Principales Ponentes:
El Justo a Tiempo ó Just
in Time fue desarrollado por Toyota inicialmente, basandose en las
iniciativas de los 14 principios de calidad propuesto por Demmin,
para después trasladarse a muchas otras empresas de Japón y del
mundo. Los trabajos de Schonberger (1982), Hall (1983) y Monden
(1983) comenzaron a mostrar que la puesta en práctica de los
principios y técnicas que sostenían los sistemas de producción JIT,
si bien requerían un profundo cambio en la filosofía de producción,
no tenían como requisito imprescindible una forma de sociedad
específica.
En
paralelo con dichas investigaciones, la American Production and
Inventory Control Society (APICS), dedicó un gran esfuerzo
a la discusión y difusión de las técnicas JIT. Esta fue la Zero
Inventories Crusade, que sustituyó a la Material Requirements
Planning (MRP) Crusade, emprendida durante la década anterior para
ayudar a introducir el MPR en los sistemas de producción
occidentales (Orlicky, 1975).
A
partir de las investigaciones mencionadas, así como de la
experiencia que se obtuvo de las fábricas japonesas que se
implantaron en Occidente (como es el caso de la planta de Kawasaki,
en Nebraska), se extrajo como conclusión que el éxito en la puesta
en marcha de los sistemas de producción JIT depende de la
organización de un ambiente favorable en la empresa, y que esa
situación también puede darse en empresas no japonesas.
Estas
afirmaciones se pueden sancionar con las publicaciones de Shonberger
(1987) y de Seperhi (1986), que realizaron sendos estudios acerca de
la implantación de técnicas JIT en empresas occidentales, donde se
muestran las numerosas mejoras experimentadas en dichas empresas con
la introducción de la filosofía de producción JIT.
Investigaciones más recientes, como Hallihan et al (1997), muestran
la amplia difusión de los sistemas de producción JIT en empresas de
todo el mundo.
Ninguno de estos aspectos es permitido en el "Justo a Tiempo". Por
el contrario, cada artículo se produce con el mínimo lote de
componentes. Adicionalmente, la mezcla del producto terminado puede
ser cambiada periódicamente, hasta mensualmente para adaptarse a las
demandas del mercado.
Debido a que la incertidumbre ha sido eliminada, el control de
calidad es esencial para el éxito de la instrumentación del "Justo a
Tiempo". Además, ya que el sistema no funcionará si ocurren fallas
frecuentes y largas, crea la ineludible necesidad de maximizar el
tiempo efectivo y minimizar los defectos. A su vez, se requiere de
un programa vigoroso de mantenimiento. La mayoría de las plantas
japonesas operan con sólo dos turnos, lo que permite un
mantenimiento completo durante el tiempo no productivo y tiene como
resultado una tasa mucho más baja de fallas y deterioro de
maquinaria que en Estados Unidos.
La presión para eliminar los defectos se hace sentir, no en la
programación del mantenimiento, sino en las relaciones de los
fabricantes con los proveedores y en el trabajo cotidiano en línea.
La producción de justo a tiempo no permite una inspección minuciosa
de las partes que arriban. Por ello, los proveedores deben mantener
niveles de calidad altos y consistentes, y los trabajadores deben
tener la autoridad para detener las operaciones si identifican
defectos u otros problemas de producción. |