Sección de Historias



Historia: ( Escrita por Denisha)



EL PROYECTO DE LA MUERTE



Era el primer de clase del segundo trimestre cuando Lola, la profesora de audiovisuales, nos encomendó como trabajo final la elaboración de un cortometraje.

Después de una larga discusión, acordamos rodar una “película “de terror. La realización del guión fue algo dura pero una vez terminado y a nuestro poder, nos considerábamos preparados para comenzar a rodar el corto. Antes de rodarlo, debíamos elegir el lugar propicio para el film.

Indecisos, Lucía propuso rodarlo en la casa de Claudia, ya que el film trataba de casas encantadas pero la clase se negó en rotundo, o al menos unos cuantos lo hicieron. Lola extrañada con la reacción de unos cuantos, pidió a Lucía que contara lo ocurrido en aquella casa.



Claudia se quedó sola en casa un sábado por la noche y aprovechó para quedarse hasta tarde viendo la televisión. En la tele vio todos los programas que emiten de madrugada, uno especial llamó su atención. En el programa se narraban relatos para no dormir y contaron la leyenda de Verónica. Una chica que murió delante de un espejo con unas tijeras clavadas en su cuerpo y desde aquel accidente, quien pronunciara su nombre tres veces delante de uno, aparecería el espíritu de la joven con unas tijeras en la mano asesinando a todo aquel que osara molestarla. Claudia sin hacer caso a las advertencias de los narradores de la historia, decidió invocar el espíritu de Verónica. No sucedió nada. Decepcionada, se marchó a su habitación y en el espejo que cubría su armario, observó la imagen de una joven con unas tijeras en su mano derecha dispuesta a llevarla con ella al más allá. Evidentemente, así lo hizo. A las pocas horas después, sus padres llegaron a casa y vieron el cuerpo de su hija encima de la cama con unas tijeras clavadas en su cuerpo.



Lola, conmocionada por la historia, aceptó la sugerencia de Lucía porque según ella, eso son sólo historia para aterrorizar a la población.

Arribamos a la casa un viernes a las cinco y media de la tarde. Fatigados todo el mundo, pasamos el primer día de mudanza y acomodándonos a ella, a pesar de las bromas de algunos compañeros y la inquietud que la casa le producía a Vanesa.

A la mañana siguiente, estábamos listos para comenzar el rodaje. El día fue muy ajetreado. Debían ser la siete de la tarde cuando aún no habíamos finalizado la tercera toma y como la siguiente la tendríamos que rodar en el baño, lugar donde todo comenzó para Claudia, Tomás, Félix y yo no pudimos evitar gastar nuestras típicas bromas pronunciando el nombre de Verónica repetidas veces delante del espejo.



- Dejadlo ya chicos- Dijo Vanesa aterrorizada
- Venga ya- Dijo Tomás- sino ha pasado nada, eso son solo leyendas.
-se pensará que aparecerá Verónica con sus tijeras en la mano derecha y la cabeza de Claudia en la otra- continué con la broma.
- se está haciendo un poco tarde ordenemos todo esto y a ver si terminamos la siguiente toma y podemos cenar- ordenó Lola.
- Eso, dejad el baño libre ya que tengo que hacer mis necesidades- Dijo Vanesa.

Con Vanesa en el baño, el resto de la clase continuamos con las tomas mientras otros, se encargaban de preparar la cena. Durante ese rato, pudimos observar cómo alguien de la clase no se encontraba en la mesa lista comiendo como todos nosotros. Era Vanesa. Lola preguntó que dónde estaba. -Tomás, Félix y yo la vimos por última vez en el baño- le respondí a su pregunta. Lola fue a buscarla y encontró a Vanesa muerta en la bañera ensangrentada con unas tijeras clavadas en su cuerpo y con una notificación manchada de sangre en el espejo que advertía: “Quien juega con Verónica, invoca a la muerte “. Nuestros ojos no daban crédito a lo que veían. La única alternativa que teníamos, era llamar a la policía y contarles lo ocurrido. Sin pensarlo dos veces, lo tomaron como un suicidio.



A la semana siguiente, al llegar a clase, Tomás y Félix me contaron que todas las noches en el espejo de su habitación, a una joven con unas tijeras en la mano derecha y con la cabeza de Vanesa en la otra que les impedía conciliar el sueño para el resto de sus vidas

Así que chicos, si pensabais que las historias como las de Verónica sólo eran historias, os equivocabais. A partir de ahora, si pasáis por delante de un espejo será mejor que no juguéis con la muerte o el espíritu de Verónica os atormentará para siempre como nos paso a Tomás, Félix y a mí por no hacer caso a las leyendas.