LOS MOLINOS DE VIENTO DE ALCÁZAR

Jesús Martínez Villodre       Libro Festero 2002

 

Los molinos de viento que había en nuestro pueblo, y que aún quedan restos de algunos de ellos (sin contar los cuatro que hay en el cerro de San Antón, que son únicamente decorativos) eran 15 y se les conocía por diferentes nombres. En un escrito muy antiguo que ha llegado a mí, y que está firmado por D. Agustín Paniagua, los denomina de esta forma.

EL CHOPO.

Propiedad del Tío Nini, se encontraba instalado en el cerro de San Antón.

EL CARBON.

Propiedad del Tío Carbón, lo adquirió por compra a Francisco Tejera, siendo su último poseedor D. Juan Tejera Vázquez; se encentaba instalado en el Cerro de San Cristóbal, actualmente a este cerro se le llama cerro de San Antón.

LA HORCA.

Propiedad de D. Juan Castellanos, fue vendido a D. Juan Tejera Vázquez, se encontraba instalado en el cerro de su nombre.

SAN ANTON.

Propiedad del tío Esteban (D. Esteban Castellanos Peñuela), pasando a ser su último poseedor el Barberillo (este Barberillo fue un Sr. Juez que hubo en Alcázar); se encontraba también en el Cerro de San Antón.

LA MOTILLA.

Este molino se encontraba en la parte izquierda subiendo el Cerro de la Horca, precisamente donde actualmente se encuentra la ermita de San Isidro; era propiedad de D. Juan Castellanos.

SAN JOSE.

Instalado en el cerro de su nombre propiedad del tío Antoñico (D. Antonio Tejera Vázquez).

BENGANZA.

Se encontraba este molino instalado en el terreno de la Covadonga; era propiedad del tío Nini, fue vendido, por mediación de un tal Ruiz, a D. Ricardo López para hacer las obras que eran necesarias para la casa y bodegas.

EL PESCAO.

Se encontraba en el cerro de las Antanillas; era propiedad de D. Trinidad Cenjor, fue vendida su maquinaria a Consuegra, donde hasta la actualidad se encuentra funcionando; fue su último propietario D. Eugenio Delgado, (hijo de D. Trinidad Delgado); quedó entero su cuerpo de fábrica y fue vendido a Pelecha, su último poseedor.

LA CANA.

Propiedad de Cebaillas, lo adquirió por compra a D. Antonio Tejera Vázquez (el tío Antoñico Juandela); se encontraba en el camino de las Pueblas.

EL TINTE.

Propiedad de los Cebaíllas, se encontraba instalado en las Antanillas; fue vendido a D. Antonio Tejera Vázquez, quien lo adquirió a solo propósito de inutilizarlo, por estorbarle para el que tenía en funciones titulado La Cana.

EL NUEVO.

Se encontraba en el cerro de la Huerta de la Fuente, terreno de las Antanillas; pertencía a D. Esteban Tejera Vázquez, y se lo vendió a D. Crisóstomo Tejera Cencerrado; llevaba el título de Nuevo por ser el último de los instalados.

PINTO.

Propiedad de D. Sotero Camacho Carrascosa, se encuentra en la parte izquierda de las Antanillas (Pocillo del Ahorcao); perteneció también al Tío Chicharras.

SANTA BARBARA.

Propiedad del Tío Maquilas, pasando después a la propiedad de su hijo, quien posteriormente vendió a D Aquilino Tejera (Lañas).

EL CHIROLO

Propiedad del tío Chirolo, pasando después a la propiedad de su hija La Chirolilla; se encontraba en las eras de San Marcos. Con motivo a casarse esta con un Cebaíllas se divulgó el siguiente cantar... CON EL AIRE QUE LLEVA LA CHIROLILLA; MUELE MAS EL MOLINO DE CEBAÍLLAS.

SACRAMENTOS.

Propiedad de D. Juan Castellanos, se encontraba instala­do en la calle de Toledo, en la era de este mismo señor.

 

 Existió otro en el paso a nivel de la carretera de Criptana, propiedad del tío Simón (parece ser que no llevaba otro nombre que molino del tío Simón).

 Había otro en los desmontes de la vía de Andalucía, frente a la antigua Plaza de Toros, era propiedad de D. Juan Castellanos, fue tirado por la Compañía del ferrocarril, para hacerla doble vía.

      Al menos queda reflejado en el libro programa de los Moros y Cristianos la curiosidad de los nombres de todos los molinos que había; de algunos quedarán las ruinas como el de Pelecha que se ve en la foto, hay algunos que se hicieron solo su restauración parcial para dedicarlos a vivienda y donarlos a personas ilustres, que poco o ningún caso han hecho de ellos. En la conservación de nuestro patrimonio histórico, como son los molinos de viento en La Mancha, Alcázar de San Juan no ha sabido estar a la altura de otros pueblos cercanos.

 

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