Los detenidos fueron presentados en Medellín el pasado jueves.
Dos cargamentos de cocaína que sumados completaban más de una tonelada y que cayeron en Estados Unidos y el Caribe entre el 2003 y el 2004 fueron la primera pista que siguieron las autoridades.
Llegaron así a la red que manejaba plata de la tenebrosa 'Oficina de Envigado', una de las estructuras criminales más violentas y temidas del país.
Fueron 300 kilos en Miami y otros 795 en Jamaica que, según la DEA y la Policía colombiana, pertenecían a tres pesos pesados del crimen: 'don Berna', 'Rogelio' y 'Danielito'.
Los tres están fuera de circulación (los dos primeros estan en cárceles de E.U. y 'Danielito' fue asesinado y desaparecido por sus antiguos socios), pero la red seguía trabajando para 'Douglas' y 'Yiyo', los herederos de la red de sicarios más conocida del país.
El miércoles, siete colombianos fueron capturados por la Policía con fines de extradición. Según el general Óscar Naranjo, lavaron al menos 50 millones de dólares de la banda a través de una red de negocios que incluía hoteles, pequeños centros comerciales, bombas de gasolina y distribuidores de carne.
A ellos llegaron a través de los seguimientos de comunicaciones de los que manejaron los dos cargamentos del 2003 y el 2004.
Los establecimientos estaban agrupados bajo una empresa macro con sede en Medellín conocida como Inversiones y Servicios Neam, creada con las iniciales de su nombre por Nelson Eugenio Aristizábal Martínez.
Según investigadores, Aristizábal Martínez había articulado con la Oficina de Envigado el cobro de deudas por cargamentos de droga que salían del país.
"Había favores mutuos. Cobros, a cambio del ingreso de dinero a través de consignaciones a varias cuentas que manejaban esas empresas", dice un investigador.
Una puja entre narcos por 5 mil millones de pesos, según fuentes antimafia, habría terminado con la desaparición del hombre el año pasado.
Él era la cabeza de las siete personas que acaban de ser capturadas en la operación de Antinarcóticos y la DEA, por lo que sus testimonios podrían ser claves para esclarecer esa desaparición. Se trata de Ómar de Jesús Muñoz Henao, José Manuel Cardona Osorio, Carlos Arturo Seren, Gilberto Sánchez Rico, Carlos José Zuluaga, John Jairo Ochoa Meza, quienes figuran en el expediente como los testaferros, y Óscar Mauricio Henao Toro, contador.
Bajo el holding Neam operaron Hotel Balcones Zúñiga, Servicarnes Envigado, Servicarnes Medellín, CDA Máximo del Sur, Servicentro Máximo del Sur en Itagüí y Serviinmobiliaria, entre otros comercios.
Lo que saben las autoridades es que los cargamentos salían por la costa norte, principalmente por la alta Guajira, en lanchas rápidas que llegaban hasta Jamaica. Gilberto Sanchez era el enlace para recoger los cargamentos -residía en Kinsgton-, para luego enviarlos hacia E.U. Una reciente visita a una familiar en el país lo hizo visible para las autoridades.
La plata regresaba en maletas doble fondo, habitualmente por la ruta República Dominicana-Barranquilla, y buena parte de ella iba a cuentas de José Manuel Cardona, quien poseía negocios de ganado en Santander.
Las capturas ocurrieron el pasado miércoles de manera simultánea en La Dorada (Caldas), Bogotá, San Vicente de Chucurí (Santander), Medellín y San Roque (Antioquia) en desarrollo de la operación Fuego-Hielo.
Así se llamó desde la incautación en Jamaica, porque la cocaína decomisada allí iba hacia Boston, E.U., que para esa época estaba en pleno invierno.
El alto porcentaje de peleas que involucraba a menores pasados de copas fue el argumento para que en abril del 2007 el entonces alcalde Luis Eduardo Garzón decidiera instaurar el toque de queda.
La primera localidad en aplicar la medida fue Suba. Un año y 10 meses después ya son nueve las localidades que siguieron el ejemplo: restringir la circulación de menores en las calles, entre las 11 de la noche y las 5 de la mañana.
La Secretaría de Gobierno reveló que con la implementación de la restricción, las riñas han disminuido en 40 por ciento. No se descartan reducciones similares en delitos como el hurto a personas y lesiones personales.
El número de incidentes atendidos por el Centro Regulador de Urgencias (CRU) disminuyó en 15 por ciento. La misma reducción se vivió en las salas de urgencias de los diferentes centros hospitalarios del Distrito.
Las autoridades explican este fenómeno como el resultado de los controles a menores de edad entre las 11 de la noche y las 5 de la mañana.
"Hace seis meses, los fines de semana 180 menores eran puestos bajo la protección de la Comisaría de Familia asignada a la localidad de Bosa. El fin de semana pasado sólo se registró un caso", señaló la secretaria de Gobierno, Clara López Obregón.
Desde su implementación, la medida ha buscado proteger a los menores de edad y concienciar a los padres de familia sobre la responsabilidad de que sus hijos no transiten por el espacio público a altas horas de la noche.
Pese a que los resultados del toque de queda son positivos en las localidades donde funciona, la administración distrital descarta implementarla en toda la ciudad.
La falta de comisarías de familia que funcionen durante las 24 horas es la principal razón para que no se tome la decisión de ampliar la restricción. En la actualidad, se cuenta con 30 comisarías de familia, de las cuales cinco despachan en jornada continua.
López recordó que en los operativos para hacer cumplir la norma sólo pueden participar la comisaría de familia asignada a la localidad, uniformados de la Policía de Infancia y Adolescencia, y delegados de la Personería.
En ningún caso, los menores de edad pueden ser conducidos transitoriamente a estaciones de Policía, mientras sus padres los recogen.
55 menores fueron sorprendidos en establecimientos de rumba, en operativos realizados entre enero y lo que va de febrero de este año.
Aunque la infección tiene graves consecuencias en los humanos, el portador y transmisor del virus resulta indemne a su acción gracias a la activación de un sistema de defensa ancestral.
Así lo afirmó un equipo de investigadores de la Colorado State University (EEUU) en la revista especializada 'PLoS Pathogens', donde explican que este descubrimiento abre una nueva vía de investigación para frenar la transmisión de la enfermedad.
La fiebre del dengue y la fiebre hemorrágica del dengue constituyen un problema de salud pública que afecta a 100 millones de personas cada año y para el que no existen vacunas o tratamientos preventivos.
El mosquito que transmite esa enfermedad, el Aedes aegypti, es capaz de evitar la infección del virus del dengue gracias al desencadenamiento de una potente e inmediata respuesta inmunológica.
Sin embargo, aunque suficientemente poderoso para mantener al margen a la enfermedad, ese mecanismo no puede terminar con el virus que, por tanto, el mosquito sigue transmitiendo a los humanos.
La interferencia de ADN es una defensa antivírica ancestral utilizada por los mosquitos y otros animales invertebrados para destruir el ARN -material genético- de muchos virus que invaden a los artrópodos.
Tras analizar el ARN de mosquitos adultos, los investigadores se percataron de que las moléculas iniciadoras y desencadenantes de la respuesta inmunológica se sintetizan en cuanto el virus del dengue entra en el cuerpo del animal.
Los científicos descubrieron que un aumento de la respuesta de la interferencia del ARN evita la infección del mosquito.
El equipo investigador considera que la manipulación genética de ese mecanismo puede ser un arma poderosa para frenar la transmisión del virus vía mosquito-humano.
Esa manipulación tendría como objetivo interrumpir la proliferación del virus en el cuerpo del mosquito.