|
La
AMIA abre una nueva sede en el barrio de Almagro
La
gente de la comunidad judía con necesidades económicas se
cuadruplicó en el último año.
La cantidad de gente con necesidades económicas en la comunidad
judía argentina se cuadruplicó en un año. Eran 15.000 los hombres, mujeres
y chicos con dificultades sociales y económicas en noviembre de 2001.
Esa cifra creció a 60.000 doce meses después, según datos de la propia
comunidad. Esa cantidad representa a tres de cada diez de los 200.000
judíos de la Argentina. Por eso, y frente a la creciente demanda de la
gente, la AMIA abrirá desde hoy al público una nueva sede en el barrio
de Almagro (Perón 3845).
La AMIA es la institución madre de la comunidad en la Argentina desde
su fundación, en 1894. Y tiene una historia de 108 años dedicados a la
ayuda. Esta misión tuvo que intensificarse en los últimos años. Ya son
cuatro las sedes que centralizan la distribución de asistencia: Pasteur
633 y Uriburu 650, Nicasio Oroño 1661, en La Paternal, y la de Almagro.
"Estamos en una inauguración, y siento tristeza. No es un hecho feliz
porque hay muchas personas con dificultades. En cuanto abramos las puertas,
tendremos no menos de 600 familias esperando", dijo el presidente de la
AMIA, Abraham Kaul.
Un relevamiento realizado por la comunidad entre 2001 y 2002 reveló que,
hacia mediados de este año, los índices de pobreza se incrementarían en
un 10 por ciento. La colectividad judía argentina es la más numerosa de
Latinoamérica y la séptima en el mundo.
Esta institución brinda distintos tipos de ayuda, y recibe el apoyo de
la Agencia Judía (Sojnut), una ONG que fortalece los lazos de judíos en
el mundo, y el Joint en Latinoamérica, una institución de la comunidad
judía de EE.UU. que asiste a las comunidades judías de otros países.
Cuando alguien llega a alguna de las sedes lo entrevista un asistente
social que se interioriza de su problema. Después lo visita donde esté
viviendo, y recién después se decidirá la ayuda que recibirá.
La mayoría de los que se acercan son personas que pertenecían a la típica
clase media argentina. Muchos necesitan alimentos. Antes entregaban semanalmente
una bolsa con productos, pero se cambió la modalidad. "Vimos que no tenemos
derecho a incluir esto o lo otro. Ni causarles el dolor de irse con la
bolsa a gente que acaba de caerse del sistema. Ahora les damos Ticket
Canasta para que compren lo que necesiten", explicó Kaul.
Uno de los servicios sociales más costosos es la Farmacia comunitaria.
Se entregan los remedios, se lleva un control del plazo del tratamiento,
y de que verdaderamente necesiten esa medicación.
A través del Programa BAIT (hogar) se otorgan subsidios de dinero en efectivo.
Alrededor de 1.500 familias reciben entre 200 y 300 pesos mensuales para
pagar la luz, el gas, o el alquiler. Es por cuatro meses, y para recibir
la segunda cuota deben mostrar los comprobantes de pago.
También hay ayudas económicas de emergencia de entre 1.800 y 2.000 pesos
a los que tienen créditos hipotecarios, o deudas de expensas. Este año
recibirán subsidios las familias que no puedan pagar más para sus hijos
la cuota del colegio.
Victoria
Tatti, Clarin, 9 de enero de 2003
|
|