Sarmentaor

Jesús Martínez Villodre    Libro Festero 2001

Caminando, junto al carro,por caminos todavía oscuros,

endurecidos por la escarcha

arrastra el niño, sus albarcas.

 

Peales, que con cuerdas

ata a sus pies fríos

trozos de pana usados

rotos y carcomidos.

 

Sol rojizo, que entre brumas

empieza a iluminar,

las cepas y los terrones

como de nieve en Navidad.

 

Cruda amanecida de invierno

por el camino del raseral

agarrado a la borrica,

camina helado a sarmentar.

 

Frió, escarcha, hielo

que sus manos sentirán

los sarmientos endurecidos

hasta hacerlos sangrentar.

 

Sarmentaor de viñedos

que niños en tierna infancia

arrastraban las gavillas,

por los campos de La Mancha.

 

Recuerdo siempre tu figura

gélida y desarmada,

atándolas con sarmientos,

que la tomiza es muy cara...

 

Eso decían los podaores

menospreciando tu alma,

sin dar importancia alguna

a las gavillas, que atabas.

 

Ya eres recuerdo niño,

tus derechos te amparan,

ya nadie coge sarmientos

¡los queman en las almantas!