Ha hecho muchos kilómetros con la música. Cantaba en una orquesta de su ciudad, pero hacían bolos “por donde salían” y compaginaba las actuaciones con sus estudios. Se ha presentado a unas oposiciones de la Junta de Andalucía, y si no aprobaba, o no conseguía grabar un disco, tenia pensado estudiar turismo para viajar, porque le encanta.

Su historia es la de una enamorada de la canción. Desde pequeñita imitaba a Marisol, y su vocación se fue transformando en la persecución de un sueño que, por fin, se ha hecho realidad.

Para “cargar pilas” no tiene más que apoyarse en su familia que, como ella dice: “Me apoya hasta la muerte”. Ese apoyo ayuda a Marta a sentirse feliz aunque tiene “pronto”. El aspecto es importante para ella, y reconoce que puede pasarse dos horas arreglándose frente al espejo.

Y a graciosa no la gana nadie. Tiene cuerda para rato... con sus imitaciones de la Antonia (de los Morancos). Y es que el arte le sale del cuerpo a esta "niñata". Tras varios años de ausencia Marta ha vuelto al mercado musical con su primer disco en solitario "Alma latina" producido por Manuel Ruiz (Queco) y en el que Marta ha intervenido directamente en las composiciones.