BILOXI,
Mississippi (AP).– Con más de 100 muertos confirmados,
aunque las autoridades admiten que la cifra será
mucho mayor, y el 80% de Nueva Orleáns bajo el agua,
incomunicada y sufriendo saqueos, el panorama en el sur
de Estados Unidos era ayer desolador: el huracán
Katrina causó uno de los mayores desastres naturales
en la historia del país.
“La
devastación superó nuestros peores temores”,
dijo la gobernadora de Louisiana, Kathleen Blanco, llorando.
“Es una inmensa tragedia”, agregó.
La
rotura de dos diques provocó un avance imparable
de las aguas sobre Nueva Orleáns, donde se viven
horas dramáticas. Mientras los helicópteros
rescataban a sobrevivientes de los techos y los socorristas
retiraban líneas eléctricas sumergidas, decenas
de saqueadores aprovechaban para desvalijar las tiendas
con vidrieras rotas cerca del barrio histórico de
la ciudad.
Martes, 30 de agosto 2005