Las Abuzaeras  

Villodre

 

  Esta definición de un paraje en las inmediaciones de Alcázar, con esa palabra tan nuestra, que aún hoy día, es de uso común, para definir en tono despectivo, la inutilidad de las cosas u objetos.

  "Tíralo a las abuzaeras, que no sirve para nada" es una expresión tan familiar como la "pena" en el vocabulario de los alcazareños.

  Pero, que es y donde  estaban las abuzaeras, mi curiosidad al igual que cuando el pozo de la nieve, hizo que, indagase entre los mayores por este sitio.

  Al pie de la ermita del Santo, arrancaba un camino, por la que hoy lleva el nombre de la calle de los Baños, ese camino nos conducía a las Lagunas de Villafranca, comúnmente llamado  camino "las Launas" y por ese camino tortuoso, se accedía a unas enormes excavaciones de una cantera de piedra rojiza y muy dura, de donde se extraía esos enormes bloques con lo que está construido nuestro hermoso Torreón, y todas las Iglesias de nuestro pueblo y edificios emblemáticos como el Granero en la calle San Antonio, Santa Clara, "el cuartel" de la Placeta Santa María y de muchas casas de alcurnia.

  Abandonada   la extracción de piedra, quedaban grandes barrancos, en donde tiraban los animales de labor ya muertos. Muías, borricos, caballos, y también, vacas, cerdos, etc. , servían estos barrancos como fosas comunes. No los enterraban, siendo alimento de alimañas  y aves carroñeras.

  La descomposición  de estos restos de animales, crearía un espectáculo dantesco y un olor nauseabundo. Los campesinos procuraban dar un rodeo para no pasar cerca de estos barrancos y sobre todo de noche.

  Estaba esto retirado del núcleo de población oeste donde ahora está el Hospital y la Casa de la Pradera, los olores llegaban muy pocas veces al pueblo, por no ser los aires dominantes   de  este  sitio posiblemente  los villafranqueros si sentirían los fuertes olores de la descomposición.

  Esta insana costumbre, disminuyó, cuando en la mitad del camino entre Alcázar y Criptana, se creó en la finca de la "Cañama" un crematorio de muías,  donde aprovechaban  las grasas para los ejes de las ruedas de los carros. Abonos fertilizantes con sus cenizas, que junto a las basuras domésticas que se juntaban en los "barrancos", que en todas las casas había, servía para el abono de nuestros campos, repletos de muy buenas huertas y viñas.

  Algo de olor si que vendría de la "Calamona", al ser los aires dominantes de esa zona, pero al estar la estación del ferrocarril entre medias y con las traviesas de las vías de madera nuevas, recién puestas, lo que llegaba a nuestras casas, sería el olor a brea de la que estaban impregnadas.  Un olor penetrante. Olor a prosperidad y trabajo que duró mucho tiempo en Alcázar.

  Curiosamente, y cuando pasados tantos años y habiendo pasado varias generaciones y la recogida de basuras y enseres viejos totalmente solucionado, aún hay algunos, que en vez de dejar que los servicios de limpieza se lo recojan y se los lleven, cogen la basura, trastos viejos e inútiles y algunos escombros y lo tiran al final del polígono en la zona donde se ha descrito. Orientados, no se porqué, intuición o presentimiento genérico, les lleva a tirar por las "Abuzaeras", lo inútil, aún teniendo como se ha dicho solucionado  totalmente su recogida a domicilio de basuras y trastos viejos.

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