1¿Por qué
debe cambiar la cultura organizacional?¿Hacia
dónde debe ir?
Desde nuestro
punto de vista la necesidad del cambio organizacional es consecuencia de
una serie de
razones o causas que intentaremos explicar.
La
primera de ellas estriba en que nuestra sociedad se ve asediada cada día por
multitud
de cambios que
afectan a todo tipo de ámbitos y niveles pero no todos los cambios deben
tener igual
consideración. Estamos en la línea de Gúell y Muñoz (2003) en el sentido de la
reflexión hacia
los cambios y discernir entre los buenos, regulares y malos cambios. Los
primeros hay que
aceptarlos, los segundos hay que evaluarlos y los últimos hay que
luchar contra
ellos. Por tanto el cambio por el cambio no. La ética debe ocupar un lugar
decisivo
para discernir y separar la paja del trigo, es
decir en la decisión sobre que
cambios
incorporar deberán tener un papel muy importante los valores de la institución.
Así pues
señalamos los siguientes cambios:
La
globalización económica y cultural en la que desaparecen muchas de las
barreras
políticas,
económicas e ideológicas que separaban a los pueblos y donde las empresas
actúan en un
mercado de ámbito mundial, en la que se mundializan los problemas y
soluciones,
donde todo está interrelacionado y donde la competencia abierta exige
adaptarse
continuamente a las demandas de los clientes y ofrecer una máxima calidad.
Los rápidos
avances científicos y tecnológicos y su difusión generalizada proporcionan
potentes
herramientas para el tratamiento de la
información y permiten establecer redes
de comunicación
que facilitan una veloz circulación de personas, mercancías, dinero e
información por
todo el planeta.
Las nuevas
tecnologías que se han extendido por todo el planeta en un par de décadas,
están al alcance
de casi todos y en unos años las encontraremos además integradas en
el corazón de
todos los hogares.
Las redes de
comunicación; en esta sociedad de la información cada vez más integrada
en soportes
digitales, lo verdaderamente importante es saber localizar, valorar,
seleccionar y
aprovechar la información de manera que, convertida en conocimiento, nos
permita formular
preguntas inteligentes y elaborar respuestas imaginativas ante los
problemas que se
plantean en nuestro cambiante escenario.
La rápida
obsolescencia de los conocimientos, promueven nuevos valores y provocan
continuas
transformaciones en nuestras estructuras económicas, sociales y culturales,
exigiendo a las
personas, empresas y estados una rápida actuación para adaptarse a los
cambios. Así,
más allá de la formación inicial que capacita para la integración en la
sociedad y
para desarrollar un trabajo, las personas
necesitan a menudo una formación
complementaria y
"a medida" para poder dar una respuesta
adecuada a estas nuevas
situaciones
laborales, sociales y domésticas. La formación permanente, basada en gran
medida en el
autoaprendizaje, se va conformando como una necesidad indiscutible para
las gentes de
nuestro tiempo.
La segunda
razón de la necesidad de cambio es de tipo
conceptual. La necesidad del
cambio en y de la empresa viene a partir de la
consideración de las instituciones como
sistemas
abiertos puesto que los cambios en un sistema afectan a los otros sistemas con