

Imagen principal del proyecto de campus
virtual
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Laguna virtual
Las universidades
españolas han tardado más tiempo que otras organizaciones en integrarse en la Red de Redes, pero
actualmente ya todas han dado el primer paso manteniendo sitios web informativos. El siguiente peldaño en este proceso,
encaminado a lograr la docencia telemática y la configuración de auténticos campus virtuales, ya está en la agenda de muchas
instituciones académicas. La
Laguna, sin ir más lejos, está a punto de iniciar un nuevo
foro de educación
on-line.
asta ahora, las páginas web de las universidades eran netamente informativas. Por
ejemplo, la de la Universidad
de La Laguna
(www.ull.es) describe los servicios de la
institución, glosa los eventos y noticias relacionados con la vida académica
y lista las direcciones de los centros de estudio, los teléfonos y los
correos electrónicos de los miembros de la comunidad universitaria, entre
otros servicios. Esta concepción tradicional de los sitios web resulta muy útil, pero es innegable que desaprovecha
las inmensas posibilidades que ofrece Internet como herramienta de
comunicación interactiva a distancia.
Hay que considerar los
actuales sitios web universitarios como la primera
etapa de un proceso largo que podría confluir en una autentica educación
superior a distancia. Si ya se habla de teletrabajo,
entendido como la posibilidad de desempeñar una labor profesional integrada
en una corporación sin necesidad de moverse del propio hogar, no resulta
descabellado pensar que en un futuro a largo plazo se podrían impartir o
recibir clases en las pantallas del ordenador personal.
Esta nueva concepción
educativa ya está vigente en algunos centros del mundo; en España, la pionera
y casi única exponente es la Universitat Oberta
de Catalunya (www.uoc.es),
que imparte titulaciones sólo disponibles en la Red. Pero aún es un
modelo docente minoritario, lo cual no deja de ser lógico, pues la
posibilidad de tener conexión de Internet en casa sigue siendo, a fecha de
hoy, casi un lujo. Las tarifas planas resultan caras, y no ofrecen una
velocidad de transmisión de datos lo suficientemente veloz como para evitar
frecuentes ataques de nervios de los sufridos usuarios.
Echando un vistazo a las
páginas web de las universidades españolas (ver
artículo al respecto en este mismo número de RULL), se comprueba que algunas
de ellas ya presentan un campus virtual, que en la
práctica resulta ser menos espectacular de lo que por su denominación cabría
esperar. Otras, como La
Laguna, aún no lo anuncian, pero están trabajando en ello.
En todo caso, la creación de un foro de educación virtual verdaderamente
operativo aún está muy distante, en parte por las carencias tecnológicas
comentadas. Pero también porque ello obligará a que alumnos y profesores
cambien unos hábitos heredados de muchas décadas de educación presencial.
¿Y qué
es un campus virtual?
Básicamente, se puede
incluir en este apartado a toda aquella iniciativa docente que aproveche las
posibilidades de Internet. Es, desde luego, una idea muy genérica, pero no
más que la propia denominación de campus virtual,
en sí misma poco descriptiva. Da la impresión de que los pedagogos del mundo
se han dejado atrapar por las actuales modas neologistas que añaden a todo
sustantivo preexistente un "ciber",
"virtual" o "puntocom" para
dotarlos de aires modernos.
Disquisiciones
lingüísticas al margen, lo que se pretende con estas nuevas herramientas
telemáticas es superar el bache de la presencia física en el aula. Cada vez
es mayor el número de matriculados en la universidad (aunque hay cierta ley
universitaria por ahí que parece diseñada para restringir el acceso a la
educación pública...). El aumento de alumnos implica que el espacio de los campus es cada vez menor, por lo que la posibilidad de
estudiar desde casa resulta tentadora: las universidades ahorrarían en
espacio y en mantenimiento de infraestructuras, y los alumnos lo harían en
concepto de transporte.
Además, la Red permite, en teoría,
disponer a domicilio de las ventajas de las clases presenciales.
Ya existían modalidades de educación a distancia, pero básicamente consistían
en el envío de libros que el alumno estudiaba por su cuenta y de los que se
examinaba a final de curso. La evaluación continua quedaba invalidada, y la
posibilidad de consultar dudas al profesor existía, pero era poco fluida.
Ahora, la Red
cuenta con recursos como el correo electrónico, las conversaciones escritas a
tiempo real (los famosos chats) y cámaras y
micrófonos que permiten la emisión y recepción en directo de imágenes (de
calidad dispar según sea la velocidad de conexión), recursos todos ellos que
permitirían, e incluso mejorarían, mantener la fluidez de la relación
profesor-alumno que existe en la realidad mundana.
La
iniciativa de La Laguna
En enero de 2001, los
vicerrectorados de Servicios Generales y de Calidad Docente y Nuevos Estudios
de la Universidad
de La Laguna
organizaron un seminario titulado Internet en la docencia universitaria. Una
de las conclusiones más importantes que se extrajo de esta reunión en la que
participaron más de treinta expertos fue la necesidad de que la institución
académica entrara de lleno en la
Red. La web informativa de la
universidad llevaba en activo cuatro años y, sin renunciar a ella, ya era
hora de dar el siguiente paso tecnológico, hacia una docencia telemática.
Para tan ambiciosa tarea
se decidió crear una entidad específica que desarrollara todas aquellas
iniciativas que se consideraran necesarias para poner en marcha la ‘virtualización’ de La Laguna. Por ello se
aprobó un proyecto de investigación, financiado por la Dirección General
de Universidades del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, que se
denominó Creación de un laboratorio de educación y nuevas tecnologías de la Universidad de La Laguna para la formación
docente y desarrollo de materiales didácticos multimedia para el tercer
ciclo.
El resultado de este plan
fue el Laboratorio de Educación y Nuevas Tecnologías de la Universidad de La Laguna (www.edulab.ull.es). La coordinación fue puesta en manos
del profesor del Centro Superior de Educación Manuel Area
Moreira, con la codirección de Carina Soledad González, del Centro Superior
de Informática, y Mauricio Pérez Jiménez, de la Facultad de Bellas
Artes.
El laboratorio desarrolló
tres planes de actuación. El primero fue de formación inicial para docentes,
investigadores y alumnos de tercer ciclo, en el que se impartió una serie de
cursos sobre materias como Introducción al uso de Internet en la
investigación universitaria, Elaboración de tutoriales
web para la docencia universitaria o Software para
realizar presentaciones multimedia. El segundo plan se creó para elaborar
una colección de tutoriales en formato CD-ROM
denominados genéricamente ULL Multimedia, que cubren más o menos las mismas
materias que los cursos del primer plan, sólo que diseñados para que el
usuario pueda formarse de manera autónoma en su propia casa.
El tercer plan, aún en
proceso de elaboración, es el que compete exclusivamente a la creación del Campus Virtual de la Universidad de La Laguna (www.campusvirtual.ull.es). Como fase inicial, se
elaboraron y publicaron en la
Red diez cursos de doctorado, y la idea es que esta oferta
educativa se amplíe a más seminarios, másters e
incluso materias de primer y segundo ciclo.
Actualmente se trabaja en
el primer prototipo del Campus Virtual de la Universidad de La Laguna. Sus
diseñadores enumeran en el texto de presentación del proyecto las ventajas de
esta nueva herramienta: "Por una parte, las Redes de ordenadores pueden
facilitar la innovación y aumentar la calidad de la formación convencional o
presencial (...). Por otra, la existencia de este espacio virtual abre la
posibilidad de ofertar programas formativos a distancia destinados a aquellos
colectivos sociales que, por diferentes motivos, tienen que cursar los
estudios desde su hogar o centro de trabajo".
Este nuevo foro en el
ciberespacio no pretende ser, por lo que afirman sus creadores, un sustituto
total de la formación tradicional. Existirán cursos íntegramente impartidos
mediante la web, pero la oferta docente ordinaria
seguirá siendo patrimonio de las aulas. Eso sí, a través de los ordenadores,
se podrán ‘colgar’ en la Red
apuntes y materiales complementarios, de modo que la educación será una
combinación de formación presencial y virtual.
Como todo proyecto
ambicioso con aspiraciones de éxito, este campus
virtual se está elaborando con sumo cuidado y despacio, pero sin pausas. El
apartado técnico parece bien cubierto e, incluso en un ámbito puramente
estético, lo que se ha podido ver del website tiene
un aspecto inmejorable. Las incertidumbres están en el aspecto humano:
¿Responderá el alumnado, conectándose y matriculándose a los cursos on-line? ¿Se comprometerá el
profesorado a poner en la Red
sus apuntes, responder a los correos electrónicos e, incluso, participar en chats y teleconferencias? Y,
sobre todo, ¿aguantarán todos los implicados los frecuentes mensajes de error
y pantallitas azules a los que los condenará el sistema Windows? Sin duda, lo
último es lo más difícil. AGS
Servicios del campus virtual
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Aula virtual de teleformación, en la que
se podrán encontrar programas y cursos a distancia (másters,
doctorado y otros ).
• Webs de las asignaturas y cursos presenciales de las distintas titulaciones ofertadas
por la Universidad
de La Laguna,
en las que estarán disponibles horarios, apuntes y materiales que el
profesor titular considere oportunos.
• Materiales para la autoformación que se pueden
descargar y trabajar sin necesidad de conectarse a la Red (off
line), como tutoriales
y manuales elaborados en formato digital.
• Acceso a programas diversos de interés para
docentes y alumnos, como herramientas de navegación por la Red, de diseño gráfico,
antivirus, compresores de archivos, visores multimedia, etcétera.
• Selección de enlaces en la Red para la navegación
libre.
• Acceso a otros campus
virtuales de universidades españolas.
• Enlaces con los distintos webs
internos de la
Universidad de La Laguna.
Fuente: Edulab.
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