En esta visión se considera que una vez tomada la
primera decisión de compra las fluctuaciones del mercado harán
variar el interés de cada alternativa. Si yo invertí pensando que la
bolsa iba a subir un 20% y desafortunadamente la bolsa baja un 10%,
no sería extraño pensar que ahora la bolsa se vuelve aún más
interesante: su potencial de subida ya no es sólo del 20%, ahora
puede subir un 30% (o más bien un 33,33% exactamente).
La
manera más tradicional de implementar esta estrategia es mantener
los porcentajes invertidos en cada alternativa de inversión
constantes; si inicialmente invierto un 50% en bolsa y un 50% en
bonos y la bolsa baja, mi cartera pasará a estar constituida por un
40% en bolsa y un 60% en bonos. Para volver al reparto inicial debo
comprar "bolsa" y vender bonos hasta que el peso de cada alternativa
vuelva al 50%... por eso en esta estrategia se compra cuando la
cotización baja y se vende cuando la cotización sube: se compra
"barato" y se vende "caro".
En cierto modo también podemos
decir que esta estrategia tiende a considerar que a medida que el
valor de mi cartera aumenta disminuye mi capacidad de asumir
riesgos, y cuando el valor de la cartera disminuye aumenta mi
capacidad de asumir riesgos. Esta visión no coincide con la del
inversor tradicional, que precisamente vende cuando las cotizaciones
caen y compra cuando suben, y por ello la mayoría de los que aplican
esta estrategia se corresponden con los que se conoce como Inversión
Contraria (de la que comento algunos aspectos en otro artículo).
Una actitud clásica entre muchos inversores y que tiene
bastante que ver con esta estrategia es la "promediación", que se
refleja en las sucesivas operaciones de compra sobre una acción
concreta que no para de bajar. La idea es que al comprar a precios
cada vez más baratos se consigue un precio promedio menor al de la
primera compra. Esta estrategia cuenta con muchos detractores,
algunos de ellos en nuestro foro; personalmente conozco
a una gestora de carteras que llama a esta estrategia "Promierdar",
explicando que consiste en añadir cada vez más "mierda" a la
cartera.
Pero también hay una variante de esta misma actitud
(más relacionada con la estrategia de "Comprar barato y vender
caro") que cuenta curiosamente con un mayor número de defensores:
consiste en, una vez decidida la cantidad de dinero que deseamos
invertir, repartirla en partes iguales a través del tiempo.
Si por ejemplo hemos decidido invertir 500 Euros en bolsa,
en lugar de hacer la compra de una sola vez compraríamos 100 Euros
hoy, 100 dentro de un mes y así sucesivamente... En la medida en que
la bolsa vaya cayendo compraremos con el mismo dinero más acciones,
en la medida en que suba compraremos menos acciones: en definitiva
se trata de una forma de promediar y de tratar de evitar concentrar
la compra en un mal momento de mercado (por ejemplo en
máximos).
En general (por supuesto no siempre) las
estrategias de "Comprar barato, vender caro" van asociadas a lo que
se conoce como inversión en valor (o value investing): un inversor
que compra lo que baja y vende lo que sube tenderá a llenar su
cartera con acciones que cotizan baratas en relación con sus
beneficios (acciones con PER bajo, con alta rentabilidad por
dividendos...).
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