Número 29, mayo 2005
CIENCIA, TECNOLOGÍA Y UNIVERSIDAD>> Tribuna de debate

 

 

 

Diagnóstico del proceso de I+D y su transferencia en universidades: una aproximación basada en el conocimiento

En las universidades, la gestión del proceso de investigación, desarrollo y transferencia (I+D+T) del conocimiento científico-técnico es una de las actividades fundamentales. No obstante, este proceso, por sus características específicas, no puede ser analizado de forma efectiva mediante los instrumentos convencionales de diagnóstico empresarial. Por ello, estimamos que se requiere una metodología basada en el conocimiento y en el capital intelectual.
La finalidad de este trabajo es presentar una metodología de investigación original para el diagnóstico del proceso de I+D+T, mediante la búsqueda de tipos de conocimiento claves que, mediante su incorporación a las actividades del proceso, generan el "Capital de I+D+T".
El orden de presentación seguido es el siguiente: en primer lugar, se identifican los tipos de conocimiento claves; a continuación se validan esos tipos de conocimiento mediante un análisis exploratorio: finalmente, se realiza un diagnóstico del proceso a través de un análisis confirmatorio mediante encuestas a investigadores, empresas e instituciones.



 

 

 

Arturo Rodríguez Castellanos

egprocaa@bs.ehu.es

Stanislav Ranguelov Youlianov

egdraxxs@bs.ehu.es

Jon Landeta Rodríguez

egplaroj@bs.ehu.es

Universidad del País Vasco
Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU)

 


1. Introducción
[1]

Siendo la universidad básicamente una "procesadora de conocimiento científico-técnico", un proceso esencial en ella es el de Investigación y Desarrollo (I+D). Ahora bien, para que el conocimiento científico-técnico resultado del proceso de I+D pueda ser valorado socialmente de forma adecuada, debe ser trasferido, en especial a la sociedad del entorno más próximo. Por ello estimamos que una adecuada gestión de todo el proceso exige incorporar la transferencia del conocimiento científico-técnico a los agentes sociales externos a la propia universidad. En consecuencia, planteamos el proceso de Investigación-Desarrollo-Transferencia (I+D+T) del conocimiento científico-técnico.

La gestión de dicho proceso constituye un área clave en la universidad, de forma que su diagnóstico correcto es esencial para una adecuada orientación estratégica y unas prácticas de gestión eficaces. No obstante, dadas sus especiales características, no puede ser analizado de forma satisfactoria con los instrumentos convencionales de diagnóstico empresarial. Por ello, estimamos que dicho diagnóstico requiere una metodología basada en el conocimiento y en el capital intelectual.

La finalidad de este trabajo es presentar una metodología de investigación original para el diagnóstico del proceso de I+D+T, mediante la búsqueda de tipos de conocimiento claves que, mediante su incorporación a las actividades del proceso, generan el "Capital de I+D+T". Esta metodología es aplicada a una universidad pública, en concreto la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea.

El orden de presentación seguido es el siguiente:

En la segunda sección se plantean diversos conceptos sobre capital intelectual, gestión del conocimiento, "capital universitario de I+D+T" y tipos de conocimiento como impulsores de dicho capital.

A continuación, se presenta el proyecto de investigación sobre gestión del conocimiento en la universidad dentro del que se encuadra el presente trabajo.

Seguidamente se exponen el método de trabajo empleado para identificar los tipos de conocimiento claves y los resultados obtenidos. Así, la cuarta sección se dedica a la identificación y validación de los tipos de conocimiento claves para el proceso considerado. En primer lugar, se identificaron estos tipos de conocimiento según los objetivos estratégicos de la universidad, mediante el análisis de la normativa y los planes universitarios, así como a través de varias reuniones con dirigentes de la universidad. Como resultado, se obtuvo una lista preliminar de tipos de conocimiento claves, que posteriormente fue validada por medio de entrevistas con coordinadores de importantes grupos universitarios de investigación. De ello se obtuvo la lista definitiva de tipos de conocimiento claves.

En la quinta sección se presenta el análisis confirmatorio realizado sobre los tipos de conocimiento, al objeto de desarrollar el diagnóstico del proceso de I+D+T. Este análisis se realizó mediante encuestas a grupos de actores relevantes en dicho proceso, como empresas, instituciones e investigadores. Los resultados de las mismas han sido sometidos a un tratamiento estadístico, que, junto con una interpretación cualitativa, ha dado lugar al diagnóstico de la situación del proceso universitario de I+D+T respecto de los tipos de conocimiento claves.

En al última sección se exponen las conclusiones obtenidas, así como las perspectivas de investigación y acción futuras. Las referencias bibliográficas se encuentran al final del trabajo.


2. Capital intelectual en las universidades: el capital de I+D+T y sus impulsores

En la última década, el interés, tanto académico como directivo, en el capital intelectual, esto es, el capital debido al conocimiento, se ha desarrollado progresivamente[2], de forma paralela a la toma de conciencia de que el conocimiento como factor de producción toma una clara precedencia sobre los activos físicos, y en consecuencia el capital intelectual llega a ser una parte progresivamente creciente de los activos intangibles de la organización.

En nuestra opinión, el análisis del capital intelectual no puede realizarse sin tener en cuenta también la creciente corriente de literatura, tanto académica como directiva, sobre la gestión del conocimiento (Nonaka y Takeuchi, 1995; Davenport y Prusak, 1997; Bontis, 1999; Morey et al., 2000; von Krog et al., 2000; Choo y Bontis, 2002; Bueno y Salmador, 2003).

Como subrayan Seetharaman et al. (2002, pp. 129-130), no hay todavía una definición globalmente aceptada de "capital intelectual". No obstante, en este trabajo se asume que el capital intelectual es el conjunto de conocimientos que crea, o puede crear en el futuro, valor para una organización.

En muchas organizaciones, el capital de I+D, es decir, el capital generado por el proceso de investigación y desarrollo, es una parte importante de su capital intelectual. Algunos autores han explorado la importancia del capital de I+D y su relevancia para la creación de valor en la organización (Ben-Zion, 1978, 1984; Griliches, 1981; Hirschey, 1982; Cockburn y Griliches, 1988; Bublitz y Ettredge, 1989; Megna y Mueller, 1991; Hall, 1993; Green et al., 1996; Lev y Sougianis, 1996; 1999; Hall y Kim, 1997; Bosworth y Mahdian, 1999; Deng et al., 1999; Zarowin, 1999; Bosworth et al., 2000; Hall et al., 2000; Chan et al., 2001; Deeeds, 2001; Hirschey et al., 2001; SubbaNarasimha, 2001; Arvidsson, 2002; Cuello del Oro y Walker, 2002; Ding et al., 2002; McEvily y Chakravarty, 2002; Hand, 2003; Ballester et al., 2003; SubbaNarasimha et al., 2003), encontrando en general una relación claramente positiva entre ambos elementos.

Una reciente literatura establece que algunas políticas y programas de dirección pueden actuar como impulsores (drivers) para el desarrollo de los intangibles o del capital intelectual, e incluso intentan cuantificar esta relación (Lev, 2001; Hurwitz et al., 2002). Aunque esta línea de investigación nos parece muy interesante, nuestra opinión es que las prácticas de dirección no actúan directamente como impulsores de capital intelectual, sino que estimulan y promueven algunos tipos de conocimiento claves, que son los impulsores genuinos de capital intelectual[3]. Por consiguiente, una tarea básica de la gestión del de conocimiento en una organización es encontrar tipos de conocimiento claves que actúan como impulsores del capital intelectual en una organización, para posteriormente descubrir las prácticas de dirección que los promueven.

También -y especialmente- en una universidad, el capital intelectual es una parte importante de su dotación de intangibles. El "capital intelectual" de una universidad pública puede ser definido como el stockz de conocimientos poseído por esa universidad que crea valor para el conjunto de la sociedad, en especial la sociedad de su entorno inmediato.

Por otra parte, si se considera el capital de I+D en las universidades, estimamos que no se puede tratar el proceso de investigación y desarrollo de una manera aislada, sin la transferencia al exterior de la organización del conocimiento científico y técnico generado en el proceso de I+D. Por tanto, se ha adoptado el concepto de "capital de investigación-desarrollo-transferencia" ("capital de I+D+T"), esto es, el capital intelectual debido al proceso de creación de conocimiento científico y técnico y la transferencia de ese conocimiento al entorno social (empresas, instituciones gubernamentales y otros agentes sociales). Por consiguiente, el "capital universitario de I+D+T" es el resultado de la valoración social del conocimiento científico-técnico poseído por la universidad. Pero esa valoración está basada de forma crítica en la adecuada transferencia de ese conocimiento a los agentes sociales.

A pesar de su importancia, el capital intelectual en las universidades ha sido escasamente considerado de una manera específica[4]. Y el capital de I+D+T más escasamente aún (excepciones son Bueno, 2002a, 2002b, 2003b; Rodríguez et al., 2002, 2003, 2004).

Otro tema de controversia es la naturaleza y componentes del capital de I+D+T. Aunque existen clasificaciones diversas del capital intelectual[5], en este trabajo se ha adoptado la establecida por el Foro Intellectus (Bueno, 2003a), que divide el capital intelectual en tres categorías: Capital Humano, Capital Estructural - compuesto de Capital Organizacional y Capital Tecnológico- y Capital Relacional, compuesto éste de Capital negocio y Capital social. Se define el Capital Humano como el conjunto de conocimientos explícitos y tácitos de las personas en la organización, compartido o no entre ellas, que tiene valor para la misma. El capital estructural es el conocimiento explícito relacionado con los procesos internos de la organización, pudiendo ser Organizacional (el entorno operativo derivado de la interacción entre la dirección y los procesos de negocio, tecnología y cultura) y Tecnológico (patentes, licencias, software del que la empresa es propietaria, bases de datos y así sucesivamente). Finalmente, el Capital Relacional puede definirse como el conjunto de conocimientos explícitos y tácitos acerca de la manera en que la organización trata con los agentes externos, pudiendo ser Capital negocio (base de relaciones con agentes directamente involucrados en el "negocio": clientes, proveedores, aliados, etc.) o Capital social (base de relaciones con agentes en un entorno más amplio que el estrictamente de negocio: administraciones públicas, organizaciones ciudadanas, medio ambiente, etc.).

Aunque el capital de I+D+T en las universidades puede ser considerado a primera vista como un componente del capital estructural, o incluso puede identificarse con el "capital tecnológico", esa impresión nos parece falsa, puesto que el componente de "transferencia" hace a esta parte del capital intelectual fuertemente dependiente del conjunto de relaciones externas de la universidad. Por otro lado, el componente humano en la investigación y desarrollo de las universidades es crítico. Por consiguiente, el capital de I+D+T en la universidad se compone de las tres categorías de capital intelectual - capital humano, estructural y relacional.

Este trabajo trata de los tipos de conocimiento claves que actúan como impulsores del capital de I+D+T en la Universidad. El gráfico 1 muestra nuestra concepción, basada en las ideas expresadas hasta aquí.

Gráfico 1. Tipos de conocimiento como impulsores del capital de I+D+T en las universidades

¿Cuáles son los tipos de conocimiento que actúan como impulsores del capital universitario de I+D+T? Indudablemente, el propio conocimiento científico-técnico, pero también otros tipos de conocimiento, por ejemplo los asociados con la transferencia de dicho conocimiento, la gestión del proceso, etc.

El objetivo de este trabajo es identificar y evaluar los tipos de conocimiento que necesitan ser considerados para la gestión del proceso de investigación, desarrollo y transferencia el conocimiento científico y técnico, o, de otro modo, los tipos de conocimiento que actúan como impulsores de capital de I+D+T en una universidad pública, específicamente la Universidad del País vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU). Los resultados de esta investigación pueden ser útiles para las universidades, y también para otras entidades, como centros tecnológicos y empresas de I+D, que deseen establecer procedimientos para establecer los tipos de conocimiento impulsores del proceso de I+D y de la transferencia de sus resultados a la sociedad y el mercado.


3. Un proyecto de gestión del conocimiento para el proceso de investigación-desarrollo-transferencia del conocimiento científico-técnico en la universidad

El trabajo aquí presentado forma parte de un proyecto de la investigación sobre "La Gestión del Conocimiento en una Universidad Pública: El Proceso de la Investigación-Desarrollo-Transferencia de Conocimiento Científico-Técnico", que fue establecido en la UPV/EHU[6]. El proyecto ha reunido a un grupo multidisciplinar de veintidós investigadores con un doble propósito: por una parte, emitir un diagnóstico detallado del estado actual de la gestión del proceso de la investigación, desarrollo y transferencia de conocimiento científico y técnico en dicha universidad, mostrando sus fortalezas y debilidades; y por otra emplear ese diagnóstico para elaborar un nuevo modelo que permita potenciar las fortalezas y eliminar las debilidades del modelo actual. El gráfico 2 presenta el proceso completo relativo al proyecto.

Los resultados que se pretende alcanzar con el nuevo modelo son:

  • Incremento de la masa crítica de conocimiento científico-técnico
    transferible y transferido;
  • Creación de cadenas de valor de este tipo de conocimiento, desde la
    investigación básica hasta la transferencia de aplicaciones desarrolladas;
  • Desarrollo de grupos de investigación multidisciplinares;
  • Valorización, protección y comercialización de los resultados de la
    investigación;
  • Impulso de las relaciones de colaboración estratégica en temas
    tecnológicos con empresas e instituciones;
  • Incorporación de la innovación, y la capacidad de transferencia del
    conocimiento, a los criterios de evaluación de los investigadores.

Según el esquema reflejado en el gráfico, el presente trabajo recoge resultados correspondientes a los objetivos 2 ("Identificación de los tipos de conocimiento claves") y 3, Subobjetivo 3.1 ("Mapa de conocimientos") del proyecto.

Gráfico 2: Esquema del Proyecto de Investigación "La Gestión del Conocimiento en una Universidad Pública: El Proceso de Investigación-Desarrollo-Transferencia del Conocimiento Científico-Técnico"


4. Identificación y validación de los tipos de conocimiento claves

La identificación y validación de los tipos de conocimiento claves fueron realizadas en dos etapas[7]:

4.1. Identificación de los tipos de conocimiento claves para el proceso según los objetivos estratégicos de la universidad.

Al objeto de identificar los tipos de conocimiento claves para el proceso analizado resulta esencial tener presente los objetivos estratégicos de la universidad con los que está asociado dicho proceso. Ahora bien, cuando se planteó la identificación de estos objetivos estratégicos, el equipo investigador se encontró con la desventaja que la entidad bajo análisis en aquel momento no tenía un plan estratégico, por lo que no estaban establecidos objetivos explícitos al respecto[8]. En consecuencia, la identificación de tales objetivos, y de los tipos de conocimiento necesarios para lograrlos, debió realizarse de forma indirecta, a través de un proceso en cuatro etapas.

En primer lugar se planteó lo que en una universidad, especialmente si es de carácter público, deben considerarse "objetivos estratégicos". Tras una revisión de la literatura sobre planificación estratégica en universidades[9], se estableció que los objetivos a considerar como "estratégicos" para los propósitos del estudio deben incluir elementos de la misión de la universidad (la justificación para hacer lo que hace), su visión (imagen de futuro) y los objetivos generales.

En la segunda etapa, al objeto de identificar tales elementos en la entidad objeto de estudio, se examinaron los documentos relativos a la estructuración de la universidad, especialmente las leyes que la afectan, sus estatutos y sus planes. Como resultado de todo ello, se elaboro una lista preliminar de objetivos estratégicos.

En la tercera etapa, para validar dicha lista e incorporar, además del conocimiento explícito reflejado en los documentos oficiales, el conocimiento tácito poseído por los gestores universitarios, se mantuvieron varias reuniones con miembros de la dirección de la universidad. Sus comentarios también fueron muy útiles para perfilar los objetivos estratégicos de la universidad con respecto al proceso analizado y los tipos de conocimiento necesarios para lograrlos. Como resultado de esas tareas, se elaboró una relación de objetivos estratégicos relativos al proceso objeto de este proyecto[10].

Finalmente, según estos objetivos, se obtuvo una lista preliminar de tipos de conocimiento claves respecto del proceso considerado. Como ya se ha indicado, estos tipos de conocimiento pueden ser considerados desde un punto de vista dinámico como impulsores para la creación y desarrollo del capital intelectual en la universidad con respecto al proceso bajo consideración. Por ello, fueron ordenados según la clase de capital intelectual que impulsan, - capital humano, estructural y relacional. En concreto, fueron propuestos cinco tipos de conocimiento en cada clase.

4.2. Validación de los tipos de conocimiento claves (análisis exploratorio):

La siguiente fase consistió en una validación de la lista preliminar de tipos de conocimiento claves mediante entrevistas in extenso a investigadores de la universidad. Los aspectos analizados fueron la importancia de cada uno de los tipos de conocimiento claves, así como sus niveles deseado y actual. Como resultado de este análisis, algunos de los tipos de conocimiento inicialmente propuestos fueron reestructurados, y fueron introducidos otros nuevos.

La metodología empleada en las entrevistas fue la siguiente[11]:

  1. Elaboración de los cuestionarios: en primer lugar, se decidió que la mejor forma de obtener la información requerida era por medio de un cuestionario semirrígido. Se decidió igualmente que serían considerados tres grupos o clases de actividades vinculadas al proceso de creación, adaptación, almacenamiento, comunicación y transferencia de conocimiento científico-técnico. Estos grupos fueron: "Relación directa con empresas e instituciones", "Proyectos en colaboración con empresas e instituciones", y "Proyectos internos". Los cuestionarios incluyeron cuestiones relativas a las tareas específicas correspondientes a cada grupo de actividades, la evaluación de los tipos de conocimiento claves obtenidos previamente, opiniones sobre el nivel que debería ser alcanzado y el nivel actualmente alcanzado en cada uno de ellos por el grupo de investigación correspondiente, y por último apreciaciones de la importancia de cada tipo de conocimiento para cada una de las tareas de los grupos de actividades considerados.
  2. Programación de las entrevistas: respecto de las personas a entrevistar, se estimó que deberían ser coordinadores de grupos de investigación consolidados, y que, dentro de cada de grupo de actividades, debería existir un cierto equilibrio entre áreas: ciencias naturales, ciencias tecnológicas, ciencias sociales y humanidades. También se decidió que, para los objetivos perseguidos es esta fase, resultaban suficientes cuatro entrevistas en cada de grupo de actividades.
  3. Realización de las entrevistas: La duración de las entrevistas osciló entre una y cuatro horas. Es de resaltar que en todos los casos, la actitud de los entrevistados ha sido buena o muy buena, mostrando una gran disposición a colaborar con el proyecto y aceptando responder a todas las cuestiones planteadas.
  4. Tabulación y análisis de los resultados: los resultados de los cuestionarios cubrían diversos aspectos de la totalidad del proyecto de investigación. Aquí nos limitaremos a indicar los resultados correspondientes a la lista definitiva de tipos de conocimiento claves, después de reestructurar algunos de ellos e introducir otros nuevos. La lista aparece en la tabla 1.

Tabla 1. Tipos de conocimiento claves para la gestión del proceso de I+D+T en una universidad pública

Impulsores del Capital Humano:

H1.

Conocimiento científico-técnico, en especial el susceptible de aplicación, incorporado por los investigadores de la universidad[12], así como conocimientos y habilidades específicas para la realización del proceso de investigación, en especial la investigación aplicada y su transferencia.

H2.

Conocimiento y asunción, por parte de los investigadores de la Universidad, de la necesidad de realizar, junto a la investigación pura, investigación aplicada, esto es, generar conocimiento susceptible de ser transferido a empresas, organizaciones e instituciones. De otra forma, conocimiento tácito que permita a los investigadores tener presente a la hora de plantear sus proyectos las necesidades de la sociedad más próxima.

H3.

Conocimiento y asunción por los investigadores de la universidad de la necesidad de compartir conocimiento con investigadores de otras áreas al objeto de constituir grupos de investigación multidisciplinares capaces de resolver los problemas reales que se plantean a las empresas, instituciones y a la sociedad en general.

H4.

Conocimiento y asunción por los investigadores de la imagen de su Universidad como entidad que les engloba y apoya en su relación con empresas, instituciones y otros entes sociales.

H5.

Conocimiento de la gestión de personas en la creación y transferencia del conocimiento científico-técnico

Impulsores del Capital Estructural;[13]

S1.

Conocimiento compartido por los investigadores de las experiencias existentes en la universidad de transferencia del conocimiento, en especial las de áreas afines o de tipo multidisciplinar.

S2.

Conocimiento sobre creación y mantenimiento de cadenas de valor del conocimiento científico-técnico, que permitan transferir éste desde la investigación básica hasta la aplicación, a través de grupos de investigadores progresivamente involucrados en el desarrollo y la transferencia del conocimiento científico-técnico.

S3.

Conocimiento compartido y aceptado por los investigadores de la universidad de indicadores de calidad de la investigación aplicada y de su transferencia, así como de las formas de aseguramiento de dicha calidad.

S4.

Conocimiento relativo a la gestión del proceso de transferencia del conocimiento científico-técnico.

S5.

Conocimiento relativo a la gestión administrativa de proyectos y contratos.

Impulsores del Capital Relacional:

R1.

Conocimiento de las necesidades en este campo de las empresas, organizaciones, instituciones y la sociedad en general.

R2.

Conocimiento de los modos en que las empresas y entidades no universitarias dedicadas a la investigación aplicada satisfacen las necesidades al respecto de las empresas e instituciones, tanto en forma como en precios.

R3.

Conocimiento sobre las formas y modos de relacionarse con el sector privado y las instituciones para realizar alianzas estratégicas y cooperar en la realización de proyectos.

R4.

Conocimiento de las técnicas y modos de desarrollar la imagen y reputación social de la universidad como productora de conocimiento científico-técnico transferible.

R5.

Conocimiento, por parte de las empresas, organizaciones e instituciones, de las posibilidades que ofrece la universidad como suministrador de conocimiento científico-técnico, o como socio en la generación de dicho conocimiento.


5. Diagnóstico del proceso utilizando el análisis del capital intelectual

Por último, para confirmar los tipos de conocimiento obtenidos y desarrollar el diagnóstico de la situación actual de la universidad, se procedió a un análisis confirmatorio, mediante encuestas realizadas a actores relevantes que intervienen en el proceso, como empresas, instituciones e investigadores. Los resultados fueron sometidos a un tratamiento combinado, que incluyó tanto análisis estadísticos como interpretación cualitativa. A continuación se presenta el proceso de investigación desarrollado, así como los resultados más relevantes[14].


5.1. Características de las encuestas y su desarrollo.

Se plantearon dos encuestas diferentes: una a investigadores y otra a empresas e instituciones.
La muestra estratificada de investigadores estuvo compuesta por dos grupos principales y otros dos grupos de control:

  1. Investigadores principales, adscritos a la UPV/EHU, de grupos y proyectos en los que no se ha realizado transferencia a agentes externos (investigadores principales "sin transferencia"). La población, extraída de datos proporcionados por el Vicerrectorado de Investigación de la UPV/EHU, está formada por los investigadores principales de grupos y proyectos de investigación con las citadas características durante los años 2000, 2001 y 2002: en total, 425 investigadores. De dicha población fueron seleccionados de forma aleatoria 81 individuos, con un nivel de confianza del 95,5% y un nivel máximo de error del 10%.
  2. Investigadores principales de actividades de I+D en las que se ha realizado transferencia a agentes externos, bien según proyectos en colaboración con empresas y otras entidades en sus distintas formas, o mediante contratos (investigadores principales "con transferencia"). La población, extraída de datos proporcionados por el Vicerrectorado para las Relaciones Universidad-Empresa de la UPV/EHU, está formada por los investigadores principales de proyectos y contratos gestionados por la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la UPV/EHU durante los años 1998 a 2002: en total, 572 investigadores. De dicha población fueron escogidos aleatoriamente 84 individuos, con un nivel de confianza del 95,5% y un nivel máximo de error del 10%.

Los dos grupos adicionales, C y D, estaban formados por investigadores colaboradores ligados a los dos grupos principales A y B, aunque de forma no representativa estadísticamente. La intención al formarlos fue comparar las desviaciones intragrupo y entre grupos.

La encuesta se realizó de forma telefónica durante los días 4 al 10 de junio de 2003, con dos cuestionarios diferentes según el grupo. La evaluación de los tipos de conocimiento claves se realizó solicitando a los encuestados en primer lugar que calificasen, en una escala de Lickert de 1 a 5, la importancia, para la actividad universitaria de I+D y su transferencia a agentes externos, de cada uno de los 15 tipos de conocimiento de la lista definitiva, y posteriormente que calificasen en la misma escala el nivel efectivo realmente alcanzado por los investigadores de la universidad en cada uno de esos tipos de conocimiento.

Para la encuesta a empresas e instituciones se obtuvo una muestra estratificada con dos submuestras:

  1. Empresas e instituciones que han colaborado con la universidad, bien mediante proyectos de investigación conjuntos con investigadores universitarios, bien contratando proyectos de investigación a grupos investigadores de la universidad (empresas "con transferencia"). La población, extraída de datos proporcionados por el Vicerrectorado para las Relaciones Universidad-Empresa de la UPV/EHU, está formada por empresas participantes en proyectos y contratos gestionados por la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la UPV/EHU durante los años 1998 a 2002: en total, 569 empresas más 36 instituciones, siendo estas últimas departamentos del Gobierno Vasco y diputaciones forales. De dicha población fueron escogidas aleatoriamente 83 empresas y 7 instituciones, con un nivel de confianza del 95,5% y un nivel máximo de error del 9,7%.
  2. Empresas e instituciones que no han colaborado con la universidad en proyectos o contratos de investigación (empresas "sin transferencia"). La población, constituida por las empresas vascas que contestaron a la encuesta de I+D del Instituto Vasco de Estadística (Eustat) en el año 2001, excluidas las que sí han colaborado con la universidad, es de 594 individuos. De ella fueron seleccionadas aleatoriamente 90 empresas, con un nivel de confianza del 95,5% y un nivel máximo de error del 9,72%.

A los representantes de las empresas e instituciones de la muestra (responsables de I+D, Planificación, Dirección General, etc.) se les planteó un cuestionario con ciertas variantes según la submuestra, pero en lo referido a este trabajo los ítems fueron idénticos para todos: se les solicitó en primer lugar que calificasen en una escala de 1 a 5 la importancia, para la actividad universitaria de I+D y su transferencia, de actividades vinculadas a los tipos de conocimiento de la lista definitiva; posteriormente, se les sugirió que calificasen en la misma escala el nivel efectivo realmente alcanzado por los investigadores de la universidad en los tipos de conocimiento mencionados. No obstante, se estimó que respecto de ciertos tipos de conocimiento resultaba muy difícil que entidades externas a la propia universidad pudieran tener la información suficiente para responder de forma satisfactoria a los ítems correspondientes; por ello se excluyeron del cuestionario ítems relativos a los tipos de conocimiento H5, S1, S2, S3 y S5. La encuesta se realizó de forma telefónica durante los días 3 al 18 de julio de 2003.

La información proporcionada por los cuestionarios respondidos fue sometida a diversos análisis estadísticos descriptivos, que serán indicados más adelante. Aunque todos los resultados fueron analizados, a efectos de este trabajo se ha otorgado más relevancia a los correspondientes a los grupos B y E, por ser muestras representativas de individuos y entidades directamente involucrados en la transferencia de I+D de la universidad a los agentes externos.


5.2. Importancia, niveles efectivos y distancias para los tipos de conocimiento claves.

En la tabla 2, según los resultados de las encuestas, se indican la importancia media, el nivel medio percibido como efectivamente alcanzado y la distancia entre éste y la importancia media para los tipos de conocimiento analizados.

Puede comprobarse que los "niveles deseados" de los tipos de conocimiento no aparecen reflejados en la tabla. De hecho, tampoco aparecía en el cuestionario. Ello es debido a que en los pre-tests se observaba que las personas tenían dificultades en diferenciar claramente los niveles deseados de los tipos de conocimiento de sus niveles de importancia, sin la ayuda de extensas explicaciones adicionales. Además, los resultados de las entrevistas realizadas previamente, a las que se refiere la sección anterior, mostraban que si un entrevistado otorgaba gran importancia a un tipo de conocimiento, el nivel deseado para el mismo tendía también a ser alto (Rodríguez, 2003)[15].

Es importante destacar que las calificaciones medias otorgadas a los diferentes tipos de conocimiento son bastante altas - todas por encima de 3,5 en una escala de 1 a 5 para todos los grupos encuestados- , lo cual confirma que los tipos de conocimiento incluidos en la lista definitiva son todos decisivos para el proceso analizado.

Tabla 2: Tipos de conocimiento claves: importancia percibida, niveles efectivos y distancias. Investigadores principales y empresas

Impulsores del capital humano

 

H1

H2

H3

H4

H5a

Investigadores principales con transferencia

MI

4,75 (0,46)

4,39 (0,76)

4,38 (0,88)

4,18 (1,06)

4,56 (0,59)

ME

4,10 (0,78)

3,46 (1,17)

2,36 (1,15)

2,06 (0,80)

3,25 (1,04)

Distancia

0,65

0,93

2,02

2,12

1,31

Investigadores principales sin transferencia

MI

4,68 (0,57)

4,18 (1,02)*

4,40 (0,81)

4,08 (1,07)

4,39 (0,82)*

ME

3,97 (0,70)

3,03 (1,03)

2,55 (1,09)

2,43 (0,86)

3,37 (0,81)

Distancia

0,71

1,15

1,85

1,65

1,02

Empresas que colaboran con la universidad

MI

4,51 (0,61)*

4,42 (0,77)

4,28 (0,89)

4,30 (0,68)

-

ME

3,67 (0,85)

2,78 (0,93)

2,47 (0,82)

2,93 (0,96)

-

Distancia

0,84

1,64

1,81

1,37

-

Empresas que no colaboran con la universidad

MI

4,41 (0,65)*

4,34 (0,93)

4,34 (0,82)

4,06 (0,89)+

-

ME

3,22 (0,67)

2,50 (0,85)

2,67 (1,00)

2,29 (0,95)

-

Distancia

1,19

1,84

1,67

1,77

-

Impulsores del capital estructural

 

S1a

S2a

S3a

S4a

S5

Investigadores principales con transferencia

MI

4,18 (0,81)

4,12 (0,88)

3,72 (1,13)

4,04 (1,00)

3,77 (1,10)

ME

2,19 (1,04)

2,16 (1,08)

3,14 (1,23)

2,40 (1,09)

3,26 (1,11)

Distancia

1,99

1,96

0,58

1,64

0,51

Investigadores principales sin transferencia

MI

4,30 (0,85)

4,14 (0,75)

3,62 (1,29)

4,08 (1,04)

3,75 (1,26)

ME

2,51 (0,97)

2,52 (0,99)

3,15 (1,13)

2,54 (0,95)

3,44 (1,15)

Distancia

1,79

1,62

0,47

1,54

0,31

Empresas que colaboran con la universidad

MI

-

-

-

4,09 (0,74)

-

ME

-

-

-

2,94 (0,83)

-

Distancia

-

-

-

1,15

-

Empresas que no colaboran con la universidad

MI

-

-

-

3,92 (0,79)+

-

ME

-

-

-

2,80 (0,79)

-

Distancia

-

-

-

1,09

-

Impulsores del capital relacional

 

R1

R2

R3

R4

R5

Investigadores principales con transferencia

MI

4,30 (0,85)

3,70 (1,14)

4,29 (0,69)

3,92 (1,07)

4,43 (0,92)

ME

2,77 (1,00)

2,13 (1,04)

2,41 (1,02)

2,39 (1,12)

2,13 (0,88)

Distancia

1,53

1,57

1,88

1,53

2,30

Investigadores principales sin transferencia

MI

4,09 (0,97)*

3,55 (1,13)

4,27 (0,94)

4,00 (1,15)

4,41 (0,90)

ME

2,56 (1,05)

2,32 (0,98)

2,66 (0,97)

2,53 (0,95)

2,45 (0,81)

Distancia

1,53

1,23

1,61

1,47

1,96

Empresas que colaboran con la universidad

MI

4,26 (0,78)

3,98 (0,82)*

4,39 (0,65)

4,20 (0,68)*

4,15 (0,77)*

ME

2,63 (0,94)

2,94 (0,90)

2,86 (0,79)

2,78 (0,94)

2,25 (0,88)

Distancia

1,63

1,04

1,53

1,42

1,90

Empresas que no colaboran con la universidad

MI

4,36 (0,88)

4,12 (0,92)*

4,11 (0,79)*+

3,70 (1,00)*

3,83 (1,15)*+

ME

2,00 (0,93)

2,71 (1,11)

2,27 (0,90)

2,75 (1,04)

2,00 (1,26)

Distancia

2,36

1,41

1,84

0,95

1,83

a Estos tipos de conocimiento no fueron incluidos en el cuestionario de la encuesta a empresas.

* Valor significativamente diferente al 95% del correspondiente al nivel medio de importancia expresado por los investigadores principales con transferencia.

+ Valor significativamente diferente al 95% del correspondiente al nivel medio de importancia expresado por las empresas que colaboran con la universidad.

El nivel de respuesta de las empresas que no han colaborado con la universidad ha sido muy bajo respecto de los niveles efectivos de los tipos de conocimiento, como por otra parte era de esperar. Por ello, en ese aspecto nuestra atención en adelante se centrará en las respuestas de las empresas que han colaborado con la universidad.

Pasando a comentar los datos referentes a cada uno de los tipos de conocimiento, y comenzando por los impulsores del Capital Humano, respecto de H1, relativo al propio conocimiento científico-técnico y las habilidades para la investigación, existe unanimidad en todos los grupos considerados respecto de su valoración como el tipo de conocimiento más importante para el proceso de I+D+T. No obstante, el nivel medio de importancia percibido por los investigadores es significativamente superior al asignado por las empresas, pues sus intervalos de confianza al 95% no se solapan[16].

Respecto a su nivel de realización efectiva, éste es, según los investigadores principales, realicen o no transferencia a agentes externos, muy alto, próximo a los 4 puntos, con una desviación típica baja, indicando un alto grado de coincidencia en las opiniones de los encuestados al respecto; no existen diferencias significativas entre tipos de investigadores. En el caso de las empresas, los niveles efectivos medios son significativamente menores - sus intervalos de confianza al 95% no se solapan con los de los investigadores. Como puede comprobarse, la distancia entre el nivel medio efectivo y la importancia media como aproximación al "nivel deseado" es la más baja de todos los tipos de conocimiento, tanto en investigadores como en empresas.

Respecto de H2, relativo a la necesidad de realizar investigación aplicada, las valoraciones de importancia otorgadas por las empresas son mayores que las percibidas por los investigadores principales, aunque esas diferencias no son significativas. Sin embargo, atendiendo a los grupos de investigadores, aparece una significativa tendencia a valorar menos este tipo de conocimiento por parte de los que únicamente han realizado investigación básica, pues el valor medio correspondiente se encuentra fuera del intervalo de confianza de los que han colaborado con agentes externos.

Respecto de la realización efectiva, el nivel alcanzado es bastante más bajo que en el tipo de conocimiento anterior, en la percepción tanto de los investigadores como de las empresas, pero en éstas es significativamente más bajo, lo cual, unido a un nivel deseado más alto, hace que la distancia respecto de éste sea bastante elevada - la tercera más alta. Respecto de las diferencias entre grupos, son significativas para los investigadores, pues el valor medio de cada grupo es externo al intervalo de confianza al 95% del otro, siendo lógicamente más autocríticos quienes no han colaborado con empresas.

Pasando a H3, relativo a la constitución de grupos multidisciplinares, puede comprobarse que las diferencias de percepción entre investigadores principales y empresas son prácticamente nulas; de hecho, no son significativas, ni en la importancia media percibida, ni en el nivel medio efectivo percibido, ni en las distancias, que son muy similares e igualmente elevadas. Por otra parte, las diferencias entre los dos grupos de investigadores principales no son significativas, aunque en este tipo de conocimiento, a diferencia de los dos anteriores, se nota una tendencia de quienes han colaborado con agentes externos a ser más autocríticos al respecto. En consecuencia, tanto en la percepción de los investigadores como en la de las empresas, la necesidad de estimular el desarrollo de los grupos multidisciplinares en la universidad considerada es clara.

En cuanto a H4, referido a la imagen de apoyo de la universidad a sus investigadores en sus relaciones con agentes externos, figura en noveno lugar por orden de importancia según la apreciación de los investigadores que han colaborado con agentes externos. Los valores medios de importancia de este tipo de conocimiento no son significativamente diferentes entre grupos de investigadores. Donde sí hay una diferencia significativa, al 94,7% según el análisis ANOVA[17], es en la mayor valoración otorgada por las empresas que han colaborado con la universidad frente a aquéllas que no lo han hecho.

Respecto de la realización efectiva de este tipo de conocimiento, se encuentra una disparidad de percepciones relativamente fuerte: el nivel medio es significativamente más bajo en el caso de los investigadores principales, con lo que la distancia percibida es bastante mayor - la segunda mayor- que en el caso de las empresas. Por otra parte, los investigadores que han colaborado con agentes externos son significativamente más críticos respecto del apoyo recibido de la universidad, pues su nivel medio efectivo es significativamente menor que el otro grupo de investigadores - el nivel medio percibido por aquéllos es externo e inferior al intervalo de confianza al 95% de éstos- ; sin embargo, las empresas que han colaborado con la universidad perciben un nivel significativamente mayor de apoyo de la universidad a sus investigadores.

Pasando a H5, conocimiento de la gestión de personas en la realización del proceso de I+D+T, respecto del mismo únicamente se dispone de la evaluación realizada por los investigadores, que es alta. Examinando los valores medios y los intervalos de confianza al 95%, se observa que el valor medio percibido por los investigadores principales "sin transferencia" se encuentra fuera del intervalo de confianza de los investigadores "con transferencia", lo cual indica que aquéllos valoran de forma significativamente inferior este tipo de conocimiento.

Con respecto a su nivel de realización efectiva, no existen diferencias de apreciación significativas entre los grupos de investigadores. Y, como puede observarse en la tabla, la distancia entre la importancia media y el nivel medio de realización efectiva es modesta.

Pasando a los impulsores del Capital Estructural, seguidamente se comentarán los resultados de esta clase de conocimientos, teniendo en cuenta que, como ya se indicó, en la encuesta a empresas únicamente se incluyeron ítems relativos a S4.

Respecto de S1, conocimiento compartido de experiencias previas de transferencia de I+D desde la universidad, el nivel de importancia percibido no es muy alto, pues se sitúa en octavo lugar de importancia para los investigadores principales "con transferencia". Es cierto que la valoración dada por los investigadores principales "sin transferencia" es más alta, sin embargo la diferencia de valoración no es significativa. El nivel medio efectivo percibido es relativamente bajo, existiendo una diferencia de apreciación significativa - al 98%, según el análisis ANOVA- entre grupos de investigadores: los valores medios de cada grupo se encuentran fuera del intervalo de confianza al 95% del valor del otro, siendo quienes han colaborado con agentes externos los que vuelven a mostrarse aquí más críticos, como en otras ocasiones. La distancia con respecto al nivel deseable considerado es apreciable en ambos casos.

Para S2, relativo al conocimiento de las "cadenas de valor internas" del conocimiento científico-técnico que deben establecerse en la universidad, que figura por importancia en el décimo lugar según los investigadores "con transferencia", se produce una coincidencia casi total en su valoración por parte de los dos grupos de investigadores, aunque con ligera mayor valoración de los investigadores principales "sin transferencia". El nivel percibido de realización efectiva es bajo en los dos grupos, pero son los investigadores que han colaborado con agentes externos quienes perciben de forma significativa - al 99,8% según el análisis ANOVA- el nivel más bajo. La distancia con respecto al nivel deseable es apreciable.

Considerando ahora S3, relativo a los indicadores de calidad de la investigación aplicada, es el penúltimo en nivel de importancia percibida según los investigadores "con transferencia". No hay diferencias significativas en la importancia otorgada por los investigadores, y tampoco en la apreciación respecto de su nivel de realización efectiva. La distancia con respecto a la importancia media percibida es baja.

Llegando a S4, referente a la gestión del proceso de transferencia del conocimiento científico-técnico, para este tipo de conocimiento se dispone de resultados relativos a la encuesta a empresas. No existen en este caso diferencias significativas entre las valoraciones de importancia otorgadas por los dos tipos de investigadores principales - relativamente modestas- , ni entre éstos y las empresas, aunque sí existe una diferencia significativa entre estas últimas, pues el valor medio percibido para este tipo de conocimiento por las empresas que no colaboran con la universidad se encuentra fuera, y por debajo, del intervalo de confianza al 95% del valor percibido por las empresas que sí colaboran.

Respecto del nivel de realización efectiva, no hay discrepancias significativas entre los grupos de investigadores, aunque son los que han colaborado con agentes externos quienes califican más bajo este aspecto; pero si se comparan las apreciaciones de éstos con las de las empresas que colaboran con la universidad, aparece una cierta discrepancia, pues éstas valoran de forma significativamente más alta el nivel de su realización efectiva. La distancia percibida es apreciable en el caso de los investigadores, mientras que para las empresas es relativamente modesta.

Para S5, referido a la gestión administrativa de proyectos y contratos, tampoco existen diferencias significativas en las calificaciones otorgadas por los investigadores principales - también modestas- , y asimismo muestra una valoración más baja de su nivel de realización efectiva por parte de los investigadores principales "con transferencia", aunque no es significativa. La distancia respecto de la importancia percibida es bastante baja en ambos grupos.

Con respecto a los impulsores del Capital Relacional, para R1, relativo al conocimiento de las necesidades de I+D de los agentes externos, con respecto a la importancia otorgada al mismo, es similar y bastante alta entre investigadores principales y empresas "con transferencia", mientras que la asignada por los investigadores "sin transferencia" es significativamente más baja, pues la importancia media percibida por éstos se encuentra fuera del intervalo de confianza al 95% de la importancia percibida por los investigadores "con transferencia". Por su parte, las empresas "no colaboradoras" muestran una valoración media de este tipo de conocimiento ligera, aunque no significativamente, superior a la otorgada por las empresas "colaboradoras". Respecto del nivel percibido de su realización efectiva, existe bastante coincidencia entre investigadores principales, y entre éstos y las empresas que colaboran con la universidad. Como puede observarse, las distancias percibidas son apreciables.

Pasando a R2, relativo al conocimiento de la actuación de los competidores de la universidad en el mercado de la I+D, es valorado de forma significativamente superior por las empresas. Este resultado parece mostrar la falta de mentalidad competitiva que todavía existe entre algunos investigadores universitarios. En cuanto al nivel percibido de su realización efectiva, es significativamente superior en el caso de las empresas que han colaborado con la universidad. La distancia en el caso de los investigadores que han colaborado con agentes externos es apreciable (1,57), mientras que en el caso de las empresas que han colaborado con la universidad es más modesta.

En el caso de R3, conocimiento sobre las formas de relación a largo plazo con agentes externos, la valoración de su importancia por los dos grupos de investigadores y por las empresas colaboradoras en I+D con la universidad es similar, mientras que la valoración de las que no colaboran es significativamente inferior - al 99%, según el análisis ANOVA- , a la de aquéllas. En este caso, por tanto, parece darse una "brecha" entre las empresas. En cuanto al nivel percibido de su realización efectiva, es significativamente superior en el caso de las empresas que han colaborado con la universidad, por lo que la distancia percibida es menor para aquéllas, aunque bastante apreciable, siendo alta según los investigadores.

R4 es el tipo de conocimiento relativo a los modos de fomentar la imagen de la universidad como generadora de I+D transferible. Para este tipo de conocimiento, ambos grupos de investigadores lo valoran en un nivel no muy alto, pero las empresas que colaboran con la universidad lo valoran de una forma significativamente más elevada, mientras que las que no colaboran lo hacen de forma significativamente más baja, - al 99,99% respecto de las que sí colaboran, según el análisis ANOVA. En este caso la "brecha" entre grupos de empresas resulta especialmente llamativa. En cuanto a su realización efectiva, no existen diferencias de percepción significativas entre los investigadores. En el caso de las empresas que colaboran con la universidad, el nivel medio efectivo percibido es ligera pero significativamente superior al percibido por los investigadores[18], de forma que en el caso de éstos la distancia es mayor.

Llegando a R5, conocimiento por parte de los agentes externos de la oferta de I+D de la propia universidad, la importancia media percibida por las empresas para este tipo de conocimiento, aun siendo elevada, resulta significativamente inferior a la asignada por los investigadores - sus intervalos de confianza al 95% no se solapan. Mientras que los investigadores no manifiestan diferencias de apreciación significativas entre grupos, en el caso de las empresas las discrepancias son significativas al 96,6% según el análisis ANOVA, siendo claramente más alta la importancia otorgada por las empresas que han colaborado previamente con la universidad.

Respecto de los niveles efectivos para este tipo de conocimiento, en el caso de los grupos de investigadores quienes han colaborado con agentes externos se manifiestan más críticos, pues su valor medio percibido queda fuera y por debajo del intervalo de confianza correspondiente a las percepciones de los investigadores que no han colaborado con agentes externos. Por su parte, el nivel medio efectivo percibido por las empresas que colaboran con la universidad no se diferencia significativamente del correspondiente a los investigadores que sí colaboran, aunque sí lo hace - por debajo- respecto de los investigadores que no realizan transferencia. En cuanto a las distancias percibidas, son altas en todos los casos, especialmente para los investigadores principales que realizan transferencia, siendo éste el tipo de conocimiento para el que las distancias percibidas son más elevadas.

Tras el análisis individualizado de los tipos de conocimiento, pueden plantearse algunas conclusiones sintéticas.

Considerando las diferentes clases de conocimiento, parece evidente la mayor relevancia otorgada a los impulsores de los capitales humano y relacional: de hecho, entre los ocho tipos de conocimiento más valorados por importancia según los investigadores con transferencia de I+D, aparecen cuatro tipos de conocimiento relativos al capital humano, tres impulsores del capital relacional y sólo uno impulsor del capital estructural. Por otra parte, en la encuesta a investigadores principales sin transferencia de I+D los tipos de conocimiento situados en los ocho primeros puestos coinciden con los investigadores principales con transferencia, salvo que un tipo de conocimiento relacional - precisamente R1, el conocimiento de las necesidades de I+D de los agentes externos- es desplazado fuera de los ocho primeros puestos por S2, relativo a la creación dentro de la universidad de cadenas de valor del conocimiento científico-técnico.

Una conclusión que puede obtenerse igualmente es que, en general, los valores medios de importancia asignados a los tipos de conocimiento no son muy diferentes entre los investigadores y las empresas. Además, las escasas diferencias detectadas - ya comentadas en el análisis de resultados por tipos de conocimiento- en unos casos son positivas y en otras negativas, y nunca alcanzan valores muy altos. Por tanto, al menos respecto de la valoración de los tipos de conocimiento, la "brecha" de comunicación entre la universidad y la empresa no parece muy amplia.

Existe una cierta "brecha" entre investigadores que han colaborado con agentes eternos y los que no han colaborado, pues en tres tipos de conocimiento - H5, H2 y R1- las calificaciones medias de importancia son estadísticamente diferentes entre un grupo y otro, pero en los otros doce tipos de conocimiento no sucede así, por lo que dicha "brecha" no parece muy amplia. Sin embargo, en el caso de las empresas son cinco - de diez considerados- los tipos de conocimiento en los que la importancia media percibida por las empresas que han colaborado con la universidad es significativamente diferente - siempre superior- a la establecida por las que no han colaborado. Existe, pues, en el caso de las empresas una mayor discrepancia respecto de las valoraciones de los tipos de conocimiento. Por lo tanto, al parecer la mayor brecha es la existente entre las empresas que colaboran con la universidad y las que no colaboran con ella.


5.3. Una priorización de tipos de conocimiento.

Una vez realizados los análisis presentados en las anteriores secciones, las siguientes cuestiones que cabe plantearse son: ¿qué tipos de conocimiento resulta más urgente desarrollar? ¿Deben priorizarse las acciones para desarrollar los tipos de conocimiento más importantes, o tal vez resulte más urgente abordar la reducción de las distancias más elevadas entre niveles deseados y efectivos?

Estas preguntas no son baladíes, pues puede comprobarse que los tipos de conocimiento considerados como más importantes no coinciden necesariamente con aquellos en los es mayor la distancia entre niveles deseados y efectivos.

Por otra parte, debe tenerse en cuenta que los tipos de conocimiento considerados no son independientes unos de otros: se encuentran relacionados en su contribución al resultado final del proceso. Ello implica que, si se decide desarrollar un determinado tipo de conocimiento considerado prioritario, seguramente resultará necesario desarrollar igualmente otros tipos de conocimiento que influyen sobre el mismo.

Como un primer instrumento para el análisis, en la tabla 3 se presentan ordenaciones de los tipos de conocimiento según las distancias entre niveles deseados y efectivos. En primer lugar se indica la ordenación resultante de la encuesta a investigadores principales que han realizado transferencia a agentes externos; a continuación figura la correspondiente a la encuesta a investigadores principales que no han realizado transferencia; en tercer lugar aparece la relativa a las empresas que han colaborado con la universidad, pues su opinión es más relevante a efectos de este trabajo, y además el nivel de respuesta ha sido elevado, por lo que los resultados son significativos. Por último, se indican también los números de orden según la valoración de la importancia de los tipos de conocimiento por parte de los investigadores principales con transferencia y las empresas que colaboran con la universidad, cuyas percepciones parecen más relevantes.

De la observación de la tabla puede deducirse que existen cuatro tipos de conocimiento para los que la distancia percibida entre los niveles deseados y efectivos es muy alta - superior a 1,5- en la percepción de todos los grupos. Estos son: R5 - conocimiento por los agentes externos de la oferta de I+D de la universidad- , H3 - relativo a la constitución de grupos multidisciplinares- , R3 - referente a las formas de relación a largo plazo con agentes externos- y R1 - conocimiento de las necesidades de I+D de empresa e instituciones. Estos tipos de conocimiento se encuentran situados en los números 3, 5, 7 y 6 por orden de importancia percibida según la encuesta a investigadores principales con transferencia, por lo que, al ser igualmente conocimientos importantes y no suficientemente desarrollados, las acciones respecto de los mismos deberían ser prioritarias.

Por otra parte, respecto de H4, relativo a la imagen "interna" de la universidad, el significado de la diferencia entre importancia y niveles efectivos de realización según la encuesta a investigadores y según la encuesta a empresas ya ha sido comentado en la sección anterior de este trabajo, por lo que, teniendo en cuenta además que se encuentra en noveno lugar de importancia según la encuesta a investigadores principales con transferencia, pero el cuarto según la encuesta a empresas que colaboran con la universidad, puede deducirse que las acciones para potenciar este tipo de conocimiento también deben ser prioritarias.

Tabla 3: Ordenación de los tipos de conocimiento claves según distancias entre niveles deseados y efectivos

Tipos de Conocimiento

Encuesta a investigadores principales con transfer.

Encuesta a investigadores principales sin transfer.

Encuesta a Empresas con transfer.

Nº de orden por importancia según encuestas

Nº de orden

Distancia

Nº de orden

Distancia

Nº de orden

Distancia

I. P. con transf.

E. con transf.

R5

1

2,30

1

1,96

1

1,90

3

8

H4

2

2,12

4

1,65

7

1,37

9

4

H3

3

2,02

2

1,85

2

1,81

5

5

S1

4

1,99

3

1,79

-

-

8

-

S2

5

1,96

5

1,62

-

-

10

-

R3

6

1,88

6

1,61

5

1,53

7

3

S4

7

1,64

7

1,54

8

1,15

11

9

R2

8

1,57

10

1,23

9

1,04

15

10

R1

9

1,53

8

1,53

4

1,63

6

6

R4

10

1,53

9

1,47

6

1,42

12

7

H5

11

1,31

12

1,02

-

-

2

-

H2

12

0,93

11

1,15

3

1,64

4

2

H1

13

0,65

13

0,71

10

0,84

1

1

S3

14

0,58

14

0,47

-

-

14

-

S5

15

0,51

15

0,31

-

-

13

-

Se han identificado, por tanto, cinco tipos de conocimiento de acción prioritaria. Pero si su potenciación requiere asimismo el desarrollo de otros tipos de conocimiento con los que se encuentren fuertemente vinculados, estos últimos deberían ser considerados también prioritarios. El análisis de estas vinculaciones, para el caso de la UPV/EHU, es realizado en el trabajo de Rodríguez et al. (2003). Las conclusiones al respecto más importantes del mismo se exponen a continuación.

Respecto de la clase de conocimientos impulsores del capital estructural parece existir vinculación, especialmente entre S2, relativo a la necesidad de creación de cadenas de valor internas del conocimiento científico-técnico, y S3, conocimiento de indicadores de calidad de la investigación. Estos dos tipos de conocimientos se refieren a la transferencia "interna" del conocimiento científico-técnico y la calidad del mismo. Si se examina la tabla 3, puede comprobarse que, como estos tipos de conocimiento no fueron incluidos en la encuesta a empresas, la valoración que puede hacerse de los mismos resulta incompleta. S2 muestra una distancia importante entre el nivel deseado y el efectivo, especialmente según los resultados de la encuesta para los investigadores principales que han colaborado con agentes externos. S3, sin embargo, presenta distancias bastante bajas, las segundas más bajas de todos los tipos de conocimiento.

Entre los impulsores del capital relacional aparecen dos vinculaciones diferentes: una asocia a los que podrían denominarse "tipos de conocimiento puramente relacionales", como son R1, conocimiento de las necesidades en la materia de los agentes externos, y R3, conocimiento de las formas de tratar con los mismos; ambos tipos de conocimiento ya han sido considerados prioritarios; la otra asocia a los que podrían ser denominados "conocimientos relativos a la imagen externa de la universidad", pues comprende tanto R4, conocimiento de las formas de desarrollar la imagen de la universidad, como R5, conocimiento por los agentes externos de las posibilidades que ofrece la universidad como suministradora de conocimiento científico-técnico. Parece, pues, que R4, fuertemente vinculado a R5, debería ser considerado igualmente de alta prioridad.

Por otra parte, aparecen también vinculaciones entre las asociaciones ya mencionadas. Es clara la que relaciona a [ R1, R3] con [ R4, R5] , pero resultan más interesantes las vinculaciones "transversales" detectadas, pues indican que los impulsores del capital relacional y del capital humano, especialmente estos últimos, se encuentran vinculados a los impulsores del capital estructural, y además los conocimientos "puramente relacionales" se vinculan fuertemente a los conocimientos "humanos" representativos de conocimientos y habilidades para la investigación.

Estas vinculaciones aparecen sintetizadas en la el gráfico 3, basado en el "modelo de tres hojas solapadas" (overlapping three-leaf model) original de Leliaert (Rodov y Leliaert, 2002, p. 333). Este modelo pretende representar los elementos del capital intelectual de una organización según la tradicional diferenciación entre Capital Humano, Capital Cliente (o Capital Relacional) y Capital Estructural, pero teniendo en cuenta que ciertos intangibles pueden corresponder a la vez a dos clases de capital intelectual, e incluso a las tres. En la figura se ha adaptado dicho modelo para representar los tipos de conocimiento impulsores de las distintas clases de capital intelectual y las vinculaciones entre los mismos, según los resultados presentados en Rodríguez et al. (2003), denominándolo "Trébol de Leliaert".

Gráfico 3: Modelo de "Trébol de Leliaert" para los tipos de conocimiento claves en la gestión de I+D en universidades

 

Fuente: elaboración propia según Rodov y Leliaert (2002)

Según lo anterior, en la tabla 4 se presenta una propuesta de priorización de los tipos de conocimiento.

Se ha decidido considerar como de más alta prioridad, por una parte, los tipos de conocimiento que anteriormente ya han sido identificados como prioritarios [ R5, H3, R3, H4, R1] , y por otra, R4, fuertemente vinculado a H5, de forma que resulta muy difícil desarrollar uno sin el otro. En total, se consideran en este nivel de prioridad seis tipos de conocimiento.

Dentro del nivel de prioridad 2 se han incluido los tipos de conocimiento que presentan una alta distancia percibida entre sus niveles deseados y efectivos al menos según una de las encuestas [ S1, S2, H2] , junto a aquellos que no han sido incluidos todavía pero han sido percibidos como muy importantes - en los dos primeros puestos- según la encuesta a investigadores principales con transferencia [ H1, H5] .

Tabla 4: Una priorización de los tipos de conocimiento claves para la gestión de la I+D en universidades

Prioridad 1: Tipos de conocimiento con alta importancia percibida y elevadas distancias entre niveles deseados y efectivos según encuestas a investigadores principales y empresas que colaboran con la universidad, así como los fuertemente vinculados a éstos:

R5.

Conocimiento por parte de los agentes externos (empresas, organizaciones, instituciones y la sociedad en general) de las posibilidades que ofrece la universidad como suministrador de I+D o como socio en su generación.

H3.

Conocimiento y asunción por los investigadores de la universidad de la necesidad de constituir grupos de investigación multidisciplinares.

R3.

Conocimiento sobre las formas de relacionarse con el sector privado y las instituciones para realizar alianzas estratégicas y cooperar en la realización de proyectos.

R1..

Conocimiento por los investigadores de la universidad de las necesidades de I+D de los agentes externos.

H4.

Conocimiento y asunción por los investigadores de la imagen de su Universidad como entidad que les engloba y apoya en su relación con los entes sociales externos.

R4.

Conocimiento de las técnicas y modos de desarrollar la imagen y reputación social de la universidad como productora de conocimiento científico-técnico transferible.

Prioridad 2: Tipos de conocimiento con alta distancia entre nivel deseado y efectivo según los resultados de al menos una encuesta, y aquellos con un gran nivel de importancia percibida no considerados anteriormente:

S1.

Conocimiento compartido por los investigadores de las experiencias existentes en la universidad de transferencia del conocimiento, en especial las de áreas afines o de tipo multidisciplinar.

S2.

Conocimiento sobre creación y mantenimiento de cadenas de valor del conocimiento científico-técnico, que permitan transferir éste desde la investigación básica hasta la aplicación.

H5.

Conocimiento de la gestión de personas en la creación y transferencia del conocimiento científico-técnico

H2.

Conocimiento y asunción, por parte de los investigadores de la Universidad, de la necesidad de realizar, junto a la investigación pura, investigación aplicada, esto es, generar conocimiento susceptible de ser transferido a agentes externos.

H1.

El propio conocimiento científico-técnico, y las habilidades para la investigación, incorporados por los investigadores de la universidad, en especial en el campo de la investigación aplicada y su transferencia.

Prioridad 3: Resto de tipos de conocimiento:

S4.

Conocimiento relativo a la gestión del proceso de transferencia del conocimiento científico-técnico.

R2.

Conocimiento de los modos en que los agentes no universitarios dedicados a la investigación aplicada satisfacen las necesidades de I+D de las empresas e instituciones.

S3.

Conocimiento compartido por los investigadores de la universidad de indicadores de calidad de la investigación aplicada y de su transferencia, así como de las formas de aseguramiento de dicha calidad.

S5..

Conocimiento relativo a la gestión administrativa de proyectos y contratos.

Por último, en el nivel más bajo de prioridad se han incluido S4, R2, S3 y S5. Los dos primeros, aunque presentan distancias altas según la encuesta a investigadores principales con transferencia, y más modestas según la encuesta a empresas, están situados en un nivel de importancia bastante bajo tanto según los investigadores principales como según las empresas. Por su parte, S3 y S5, según la percepción de los investigadores principales, ocupan puestos también muy bajos en importancia, y las distancias percibidas son las más bajas de todos los tipos de conocimiento.

6. conclusiones y perspectivas de investigación y acción futuras

Las conclusiones que pueden obtenerse de este trabajo son de diversos tipos.

Con respecto a la metodología aplicada, puede afirmarse que se ha desarrollado y validado una metodología original para:

  • detectar tipos de conocimiento claves en la gestión de la investigación, el desarrollo y la transferencia del conocimiento científico-técnico en la universidad,
  • medir las distancias entre sus niveles "deseados" y "efectivos",
  • y establecer una priorización de los tipos de conocimiento mismos en orden a desarrollar acciones para reducir tales distancias.

Esta metodología consiste en establecer una lista preliminar de tipos de conocimiento claves para el proceso según los objetivos estratégicos de la organización, seguidamente validar esa lista a través de entrevistas con coordinadores de grupos de investigación (análisis exploratorio), y por último, mediante encuestas a investigadores y empresas, confirmar los anteriores datos, establecer para cada tipo de conocimiento niveles de importancia y de realización efectiva, así como la distancia entre ambos. De este modo puede obtenerse una ordenación de los tipos de conocimiento, que permita establecer áreas de acción prioritarias. Consideramos que este método puede emplearse con éxito en otras universidades, e incluso en centros de investigación y empresas de I+D como parte de un programa de gestión del conocimiento.

Con respecto a las conclusiones alcanzadas para la universidad objeto de estudio, es cierto que, en principio, se refieren exclusivamente a esta entidad, pero muy posiblemente sean aplicables, a otras universidades. Entre estas conclusiones deseamos resaltar las siguientes:

  • Tanto los investigadores como las empresas han percibido que los tipos de conocimiento de la lista a confirmar eran de alta importancia, lo cual indica que todos ellos son claramente relevantes para el proceso analizado.
  • Resulta evidente la mayor relevancia otorgada a los impulsores de los capitales humano y relacional.
  • Los valores medios de importancia asignados a los tipos de conocimiento no son muy diferentes entre los investigadores y las empresas. Esto parece indicar que, al menos en relación con el proceso aquí analizado, la "brecha de comunicación" entre universidad y empresa no es tan importante como a veces se afirma.
  • Existe una cierta "brecha" entre grupos de investigadores: para tres tipos de conocimiento, la importancia media percibida de los mismos por los investigadores sin relación con agentes externos es significativamente menor que la percibida por los que sí la tienen; pero teniendo en cuenta que para los restantes doce tipos de conocimiento - el 80%- las diferencias de percepción no son estadísticamente significativas, esta brecha no parece muy amplia.
  • Sin embargo, en el caso de las empresas son cinco los tipos de conocimiento - en su caso, el 50% del total- en los que las calificaciones medias emitidas por las que han colaborado con la universidad son significativamente superiores a las establecidas por las que no han colaborado. Por tanto, puede concluirse que, al menos en el aspecto aquí tratado, aunque la "brecha" entre universidad y empresa existe, parece ser más importante la brecha entre las empresas que colaboran con la universidad y las que no colaboran con ella.
  • Respecto del conocimiento científico-técnico y habilidades para la investigación (tipo de conocimiento H1) existe unanimidad en todos los grupos considerados respecto de su valoración como el más importante para el proceso de I+D+T. Y es también aquél en que su nivel efectivo de realización se percibe como más próximo al nivel deseado.
  • Un terreno en el que debe realizarse un gran esfuerzo, tanto por los grupos de investigación como por las autoridades universitarias, para alcanzar los niveles deseados de conocimiento, se refiere al conocimiento sobre la "imagen" de la universidad, tanto "externa", respecto de su potencial como proveedor de conocimiento científico-técnico - tipos de conocimiento R4 y R5- , como "interna", referente a su capacidad para integrar y apoyar la investigación, especialmente la investigación aplicada - tipo de conocimiento H4.
  • Otras áreas a las que debe prestarse una atención prioritaria son la relativa al conocimiento de las necesidades de las empresas e instituciones y de las formas de relacionarse con ellas en materia de I+D - tipos de conocimiento R1 y R3- , y la necesidad de compartir conocimientos entre diversas áreas de investigación en orden a constituir grupos multidisciplinares de investigación - tipo de conocimiento H3.
  • Por otro lado, este trabajo es sólo parte de un proyecto de investigación más amplio. Siguiendo el mismo objetivo, se ha realizado un análisis completo de las actividades relativas al proceso de I+D+T y de la cultura organizacional en la universidad[19]. Los resultados conjuntos de esos análisis constituyen un diagnóstico completo de la situación actual respecto de la gestión del conocimiento en la universidad en el proceso de I+D+T.

Las perspectivas de acción abiertas por estos resultados son significativas:

  • Selección definitiva de los tipos de conocimiento claves que serán el centro de los diferentes programas de gestión.
  • Establecer un panel de indicadores específico para medir y controlar estos tipos de conocimiento.
  • Construcción de un nuevo modelo de gestión del conocimiento para el proceso de I+D+T en la universidad, que permita impulsar las fortalezas del modelo actual y eliminar sus debilidades.

Los resultados obtenidos por la investigación presentada en este trabajo pueden generalizarse a otras organizaciones a través de la nueva metodología empleada para identificar y evaluar un grupo de tipos de conocimiento claves en el proceso bajo análisis. La medida de las desviaciones entre el nivel efectivo de un tipo de conocimiento y su nivel deseado puede mostrar si las políticas de gestión del conocimiento en una organización van en la dirección correcta o necesitan algún cambio. El principal método de evaluación que proponemos aquí es la comparación en el tiempo de los resultados entre los niveles deseado y actual. También pueden evaluarse con este mismo método los resultados de diferentes universidades y entidades de I+D de una región o un país, para de esta forma obtener un "mapa de conocimientos" completo en un ámbito territorial concreto.

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Notas :

[1] Este trabajo refleja investigación relativa al Proyecto de Investigación "La Gestión del Conocimiento en una Universidad Pública: El Proceso de Investigación-Desarrollo-Transferencia del Conocimiento Científico-Técnico" que ha recibido financiación en 2000 y 2001 del Programa para el Fomento de Investigación Técnica (PROFIT) del Ministerio de Ciencia y Tecnología (proyectos de la investigación FIT-080000-2000-97 y FIT-080000-2001-63) y en 2001 del Programa para el Fomento de la Red vasca de Tecnología del Gobierno vasco (Acción Especial AE01UN02) y del Programa Universidad-empresa del Gobierno vasco y la Universidad del País vasco (Acción Especial AE01/C04). También, del Proyecto de Investigación “Diseño de un modelo de transferencia de resultados de investigación basado en el conocimiento”, que ha financiado en 2002 y 2003 por el Programa SAIOTEK del Gobierno Vasco (Plan de Especialización PE02UN05).

[2]Sobre el capital intelectual, algunas revisiones interesantes son las de Bueno (1998, 1999), Brennan y Cornell (2000), Petty y Gutrie (2000), Seetharaman et al. (2002), Andriessen (2004) y Cañibano y Sánchez (2004). Véase también Cañibano et al. (2002) y Bueno (2003a).

[3]Agradecemos al Profesor Eduardo Bueno el habernos hecho notar este punto en el transcurso de una Jornada del Grupo de Trabajo correspondiente al Proyecto, celebrada el día 19 de octubre de 2001.

[4]Algunas excepciones son Liebowitz y Suen (2000), Blanco et al. (2001), Garnett (2001) y Leitner (2002).

[5]Revisiones de esas clasificaciones se encuentran en Brennan y Connell (2000), Petty y Gutrie (2000) y Seetharaman et al. (2002).

[6]Para más información sobre este proyecto ver Rodríguez et al. (2001).

[7]El equipo de investigación para este objetivo fue constituido por Arturo Rodríguez (coordinador del equipo y también líder del proyecto de la investigación), Inmaculada Gallastegui, Francisco Panera y Pilar Zorrilla. Asimismo, fueron asociados al equipo Stanislav Ranguelov, un técnico-investigador para todo el proyecto, y Raquel Nieves, una becaria de investigación. El tiempo de desarrollo de estas dos etapas del proyecto fue aproximadamente de octubre de 2000 a marzo de 2002. Para más información sobre las mismas, pueden consultarse Rodríguez (2001), Rodríguez et al. (2002, 2004).

[8]En la actualidad, la UPV/EHU está en el proceso de elaborar su Plan Estratégico.

[9]Véase por ejemplo Schmidtlein y Milton (1990), Prinvale (1992), Roberston (1993), García y Álamo (1998a, 1998b).

[10]Para un despliegue más detallado de estos objetivos, véase Rodríguez (2001), pp. 20-21.

[11]Para una exposición más detallada, pueden consultarse Rodríguez et al. (2002, 2004).

[12]El conocimiento científico-técnico elaborado en la Universidad y publicado en libros, revistas, actas de congresos, etc., es, por su propia naturaleza, público. Sin embargo, el conocimiento científico-técnico incorporado por los investigadores a través de su propia experiencia, al que nos referimos aquí, tiene componentes tácitos y personales muy importantes.

[13]Puede comprobarse que estos tipos de conocimiento se refieren principalmente al capital organizacional. No obstante, algunos de ellos también se refieren de una manera indirecta al capital tecnológico, puesto que compartir conocimientos requiere el uso de instrumentos tecnológicos como bases de datos relacionales, intranets y extranets, comunidades de prácticas, etc.

[14]El equipo de investigación para esta fase del proyecto estuvo formado por Jon Landeta (coordinador del equipo), Ana Blanco, José Miguel Blanco, Macarena Larrauri, Ana María Martín, Arturo Rodríguez, Javier Urrutia y Pilar Zorrilla. También fueron asociados Stanislav Ranguelov y Raquel Nieves.

[15]La asimilación del “nivel de importancia” al “nivel deseado” es empleada en otro estudios sobre gestión del conocimiento en universidades. Véase, por ejemplo, Oliver et al. (2003).

[16]Los niveles de confianza no han sido incluidos en este trabajo, pero pueden ser suministrados a quien los solicite.

[17]De la misma forma, los resultados del análisis ANOVA no se incluyen aquí, pero pueden ser suministrados a quien los solicite.

[18]El nivel medio efectivo según la encuesta a empresas que colaboran con la universidad se encuentra por encima del intervalo de confianza al 95% de los niveles efectivos según los resultados de la encuesta a los dos grupos de investigadores principales.

[19]Sobre estos análisis, pueden consultarse Ayestaran (2004) y Landeta et al. (2004).