AL-KASAR Y LA ORDEN DE SAN JUAN

 

Amalarico Santiago                         (Libro Festero, 2003)        

Por muy tratado que sea el tema histórico de nuestra región y principalmente de nuestro patrio solar, estimo muy conveniente reiterar algunas cuestiones que, de una forma o de otra, aporten conocimientos para una mayoría de nuestras gentes en este tema; por ello debemos elogiar las iniciativas llevadas a cabo, tales como los Congresos Internacionales sobre la Orden de San Juan, cuando el segundo de ellos ha terminado en el mes de Octubre del año 2002 y esperamos que sigan prodigando por el interés académico que con ellos se aporta. Nuestro Alcalde D. José Fernando Sánchez Bódalo, dio pábulo a esa idea de continuidad, durante la inauguración del II Congreso, en el que se comprometió a crear una Hospedería, para el próximo año.

Otra inducción, en cuanto al recuerdo histórico de estos lares, lo produce esa elogiosa Asociación Cultural de Moros y Cristianos, Al-Kasar, con sus celebraciones anuales al conmemorar en esta localidad las fiestas de San Juan y los actos que rememoran sobre la ínclita Orden de San Juan. Esa orden compuesta por monjes-soldados, según definía San Bernardo y cuyos orígenes datan del siglo XII; en la época de las cruzadas, y con fines hospitalarios y al mismo tiempo con vocación guerrera. Parece ser, según algunos investigadores, que la prestación de sus servicios, eran alquilados en algunos casos, con lo cual se convertían en mercenarios y de esa fuente y de la caridad provenían sus ingresos para poder subsistir, amen de lo que conseguían en sus conquistas como botín de guerra, ya que su humildad era notoria.

La Orden de San Juan, comenzó a recibir el favor de la corona con la donación de unas tierras y castillos, allá por el año 1162, entre los que se encontraba el castillo de Consuegra que fue residencia de la Orden, siendo su ciudad cabecera del Priorato.

Con el pasar de los años, la residencia de la orden llegó a recalar en Alcázar, lo que transformó su nombre de Al-Kasar en Alcázar de San Juan, lo cual prestigió la situación de nuestra ciudad, entonces villa.

Por el año 1312, el papa Clemente V, sancionó las actividades de las órdenes, que se habían proliferado por toda Europa, pero que no afectó a las que se habían incorporado a la Corona, como la de SAN JUAN, cuya sede principal, pasó a Chipre y de ahí a Rodas, siendo patente su defensa de la Cristiandad.

No todo es loable en las órdenes como la "nuestra", pues en las épocas difíciles, llegaron a practicar acciones de poco elogio ¡Aunque de alguna forma tenían que subsistir! Y tales prácticas fueron minoritarias.

Dice D. José de Hosta, en su Crónica de la Provincia de Ciudad Real del año 1865, que el móvil de las acciones de las órdenes y principalmente la de SAN JUAN, eran el orgullo que sentían como principal compensación a sus obras benéficas y de acción templaría y buena muestra de esto, fue su propia creación que obedeció como motivo principal a la defensa de la agresividad árabe; siendo sus componentes hombres que abandonaron los gozos y frivolidades propios de la sociedad de esos años, por una vida de sacrificio, convirtiéndose en monjes-guerreros.

La creación de la Orden de San Juan, tiene orígenes un tanto confusos, en cuanto a los años, pues según D. Francisco Ruiz Gómez, Catedrático de Historia Medieval, de la Universidad de Castilla-La Mancha, la Orden de San Juan, percibió donaciones de la Corona de tierras y Castillos, allá por el año 1162 según D. José de Hosta, en la Crónica, citada anteriormente, asegura que la referida orden fue aprobada por el papa Alejandro III, en el año 1177, la cual según el referido autor, derivó en la orden de Alcántara. ¿Nos preguntamos? ¿Podrían ser de distintas advocaciones?

También pensamos, que no ha de llamar la atención de sobremanera, esta disparidad de fechas en cuanto a gran parte de hechos históricos, pues en otras ocasiones ya denunciamos la diferencia de años, en la concesión de la Carta-Puebla, concedida por Sancho IV, a la villa de Alcázar de San Juan, pues según un historiador, dice que fue concedida en el año 1292 y otros dicen que fue en 1300 y confirmada por el hijo del Rey Sancho en el año 1330.

El nombre de la Orden de San Juan, debe ser para Alcázar de San Juan, un auténtico orgullo, no ya, por el superpuesto de San Juan sino por el hecho de sus rememoradas hazañas y prácticas, entre las que cabe destacar la creación de un hospital, cuestión ésta que no estaba al alcance de otras poblaciones de igual o parecida entidad a la nuestra; y ese orgullo, nos lo hace prevalecer año tras año, la referida Asociación Cultural de Moros y Cristianos, Al-Kasar, cuyo nombre deseamos pase a nuestra historia, aunque menos añejo, junto con los supuestos nombres que ostentó nuestra ciudad de Alternia, Eroton, Murun, Alces ¿?, etc, etc.

La Sociedad Alcazareña, se debe sentir obligada, para alentar a ese conjunto de personas a fin de que no pierdan el estímulo y sigan deleitándonos con esos actos festivos y del medievo que tanto impacto causan y están dando un acreditado prestigio a nuestra ciudad.

Blandiendo lanzas y espadas, podéis pasar al histórico recuerdo de nuestros ancestros festivos, como de hecho ya lo es nuestro Carnaval.

Así lo deseamos.

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