Analizaremos en este apartado los puntos
más importantes a considerar desde el momento de la fertilización hasta el nacimiento de
los cachorros. Calendario
de la gestación:
Días |
Acontecimiento |
X |
Fertilización |
96
horas |
División
en dos células |
120
horas |
División
en cuatro células |
144
horas |
División
en ocho células |
192
horas |
Se
constituye la mórula |
9
días |
La
mórula se instala en el útero |
15
días |
Se
forma un blastocito, que sigue aún flotando libremente en el útero |
18
días |
Se
desarrollan las placentas |
20
días |
Los
óvulos han cambiado de forma para convertirse en embriones que se adhieren a las paredes
de los cuernos uterinos; el sistema nervioso está ya formado. |
28
días |
Los
embriones ya tienen una forma ovalada y miden aproximadamente 14 - 18 mm |
30
días |
Están
ya presentes las características sexuales propias de machos y hembras y los ojos están
ya cubiertos por párpados. |
40
días |
Ya se
nota el abultamiento abdominal sobre todo cuando existe un considerable número de
cachorros. |
45
días |
Desde
este momento el crecimiento del feto es muy rápido. |
51
días |
Los
huesos de los fetos están ya calcificados y por lo tanto ya pueden observarse mediante
rayos X, para constatar su posicionamiento y número aproximado. |
57
días |
Los
fetos han completado ya su desarrollo prenatal y están ya preparados para nacer. A
partir del día 58º de gestación el parto es inminente. |
Confirmación
de la gestación: Mucho antes de que el diagnóstico sea posible, muchas perras
muestran ciertos cambios que pueden llevarnos a pensar que efectivamente están preñadas.
Pueden sufrir náuseas sobre todo durante las primeras horas de la mañana, se vuelven
más cariñosas y dependientes de los amos, los pezones aparecen más rosaditos y
abultados. Otro síntoma inequívoco es el desprendimiento del "tapón mucoso"
entre los días 21 y 31 de embarazo. En torno al día 40 ó 45 ya se nota el aumento del
volumen abdominal y los días 50 - 55 se nota el movimiento de los fetos. En cualquier
caso, para confirmar la gestación hay que recurrir al diagnóstico veterinario:
- Palpación: Es posible en
torno a los días 20 - 21 de gestación, cuando los fetos se han adherido a las paredes de
los cuernos del útero. En San bernardos este método se hace más difícil por su tamaño
ya que se localizan peor.
- Ecografía: Es el método
más fiable y prematuro de diagnóstico. Se pueden observar los fetos, su volumen, su
latido cardiaco e incluso determinar con un margen de error del 10 - 15% cuántos
nacerán.
- Rayos X o resonancia: Estas
formas de confirmación no pueden ser empleadas antes del día 50 ó 51 para evitar
lesiones en los fetos. Estos sistemas se suelen utilizar hacia el día 55 ó 56 para
confirmar que los fetos están bien posicionados y calcular el número que va a nacer más
que como método de diagnóstico en sí.
Cuidados
durante la gestación: Aunque ésta no haya sido confirmada aún hay que seguir
una serie de normas a partir de la cubrición de la hembra en previsión de que pudiera
estar gestando:
- Evitar los "golpes de
calor" y los cambios de temperatura bruscos.
- Evitar el contacto con perros
desconocidos que podrían ser portadores de enfermedades graves.
- Evitar posibles peleas, incluso con
otros perros de la casa.
- Desparasitar a la perra a los 20
días de la primera monta y nuevamente a los 50 días de ésta.
- Propiciar adecuadas condiciones de
higiene en su entorno.
- Mantener a la perra en perfectas
condiciones de aseo; sobre el día 50 de gestación recortar el pelo alrededor de la vulva
y los pezones, sobre todo si es un ejemplar de pelo largo.
- Limitar las carreras alocadas;
pasear siempre con correa y en las horas de menos calor.
- Esto no quiere decir que se limite
el ejercicio físico. De hecho es muy importante continuar propiciando un ejercicio
físico moderado y controlado, con carácter diario y siempre bajo control del
propietario.
- A partir del día 50 de gestación
los paseos serán frecuentes pero cortos, posibilitando el que la hembra orine varias
veces al día y por la noche.
- Introducir paulatinamente un cambio
en la alimentación, que habrá de hacerse combinando de menos a más cantidades de pienso
específico para hembras gestantes y lactantes o de cachorros en un plazo de diez días, a
partir del 45º de gestación.
- Ir adecuando el número de tomas y
la cantidad de pienso específico ingerido al día en función del peso y la talla según
instrucciones del fabricante y/o veterinario, teniendo en cuenta que es muy importante que
la perra ingiera pequeñas cantidades cada vez, varias veces al día.
- Familiarizar poco a poco a la
hembra con la habitación (y la paridera) dónde habrá de tener lugar el parto y la
crianza en primera etapa de los pequeños.
- Evitar que la perra pueda entrar en
contacto con agentes tóxicos, por ingesta o inhalación.
- No administrar ningún tipo de
medicamento sin la expresa recomendación del veterinario y advirtiéndole siempre que la
perra pudiera estar preñada.
- Salvo por indicación expresa del
veterinario no se deberán administrar calcios ni suplementos vitamínicos a la gestante.
La
alimentación de la gestante.
Embarazo
psicológico:Las causas no se saben determinar aún perfectamente, aunque se cree
que pueden deberse a los cambios hormonales que tienen lugar durante la fase de estro y
diestro, iguales para todas las hembras hayan sido o no fecundadas. Los síntomas varían
según el caso, dándose la circunstancia, en los casos más graves de que la hembra
comienza a producir leche a partir del día 63º después de haber comenzado el celo y se
retira para atender a su cachorro imaginario. A veces los cambios de temperamento son muy
notables y se ha demostrado que la condición de seudoembarazo causa un gran estrés
físico y mental.
Generalmente los
síntomas remiten por sí mismos al cabo de unas 2 ó 3 semanas, pero es conveniente aún
así tomar una serie de medidas para ayudar al restablecimiento completo de la hembra. Se
deben retirar los objetos que ella haya tomado como cachorros y se le debe propiciar mayor
ejercicio físico durante el tiempo que dure su gestación imaginaria y no debemos mostrar
simpatía por su problema.
La mayor parte de las
hembras que sufren este trastorno están predispuestas a él en cada celo. Es por tanto
conveniente ponerlo en conocimiento del veterinario para que tome las medidas oportunas
según el caso para evitar males mayores. Existe la creencia equivocada de que las perras
que lo padecen resolverán su problema al tener una camada. Esto no es cierto, la mayoría
de ellas presentan muchas dificultades para quedarse preñadas y para colmo este trastorno
resulta muchas veces hereditario.

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