenario arriba planteado ocurre en la mayor parte de los países en desarrollo bajo rondas de negociaciones sin procesos democráticos en la OMC.

Para Arze Glipo, hay una alternativa: un camino de desarrollo con autodeterminación y respeto a la voluntad de los pueblos y donde se logre equidad de género. “Un tipo de desarrollo ajeno al vagón de la OMC”.

Esta reunión se realiza hoy y mañana en Cancún, el principal destino turístico de México, como parte del Foro de los Pueblos Por Una Alternativa Frente a la OMC, promovido por grupos civiles críticos de la globalización y de manera paralela a la Conferencia Ministerial de la OMC, que iniciará aquí el miércoles y a la que acudirán ministros de Comercio de más de 100 países.

Las participantes discuten temas como género y los derechos de propiedad intelectual, la relación entre mujeres, patentes y servicios, cómo afecta la globalización a las mujeres en las zonas maquiladoras, y las implicaciones del género en el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios, entre otros temas.

Este Foro fue convocado por las organizaciones Mujeres para el Diálogo, Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio, Marcha Mundial de las Mujeres, Red Nacional de Género y Economía y la Red de Mujeres Transformando la Economía.

También por la Red Internacional de Género y Comercio, Comité de Mujeres de la Alianza Social Continental, la Coordinadora Nacional de Mujeres de Organismos Civiles Por un Milenio Feminista y la Asociación Mexicana de Mujeres Organizadas en Red.

LA OMC, ENEMIGA DE LAS MUJERES

La agenda, los derechos humanos: Laura Frade

Indispensable que la OMC incluya a las mujeres

Miriam Ruiz, enviada | Cancún

Las mujeres requieren una estrategia dentro de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y en el proceso de gobernabilidad mundial, aseguró hoy la activista y maestra en Economía, Laura Frade al participar aquí en el Foro Internacional Los Derechos de las Mujeres en los Acuerdos Comerciales.

La activista inició su presentación recordando que las políticas comerciales actuales tienen impactos negativos en las mujeres del mundo, como se ha demostrado desde la academia.

Frade, que desde el poblado de Creel en la Sierra Tarahumara, impulsó la campaña El Banco Mundial en la Mira de las Mujeres, calificó como falso el debate sobre si deben existir las organizaciones multilaterales como la OMC, el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional (FMI) puesto que hoy existen.

La agenda de las mujeres no es la existencia de estas instituciones sino las condiciones de equidad de género, de acuerdo con Frade, quien recibió la pasada primavera el Premio María Lavalle Urbina por su trabajo en favor de las mexicanas.

“Nuestra agenda son los derechos humanos”, dijo al señalar que si el Banco Mundial, el FMI y los movimientos sociales sirven a esa causa hay que actuar allí.

Ante más de 200 mujeres de diversos países, Frade consideró que en el caso de las organizaciones multilaterales “si no estamos allí, nos sacan y habremos retrocedido”, y convocó a las asistentes al foro, académicas y activistas sobre economía y género, a trabajar fuera y dentro de la OMC, que llevará al cabo su Quinta Conferencia Ministerial en esta ciudad del 10 al 14 de septiembre.

La OMC, consideró, ha sido poco transparente puesto que en ella solamente cuentan las decisiones de los poderes ejecutivos de cada país, a través de sus ministerios de Economía y Comercio, sin voz de los poderes legislativos, judiciales o sociales.

Aseguró que lo anterior es un asunto de suma importancia porque desde las multilaterales se construye la internacionalización de la gobernabilidad.

Esta reunión internacional se realiza hoy y mañana en el principal destino turístico de México, como parte del Foro de los Pueblos Por Una Alternativa Frente a la OMC, promovido por grupos civiles críticos de la globalización de manera paralela a la conferencia ministerial de la OMC, que iniciará el miércoles en esta misma ciudad.

Las participantes discuten temas como género y los derechos de propiedad intelectual, la relación entre mujeres, patentes y servicios, cómo afecta la globalización a las mujeres en las zonas maquiladoras, y las implicaciones del género en el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios, entre otros temas.

Este Foro fue convocado por las organizaciones Mujeres para el Diálogo, Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio, Marcha Mundial de las Mujeres, Red Nacional de Género y Economía y la Red de Mujeres Transformando la Economía.

Además la Red Internacional de Género y Comercio, Comité de Mujeres de la Alianza Social Continental, la Coordinadora Nacional de Mujeres de Organismos Civiles Por un Milenio Feminista y la Asociación Mexicana de Mujeres Organizadas en Red.

LA OMC, ENEMIGA DE LAS MUJERES

Llaman a terminar con la “pobreza perversa”

Sostienen mujeres pobres la alimentación mundial

Soledad Jarquín Edgar, enviada

| Cancún

Un llamado a recuperar la soberanía alimenticia porque “la vida no se puede vender, comerciar o hipotecar”, hizo hoy la investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ursula Os wald Spring.

Al participar en el Foro Internacional Los Derechos de las Mujeres en los Acuerdos Comerciales, que se realiza en un hotel del centro de esta ciudad turística, recordó que según el Fondo de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), son las mujeres de países pobres quienes producen entre 60 y 80 por ciento de los alimentos del mundo.

Y en el mundo, añadió la también académica de la Universidad de Tlaxcala, 67 por ciento de las mujeres adultas son analfabetas, 68 por ciento no tiene acceso a la educación y el 70 por ciento está en pobreza extrema.

Luego sugirió que el término “pobreza perversa” sería más adecuado que “pobreza extrema”, dado que 41 por ciento de las personas con VIH-SIDA son mujeres, en los parlamentos la representación femenina es sólo de 12 por ciento y sin embargo las mujeres realizan más trabajo que los hombres (113 por ciento de la carga de los hombres) en los países en desarrollo, sin contar el trabajo doméstico.

La agricultura se ha feminizado, añadió Oswald Spring, quien citó como ejemplo ejemplificó el caso de las mujeres africanas que, de acuerdo con la FAO, representan 33 por ciento de la fuerza de trabajo, hacen el 70 por ciento de las jornadas agrícolas, el 100 por ciento de la transformación de la comida, 80 del almacenamiento de alimentos y 60 por ciento de cosechas y actividades de mercado.

Explicó que son las mujeres quienes mantienen la agricultura, los servicios ambientales, ecoturismo y silvicultura, además de favorecer los beneficios ambientales al conservar el agua, el aire, suelos, biodiversidad, flora y fauna silvestre.

La primera procuradora de Ecología en América Latina señaló que ante este panorama lo que hay actualmente y lo que podemos ver es una enorme capacidad de la gente de aguantar.

Esta reunión internacional se realiza hoy y mañana en el principal destino turístico de México, como parte del Foro de los Pueblos Por Una Alternativa Frente a la OMC, promovido por grupos civiles críticos de la globalización, de manera paralela a la Quinta Reunión Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que iniciará el miércoles en esta misma ciudad.

Las participantes discuten temas como género y los derechos de propiedad intelectual, la relación entre mujeres, patentes y servicios, cómo afecta la globalización a las mujeres en las zonas maquiladoras, y las implicaciones del género en el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios, entre otros temas.

El Foro fue convocado por las organizaciones Mujeres para el Diálogo, Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio, Marcha Mundial de las Mujeres, Red Nacional de Género y Economía y la Red de Mujeres Transformando la Economía.

Además de la Red Internacional de Género y Comercio, Comité de Mujeres de la Alianza Social Continental, la Coordinadora Nacional de Mujeres de Organismos Civiles Por un Milenio Feminista y la Asociación Mexicana de Mujeres Organizadas en Red.

Laura E. Asturias

Tertulia (Guatemala), 8-IX-2003

La Organización Mundial del Comercio (OMC) es, en la actualidad, la más poderosa del mundo: en  ella se concentra el poder de los países más ricos, que determinan, a su gusto y capricho, las  políticas económicas que afectarán al planeta entero.

Si tomamos en cuenta que las mujeres constituyen el 70 por ciento de los 1.2 millardos de personas que en todo el mundo sobreviven con menos de un dólar diario, no es difícil deducir que la OMC es una de las principales enemigas para nuestro género. No "porque sí", sino porque esa organización se caracteriza por prácticas antidemocráticas que optan por ignorar las necesidades de las grandes mayorías, de las cuales las mujeres son las más pobres. Y tratándose, como tantas otras, de una organización internacional profundamente misógina, las mujeres y nuestras  demandas quedamos en el nivel más bajo del tótem.

La forma discriminatoria en que los miembros de la OMC conducen sus negociaciones no deja de ser paradójica, ya que la membresía de la institución está condicionada, precisamente, por  principios de no discriminación. Pero, por supuesto, esa condicionalidad se orienta a beneficiar a los países más ricos, que son los que exigen la membresía de manera formal: es su requisito para que otros puedan hacer comercio con ellos y acceder a los enormes mercados de éstos.

Quién sabe cuáles serán los resultados de la 5a. Conferencia Ministerial de la OMC a realizarse del 10 al 14 de septiembre en Cancún, México. Pero se puede imaginar que en ésta, como en las anteriores, continuarán rigiendo los intereses y las perversas intenciones de Estados Unidos (no olvidemos que su actual administración es la más misógina de la historia reciente de ese país) y de la Unión Europea, cuya hipocresía queda cada vez más al descubierto cuando observamos cómo pretende, junto a la potencia gringa, repartirse el pastel de la tierra con todo y su recurso humano.

 Son todos hipócritas. Por un lado, hacen hasta lo imposible para beneficiarse del trabajo de los pueblos pobres, quedándose –sin mover un dedo- con los frutos de nuestros suelos. Pero, por otra parte, ahí está (digamos que casi siempre) la "cooperación al desarrollo" con la cual poderosos gobiernos y organizaciones multilaterales y no gubernamentales dicen querer "ayudar" a reducir la pobreza, erradicar el hambre, desterrar el subdesarrollo y cuanta otra idea políticamente correcta se les ocurra.

 Al final, es lo mismo: el pastel se reparte entre ellos, y nuestros representantes ante la OMC quedan reducidos a presencias pusilánimes (que no por serlo dejan de resultar muy costosas para nuestras economías: ya sabemos lo bien que los delegados quieren pasarla cuando les sale viaje).

 En este hemisferio, la campesina y el campesino vuelven a su azadón, a labrar la tierra, a recolectar plantas medicinales, sudar de sol a sol, acarrear agua por largas distancias y parir la vida en un río.

Para que luego una futura conferencia de la ONU o cualquier otra nos cuente lo mal que está el mundo y se gasten millonadas en reuniones que no resolverán nada, sencillamente porque ya todo quedó grabado en acero en una Conferencia Ministerial de la OMC.

 Encima, en nuestros propios países tenemos que sufrir la presencia de diplomáticos y "expertos" de esos poderosos países que entre ellos, y no sólo entre ellos (me ha tocado escucharlos en Guatemala), afirman que nuestra gente es "haragana" y que ésta es, en realidad, la  razón por la que "el mundo está como está". Hablan de esas "sirvientas flojas" que día a día les preparan sus sagrados alimentos, lavan sus calzones, calzoncillos y demás mugres, les mantienen la casa nítida, recogen su basura y ordenan sus cotidianos desórdenes.

 Por supuesto, esas "holgazanas" -medio sucias, semianalfabetas, mal remuneradas- también cuidan a sus hijas e hijos mientras papá y mamá se vuelcan a la noble tarea de la "cooperación al desarrollo", al sacrificio de que el chofer les lleve de una reunión a otra: con algún ministro -quien naturalmente, a ojos del poderoso diplomático o del "experto", siempre será un imberbe, cuando no un corrupto ingobernable-, o al obligado juego de canasta, el cuchubal con fines "caritativos", la sesión de golf, o esa "tediosa" fiesta con suculentos banquetes y meseros "morenitos" zumbando como palomillas por los grandiosos salones de la casa del señor embajador.

 Pobres. Cuánto sufren todas esas gentes "obligadas" a salir de sus ricos países y a "sacrificarse" viviendo en los paupérrimos países de nuestro Sur Global. Cuánto tienen que soportar para que un día, al fin, sea realidad el sueño aquel de "un mundo con desarrollo sostenible".

 Quizás nada de eso parezca estar asociado a la OMC. Pero el hecho es que son muchos de esos representantes, u otros igualitos a ellos, quienes luego están debatiendo en las conferencias ministeriales, velando por los intereses de sus poderosos países. O mejor dicho, manipulando: condicionando su ayuda (la "cooperación al desarrollo") a cuánto puedan los delegados de nuestros pueblos someterse a su incesante amedrentamiento económico. Como dice alguien aquí en Guatemala (un hombre, valga agregar), sólo hay que "buscar al que la tenga más pequeña, porque de que me la mete, me la mete".

 A eso se reduce el asunto: "los del norte" tendrán lo que quieren, nos guste o no. Porque quienes representan oficialmente a nuestros países en esas conferencias no dan la talla para enfrentarse a aquellos dragones. Y en lo que atañe a las mujeres, podemos tener la certeza que casi ninguno de "los nuestros", pese a saber cuánto más nos están afectando a nosotras las políticas de la globalización neoliberal, irá a la Conferencia Ministerial en Cancún con nuestros intereses y necesidades en "su" agenda. Así, de nuevo, somos las mujeres, con nuestras hijas e hijos, la carne del jugoso emparedado de los países ricos, con la complicidad de nuestros compatriotas: sufriendo los recortes o total desaparición de los servicios sociales, las cada vez más perniciosas crisis en el campo y, en suma, las políticas económicas que nos empujan a una mayor pauperización.

 La Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID), que estará presente en Cancún, hace algunas reflexiones acerca de por qué esta 5a. Conferencia Ministerial de la OMC es importante para los derechos humanos de las mujeres.

 En primer lugar, porque "la actual agenda de la OMC de 'libre comercio', privatización de los servicios, comercialización y liberalización de la agricultura, así como protección a los intereses de los inversionistas corporativos, incrementa las desigualdades de género y viola los derechos de las mujeres".

 Como ejemplos de lo anterior, entre otros, AWID señala que los elevados subsidios a los productos agrícolas en los países desarrollados están arrebatándoles su medio de vida a millones de mujeres campesinas (ellas son la mayoría entre 900 millones de personas que sobreviven con menos de un dólar diario en el mundo).

 También nos recuerda que medio millón de mujeres (una por minuto) mueren cada año a causa del embarazo y del parto. Esto se debe, en buena medida, a la falta de acceso a los servicios de salud, un acceso que en la actualidad es cada vez más difícil a causa de la privatización de esos servicios

 De los 879 millones de personas adultas analfabetas en el mundo, dos tercios son mujeres. Y si la educación continúa siendo privatizada, es de esperar que esas vergonzosas cifras no serán reducidas, sino todo lo contrario.

 También es importante resaltar que "las negociaciones bajo el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (GATS/AGCS) persiguen liberalizar aún más el comercio en los servicios" y que "los servicios esenciales, incluidos los cuidados de salud y la educación, no están protegidos contra la liberalización".

 Si se trata de VIH/sida y otras enfermedades que amenazan la vida de los grupos más vulnerables de la sociedad, cabe señalar que, en el África subsahariana, cinco de cada seis personas que adquieren el VIH  son mujeres. Y en la región latinoamericana las tasas de infección continúan aumentando,  a menudo sin control y con mucha indiferencia de las autoridades de salud.

 Acerca de ello, AWID afirma que la Declaración Ministerial de Doha relativa al Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (TRIPs) "no garantiza que los medicamentos esenciales serán accesibles y asequibles".

 Otra cuestión sumamente importante es que "las mujeres conforman entre el 70 y 90 por ciento de todas personas trabajadoras en las Zonas  Industriales de Procesamiento para Exportaciones a nivel mundial".

 Típicamente, "son personas mal remuneradas, tienen extensas jornadas de trabajo y sufren extremas violaciones a sus derechos laborales y humanos".

 Si hablamos de trabajo, conviene recordar que "en todas partes, las mujeres son responsables del cuidado de niñas, niños y personas ancianas; trabajan en granjas familiares y realizan la mayoría  de las tareas domésticas", pero "no reciben remuneración alguna para la mayor parte de ese trabajo".

 El hecho es que, a nivel mundial, ese trabajo no remunerado equivale a $11 trillones por año y es realizado primordialmente por mujeres. Sin embargo, como señala AWID, "la OMC y la mayoría de gobiernos que son parte de la Conferencia Ministerial no reconocen este trabajo no remunerado de las mujeres y asumen que ellas continuarán realizándolo sin importar las mayores cargas que les provoca la explotación económica".

 Por todo lo anterior, AWID concluye que la actual agenda de la OMC socava los derechos de las mujeres que han sido garantizados por las  convenciones y tratados internacionales sobre derechos humanos.

 Aunque los mismos países que en Cancún estarán negociando nuestros derechos (entre otros) ya los han garantizado en las Naciones Unidas y en cada Constitución nacional, la OMC viola, a través de sus políticas, los derechos laborales, el derecho a la protección de las culturas indígenas, a la salud y la educación, a la alimentación, al agua y a un medio ambiente sostenible.

 No nos hace bien a las mujeres ningún gobierno o institución que con un par de plumazos descarte a la mitad de la población en nuestras sociedades. Y menos puede ser buena una organización que es regida por los intereses económicos y militares de la potencia mundial en contubernio con sus aliados al otro lado del Atlántico. Mucho menos ahora que esa potencia le ha cortado las venas a las Naciones Unidas y cada día demuestra que puede pasarse por encima de todos sin que nadie la detenga.

 Y no se trata de lamentarnos por lo mal que estas gigantescas y abusivas organizaciones internacionales, confabuladas con los países más poderosos, nos tratan a las mujeres. Lo que todo esto nos dice es que tendríamos que prestar mucha más atención a la forma en que están socavando nuestros derechos y, por ende, a la necesidad de crear nuestras propias redes, fortalecer las ya existentes y no dejarnos cooptar por los confites que ofrece la globalización neoliberal.

 Por encima de todo, no renunciar a los valores feministas que continúan siendo nuestra mejor arma frente a todas las formas de opresión que se ciernen sobre las mujeres y otros grupos marginados. Al toro por los cuernos y, de paso, si hay que tocarle los huevos al león, pues que así sea.

Más información:

· Página de la Quinta Conferencia Ministerial de la OMC:

www.wto.org/spanish/thewto_s/minist_s/min03_s/min03_s.htm

· AWID - Lead-up to Cancún (inglés): www.awid.org/cancun/index.

CRITERIO PROPIO
La vergüenza de ser violada

Marta Guerrero González

  | México, DF

La lucha por tipificar los delitos sexuales, entre ellos el hostigamiento y violación conyugal, viene del siglo pasado, si lo tomamos en cuenta por los resultados obtenidos, pues el tema nace al mismo tiempo que la historia de la humanidad.

El rezago mexicano en materia de justicia no es exclusivo de los crímenes sexuales, pero evidentemente es uno más de los que no se pueden obtener cifras precisas porque muy pocas víctimas se atreven a denunciar por cuestiones que tienen que ver con el miedo, el pudor, la falta o escasez de pruebas, y por la desconfianza en las autoridades e impartición de justicia.

En tiempos de Ignacio Morales Lechuga, procurador del Distrito Federal, junto con la Reforma de Barandillas, se dio respuesta a las demandas de las mujeres, inaugurando en 1989 la primera Agencia Especializada en Delitos Sexuales.

La cuarta Agencia se instaló en 1991, hace doce años. Por lo menos faltan otras 12 Agencias para cubrir a las delegaciones políticas de la capital, según el proyecto original.

Las delegaciones Miguel Hidalgo (46), Coyoacán (47), Venustiano Carranza (48) y Gustavo A. Madero (49) cuentan con agencias del ministerio público especializadas donde personal femenino las atiende.

Sin embargo, es en la delegación Iztapalapa, por la zona de Pantitlán, la de mayor índice de violaciones, pero no cuenta con agencia.

En lo que va del año se han denunciado mil 500 delitos sexuales, 600 violaciones, 240 ocurrieron en la vía pública, 122 en trasporte público (la mayoría en taxis), dos en microbús, según cifras de la Fiscal Margarita Vázquez.

Existe un patrón en el horario: antes del amanecer o durante la noche, a partir de las 20.00 horas. En los casos de los autobuses y micros, las violaciones tienen el agravante de ser tumultuarias.

Se registran diez ataques diarios en promedio, en su mayoría contra mujeres y en las calles. Se piensa que más del 60 por ciento de los delitos cometidos no se denuncian, si el calculo es real, estamos hablando de que las víctimas que guardan silencio son atacadas por gente conocida y dentro de sus casas o oficinas, edificios, patios, corredores, bodegas, etc.

Después de un ataque es imprescindible no bañarse, no cambiarse la ropa, no deshacerse de la impudicia pues es evidencia fundamental para el agresor (en las agencias hay regaderas), debe llamar al 061 para que una patrulla la o lo recoja, en caso de estar incapacitado para hacerlo, o puede trasladarse usted a la agencia, donde le será practicado un examen médico, ginecológico o proctológico, según el caso.

Luego de tomada su declaración, se le dará un pase para el Centro de Terapia de Apoyo a Víctimas de Delitos Sexuales, si lo desea. Lo que sigue es el procedimiento habitual de la averiguación.

Es mejor que un cuartucho mal acondicionado y sucio del Ministerio Público, donde ni guantes de hule tenían, es verdad. La pregunta hipotética es, ¿llevaría Fox, Andrés Manuel, Slim o el Cardenal Rivera a una o un pariente, hija, hermana, sobrinito, a presentar una denuncia ahí?

Falta sensibilidad, agencias, capacitación y también acercar el servicio a aquellas víctimas graves física y sicológicamente, que requieren de un vehículo para traslado y capitaneado por paramédicos especializados en la materia.

Unidades nuevas, no despojos. Da vergüenza que en la ciudad más poblada del mundo existan cuatro agencias. Y da vergüenza que sigan y aumenten los crímenes impunemente. A los violadores, aviso, de ocho a catorce años, en el remoto caso de que impere la Justicia.