En lo referente
al grado de integración social, la tecnología ha sostenido procesos
de concentración
de recursos y de exclusión social, los que han sido variables
según el tipo de
producción, siendo más intensos en agricultura extensiva (litoral
oeste) y
hortifruticultura (sur). Consecuentemente, hoy coexisten diversos grados
de integración
social, con zonas como el sur y el litoral oeste que poseen mayor
cantidad y
calidad de empleo y mejor integración social y otras que permanecen
rezagadas como
el centro y el litoral este.
Al mismo tiempo,
se ha producido un moderado proceso de mejora en la cobertura
y calidad de los
servicios públicos, como infraestructura, educación, salud y
políticas de
empleo que redundan en mejores posibilidades para franjas
desfavorecidas
de la población.
El capital
humano ha mejorado de la mano de moderadas mejoras en la educación
formal y de la
aparición de nuevos actores (articuladores cadenas, empresarios
rurales
innovadores, emprendimientos agroindustriales) que han provocado
efectos de
“derrame positivo” sobre el resto de los agentes. Este proceso ha sido
heterogéneo,
siendo más intenso en el litoral oeste y en el sur.
La localización
de las producciones primarias no ha variado, existiendo una
tendencia a
concentrarse en las zonas de mejor aptitud de uso. Los poblados
menores, se han
reducido y se han concentrado en zonas de alta conectividad,
permaneciendo
algunos en zonas muy aisladas y con cuencas cautivas de
demanda laboral.
La residencia de los trabajadores en los centros poblados ha
aumentado tanto
en términos absolutos como porcentuales.
El capital
social ha aumentado, apareciendo nuevos actores a nivel productivo,
emprendimientos
agroindustriales integradores de diferentes cadenas, una mayor
cooperación
público privada, derivando en una relación entre economía y sociedad
que genera
externalidades positivas a nivel de las redes sociales locales.
El Mercosur ha
avanzado levemente pasando de zona de libre comercio
imperfecta
(situación 2005: con excepciones al AEC, obstáculos no arancelarios al
comercio
intra-regional, etc.) a una unión aduanera, pero no se ha logrado arribar
al nivel de
mercado común (mercado ampliado, libre circulación de factores
productivos:
trabajo y capital).
La integración
con el resto del mundo no ha mejorado en los últimos 20 años, con
avances escasos
y diferenciales con la Unión Europea y el ALCA. El comercio ha
mejorado más por
el mantenimiento y mejorada de los distintos status sanitarios y
la mejora en la
calidad de los productos que por acuerdos comerciales.
La producción
primaria plasma un uso del suelo similar al de 2005, continuando
con una
asignación según las ventajas comparativas de los recursos naturales.
En general todos
los rubros se han intensifican (mayor productividad por hectárea)
utilizando la
misma área y de forma ambientalmente sostenible. La producción
ganadera (carne
y lana) continúa con su predominio tanto en el uso territorial
como por peso
relativo en las exportaciones. La forestación es el único sector en
que se prevé un
aumento del área, manteniendo una localización similar y