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CHUCK SCHULDINER
1968 - 2001
Cuando se pensó que el año con respecto
al metal ya había terminado, todos fuimos impactados con una noticia, de la cual
todos los fanáticos de Death y agradecidos de su inmortal obra sabían que
tarde o temprano iba a acontecer pero de igual forma se cerraban los ojos y
tapaban los oídos. Tras una ardua lucha contra el tiempo y contra la muerte,
Chuck Schuldiner, icono y padre del death metal,
fallece a causa de un cáncer al cerebro el 13 de diciembre del 2001, a la edad
de 33 años.
Hablar de Chuck es hablar de un genio que tomó su nombre desde la oscuridad y el anonimato de un garage adaptado como sala de ensayo y estudio de grabación a la gloria de una leyenda viviente. Si no fue la primera, Death estuvo entre las bandas responsables del nacimiento del death metal (otras que se podrían contar serían Venom, Possessed y Hellhammer). Pocos han contribuido a un género tanto como Death lo hizo a aquel que lleva su nombre. Y hablar de Death es hablar de Chuck Schuldiner, fundador y alma de la banda, genio y compositor de obras tan importantes como Human y Symbolic, entre muchas otras. Hasta el día de su muerte, mostró esa perseverancia, tal cual se le había visto en los viejos tiempos, cuando las dificultades no eran escollo para este incansable luchador. Sin embargo, el destino inexorable jugó una mala pasada.
DE LA
RADIO PANASONIC A LA INMORTALIDAD
Chuck Schuldiner
nace en mayo de 1968 en el estado de Florida, Estados Unidos. Su infancia fue
normal y desapercibida, hasta que en 1983, con sólo 15 años,
Chuck se encierra en el garage de su madre junto con dos compañeros de
colegio, Kam Lee y Rick Rozz,
para grabar, con una radio grabadora Panasonic, lo que sería el primer y último
demo de Mantas, Death By Metal.
Después el conjunto pasó a llamarse Death.
En 1985, Chuck
decide trasladarse a San Francisco, California, pero Kam
y Rick no lo siguen, por lo que deciden formar
Massacre. Igualmente, Chuck encuentra gente
interesada en formar una banda: Chris Reifert
(batería) y John Hand (guitarra rítmica). En
algunos ensayos participa Steve DiGiorgio (bajista
de Sadus que posteriormente grabó tres discos con
Chuck). Con esta formación la banda siguió grabando maquetas, de mejor
calidad en términos de producción y música, y actuando en diversos clubes de S.F.
En 1986, esta misma formación graba del demo Mutilation,
el que les ayuda para firmar un contrato con Combat Records.
Es así como Death, en 1987, da a luz su primer LP, Scream Bloody Gore.
Brutal y agresivo, este es el momento en que el death metal cambia para siempre. Y Chuck, con tan sólo 18 años de edad. Al año siguiente esta formación se disuelve y entran Terry Butler (bajo), Bill Andrews (batería) y Rick Rozz (guitarra, el mismo de la época de Mantas). Esta formación saca, en 1988, Leprosy, en el cual se podía encontrar un estilo más sofisticado y, a la vez, más crudo. Hay que señalar que son muchos los integrantes que pasan por la banda, se van sucediendo de disco en disco y hasta de gira en gira.
Después del lanzamiento de este disco, Rick se va definitivamente de la banda e ingresa James Murphy (quién en el futuro sería parte de Obituary y Testament) y en 1990 graban Spiritual Healing. Acá se nota una mayor riqueza de recursos por parte de Chuck que ayudan a desarrollar un marcado estilo: brutalidad, técnica y melodía. Con este trabajo, Death se pone un paso adelante en la técnica progresiva del death metal.
Durante esta época, Chuck atraviesa por un difícil momento. Al regreso de la gira europea de Spiritual Healing, por desgaste de relaciones en el aspecto personal, la banda completa abandona a Chuck. Se rumorea que Death no seguía más, pero Chuck demuestra que dichas dificultades no son obstáculos para él y encuentra una nueva formación. Junto con Sean Reinert (batería) y Paul Masvidal (guitarra) ambos de Cynic, y Steve DiGiorgio (bajo), lanza el aclamado Human en 1991, esta vez con Relativity Records. Con este disco, la banda empieza a tener un mayor reconocimiento, no sólo en Estados Unidos, sino también en Europa, Japón y Sudamérica. Death lograba entrar en las ligas mayores del metal. Chuck prueba que Death, más vivo no podía estar.
Pero esta formación sólo se había comprometido con Chuck para grabar Human y hacer la gira correspondiente para luego volver a sus bandas de origen. El ex Dark Angel, Gene Hoglan acepta tomar las baquetas y DiGiorgio vuelve al bajo, mientras que se incorpora nada más ni nada menos que a Andy LaRocque, el afamado guitarrista de King Diamond. Individual Thought Patterns es el resultado de esta monstruosa formación, en 1993, uno de los discos más elaborados y complejos que ha salido de la mente de Chuck, la que siempre se mostró en constante evolución.
Para la próxima producción, Gene y Chuck se quedan solos debido a la partida de Steve y Andy a sus respectivas bandas. Ambos se encierran 9 meses en la sala de ensayo para preparar los nuevos temas del cual sería su nuevo trabajo. Un mes antes de la grabación de Symbolic, entran al conjunto Kelly Conlon (bajo) y Bobby Koelble (guitarra). En 1995 lanzan al fin Symbolic, con Roadrunner Records y producido por Jim Morris. Está de más decir, este es uno de los más grandes trabajos que el metal ha visto bajo el sol.
La banda enfrenta otra separación tras
la nueva gira, y parece ser la definitiva. Chuck
decide dejar a un lado Death para abocarse a un nuevo proyecto: Control
Denied, una banda que sigue una línea similar a Death pero con un
estilo más europeo, sin perder técnica. Chuck toca la guitarra, pero opta por no
cantar y le deja dicha tarea a Tim Aymar, de
registro vocal más claro. En 1997, la banda graba el demo llamado
A Moment Of Clarity. Sin embargo, y en ese
mismo año, Chuck decide volver a juntar a Death.
Así es como Chuck recluta al mismo guitarrista de Control Denied, Shannon Hamm y al eximio baterista Richard Christy, además de Scott Clendenin en las cuatro cuerdas. En 1998 y bajo la estampa de Nuclear Blast, Death lanza al mercado su último trabajo: The Sound Of Perseverance. Después de tantos años de existencia de la banda, este trabajo es considerado como uno de sus mejores aprontes. Es durante la gira de este álbum que Chuck y los suyos visitan Chile y demuestran su poderío ante nuestros ojos. El show estuvo increíble y no quedaron dudas de que para la próxima gira nuestro país volvería a ser golpeado por la brutalidad de Death... el destino quiso otra cosa.
Todo empezó en 1999, cuando Control
Denied decidió reunirse para grabar su primer disco. Después de haber
terminado el proceso de grabación, Chuck sintió un
fuerte dolor en la parte superior y posterior del cuello y en la cabeza. Se
pensaba que podía ser una complicación en el nervio o una dolencia muscular...
En mayo de ese mismo año, justo en el día de su trigésimo primer cumpleaños, los
médicos le descubrieron un tumor maligno en el cerebro.
Toda actividad que estaba realizando
tuvo que ser indefinidamente postergada. Chuck
debía abocarse ciento por ciento al tratamiento. Para salvar su vida, debía
someterse a una compleja operación; pero antes, debía pasar por un agresivo
tratamiento de quimioterapia para reducir el tamaño del tumor.
Todos sus amigos, fanáticos, pero
especialmente su familia, que creo Charles Schuldiner Medical Fund,
fundación en apoyo a Chuck, le dieron apoyo
incondicional. “Me siento afortunado por el inmenso cariño y apoyo que he
recibido por parte de mi familia y amigos en momentos tan difíciles como este”
señaló Chuck.
Después de ocho meses de tratamiento,
en enero del 2000, el tumor se había reducido a la mitad y
Chuck estaba listo para entrar al quirófano. La operación fue todo un
éxito. En cuatro horas, y no en ocho como se tenía presupuestado, se logró
extraer el tumor de la cabeza. Incluso se descubrió que no era tan maligno como
se pensaba en un principio, por lo que el tratamiento de rehabilitación iba a
ser menos severo. Todo se veía con mejores ojos. Después del tratamiento,
Chuck estaría listo para volver a su vida normal...
al metal.
Al parecer, los tiempos difíciles estaban atrás, Chuck había demostrado nuevamente que nada lo podía parar. Pero ahora tenía que encarar una sideral suma de dinero debido a la operación (entre US$ 70mil y US$ 100mil) y no contaba con seguro médico, por lo que el pago de la cuenta debía venir de su propio bolsillo. Charles Schuldiner Medical Fund y el mismo Chuck pudieron costear la cirugía. Sin embargo, los fondos ya no alcanzaban en el caso de que Chuck tuviera alguna recaída en su recuperación o si el cáncer reaparecía.
Marzo del 2001... el cáncer reapareció.
De hecho, había empezado a trabajar en lo que iba a ser el segundo disco de
Control Denied, When Machine And Man Collide,
cuando el proyecto tuvo que ser paralizado debido que células cancerígenas
habían sido encontradas, en el cerebelo y la salud de
Chuck había experimentado un grave retroceso. Demás está decir, Chuck
necesitaba urgente una nueva cirugía, pero ésta le fue negada debido a falta de
fondos.
Sólo quedaba una posibilidad: apelar a
la lealtad y hermandad de los fanáticos de Death. Charles Schuldiner
Medical Fund abrió una cuenta para que cualquier persona que quisiera dar
algún aporte lo hiciera. HammeHeart America Records, junto con Century Media,
Nuclear Blast, Inside Out, Noise y Olympic organizaron subastas para costear el
tratamiento a Chuck. Músicos como
Ozzy, Andy LaRocque y
Steve DiGiorgio subastaron sus propios instrumentos
para luego entregar el dinero obtenido a la fundación. Incluso
Chuck Billy, la legendaria voz de Testament,
a quien también se le había diagnosticado un cáncer, entregó la mitad de la
recaudación de Thrash Of The Titans, festival que él mismo organizó para
poder contar con fondos para su tratamiento contra el mal.
Bandas tan ajenas a Death como
Primal Fear o Stratovarius aportaron a la causa, al igual que
Nuclear Blast, al lanzar dos CD/DVD en vivo de la banda:
Live In L.A. (Death & Raw)
y Live In Eindhoven, uno en agosto y el otro
en octubre. Como se puede ver, la batalla contra el tiempo, y contra la muerte,
se estaba librando. El llamado era desesperado y todos estaban unidos en contra
de la muerte.
Pero los médicos, debido a la falta de fondos, desecharon la posibilidad de la cirugía. Pero sí se podía costear un tratamiento en base de VCR (Vincristina), tratamiento experimental que consta de una droga extraída de una planta determinada, la cual no exponía a los efectos secundarios que cualquier otra droga quimioterapéutica llevaba consigo. La familia de Chuck consintió este método, pero, debido a la altísima dosis que a Chuck se le debía suministrar, su cuerpo irremediablemente sufrió de intoxicación y, en consecuencia, de efectos secundarios. Más grave aún, el tratamiento no detenía el cáncer.
Lo siguiente es un comunicado de prensa
que dio emptywords.org
el día 15 de diciembre:
Hoy tenemos que dar la noticia más
triste. Chuck perdió en su lucha por la vida el pasado 13 de diciembre a las 16
hrs. EST. Estamos todos impactados y, a pesar de las pocas esperanzas que
albergábamos, no podemos creer que esto realmente esté sucediendo...
Así era, la noticia venía de la página
oficial de Death y no había espacio para errores o interpretaciones:
Chuck había fallecido. Dejemos hablar a,
Steve DiGiorgio, un gran amigo suyo. Él lo podrá
graficar de mejor manera que nosotros...
“Todos deben saber lo que ha ocurrido. Hemos perdido un icono del mundo del metal, pero más que eso, he perdido a un viejo gran amigo (...) he perdido a un guía en mi búsqueda musical, lo extrañaré por siempre. Estábamos en la mitad de la producción de un disco y me apena mucho que Chuck no pueda ver el resultado final... lo terminaremos en su honor. Es lo menos que podemos hacer. Sin embargo, estoy contento de alguna forma porque el sufrimiento ya no lo acompañará. No volverá a tocar su guitarra, no podrá completar su enorme colección de vinilos, cortar el césped del patio de su casa, ir a la playa, ir a los conciertos... las cosas que amaba hacer. Chuck no merece una vida alejado de lo que más amaba. Su familia, la vida al aire libre cuando no escribíamos canciones, la música... era era lo él que amaba. Por eso nunca aceptó su destino, nunca se rindió y luchó hasta el final. No aceptaba un no como respuesta. Su familia no escatimó recursos para hacer lo que fuera por él, sus amigos tratamos de ayudarlo en lo que fuera posible y los fanáticos, cuyas palabras de aliento y contribuciones mantuvieron la llama encendida cuando todo parecía estar oscuro... Su corazón está en su trabajó, y lo escucharemos cada vez que escuchemos sus canciones. Adiós hermano... te extrañaré más de lo que las palabras pueden expresar”.