Extraída del libro "Historia de Arafo" de autor Febe Fariña Pestano, quien ha cedido desinteresadamente este valioso documento a la banda.

SOCIEDAD FILARMÓNICA “NIVARIA”

 

La actividad desplegada por las bandas de música ha permitido que la Villa de Arafo sea conocida en toda la geografía insular por su afición a este noble arte; no en vano esa tradición comenzó a consolidarse hacia 1858 ó 1859 cuando un grupo de niños fue adquiriendo las primeras nociones de solfeo para formar luego una pequeña agrupación, bajo la batuta de un adolescente, Luis Otazo Marrero, nacido en Arafo el 25 de agosto de 1843. Por su juventud, tuvo que estar arropado de alguna manera por personas de mayor edad e influencia que le adiestraron, alentaron y ayudaron a conseguir los medios humanos y materiales necesarios para formar el conjunto. Tal vez la figura paterna, Vicente Otazo Ramos, alcalde de la localidad entre 1845 y 1847, capitán retirado de milicias, que disfrutaba de una desahogada posición económica, amén de ser hombre culto ya que era poseedor de una importante biblioteca, fuera el detonante que impulsó a su joven hijo a dirigir este pequeño grupo.

Con unos rudimentarios instrumentos adquiridos a una desaparecida banda de La Orotava denominada “Las Benéfica”, comenzaron a ensayar en los aledaños de la Piedra del Barranco, para no causar molestias al vecindario, ante las miradas escépticas de muchos que se congregaban en los alrededores.

El debut no se hizo esperar, y el 10 de enero de 1860 hacía su presentación una banda de música denominada “Numancia”, constituida por unos 15 miembros con edades comprendidas entre los 8 y los 16 años, en la plazoleta aledaña a la iglesia parroquial[1]. De esta forma comenzó la andadura de esta agrupación, interviniendo a partir de entonces en las principales fiestas de la localidad.

Los vaivenes políticos también incidirán en sus actividades. En 1868, una vez caída la monarquía de Isabel II y constituida en Santa Cruz la Junta Superior de la Provincia, decidieron en Arafo formar bajo la égida de la familia Batista, una Junta Local con el fin de regir los destinos del pueblo. Para celebrarlo, algunos aficionados que componían la banda de música salieron tocando por las calles dando algunas vivas a la libertad[2].

El 6 de mayo de 1871 se produjo en el pueblo un significativo acontecimiento: la visita del obispo de la Diócesis Nivariense, José María Urquinaona y Bidot, el cual fue recibido “con música y demostraciones muy significativas del Pueblo[3] en la que puso ser otra actuación de la “Numancia”.

En torno a 1872, Luis Otazo, que había cursado estudios de derecho, fijó su domicilio en La Orotava[4], lo que no fue obstáculo para que los futuros músicos se trasladaran a aquella localidad para dar sus clases, utilizando mulas, caballos o burros como medio de locomoción. Cuando la banda tenía que realizar alguna tocata, era el señor Otazo el que se desplazaba hasta Arafo, donde efectuaban los ensayos correspondientes[5].

 No obstante, la imposibilidad de atender debidamente las necesidades del conjunto motivó que la batuta pasara a manos de otro destacado fundador, Eladio Hernández Curbelo, “que continuó la dirección varios años, mejorándola con nuevos elementos y halagando el deseo de uniformarla[6].

Fue invitada a los actos de proclamación de la I República en 1873, ejecutando himnos liberales, lo que les valió el agradecimiento del entonces alcalde Domingo García por su buen comportamiento[7]. Asimismo era habitual su participación en festividades religiosas como las del Jueves y Viernes Santo, Corpus y Octava en 1875, por las que cobraron 160 reales de vellón; Jueves y Viernes Santo y Corpus de 1876, percibiendo 120 reales de vellón y Jueves y Viernes Santo de 1877, remunerados con 60 reales de vellón[8] y que fueron cobradas por su director Eladio Hernández.

Sin embargo, la primera gran actuación de la “Numancia” que tenemos constancia se produjo el 7 de diciembre de 1883 con motivo de la denominada “Fiesta del cable”, al celebrarse la llegada a Santa Cruz de la línea telegráfica que salía de Cádiz. Como no había banda en la capital, los municipios de La Laguna, Realejo Bajo, La Orotava, San Juan de la Rambla, La Matanza y Arafo enviaron las suyas. Dos de éstas tocaron durante la concurrida ceremonia del amarre por la mañana y por la noche, las cuatro restantes amenizaron un paseo por la plaza de la Constitución, calle Castillo y alameda de La Marina[9]. Asimismo, intervino en la visita pastoral que hizo el obispo de la diócesis Ramón Torrijos y Gómez a Arafo el 2 de mayo de 1889[10].

Eladio Hernández como tantos araferos en esa época, marchó a Cuba por espacio de dos años, sustituyéndole su hermano José. A su regreso volvió a dirigir, permaneciendo en la banda hasta la década de los noventa. Fue director también durante un corto espacio de tiempo Eufemiano Ferrera Coello, “persona de dotes inigualables, que contaba con la simpatía de todo los vecinos, haciéndose acreedor de los merecimientos de su trabajo personal[11]. Además de actuar en Arafo, la banda se desplazó a Candelaria el 15 de agosto de 1898 con motivo de la festividad mariana[12].

El 28 de agosto de 1903, durante las fiestas patronales de Arafo, hizo su debut como director Belisario García Siliuto[13], joven perteneciente a una importante familia local y que despuntaba como notable bombardino. No obstante, en determinadas ocasiones fue conducida también por el Beneficiado de la Catedral de La Laguna José Tarife, tal y como ocurrió en la misa de San Juan el 29 de agosto de 1905, junto a un pequeño coro local[14].

 

Banda de música Numancia, dirigida por Belisario García Siliuto (1917).

 

Durante la etapa de don Belisario se produjo una importante renovación del repertorio, pues a los característicos pasodobles y marchas de procesión, se fueron añadiendo bailables propios de la época como la mazurca, el fox-trot, la habanera, el tango y algunos fragmentos de ópera que habían traído emigrantes retornados de Cuba[15]. La banda consiguió un local de ensayo digno en una casa sita en la calle La Libertad (hoy General Franco) propiedad de un hermano suyo, José García Siliuto, persona que influiría grandemente en la vida de la agrupación y que fue presidente de la misma.

A comienzos del siglo XX son ya numerosas las actuaciones fuera del pueblo. Resalta por encima de todas su participación en el recibimiento del rey Alfonso XIII cuando llegó a Santa Cruz el 26 de marzo de 1906 y por la que “mereció especial distinción el nombrado director don Belisario García Siliuto[16]. Para llevar a cabo esta tocata el alcalde Esteban Núñez se dirigió a su homónimo de Santa Cruz ofreciendo los servicios de la banda para tan destacado acto. El alcalde capitalino cursó una notificación de fecha 20 de marzo con su contestación: “He recibido el atento oficio de V.I. ofreciendo la banda de música de esa localidad para cooperar a los festejos que han de celebrarse en esta Capital con motivo de la próxima visita de S.M. el Rey y me complazco en significarle que acepto con satisfacción su ofrecimiento, dándole por ello las mas expresivas gracias. Al propio tiempo debo significarle que según las noticias que hasta ahora se tienen, S.M. el Rey llegara a esta Ciudad en la mañana del día 25 del mes que cursa”[17].

En el evento participaron, además de la banda de Arafo, la municipal de Santa Cruz, “Euterpe” de Güímar y la de San Juan de la Rambla. El periódico El Tiempo describe la llegada  de la regia visita de la manera siguiente: “A las 8 y cuarto anunció el semáforo de Anaga y comunicó el del Castillo de San Cristóbal la presencia a la vista del puerto de los dos buques de guerra españoles. Desde ese instante se izaron en dicho Castillo, en la capitanía general, edificios públicos y fuertes el pabellón nacional, mientras varias bandas de música recorrían las calles transmitiendo al vecindario la fausta noticia con alegres pasodobles (…) El desembarco se efectuó a las once y media (…) A gritos y vivas del pueblo se unieron los acordes de la marcha real ejecutada por todas las bandas, los pitos de las bocinas y sirenas, los cohetes y los cañonazos de la batería de Almeida que daba su segunda salva reglamentaria (…) Al legar a la Capitanía general la compañía de Artillería tributó a D. Alfonso los honores de ordenanza y las bandas de música que ya antes le habían saludado en las bocas calles en su marcha desde el muelle a la iglesia y desde ésta a dicho Palacio le recibieron a los acordes de la Marcha Real.

Momentos después S.M. y SS.AA. salieron al balcón de Capitanía para saludar al pueblo. Las ovaciones se repitieron y las bandas de música de nuevo ejecutaron el himno nacional (…) Desde las tres de la tarde comenzó a marchar la multitud hacia la Plaza de Toros, donde había de celebrarse el espectáculo organizado en el Salón  Frégoli en honor de D. Alfonso. Las cuatro bandas de música saludaron al monarca con la marcha Real”[18].

La crónica de los actos de la jornada la podemos completar por medio del periódico El Progreso: “Esta noche de 7 a 8 se celebrara el banquete ofrecido a D. Alfonso y su séquito por la Diputación Provincial en su palacio de la calle Teobaldo Power y a las 10 de la noche el baile de etiqueta en el casino principal. En la Plaza de la Constitución habrá paseo amenizado por las bandas municipales de Arafo, Güímar, y San Juan de la Rambla”[19].

Varios eran los músicos que descollaban en esos años, como el cornetín José Rodríguez, que en mas de una ocasión se puso al frente de la banda, el clarinete Joaquín García y el fliscorno Mesa[20].

Como era habitual, la “Numancia” animó las fiestas patronales de Arafo de ese año, con la particularidad que estrenaron uniformidad el 26 de agosto de 1906 y actuaron por vez primera en un templete recién construido en el centro de la plaza[21]. Fue testigo de esas actuaciones musicales el sacerdote A. Rodríguez Acuña, conocido del también religioso arafero Jesús Amaro Díaz, que sobre la agrupación escribió lo siguiente: “Tocó en los paseos, procesiones, etc. la banda de dicho pueblo; que me sorprendió gratamente por su conocimiento, afinación y buen gusto, que pregona el ingenio de su director mi distinguido amigo D. Belisario García Siliuto[22].

En la mañana del 27 de agosto de 1907, intervino en el solemne acto de bendición de la efigie de María Auxiliadora que había sido traída a Arafo. Tocaron con nuevo instrumental y desfilaron desde la plaza hasta la capilla del Señor del Pino, para después acompañar la imagen a la iglesia parroquial, tal y como lo relató un cronista de la época: “A las ocho la banda del pueblo bien uniformada y luciendo un instrumental nuevo, parte del cual iba estrenando, bajó al sitio de referencia y llegando hasta cerca del pabellón de la Virgen, situose convenientemente, brindando a la venerada efigie con sensibles acordes y melodiosas armonías (…)

Al levantar en hombros a la imagen otra salva de cohetes ensordeció al gentío compuesto en su mayor parte de forasteros que desde lejanos pueblos habían acudido al acto, y por en medio de la muchedumbre comenzó el desfile de la procesión, asistida por las autoridades, banda de música, hermandades y grupo de niños y acompañado de los concurrentes…[23].  A partir de entonces actuaran en los actos que anualmente se celebrarían en el pueblo cada 24 de mayo.

Los días 7 y 8 de septiembre el conjunto se desplazó a Arico con motivo de la fiesta de Nuestra Señora de Abona; el primer día interpretaron varios pasacalles y el segundo amenizaron un baile en la plaza de la localidad[24].

Durante la celebración de una festividad de Santa Cecilia, probablemente el año 1910, se produjeron una serie de desavenencias entre varios componentes de la agrupación, que provocó la dimisión de Belisario García Siliuto como director. No obstante, participaron en las fiestas de Santa Ana, que tuvieron lugar en el vecino pueblo de Candelaria, el 26 de agosto de 1911, bajo la batuta de Juan Hernández Batista, que en la prensa quedó reflejado de la siguiente manera: “Con suma lucidez se celebró en este pueblo el miércoles próximo pasado la fiesta de Santa Ana (...) Al llegar la Banda de aficionados de Arafo, recorrió las principales calles tocando bonitas piezas (...) La misa fue cantada y tocada con mucha maestría por la Banda, dirigida por el inteligente don Juan Hernández Batista, con varias tocatas alusivas al acto religioso.

Por la tarde dicha banda amenizó el paseo con escogidas piezas en la plaza, viéndose esta muy concurrida. Después del toque de oraciones, y acabadas las Completas, fue llevada en andas la bonita Imagen de Santa Ana por las principales calles de la población, siendo escoltada de algunos Hermanos del Santísimo, acompañados de la banda y numeroso público...”[25].

Pero indudablemente, la “Numancia”, sin su director titular, atravesaba unos momentos críticos. Al acercarse las fiestas patronales y no estar en condiciones de actuar, el primer edil Tomas de Mesa decidió intermediar en el asunto. Requirió los servicios del Sr. Arnay, que era inspector de consumos del municipio de Santa Cruz de Tenerife, solicitando de su alcalde le diera quince días de licencia a efectos de preparar los ensayos[26]. Arnay vino a Arafo y la banda pudo tocar el 28 y 29 de agosto. Al poco tiempo después, Belisario García Siliuto se incorporó de nuevo al frente de la misma.

El conjunto también acudió en 1911 a las fiestas de Nuestra Señora del Socorro, celebradas en Güímar y en dos ocasiones al municipio de Fasnia, primeramente por espacio de tres días, conmemorando la Virgen del Rosario. El programa de actos se publicó en el rotativo La Gaceta:

“ Fiestas en Fasnia (Virgen del Rosario)

Día 30 de septiembre (...)

A las doce, recibimiento de la banda de Arafo, que desde la carretera ira tocando alegres marchas hasta la plaza de S. Joaquín. A las cuatro de la tarde tocara en dicha plaza la referida banda y habrá otros números que proporcionaran un agradable rato. A las siete de la noche solemnes completas, y terminadas estas, saldrá procesionalmente la imagen de Nuestra Señora, amenizando este acto la citada  banda (...)

Día 1º de Octubre

A las seis de la mañana tocaran diana los simpáticos músicos de Arafo (...) Por la tarde paseo con música y animados bailes populares. A las ocho de la noche saldrá en procesión la venerada imagen del Rosario, acompañada de las autoridades del pueblo, de la banda (...)

Día 2 de octubre

Última tocata de la banda de Arafo, despedida de la misma y varios bailes populares…”[27].

Dos semanas mas tarde viajaron nuevamente a ese pueblo, contratados por el presidente de la comisión fasniera, Martín Esquivel.[28].

Fueron recordadas las fiestas candelarieras de 1912, al producirse algunos disturbios en la plaza en los que se vieron involucrados el alcalde, el párroco de la villa mariana y la banda de música y que la prensa trató durante varios días: “Siguiendo esta nota, el señor Carballo en unión del expresado señor Cura, su consorte político, armó con motivo de las recientes fiestas de Candelaria, un lío monumental con la banda de música de Arafo, acusando luego al alcalde y al pueblo de Candelaria[29]. Días mas tarde el mismo periódico señalaba que: “…público y notorio es el hecho de haber pronunciado el Sr. Alcalde ante una numerosa concurrencia en la plaza de Santa Ana, que no permitiría que dicha banda tocase en esta jurisdicción mientras llevara la representación oficial de este Ayuntamiento…”[30]. Aunque luego será el cura párroco el objeto de las críticas del rotativo: “Fue el Cura, señor Trujillo, quien armó el lío musical con la Banda de Arafo, con ocasión de las fiestas aquí celebradas recientemente. Y esto puede comprobarse con una carta que al alcalde de este pueblo escribió el Director de la expresada Banda[31].

En 1915, los diarios locales recogieron su actuación en Güímar con motivo del Socorro: “La bajada de la venerada imagen, nuestra Sra. del Socorro (…) fue un acto a la par que imponente, una verdadera demostración de fe. (…) Entre el numeroso público, no sólo de esta villa sino de los pueblos vecinos, y amenizado todo por la banda municipal del pueblo de Arafo…”[32]. Concurrieron al acto de recibimiento de un grupo de niños “exploradores” de La Laguna y Puerto de la Cruz que visitaron Arafo el 10 de julio de 1916, siendo luego agasajados en el “Club Central”[33]. Por esa época la agrupación es rebautizada con el nombre de “Nivaria”, al considerarse que se representaba mejor a la isla de Tenerife, y hacia 1917 renovaron su uniformidad. En 1918 Belisario García Siliuto adquirió en Francia gran cantidad de instrumentos, aprovechando la depreciación del franco francés, por un coste máximo de ciento cincuenta pesetas[34].

Las fiestas en honor de Nuestra Señora María Auxiliadora se fueron convirtiendo en una de las principales de todo el calendario. Cada 24 de mayo, la banda participaba en la misa con un coro de aficionados, en la procesión y amenizaba el paseo de tarde en la Alameda de La Libertad con un concierto. Del año 1919 conocemos el programa que interpretó, compuesto en su primera parte por el pasodoble “Gallito”, de Lope; “La viuda alegre”, fantasía de Uralde y el popurrí “Cantos Canarios” de Martín; para concluir en la segunda parte con los valses “Flor de un día” de San Miguel; la fantasía “Lucrecia Borgia” de Donizzetti y el pasodoble “Alegre trompetería” de Lleó[35].

Los efectos de la emigración se hicieron notar en la “Nivaria”, pues en febrero de 1921 fue invitada por el Ayuntamiento de Santa Cruz a participar en un concurso de bandas organizado con motivo de la conquista de la isla por los castellanos, pero no acudió porque “debido a haberse ausentado para la Isla de Cuba la mayor parte de los individuos que formaban la Banda de Música de este pueblo, no es posible que pueda asistir a los festejos que se celebran en esa Capital en el próximo mes de Mayo la referida banda…”[36].

En todo ese período la penuria y escasez de fondos apremiaban al conjunto, por ello pidieron del Ayuntamiento en 1923 una ayuda para la compra de instrumental, concediéndosele una subvención de cincuenta pesetas[37]. Incluso, tres años después, el presidente Luis Marrero Romero  dirigió una instancia al Consejo de Ministros solicitando una gratificación para la sociedad[38].

Pero no sólo problemas económicos acuciaban a la “Nivaria”. En 1924 sufrió una crisis importante al darse de baja un cierto número de músicos que no transigían con determinadas actitudes de las personas que regían los destinos de la misma, así como con el descontrol administrativo imperante. Esos hombres formaran luego la Agrupación Artístico Musical “La Candelaria”. Sin embargo, la banda continuó con un apretado programa de salidas en el verano de ese año, como las que tuvieron lugar a las fiestas de Nuestra Señora de la Luz en Arico, de Nuestra Señora de las Mercedes en el Porís de Abona y de la Virgen del Rosario en Fasnia[39].

A comienzos de 1926 regresó  a Arafo Heliodoro Rodríguez, que ensayó y dirigió en varias ocasiones a la “Nivaria”, como por ejemplo en las salidas que hizo a Güímar y al Porís de Abona, debido a ausencia o enfermedad de Belisario García Siliuto. Sobresalió su actuación como cornetín solista en la obra “Mariceli” interpretada en un certamen en La Laguna. A pesar de permanecer en el municipio solamente dos años, contribuyó a mejorar la agrupación con su experiencia y conocimientos adquiridos en América. Mas tarde sería director de bandas de música en Cuba[40]

Pero la reacción ante la fundación de otra banda en 1926 no se hizo esperar y por ello solicitaron del Ayuntamiento el derecho de tocar en exclusiva en el nuevo kiosco de la plaza: “Acto seguido manifestó el Sor. García Siliuto que como Director de la Banda de Música “Nivaria” de esta localidad y en nombre y presentación de dicha Sociedad, propone a la Corporación se le conceda durante el plazo de diez años la parte alta del kiosco que se halla situado en la alameda de la Plaza de San Juan con la condición de que la mencionada Banda amenice los pases que durante la estación de verano se verifiquen en dicha alameda los domingos, excepto los días que tenga que salir la Banda a verificar tocatas a otros pueblos…[41].

El consistorio, a cuyo frente estaba Antonio Torres Campos, futuro presidente de la banda, concedió el privilegio de usar la parte alta del mismo durante diez años, “con la condición de que desde dicho sitio amenice con sus tocatas gratuitamente los paseos que en la mencionada alameda se verifiquen los domingos pertenecientes a la estación de verano durante los años de concesión del repetido kiosco siendo además de cuenta de la expresada sociedad la conservación y reparación de la parte alta del kiosco de referencia, quedando nulo y sin efecto este acuerdo siempre que la Banda sin causa justificada deje de cumplir lo estipulado[42]. Precisamente, el templete se inauguró el día grande de las fiestas patronales, en el que la banda puso en atriles el siguiente programa: “Agüero”, pasodoble, de Franco; “Raymond”, overtura, de Thomas; “La viuda alegre”, fantasía, de Lehard; “Mignon”, overtura de Thomas; “Si yo fuera rey”, overtura, de Adams para concluir con el pasodoble “Por España”, de Miranda[43].

Pero también  actuaron varias veces ese año fuera de Arafo. Intervinieron en las celebraciones de San Antonio en Granadilla, los días 13 y 14 de junio[44]; en las de San José en El Escobonal los días 31 de julio y 1 y 2 de agosto[45] y en la subida de la Virgen del Socorro en Güímar el 8 de septiembre[46]. La tocata mas destacada fue la que tuvo lugar el 12 de septiembre de 1926 en La Laguna durante la celebración de la denominada “Fiesta de las Regiones”, organizada por el Orfeón “La Paz”. Ese día, a las tres de la tarde desfilaron por la ciudad las bandas de La Orotava, Puerto de la Cruz, Icod, La Laguna y “Nivaria” de Arafo, hasta llegar al campo “Hespérides” donde fueron presentadas cuarenta y nueve parejas de niños con los trajes provinciales mientras las bandas ejecutaban aires populares de las diversas regiones[47].

Amenizaron los actos principales de las fiestas patronales de 1927. El día grande interpretaron desde el kiosco de la plaza el siguiente programa: “La Lidia”, de Arbelca; “El paraíso perdido” de San Miguel; “Poeta y aldeano” de Supe; “Molinos de viento”, de Luna; “La Playera” de Munardiz, para finalizar con el pasodoble “Nobleza y caridad”[48].

Con el inicio de los años treinta, se acercaba el final de  Belisario García al frente de la banda, lo que no fue impedimento para que acudieran a Santa Cruz en sus fiestas de mayo de 1930, publicándose un artículo en el periódico La Prensa, en el que se citaba a los antiguos directores, así como que sus componentes no percibían remuneración: “Lo verdaderamente prodigioso es considerar como ha vivido durante todos estos años la banda “Nivaria”. Sin retribución de ninguna clase, ni el director ni los músicos que la componen (..) llegando sus desvelos y desinterés en ocasiones, a tener que contribuir voluntariamente con su aportación económica, para el pago de uniformes y para cubrir otras atenciones precisas (…) Los únicos ingresos de esta banda son los que le producen las tocatas que se le piden; ingresos bien modestos, dada la escasez de las ocasiones de lograrlos que se les presentan…”. También se reflejaba el carácter autodidacta de éstos: “Detalle interesante también es que ninguno de los músicos que ha pasado por la dirección de la banda ha salido del pueblo a estudiar, formándose a costa de ímprobos afanes, los conocimientos musicales precisos para el desempeño de tal cometido por sí solos…”. Dedica unas frases a Belisario García Siliuto: “… que lleva 32 años al frente de la banda, es un elemento entusiasta al que se debe el auge alcanzado en estos últimos años por la agrupación. En una lucha tenaz, venciendo innumerables dificultades, el señor García Siliuto ha logrado, no sólo sostener organizada la banda, sin interrupción, durante todo este tiempo, sino también mejorar su instrumental, uniformes, composición y la calidad de sus elementos en un interesante trabajo de selección, con una atención continua, y sin regatear en el empeño esfuerzos ni sacrificios”. Con respecto a los integrantes, añade el articulista que: “Consta la banda actualmente de 32 músicos, y podía tener hasta 40 y más si no fuera por la falta de instrumentos, pues hay muchos educandos, con sus estudios terminados, esperando a que se produzca alguna vacante para ingresar.

Todos los músicos son muchachos que se dedican habitualmente a las faenas del campo, terminadas las cuales su enorme afición los lleva a asistir a los ensayos sin faltas un solo día, dándose frecuentemente el curioso caso de verse el director obligado a suspender algunos de éstos ensayos por quedarse dormidos dos o tres músicos agotados por las faenas de la jornada”[49].

La actuación en Santa Cruz se celebró el 10 de mayo, y también fue profusamente descrita en los periódicos: “El sábado último, con ocasión del concierto celebrado en la Rambla XI de Febrero a cargo de la banda “Nivaria” del pueblo de Arafo, dio esta notable agrupación musical una de las notas más simpáticas y atractivas de los pasados festejos. Desde que comenzó a ejecutar las primeras obras del programa, el público gratamente sorprendido por su perfecta interpretación, manifestó  su admiración y complacencia premiando con grandes aplausos el final de cada una de las piezas. Correspondiendo a estos aplausos, repetidos cada vez con mas ardor e insistencia, bisó la banda varias de las obras, ejecutando otras fuera de programa; prolongándose el concierto mas de una hora sobre las anunciadas.

Al terminar, y siempre acompañada por numeroso público que le aplaudía, la banda bajó por la Rambla de Pulido y calle de Imeldo Serís, y, sin dejar de tocar penetró en el teatro Guimerá donde se celebraba el baile de trajes en honor de los aviadores, organizado por la comisión de festejos. En el teatro, los músicos araferos fueron acogidos también con grandes manifestaciones de simpatía, ejecutando varios bailables, que fueron muy aplaudidos. Al terminar estos, el público tributó a la banda forastera una cariñosa ovación, siendo sus elementos obsequiados por los miembros de la Comisión de fiestas en el ambigú del teatro. Sinceramente nos complacemos al recoger nota tan simpática y atractiva, que tan bien habla de quienes supieron darla”[50].

En el tradicional concierto del 29 de agosto de 1930 con motivo de las fiestas patronales de Arafo, tocaron en la primera parte el pasodoble “Suspiros de España”, de Roig, una selección de “Un ballo in maschera” de Verdi, y la obertura “La princesa encantada” de Langlois; en la segunda, el poema musical “Una noche en Toledo”, de Camarero, el popurrí “Cosas de la calle” de Domingo y la marcha popular “Nobleza y caridad” de Mateo. También ese año se tributó a su director Belisario García Siliuto un caluroso homenaje en el Casino “Unión y Progreso”, recibiendo como recuerdo una artística batuta[51]. En 1931, la “Nivaria” renunció a todos los derechos que sobre el uso de la parte alta del kiosco le correspondía[52], mediante un oficio de fecha 24 de agosto que dirigió García Siliuto al alcalde: “Ante la imposibilidad de poder darse cumplimiento por la Banda de música “Nivaria”, de mi dirección, al acuerdo adoptado por la Corporación de su digna y acertada presidencia con fecha 27 de marzo de 1926, por el cual se cede a favor de esta expresada Banda, la parte alta del kiosco existente en la antigua Plaza de San Juan, hoy de la República, a cambio de ciertos servicios por parte de esta Agrupación; de conformidad con el parecer de todos los elementos que la componen tengo el honor de poner en conocimiento de Vd., que desde esta fecha, renunciamos en favor del Municipio todos aquellos derechos que por virtud del mencionado acuerdo se establecen y tenemos concedidos, quedando asimismo en beneficio de la Corporación Municipal, los atriles existentes en dicho kiosco y pertenecientes a la “Nivaria” al igual que la escalera de acceso[53].

Ese año la banda comenzó a acudir a las fiestas de Guía de Isora durante el mes de septiembre en honor a Nuestra Señora de La Luz[54]. Los músicos  se trasladaban en barco desde el Puertito de Güímar hasta Playa de Alcalá, permanecían unos cuatro días en la localidad sureña y pernoctaban tanto en casas particulares como en fondas habilitadas al efecto. Desde entonces han surgido importantes lazos de amistad entre músicos e isoranos, que se han mantenido y acrecentado a lo largo de todo el siglo.

También actuó el 12 de abril de 1932 en Santa Cruz de Tenerife en la conmemoración del primer aniversario de la proclamación de la II República. La “Nivaria” formaba parte de la delegación arafera que concurrió al evento: “Seguidas de un inmenso gentío, a las ocho de la mañana de hoy recorrieron las calles de la ciudad, amenizando los festejos, varias bandas de música, cornetas y tambores del elemento civil y militar (…) Multitud de banderas iban al frente de la representación de cada  pueblo de la isla, ejecutando distintas bandas de música variadas obras de repertorio (…) Las representaciones de los pueblos hicieron su entrada en la plaza de la Constitución por el siguiente orden: Arico, Arafo, Adeje, Arona (…) Las numerosas bandas de música que concurrieron al acto, ejecutaron el himno de Riego que la multitud escuchó descubierta (…) a las cinco de la tarde tendrá lugar en la Rambla XI de Febrero entre la Plaza de la Paz y la calle de los Campos, un gran concierto musical a cargo de las distintas bandas de música”[55]. A instancias del Gobierno Civil, el Ayuntamiento de Arafo les retribuyó con doscientas pesetas por gastos de traslado[56]. La agrupación disponía además de una pequeña orquestina que actuaba en bailes y verbenas. Así, con motivo de la fiesta del Trabajo, la orquesta “Nivaria” amenizó una fiesta en el Teatro-Cine de Candelaria[57].

Uno de los últimos conciertos de Belisario García Siliuto fue el que tuvo lugar el 29 de agosto de 1932, día de San Juan Degollado; tocaron la marcha “General Riquelme”, de Terol; el intermedio “La pescadora de Ubiarco”, de Tena; la sinfonía “El reloj de Lucerna” de Marques; la polka “Mari-Celi”, de Corto; el intermedio “Cortejo Arabe”, de Torregrosa” finalizando con el pasodoble “Los Voluntarios”, de Jiménez[58]. También se desplazaron a Fasnia el 2 de octubre con motivo de las celebraciones del Rosario; ejecutaron un concierto en la plaza y por la noche la orquesta de la banda amenizó el baile celebrado en el Casino[59].

Al retirarse García Siliuto, le sustituyó el 19 de diciembre de 1932 un joven de 28 años que debutó como clarinete el 2 de febrero de 1919 y que ya había empuñado la batuta en varias ocasiones: José Pestano Núñez[60]. Con él se produjo una profunda renovación del repertorio aprovechando los conocimientos adquiridos en la Banda del Regimiento de Infantería, incorporando al mismo piezas de música clásica y zarzuela, tocando partituras inéditas en compás de 6 por 8 y añadiendo nuevos instrumentos a la formación, como fue el caso de la flauta. Además, la sociedad se inscribió como tal en el registro civil con fecha 28 de diciembre de ese año[61].

 

Sociedad Filarmónica Nivaria, dirigida por José Pestano Núñez (1950).

 

El 4 de marzo de 1933 participaron en la fiesta del Árbol, que tuvo lugar en el teatro-cine de Arafo[62], en las patronales del Porís de Abona, con un total de once músicos y por la que cobraron unas cien pesetas. Como contrapartida, se gastaron 66’15 pesetas en la adquisición de partituras, compradas principalmente a las editoriales “Unión Musical Española”, “Harmonía” y “Erviti”[63]. A finales de año interpretaron en el pueblo un concierto durante la fiesta de la Inmaculada Concepción, con arreglo  al siguiente programa: “Le Magyar”, pasodoble; el septimino de la opereta “Babbeo”; el “Vals del Saxofón”; una selección de la zarzuela “El asombro de Damasco”, la narración sevillana “¡Quién no vio Sevilla!” y el pasodoble “¡Viva mi tierra!”[64].

En esos años de gobierno republicano, la banda padeció una gran agitación interna al proponer varios de sus miembros la adscripción de la misma al Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux. El intento fue al final abortado, lo que provocó que unos diez integrantes se dieran de baja. Para cubrir ese vacío se intensificó el trabajo con la academia de educandos, logrando reponer prontamente esas pérdidas con otros músicos.

A comienzos de 1934 se constituyó la junta directiva de la sociedad, que estaba integrada por Luis Marrero Romero como presidente; tesorero, Rodolfo García Díaz; secretario-contador, Domingo Carballo Rodríguez y vocales, José García y Gumersindo Pérez Rodríguez[65]. Para el año siguiente Eduardo Curbelo Fariña ocupó el cargo de secretario y Joaquín Marrero Fariña e Ignacio Fariña Pérez el de vocales[66].

Un ejemplo de la intensa actividad de José Pestano al frente de la banda la tenemos en dos conciertos ejecutados en la plaza de la República de Arafo con apenas un par de meses de separación, repitiendo únicamente la obra obligada para bombardino “Amistad Habanera” compuesta por Miguel Castillo. Así, el primero de ellos tuvo lugar el 11 de febrero de 1934 durante las fiestas de carnaval, en el que interpretaron el pasodoble “Pepe Amorós”, el cuadro sinfónico gallego “Afoliada”, “Amistad Habanera”, el intermedio de la zarzuela “La Leyenda del Beso”, el chotis “¡Oiga, oiga…!” para finalizar con el pasodoble “Los generales”. Por la fiesta de San José en abril, pusieron en atriles las obras “España Nueva”, “La Corte de Granada”, “La Guipuzcoana”, “Amistad Habanera”, “The Gong”, “La Pescadora de Ubiarco” y “Mantones y claveles”. En las fiestas patronales interpretaron el pasodoble “Brisas del Sur”, el vals “El Danubio Azul”, el tango “Vicentito” y el pasodoble “Gracia y Belleza”[67].

Otro destacado acto en el que concurrió la “Nivaria” fue el recibimiento que el 17 de enero de 1935 se le hizo al Ministro de Industria y Comercio Andrés Orozco Batista. Primeramente en Santa Cruz cuando el político arribó a bordo del correillo  “León y Castillo” y luego en Arafo, amenizando su llegada al Señor del Pino y posteriormente en un agasajo celebrado en el Casino “Unión y Progreso”. Lejos del municipio acudieron a Chimiche (Granadilla), los días 16 y 17 de junio[68] y posteriormente a Guía de Isora del 14 al 16 de septiembre[69]. Con motivo de la celebración de Santa Cecilia, se desplazaron el 24 de noviembre a La Laguna invitados por la banda de música “La Filarmónica” de aquella ciudad[70]. En Arafo, el día de la Concepción intervinieron en la procesión y dieron un concierto compuesto por el pasodoble “¡Tercien!”, las fantasías “Lucrecia Borgia” y “Alma de Dios”, el fandanguillo “De Huelva”, la fantasía “Estrella Polar” para finalizar con el pasodoble “San Alfonso”[71].

La “Nivaria” actuó de nuevo en una conmemoración de la proclamación de la República, esta vez en Arafo, el 14 de abril de 1936,  junto a “La Candelaria”. Por esa tocata cobró del Ayuntamiento unas 35 pesetas[72]. La junta directiva estaba integrada por Luis Marrero Romero como presidente; Rodolfo García Díaz, tesorero; Eduardo Curbelo Fariña, secretario-contador y  vocales León Expósito Rivero y Rizal Fariña Núñez[73].

Las dificultades aumentaron con la guerra civil, período en el que aún ejercía de presidente Luis Marrero Romero y como secretario Eduardo Curbelo, aunque a partir de 1937 la presidencia de la sociedad pasó al exalcalde Antonio Torres Campos[74]. A las ausencias motivadas por la movilización hay que unir la crisis económica propia de un país en conflicto bélico. En diciembre de 1936, la banda giró la cantidad de 5’40 pesetas como aguinaldo de Pascuas a tres músicos que estaban luchando en la Guerra Civil[75]. Como contrapartida, José Pestano incorporó a la “Nivaria” músicos retirados que habían quedado en el pueblo y “organiza variedad de festivales y conciertos para recabar fondos, comprometiendo a los seguidores[76].  Participaron en eventos propios de la época, como el acto de Exaltación Patriótica y  Propaganda de la suscripción Nacional en Oro el 17 de mayo de 1937, la visita del Gobernador Civil el 5 de junio[77] o cuando el 8 de diciembre de  ese año fueron a Arafo unos sesenta cadetes falangistas[78]. También se pretendió politizar a la agrupación al querer adscribirla a Falange, intento que fue frustrado. Ello provocó la baja de varios músicos, aunque al poco tiempo fueron reemplazados por nuevos elementos. El Ayuntamiento contribuiría con sus escasos fondos al sustento del conjunto, pues en 1938 dio una subvención de 40 pesetas[79].  Pero la llamada a filas de muchos de sus miembros provocó que la sociedad pasara por unos meses de inactividad, hasta que nuevamente volvió a salir a la calle el 25 de junio de 1939 con un concierto y participando en la procesión de San Antonio[80]. Acudieron a las fiestas de San José en El Escobonal los días 5 y 6[81]  y luego, como era habitual, intervinieron a fin de mes en las patronales de Arafo

La banda nombró una nueva directiva, el 9 de enero de 1940, que estaba formada en su integridad por Antonio Torres Campos como presidente; Belisario García Siliuto, tesorero, Felipe Rodríguez Rodríguez, secretario y como vocales, Amílcar González Díaz y Rizal Fariña Núñez[82]. La Corporación municipal continuó colaborando con la banda, que recibió en 1941 un donativo de 35 pesetas a cambio de varios conciertos de veranos en la plaza de José Antonio[83]. Tocaron en la fiesta de Nuestra Señora del Carmen, cobrando unas 30 pesetas y en la de San Juan Degollado, por la que percibieron 400 pesetas. Además actuaron en la capital de la provincia por la festividad de La Cruz, a cambio de 70 pesetas[84]. En plena posguerra, y con la colaboración de Octavio Miguel Pérez Rivero, se organizaron diversos festivales en el cine de Nicolás Pérez, en Arafo, con el fin de obtener fondos[85].

Como ya hemos señalado, tanto en la década de los cuarenta como en la anterior, la banda se desplazaba a Guía de Isora a mediados de septiembre. Pero el viaje a tierras isoranas de 1942 pasó a la historia de la agrupación no por motivos musicales, sino por el tremendo temporal que azotó el mar en la travesía de regreso. Si bien, la ida en el barco “Sancho II” fue relativamente soportable, el regreso a bordo del “Santa Rosa” hizo temer por sus vidas a todos los ocupantes, que lanzaban incesantes plegarias de socorro. Incluso la arribada a tierra en El Puertito de Güímar, llevada a cabo en lanchas de pescadores, pues la nave no podía entrar en el muelle, fue peligrosísima y de imborrable recuerdo para todos los componentes.

Ese mismo año tomaron parte en la procesión del Viernes Santo de La Laguna, en las fiestas de San Pedro de Güímar y en Arafo en las de Nuestra Señora del Carmen, de San Juan Degollado, de La Cruz, de María Auxiliadora y de San José[86]. En 1943 Gonzalo Martín Rodríguez sustituyó a Antonio Torres como presidente de la sociedad[87] y en 1945 lo era Manuel López Flores[88].

         En conmemoración del Día de la Victoria, el 12 de abril de 1944, la “Nivaria” verificó su undécima tocata durante el bienio 1943-44, con un concierto en la plaza José Antonio con las obras “Diana sobre motivos populares” de Gil, “Alegría de Oria” de Gil, “Recordos” de Rodríguez, “O tio Xan” de San Miguel y “Romanza sin palabras” de Mendelssohn. Como ya hemos dicho, participó también en la Semana Santa de Arafo. Concretamente, sabemos que en la Pascua de Resurrección del año 1944 interpretaron en la procesión el Himno nacional, la “Romanza sin palabras” de Mendelssohn y “San Pedro del Sauzal” de González Ferrera; luego ofrecieron un concierto en la plaza con las siguientes obras: “Diana sobre motivos populares” de Gil, “Alma de Dios” de Serrano, “Recordos” de Rodríguez y “Dauder” de Lope[89].

El 19 de marzo de 1946 la “Nivaria” asistió al sepelio en Santa Cruz de su Presidente Honorario, Manuel Herrera, que todos los años les regalaba una barrica de vino el día de Santa Cecilia[90]. En 1948 desempeñaba la presidencia de la sociedad José García Siliuto y el 1 de febrero la banda intervino en el acto de cambio de denominación de la calle La Paz por calle Teobaldo Power, al celebrarse el centenario de su natalicio, interpretando un pasodoble una vez descubierto el rótulo[91].

En esa década y como reconocimiento a su labor, José Pestano es nombrado Director Honorario por músicos y socios de la “Nivaria”. Ese intenso trabajo recibió sus frutos en el concurso de bandas de música celebrado en la plaza de toros de Santa Cruz de Tenerife el 7 de mayo de 1950 con motivo de las Fiestas de la Primavera y organizado por Radio Club Tenerife. La agrupación obtuvo el segundo premio tras interpretar como pieza obligada “Los Cantos Canarios” y como libre “El paraíso perdido”, por lo que percibieron una cantidad de 3.700 pesetas. Diose la anécdota que debido al fuerte viento reinante, José Pestano dirigió esta segunda obra sin guión, lo que fue muy comentado entre la concurrencia, dada la dificultad que entrañaba al tener muchos cambios de compás. El jurado estaba formado por Manuel Ramos, de Radio Club Tenerife, Evaristo Iceta, director de la banda municipal de Santa Cruz, Santiago Reig, director de la banda del Regimiento de Infantería, Antonio González Ferrera, en representación del Conservatorio y Ángel Mañero por la Orquesta de Cámara[92]. El Ayuntamiento de Arafo felicitó oficialmente a la banda y ofreció un vino en su honor el 8 de junio[93]. La “Nivaria” recibió una importante subvención del Cabildo Insular de Tenerife en 1952, que ascendió a 10.000 pesetas, que sirvió en parte para adquirir nuevos instrumentos como una trompeta, un trombón, un requinto y un clarinete[94].

La última actuación de José Pestano al frente de la agrupación tuvo lugar en las fiestas de San Pedro de Güímar en 1953. El 1 de julio causó baja, siendo sustituido por Mario Marrero Fariña, que había ingresado en la banda en la Semana Santa de 1940 y que debutó director de la misma en las fiestas del barrio del Carmen de Arafo. El primer concierto de Mario Marrero se produjo el 29 de agosto, día grande de las fiestas patronales de  Arafo, en el que interpretaron obras como “Rosamunda” o “La Viejecita”.

Hasta 1955  ensayaban en una habitación propiedad de José García Siliuto en la calle General Franco. Precisamente, el hecho de que el  cuarto de ensayo de la “Nivaria” estuviese situado en un punto mas alto que el de “La Candelaria”, hizo que popularmente se denominara a aquella como banda de “arriba” y a ésta como banda de “abajo”. Ese año se produjo el traslado del local desde el referido inmueble al salón principal del primer piso de las Casas Consistoriales. La Corporación dejó claro que todos los gastos que ocasionen los trabajos de acondicionamiento y limpieza corrían a cuenta de los fondos de la banda, haciendo hincapié que esta cesión tiene sólo carácter provisional, pues tan pronto como el Ayuntamiento necesite hacer uso de la instalación, deberá ser desalojada en 24 horas, sin que tenga derecho a recibir ninguna indemnización[95].

La “Nivaria” celebró el centenario de su fundación el 10 de enero de 1960, con un apretado programa que comenzó a las  nueve de la mañana al desfilar por las calles de Arafo, luego se celebró una función religiosa  y se bendijo la nueva bandera de la sociedad, para pasar luego a los salones del Casino “Unión y Progreso”. Intervino el director Mario Marrero, el poeta Emeterio Gutiérrez Albelo y el abogado Andrés Orozco Maffiotte. Además de la banda, que interpretó el pasodoble “Puenteareas” y la obertura “Una noche de estío”, la rondalla del Frente de Juventudes tocó la “Serenata” de Schubert y el preludio de ”El anillo de Hierro” de Marqués. Acabado el acto, se ofreció un vino de honor para todos los invitados en las Casa Consistoriales, tomando  la palabra Juan Otazo, hijo del fundador, José Martín alcalde de Guía y Socio de Honor y el decano del colegio de abogados, Andrés Orozco Batista. Asistieron los alcaldes de Arafo, Güímar, San Juan de la Rambla, Secretario Provincial e Inspector del Frente de Juventudes, directores de varias bandas de la isla y los presidentes de la “Nivaria” y “La Candelaria”[96].

El Ayuntamiento se sumó a la conmemoración y acordó dar el nombre del fundador, Luis Otazo Marrero y de uno de sus destacados directores, Belisario García Siliuto a dos calles del pueblo[97]. El descubrimiento de las lapidas se celebró el 18 de diciembre de 1860, siendo el acto que concluyó la conmemoración del centenario. Dedicaron unas frases a la memoria de ambos directores el hijo del primero Juan Otazo Robles y el sobrino del segundo y presidente de la banda José García Siliuto Marrero, así como Andrés Orozco Maffiotte. A continuación se produjo la bendición de una imagen de Santa Cecilia que recorrió en procesión las calles del pueblo, participando también la Agrupación “La Candelaria”, para concluir con un concierto a cargo de las agrupaciones femeninas de pulso y púa  “Aída” y “Las Mary’s”[98].

En 1962 la Comisión de Fiestas de Arafo homenajeó a las dos bandas y el 28 de abril José Antonio González Luis es elegido nuevo presidente, en sustitución de Nicolás García Siliuto Marrero[99].

En febrero de 1964 la “Nivaria” se desplazó al Puertito de Güímar y tras hacer la entrada interpretando pasodobles, celebraron un almuerzo ofrecido por el presidente de la sociedad, en el que participaron, además de los componentes  y madrina de la agrupación, Nivaria Pérez González, representantes de los pueblos de Arafo, Güímar y Candelaria.

La rivalidad derivada de la existencia de dos formaciones bandísticas en el pueblo obligó al Ayuntamiento en 1965 a regular mediante “turnos” las actuaciones de ambas: “...3º En los actos oficiales, recibimientos, recepciones etc. que se celebren, deberán participar alternativamente cada una de las susodichas bandas, salvo en aquellas en que por su importancia y categoría deban asistir las dos, en cuyo caso les será comunicado mediante oficio con la debida antelación.

         4º Las festividades religiosas del Corpus Christie deberá efectuarse también actuando cada Banda un año, alternativamente, en la procesión que al efecto se celebre, y en  la Semana Santa, actuando una de las repetidas Bandas el Jueves y la otra el Viernes, y  al año siguiente          cambiando los días, es decir, la que actuaba el Jueves actuara el Viernes y la que actuó el Viernes actuara el Jueves...[100]

         El 31 de agosto de 1969, día grande de las fiestas patronales de Arafo, se  celebró una jornada de exaltación a la música en homenaje a las bandas del pueblo, en la que participaron además, la Agrupación Musical “Amigos del Arte” de San Andrés, la Agrupación Musical “Nuestra Señora de los Remedios” de Buenavista, la Banda Municipal de Icod de los Vinos, y la Agrupación Musical “Orotava”. La “Nivaria” interpretó ese día una selección de “El trust de los Tenorios” del maestro Serrano y el pasodoble “Alcázar Nuevo”, de Munllor.

         En 1974 se produjo el cambio de instrumental, ya que el antiguo se encontraba en mal estado y era en diapasón brillante, muy poco usual. El nuevo, en diapasón normal, se consiguió gracias a la ayuda del Cabildo, a cambio de intervenir en varios conciertos por distintos puntos de la isla[101], siendo clave la figura del primer mandatario de esa institución,  Rafael Clavijo. Por esa razón se celebró en enero un homenaje a José Antonio Pérez Luis, presidente de la “Nivaria” y se entregaron medallas conmemorativas a los músicos más antiguos: Antonio García Marrero, Claudio Encinoso Encinoso y Eduardo Santana Rivero. El acto contó con la presencia como mantenedor del director del periódico El Día, Ernesto Salcedo Vílchez, y finalizó con un concierto en el que ejecutaron el pasodoble “El Vito”, la fantasía de la ópera “Nabucco” de Verdi y la “Danza Húngara nº 5” de Brahms. En la segunda parte y acompañando por vez primera a la Coral “María Auxiliadora” interpretaron “I Lombardi” de Verdi y el coro de peregrinos de “Tannhauser” de Wagner. Cerró el programa el pasodoble “Canta Tenerife” dirigido por su propio autor, Santiago Reig. En 1975 se adquirieron nuevos uniformes a la sastrería “La Madrileña” de Santa Cruz de Tenerife, por un importe de 141.000 pesetas[102].

Sociedad Filarmónica Nivaria, dirigida por Mario Marrero Fariña (1974)

 

         Una de las actuaciones más importantes de la Sociedad Filarmónica “Nivaria” fue la realizada en 1976 dentro del espacio de televisión española “Directísimo”, dirigido por José María Íñigo. Para ello, se desplazó a Madrid, siendo la primera salida a tierras peninsulares de un conjunto musical de Arafo. El repertorio que preparó la banda para es actuación fue el pasodoble del Miguel Castillo “Aires del Terruño” y la obertura “Clotilde de Nevers” de Matra, aunque debido a su excesiva duración fue sustituida por el “Canto a Murcia” de la zarzuela “La Parranda” del maestro Alonso[103]. A partir de la emisión del programa, la agrupación adquiere enorme popularidad, que se traduce en un aumento del número de compromisos en toda la isla y el recibimiento de numerosas felicitaciones por parte de personalidades e instituciones musicales y culturales.

         La “Nivaria” celebró este indudable éxito con un almuerzo de confraternidad en el que  su director Mario Marrero Fariña dirigió palabras de gratitud al periódico El Día y a T.V.E. en Canarias que alentaron esta iniciativa. Luego se impusieron distinciones del Hogar Canario de Madrid al alcalde de Arafo, Domingo Calzadilla y al propio Marrero Fariña[104].

         Al año siguiente cambiaron de sala de ensayo, al pasar a otra situada en la calle San Juan, en el edificio de la Obra Social del Movimiento, que había quedado vacío por el traslado del colegio público al nuevo inmueble situado en el Barrio del Carmen.

         Tocatas destacadas en los últimos años de los setenta fueron las verificadas en Los Realejos en 1977, llevándose a efecto un acto de confraternidad con la “Filarmónica” de dicha localidad  y al año siguiente, de nuevo en el municipio norteño y en las fiestas de Mayo de Santa Cruz de Tenerife. En 1979 entró en la banda la primera promoción de señoritas.

En 1981, dentro del programa de las fiestas patronales de Arafo, comenzó a celebrarse el tradicional certamen de bandas, en el que participaron junto a las dos formaciones locales la Banda Municipal de Tacoronte, la Agrupación “Aída” de San Andrés, la Banda de Música “Las Candelas” de la Villa de Candelaria y la Banda Municipal de Güímar. La “Nivaria” cerro el acto con el pasodoble “Valencia-Liria” del maestro Pascual y la obertura “Un día en Viena” de Suppe. En 1984 tuvo lugar la primera edición del Concierto de Fin de Año, que organiza el “Centro Cultural y Recreo” el último sábado de diciembre y en el que ha participado la “Nivaria” junto a las restantes agrupaciones musicales de la localidad. También se realizaron conciertos en Güímar y Las Orotava. En 1986 participaron en el IV encuentro de bandas “Villa de La Orotava” y al año siguiente se produjo la bendición de su bandera. Otros conciertos destacados  en 1989 fueron los realizados durante la semana de las Fuerzas Armadas, en el Casino “11 de Junio” de Granadilla, dentro del IV ciclo de bandas de música, así como en la Villa de Los Realejos. Estrenaron el nuevo kiosco de la Plaza José Antonio de Arafo y tocaron en el I certamen de Granadilla, en 1991 y posteriormente en La Guancha el año 1992 y Buenavista del Norte en 1993.

Pero las actuaciones fuera del archipiélago no quedaron reducidas al viaje a Madrid de 1976. En marzo de 1981 se trasladaron a Valencia para participar con la Falla “Avenida de José Antonio Ciscar”, recibiendo un recuerdo de la Unión Musical de Moncada así como el “Buñol de Cobre”, una insignia concedida por la Junta Central Fallera. El viaje se repitió en 1983, esta vez contratada por la Falla “Dr. Oloriz Favian y Fuero”. De nuevo partieron a la capital del Turia para participar con la Falla de Categoría Especial “Plaza de la Merced” en las fiestas de 1987 y 1991. Ese último año la falla cumplía el 25º aniversario de su inclusión dentro de la categoría especial, y como reconocimiento nombraron “Fallera de Honor” a la banda y “Fallero de Honor” a Mario Marrero. También viajaron a Sevilla con motivo de la celebración de la Exposición Universal en 1992. Dentro del archipiélago han actuado en la isla de La Gomera en dos ocasiones y en Las Palmas de Gran Canaria, invitados a la inauguración de la Feria Internacional de Canarias.

En 1997 les fue cedido por parte del Ayuntamiento con carácter gratuito un nuevo local de ensayo, habilitado en el edificio dedicado a Conservatorio y sede de las diferentes agrupaciones musicales de la Villa, anejo al nuevo Auditorio. Precisamente, 88 años después, actuaron ante otros monarcas, en este caso Don Juan Carlos I y Doña Sofía, el 24 de junio de 1994, con motivo de la inauguración de las instalaciones anteriormente citadas, interpretando el pasodoble “Aires del Terruño”. Asimismo participaron en las jornadas culturales celebradas para conmemorar ese evento.

Dentro del certamen de bandas de Arafo celebrado el 21 de agosto de 1994, la banda puso en atriles  “Carmen (Bouquet de Melodies)” de Bizet y el pasodoble “Recordando a un amigo” de Paulino Martí. Concluido el encuentro ejecutaron todas en común  “De Añavingo a Chinguaro”, bajo la batuta de su propio autor,  Agustín Ramos. Por último, el 28 de agosto, día grande de las fiestas, su director,  Mario Marrero Fariña, junto con los demás directores de las instituciones musicales de la localidad, fue nombrado Hijo Predilecto de Arafo. Al año siguiente será nuevamente distinguido, pues por acuerdo del Ayuntamiento Pleno de fecha 23 de diciembre de 1995, se decide que la calle Conde Belascoaín hasta el comienzo del Auditorio, se denomine calle Mario Marrero Fariña. Por último, en virtud de los innumerables méritos que se dan en la figura del veterano director, le fueron concedidos por parte del “Centro Cultural y Recreo” de Arafo los premios “Ajafoña” en 1988 y “Añavingo”, que recibió en diciembre de 1997.

Recientes conciertos de la Sociedad Filarmónica “Nivaria” han sido los ejecutados en el certamen de bandas de Arafo. Así, el año 1998 interpretaron “Marcha Hongroisse”, de Berlioz y el pasodoble Evocación, de Cebrián Ruiz. Al año siguiente, la obertura “Un día en Viena”, de Suppe y la “Marcha Turca” de Mozart. Ese año pusieron en funcionamiento la banda juvenil de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, dirigida por José Carlos Expósito Marrero, compuesta por músicos noveles y educandos que han actuado en varios conciertos escolares así como en la Residencia Socio-Sanitaria “María Auxiliadora”.

En 2000, el que fuera su director durante 47 años, Mario Marrero Fariña, dejó la dirección de la banda en manos de José Andrés Sabina Fariña y la subdirección a cargo de Roberto García Curbelo. Por tal motivo el 2 de diciembre de ese año se le tributó un merecido homenaje en el Auditorio “Juan Carlos I”, al que se sumó el Ayuntamiento y diversas instituciones culturales y musicales de la Villa, actuando como mantenedor el director-editor de los periódicos El Día y Jornada, José Rodríguez Ramírez. Previamente la Junta de la Sociedad Filarmónica “Nivaria” acordó otorgar a Mario Marrero el título de Director Honorario.

El 10 de noviembre de 2001 la “Nivaria” actuó en el Auditorio “Juan Carlos I” dentro del programa cultural “Las cuatro estaciones de la música en la Villa de Arafo” organizado por el Ayuntamiento de la localidad. Participaron el grupo vocal “Aragüimus”, la Coral “María Auxiliadora” y los solistas María Célida Alzola, Analía Delgado, Augusto Brito, Candelaria Gil, Cristina Hernandez Ara, Candelaria G. Molina y Juan Antonio Delgado. El carácter innovador y espectacular que ha sabido imprimir su director, José Andrés Sabina, a este tipo de conciertos, los ha convertido en un reclamo atrayente para el público. En su edición de 2002 colaboraron los coros “María Auxiliadora”, “Aragüimus” y Voces Blancas, los solistas Juan Antonio Delgado, Sofía de la Rosa, Analía Delgado, Jorge Cordero, María Candelaria Gil y Célida Alzola; la bailarina Natalia Perea Santana y la Escuela municipal de Teatro con Valentín Fariña Fariña  como narrador.

 

Sociedad Filarmónica Nivaria, dirigida por José Andrés Sabina Fariña (2001)

 

En 2002, la banda grabó un disco compacto en el auditorio Juan Carlos I de la Villa de Arafo. Eligieron un variado repertorio que recoge pasodobles, una selección del musical “Mame” de Herman, “El Camino Real” de Reed, el “Concertino para clarinete” de Webber y el “Romance para trompa” de Saint-Saens, con las solistas Lorena Marrero y Sarai Acosta. El registro cuenta con la participación de la soprano María Célida Alzola y la mezzosoprano María Candelaria Gil. Fue presentado el 18 de agosto en el certamen de bandas de música de las fiestas de Arafo[105].

Ese mismo año comenzaron las obras de su nuevo local social, en un terreno situado en la calle Los Sabandeños; para ello se permutó el solar, propiedad de la banda con el contratista a cambio de la construcción del edificio, de tal manera que el sótano y el primer piso, destinados a aparcamientos y salones comerciales, respectivamente, quedaran de su propiedad mientras que el segundo lo será de la sociedad. Esta planta esta compuesta por un salón de 180 metros cuadrados para ensayo, 2 depósitos de instrumentos, 4 cabinas de estudio, oficina, baño, zonas comunes, terraza y azotea.

El 8 de Agosto del 2004 la Sociedad Filarmónica Nivaria inauguró su Nueva Sede Social. Con esta inauguración se hizo realidad un viejo sueño de muchas generaciones  como era disponer de una sede en propiedad que respondiese a todas las necesidades de la banda. El acto de inauguración contó con diferentes actividades. El acto comenzó con un pasacalle desde la plaza hasta las nuevas instalaciones y tras la bendición del cura párroco D. Vicente Jorge Dorta, se procedió al descubrimiento de la placa por D. Jaime Marrero rez (destacado músico y gran impulsor del proyecto de la sede social) acompañado del presidente de la Federación Tinerfeña de Bandas de Música D. Francisco González. Posteriormente en la sala de ensayos se interpretó el pasodoble "Ateneo Nivariense" dirigido por su autor D. Roberto Carlos García Pacheco y dedicado al ya mencionado D. Jaime Marrero Pérez. El acto finalizó con un concierto en la plaza José Antonio de la banda dirigida por D. José Andrés Sabina Fara tras el cual se ofreció un vino de honor. Dicho acto también contó con la exposición de fotografías de todas las épocas de la banda cedidas por D. Nicolás Santana.

El 30 de Diciembre de 2005 el Centro Cultural y de Recreo otorgó su prestigioso "Premio Añavingo" a las Bandas Juveniles y a las Academias de las dos bandas de música del pueblo, la Sociedad Filarmónica Nivaria y la Agrupación Artístico Musical La Candelaria por la destacada y valiosa labor desarrollada en favor de la música. Con esta labor pedagógica dirigida a la formación incesante de nuevas generaciones de músicos se garantiza la continuidad de este noble arte en el llamado "Pueblo de la Música".

         El 16 de Septiembre de 2006 la Sociedad Filarmónica  se desplazó hasta la isla de La Palma para ofrecer un concierto en la Plaza de España de Los Llanos de Aridane.

         El acto organizado por el Casino Sociedad Aridane dentro de un extenso programa de actos conmemorativos de su centenario, contó con el apoyo del ayuntamiento de Los Llanos y estuvo subvencionado por el Gobierno Autónomo a través de un programa de intercambio que coordina la Federación Canaria Regional de Bandas de Música.

         La Banda de Música Nivaria interpretó un concierto con obras de Solano, Castillo, Cole Porter y Van der Roost, entre otros. Fue el deseo de la Agrupación arafera estrechar lazos de amistad y colaboración con las bandas de música palmeras y con los aficionados que las apoyan y alientan.

 

En la actualidad la banda cuenta con 70 componentes.

 

NOTAS


 

[1] PÉREZ RODRÍGUEZ, op. cit., pág. 95.

[2] BMSC. El pueblo de Arafo a la provincia y ante la Provincia de Canarias, op. cit., pág. 8.

[3] APSJD. Caja 3.

[4] RODRÍGUEZ DELGADO, O.: “El ilustre abogado y músico D. Aarón Luis Otazo Marrero”. En suplemento La Prensa de El Día, 27-agosto-1989.

[5] Bandas de Música de Tenerife. Caja General de Ahorros y Monte de Piedad de Santa Cruz de Tenerife. 1983, pág. 127.

[6] PÉREZ RODRÍGUEZ, op. cit., pág. 95.

[7] AMA. Libro de actas pleno, 20-abril-1873.

[8] APSJD. Cuentas de fabrica, 1875-1878, caja 4.

[9] BULL. La Ilustración de Canarias. Tomo II, pág. 103. Véase también La Tarde, 9-mayo-1930.

[10]  RODRÍGUEZ DELGADO, Historia Religiosa de Arafo, op. cit., pág. 416

[11] PÉREZ RODRÍGUEZ., op. cit., pág. 95.

[12] BULL. Diario de Tenerife, 16-agosto-1898.

[13] BULL. El Tiempo, 25-agosto-1903.

[14] BULL. El Tiempo, 1-septiembre-1905.

[15] Bandas de Música de Tenerife, op. cit., pág. 128.

[16] PÉREZ RODRÍGUEZ, op. cit., pág. 96.

[17] AMA. Correspondencia, 1905-1906.

[18] BULL. El Tiempo, martes 27-marzo-1906.

[19] BULL. El Progreso, lunes 26-marzo-1906.

[20] PÉREZ RODRÍGUEZ, op. cit., pág. 96.

[21] BULL. El Tiempo, 25-agosto-1906.

[22] BULL. El Tiempo, 1-septiembre-1906.

[23] Obras de don Bosco en Arafo, La Laguna,  6 de septiembre de 1907. Citado en RODRÍGUEZ DELGADO, op. cit., pág. 375.

[24] BULL. El Tiempo, 30-agosto-1907.

[25] BULL. La Gaceta de Tenerife 2-agosto-1911.

[26] AMA. Correspondencia, 1909-1912.

[27] BULL. La Gaceta de Tenerife, 30-septiembre-1911

[28] BULL. La Gaceta de Tenerife, 16-octubre-1911.

[29] BULL. La Gaceta de Tenerife, 23-agosto-1912.

[30] BULL. La Gaceta de Tenerife, 30-agosto-1912.

[31] BULL. La Gaceta de Tenerife, 7-septiembre-1912

[32] BULL. La Gaceta de Tenerife, 11-febrero-1915.

[33] BULL. La Prensa, 11-julio-1916.

[34] COELLO MARTÍN, J.R. y PLATA SUAREZ, J.: Educación Musical y Bandas de Música: el caso de la Villa de Arafo (Tenerife). Grupo Editorial Universitario. 2000, pág. 77. Véase también el reportaje “Arafo y sus bandas de música”. En El Día, 9-enero-1960.

[35] BULL. La Prensa, 21-mayo-1919.

[36] AMA. Correspondencia salida, 1921-1923.

[37] AMA. Libro de actas pleno, 29-julio-1923.

[38] AMA. Correspondencia de salida, 1924-1926.

[39] BULL. La Prensa, 12-agosto-1925, 16-septiembre-1925 y 23-septiembre-1925.

[40] RODRÍGUEZ DELGADO, O.: “El músico don Heleodoro Rodríguez Coello (1883-1938), destacado director de bandas en Cuba”. En suplemento La Prensa de El Día, 26-agosto-1990.

[41] AMA. Libro de actas pleno, 27-marzo-1926.

[42] Ídem.

[43] BULL. La Prensa, 24-agosto-1926.

[44] BULL. La Prensa, 11-junio-1926.

[45] BULL. La Prensa, 21-julio-1926.

[46] BULL. La Prensa, 31-agosto-1926.

[47] BULL. La Prensa, 8-septiembre-1926.

[48] BULL. La Prensa, 24-agosto-1927.

[49] BULL. La Prensa, 9-mayo-1930.

[50] BULL. La Prensa, 13-mayo-1930.

[51] PÉREZ RODRÍGUEZ, op. cit., pág. 96.

[52] AMA. Libro de actas pleno, 2-septiembre-1931.

[53] AMA. Correspondencia de entrada, 1931.

[54] BULL. La Tarde, 26-septiembre-1931.

[55] BULL. La Tarde, martes 12-abril-1932.

[56] AMA. Libro de actas pleno, 17-abril-1932.

[57] BULL. La Prensa, 6-mayo-1932.

[58] BULL. La Prensa, 26-agosto-1932.

[59] BULL. La Prensa, 28-septiembre-1932.

[60] RODRÍGUEZ DELGADO, O.: “Don José Pestano Núñez (1904-1993), director de bandas de música e Hijo Predilecto de Arafo (I)”. En suplemento La Prensa de El Día, 24-abril-1994.

[61] AMA. Correspondencia, 1955.

[62] AMA.  Correspondencia de salida, 1933.

[63] COELLO MARTÍN y PLATA SUAREZ, op. cit., pág. 80.

[64] BULL. La Prensa, 5-diciembre-1933.

[65] BULL. La Prensa, 6-enero-1934.

[66] BULL. La Prensa, 22-diciembre-1934.

[67] BULL. La Prensa, 9-febrero-1934, 21-abril-1934 y 24-agosto-1934.

[68] BULL. La Prensa, 6-julio-1935.

[69] BULL. La Prensa, 7-septiembre-1935.

[70] BULL. La Prensa, 21-noviembre-1935.

[71] BULL. La Prensa, 7-diciembre-1935.

[72] AMA. Libro de actas pleno, 28-marzo-1936.

[73] BULL. La Prensa, 31-enero-1936.

[74] AMA. Correspondencia de entrada, 1937.

[75] COELLO MARTÍN y PLATA SUAREZ, op. cit., pág. 80.

[76] PÉREZ RODRÍGUEZ, op. cit., págs. 96-97.

[77] AMA. Correspondencia de salida, 1937-1938.

[78] BULL. La Prensa, 10-diciembre-1937.

[79] AMA. Libro de actas pleno, 27-enero-1938.

[80] BULL. La Prensa, 28-junio-1939.

[81] BULL. La Prensa, 3-agosto-1939.

[82] AMA. Correspondencia de entrada, 1940.

[83] AMA. Libro de actas pleno, 31-mayo-1941.

[84] COELLO MARTÍN y PLATA SUAREZ, op. cit., pág. 80.

[85] RODRÍGUEZ DELGADO, O.: “Don Octavio Miguel Pérez Rivero (1922), actor, director y animador cultural (I)”. En suplemento La Prensa de El Día, 23- diciembre- 1990.

[86] COELLO MARTÍN y PLATA SUAREZ, op. cit.,  pág. 81.

[87] AMA. Correspondencia de entrada, 1943.

[88] AMA. Correspondencia de entrada, 1946.

[89] AMA. Correspondencia de entrada, 1951.

[90] PÉREZ RODRÍGUEZ, op. cit., pag. 124-125.

[91] AMA. Correspondencia de entrada, 1948.

[92] BULL. La Tarde, 8-mayo-1950.

[93] AMA. Libro de actas pleno, 9-mayo-1950.

[94] COELLO MARTÍN y PLATA SUAREZ, op. cit., pág. 81.

[95] AMA. Libro de actas pleno, 15-agosto-1955.

[96] BULL. El Día, 15-enero-1960.

[97] AMA. Libro de actas pleno, 15-octubre-1960.

[98] BULL. El Día, 20-diciembre-1960.

[99] COELLO MARTÍN y PLATA SUAREZ, op. cit., pág. 78.

[100] AMA. Libro de actas pleno, 21-abril-1965.

[101] Bandas de Música de Tenerife, op. cit., pág. 129.

[102] COELLO MARTÍN y PLATA SUAREZ, op. cit., pág. 82.

[103] Ídem, pag. 78.

[104] Ídem, pag. 79.

[105] Para conocer el repertorio de la Sociedad Filarmónica “Nivaria” véase COELLO MARTÍN, J.R.: El repertorio de las bandas de música del sur de Tenerife. Grupo Editorial Universitario. 2002, págs. 41-62 y 127-128.