|
La enviada especial de LA NACION cuenta sus vivencias en Afganistán:
"Un país inmerso en la miseria absoluta, con gente que resiste
una tragedia que nosotros no soportaríamos. Donde ser alguien es
tener un Kalashnikov, donde las mujeres son seres de segunda y donde morir
por la Jihad significa el acceso al paraíso"
El peor lugar para una mujer
DUSHANBE, Tadjikistán
"No women´s land." Así describían Afganistán
algunos colegas varones, impactados por el hecho de que en ese país
para ellos es imposible ver el rostro de una mujer durante semanas.
.
Aunque enseguida después de la caída de Mazar-e Sharif,
el primer bastión talibán reconquistado por la Alianza del
Norte que dio lugar a un efecto dominó en el resto del país,
algunos informes hablaban de mujeres que se arrancaban la burka en señal
de liberación, este retrógado atuendo sigue siendo más
que utilizado en Afganistán.
.
En Taloqan, o en Kunduz, por lo menos, dos ciudades recientemente liberadas
donde estuvo LA NACION, las mujeres siguen ocultándose debajo de
la espantosa túnica con la rejilla a la altura de los ojos, y siguen
respetando la interpretación del Corán que indica que es
un pecado mortal salir solas a la calle.
.
Por esto es que para una periodista mujer, peor lugar que Afganistán
creo que no existe. Salir a la calle, por supuesto siempre con la cabeza
cubierta por un pañuelo, era provocar un revuelo terrible, sentir
miles de miradas encima, y casi no poder trabajar debido a la nube de
gente que me iba rodeando, y siguiendo a todos lados.
.
Para los afganos, en efecto, yo era una mujer de la calle, no una periodista,
por más que siempre saliera acompañada de colegas varones.
Salir sola hubiera sido realmente peligroso, algo que confirmé
cuando viví la desagradable experiencia de recibir un manotazo
en el trasero, al parecer una costumbre que también usan en Paquistán,
según me explicaron. El episodio ocurrió una vez comprando
verdura en el bazar, circunstancia en la que siempre me encontraba rodeada
de gente incrédula por mi presencia (una extraterrestre), y otra
durante la liberación de Kunduz, cuando el atrevido fue un joven
armado con kalashnikov. A éste no pude evitar darle un empujón,
indignada.
|
|
|
|
|
|
"En
Afganistán, un país destruido, donde la pobreza
y el combate son la única ley, vi demasiada muerte. Demasiadas
injusticias."
En Afganistán, un niño sobre
cuatro muere antes de cumplir cinco años, 300.000 niños
por año mueren por enfermedades facilmente curables, siete
chicos por día mueren por culpa de las minas antipersonales,
400.000 tienen alguna parte del cuerpo amputado por esa misma
trampa espantosa, el 72% de los más pequeños tiene
un familiar muerto, y al menos un millón tiene graves problemas
psíquicos debido a la guerra.
|
|
|
|
|