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ESPAÑA HISTORIA (1ª Parte) -1.000 a 1.252
MAPA, BANDERA Y DATOS DEL REINO DE ESPAÑA
  Su superficie es de 504.782 km2
  La población es de 40.037.995 habitantes (2001)
  La capital es Madrid
  Su promedio de vida es de 73 años (1975)
  Tiene 17 médicos por cada 10.000 hab (1978)
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  RCD La Coruña, Athletic Bilbao, Real Sociedad SS, Real Betis BS,
  Sevilla CF, RC Celta Vigo, Real Zaragoza, Atletico Osasuna, etc.
HISTORIA DE ESPAÑA (1ª PARTE - De -1.000 a 1.252)

  • Cuando en los siglos -VIII y -VII los griegos entraron en contacto con la Península, hallaron unas poblaciones autóctonas, de raza mediterránea, que llamaron íberos, del nombre del Iber (Ebro), que se extendían por el litoral mediterráneo. Este territorio costero recibió el nombre de Iberia, en oposición a las tierras del interior, Keltiké, pobladas por celtíberos (celtas de Iberia), que descendían de un pueblo centroeuropeo que llegó a España con las invasiones célticas (milenio -I). Los celtas dejaron un rastro lingüístico indoeuropeo y difundieron la incineración y el uso de diversos útiles de hierro.

  • Durante el milenio -I se produjeron las colonizaciones griega, fenicia y cartaginesa. Los griegos colonizaron la zona Norte de las costas del Mediterráneo y los fenicios la Sur, la cual, hacia el siglo -VI, cayó bajo dominio cartaginés. La influencia de las culturas griega y púnica sobre la población autóctona dio origen, entre el año -500 y los comienzos de la romanización, a la civilización ibérica.

  • A mediados del siglo -III, los cartagineses, derrotados por los romanos (I Guerra Púnica), pretendieron crear un verdadero imperio en España.

  • La conquista sistemática de la Península iniciada por Amilcar Barca (-237) y continuada por Asdrúbal (-229) y Aníbal (-221), culminó con la toma y destrucción de Sagunto, que originó la II Guerra Púnica (-218 a -201). Los romanos derrotaron a los cartagineses y procedieron a la conquista de España, que llamaron Hispania.

  • El territorio dominado (hacia -197) quedó estructurado en dos provincias: la Citerior y la Ulterior.

  • Los celtíberos opusieron una tenaz resistencia, en la que destacaron las guerrillas lusitanas de Viriato (-154 a -138), las dos guerras celtibéricas (-153 a -151), la extraordinaria resistencia de Numancia (-143 a -133) y las guerras cántabras (-29 a -19).

  • El territorio quedó dividido en tres provincias: Tarraconense, Bética y Lusitana.

  • En 214 se creó la provincia de Galecia, y durante el Gobierno de Diocleciano, la Cartaginense, a la que en un principio se agregó la provincia insular Baleárica.

  • Roma impuso su lengua, su legislación y su religión. La población aumentó, floreció la vida urbana y se produjo una notable expansión económica, principalmente agrícola.

  • Las tropas hispanas combatieron en todas las empresas imperiales, y tres hispanos, Trajano, Adriano y Teodosio, llegaron a ser emperadores. La cultura latina fructificó con escritores como Séneca, Marcial, Quintiliano, Prudencio, Orosio, etc.

  • El cristianismo, que penetró en los primeros siglos del Imperio, obtuvo en Hispania un rápido desarrollo.

  • Durante los siglos III a V se produjeron por el Pirineo oriental las invasiones germánicas (suevos, alanos y vándalos), que saquearon el país y destruyeron la estructura administrativa. Tras ellos penetraron los visigodos, pueblo más civilizado que, como aliados de los romanos, ocuparon la Tarraconense (hacia 414) y, tras la caída del Imperio (476), se establecieron definitivamente en Hispania. Los visigodos, en número de unos 100.000, se ubicaron principalmente en la Meseta, instalaron su capital en Toledo y se impusieron sobre los restantes pueblos. Su dominio se caracterizó por una política unitaria, promulgando leyes que pusieran fin a la división existente entre las comunidades godas e hispanorromanas.

  • La conversión al catolicismo de Recaredo (586 - 601), en el III Concilio de Toledo (587), sentó las bases de la unidad religiosa del país. Su modo de vida favoreció la ruralización de la sociedad, en la que no tardarían en aparecer instituciones feudales, beneficiosas para la nobleza y perjudiciales para la monarquía, cuyo carácter electivo favoreció la discusión de su autoridad. No obstante, Suintila (621 - 631) unificó políticamente la Península tras ocupar las zonas costeras de Alicante al Algarve, conquistadas por los bizantinos, y sometió a tributo a los vascos (hacia 625). En el campo cultural destacaron figuras como el teólogo y literato Isidoro de Sevilla.

  • Las constantes guerras civiles entre las grandes familias visigodas condicionaron la pérdida de su dominio en España. Los hijos de Vitiza, en pugna con el rey Rodrigo, llamaron en su auxilio a los musulmanes, quienes invadieron la Península en 711 y derrotaron en Guadalete a Rodrigo. En 716 se habían apoderado de casi todo el país, al que llamaron al-Andalus. En 756, el príncipe omeya 'Abd al-Rahman I organizó el emirato español, y en 929 'Abd al-Rahman III se proclamó califa e inauguró el califato occidental, cuya capital, Córdoba, alcanzó fama universal. Al-Andalus fue un emporio de riqueza y de cultura.

  • Con la muerte de Almanzor (1.002), se inició la decadencia de la España musulmana, cuyas luchas internas determinaron su fragmentación en numerosos y pequeños reinos llamados taifas. Los astures y los cántabros, unidos a los cristianos refugiados en las montañas del Norte, organizaron los primeros movimientos de resistencia. En Asturias, los rebeldes eligieron rey a Pelayo (hacia 718), quien al frente de sus huestes derrotó a los musulmanes en Covadonga (hacia 722) y dio inicio a la Reconquista, llevada a cabo por los reinos y condados cristianos. Durante este período se configuró el restablecimiento de la unidad de España, para lo cual la monarquía asturleonesa se consideró heredera legítima de la visigoda. Esta herencia pasó a Castilla, que, tras constituirse en reino (1.037), se anexionó el de León definitivamente en 1.230. Aragón y Cataluña se unieron para constituir la corona de Aragón (1.137).

  • El impulso de la Reconquista se significó por la toma de Toledo (1.085), las gloriosas campañas del Cid y la toma de Zaragoza (1.118), pero los grandes avances tuvieron lugar en el siglo XIII. Con la participación de todos los reinos cristianos se obtuvo el triunfo de Las Navas de Tolosa (1.212). Fernando III el Santo (murió en 1.252), se apoderó del Sur de Extremadura, de la mayor parte de Andalucía e inició la política naval castellana. Los nuevos territorios determinaro el desarrollo de la ganadería, y la exportación de la lana constituyó la base de la economía castellana. La corona de Aragón se apoderó de las islas Baleares y Valencia, iniciando su expansión mediterránea, que le llevó a la conquista de Sicilia (1.282), Cerdeña (1.324), Atenas y Neopatria (1.311) y Nápoles (1.443). Navarra en 1.285 fue anexionada a Francia, de la que se separó en 1.328.

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