Universidad Yacambú
Doctorado en Gerencia
Fase II
Línea de
Investigación: Gerencia y Prospectiva para la Educación
del III Milenio.
Momento 1
Autora:
Blanca Torrealba
Planteamiento del Objeto de Estudio
El acelerado cambio social, económico y tecnológico
que, a nivel mundial se está produciendo desde las dos ultimas décadas del
siglo pasado, ha hecho que las organizaciones tengan que realizar profundos
cambios para redimensionar sus metas, en concordancia a las nuevas realidades y
necesidades que la sociedad requiere, para así lograr generar fuertes ventajas
competitivas y poder mantenerse en el mercado, utilizando en mayor grado que
antes y con nuevas funciones y responsabilidades el potencial y las capacidades
de los miembros que la conforman.
Estos cambios han ido conformando una nueva sociedad:
la
sociedad del conocimiento, la cual según Drucker (1993), sería:
“Aquella
donde el conocimiento es el principal recurso para crear valor en el marco de un
sistema dinamizado esencialmente por el desarrollo de nuevas tendencias en la
generación y utilización del conocimiento. Conocimiento que será fuente
principal de riqueza y bienestar en un mundo cada vez más globalizado, así como
el más importante activo de la organización.” (p.93)
La sociedad del conocimiento es una sociedad que
aprende por su creatividad y capacidad de reflexión. Precisamente la riqueza de
este nuevo tipo de sociedad postindustrial no se mide tanto por la acumulación
de capital o los bienes materiales que posee o que produce, sino por la
acumulación de conocimientos y sobre todo por la capacidad para producirlos. Al
respecto Thurow (1992) señala que “la riqueza de la sociedad del siglo XXI, no
dependerá de los bienes de capital ni de los bienes materiales que posea o
produzca, sino de la acumulación de conocimiento o capacidad para producirlo…”
(p.76). Con base en lo señalado, el concepto de sociedad del conocimiento estaría
más enfocado hacia la generación de conocimiento científico y tecnológico, que
en la aplicación del trabajo manual y mecánico, propio de la producción
agrícola e industrial.
Ahora bien, dado la gran importancia dada al
conocimiento a tal punto de considerarlo como el activo principal que se mueve en
esta nueva sociedad, es importante tomar en cuenta su definición la cual según
Davenport (1998) es concebido como:
“… una
mezcla fluida de experiencia estructurada, valores, información contextual e
internacionalización experta que proporciona un marco para la evaluación de
nuevas experiencias e información. Se origina y aplica en la mente de los conocedores y, con frecuencia no solo
queda arraigado en documentos o bases de datos, sino también en las rutinas,
procesos, prácticas y normas institucionales.” (p. 5)
Esta definición hace pensar el carácter
organizacional del conocimiento como recurso administrable.
Es importante mencionar que, en muchos casos, el
conocimiento surge de los datos generados por las operaciones y transacciones
cotidianas que se dan en cualquier organización, estos datos, luego de ser
procesados, se convierten en información al ser ordenados y analizados. Por lo
tanto, considerando la definición anterior, se puede decir que el conocimiento
es la combinación de información, contexto y experiencia, que además encierra creencias, perspectivas, juicios y hasta
metodologías que son particulares y desarrolladas por cada individuo con su praxis.
Hasta aquí el conocimiento sería un logro individual y no conformaría en sí
mismo un elemento que forme parte del acervo de conocimiento de la organización
en la cual interactúa el individuo.
Del mismo modo, para que este conocimiento
proporcione máximas ventajas competitivas debe ser correctamente gestionado, razón
por la cual, surge en esta nueva sociedad como una disciplina
“la capacidad
de generar nuevos conocimientos a partir de datos y experiencias, además de
organizar, distribuir, ordenar y compartir los conocimientos ya existentes en
la misma organización. Es el proceso por el cual una empresa innova y compite
con las demás de una manera más eficiente.” (p. 2).
En consecuencia, a través de
Si bien es cierto que el conocimiento debe
administrarse por medio de
“Los procesos de creación y
divulgación de conocimiento en las organizaciones están estrechamente ligados a
las dinámicas de aprendizaje vinculadas a los individuos y también a los
mecanismos de absorción y asimilación por parte de la organización. Conduciendo
esto a ciclos de producción y de aprendizaje que se retroalimentan entre sí y
que le dan un carácter dinámico y evolutivo a los procesos de GC. “(p. 35)
Por otra parte, esta nueva sociedad que considera la
importancia no solo de la información, sino del conocimiento, requiere del
nacimiento de una nueva organización: la
organización que aprende. Para Senge (1990), la
organización que aprende, es “aquella en
la que la persona no puede dejar de aprender porque el aprendizaje es parte del
tejido cotidiano. También la define como un grupo de personas que continuamente
refuerzan su capacidad de crear lo que ellos quieran crear “(p.88). Esto hace pensar
que el AO se logra a través del aprendizaje de sus miembros individuales, del
compartir y de la transferencia de ese conocimiento entre los miembros. Esto
permite asegurar que el camino para gestionar el conocimiento en las
organizaciones, es compartirlo, ya que a medida que cada individuo multiplique
su conocimiento, entonces se estará gestando en él un cambio actitudinal en pro
de todo un colectivo.
Ahora bien en el contexto de las organizaciones
educativas, específicamente referidas a las universidades se observa una gran
paradoja. Por una parte se les considera las instituciones garantes en la creación
y divulgación del conocimiento científico y, por otro lado, se observa como el
porcentaje compartido o divulgado por las universidades a la sociedad que lo
requiere y necesita para su evolución es muy poco.
La sociedad en general, y la universidad en
particular, deberían retroalimentarse y
apoyarse en la búsqueda y uso del conocimiento para lograr mejores perspectivas
competitivas. Sobretodo ahora que la
universidad es accesible a un
conglomerado mayor, lo que justificaría, en parte, el aumento de la
competitividad entre los centros universitarios en la búsqueda de la formación
de un hombre con mayor preparación para enfrentar la incertidumbre del mercado
laboral.
La UNESCO (1998), en
Por
consiguiente, y dado que tiene que hacer frente a la posible pérdida de
espacios de participación e intervención ha de emprender la transformación y la
renovación más radical que jamás haya tenido por delante. Este es el gran
desafío que enfrenta hoy la universidad venezolana si quiere liderar el cambio
que nuestro país necesita para integrase al grupo de las naciones civilizadas
del siglo XXI y donde la función de
investigación pareciera erigirse como la líder de la gestión universitaria
Al respecto Armengol y Stojanovic
(1998) señalan que,
“la universidad, tradicionalmente
se ha considerado como rectora de la educación, la cultura y la ciencia, que
debe crear, asimilar y difundir el saber mediante la investigación, la docencia
y la extensión. Pero de todas estas funciones, es la investigación la que se ha
considerado generalmente como más significativa para apreciar la calidad de la institución” (p.17)
Es
precisamente la función de investigación la que le confiere la razón de ser de una
universidad en su acepción de universalidad del conocimiento ya que el producto
final de la investigación es la generación de conocimiento. Es importante
resaltar que la función de la investigación en la educación superior ha sufrido
cambios drásticos que tienen mucho que ver con el aparecimiento de nuevos
paradigmas y modos de ver la realidad en esta nueva sociedad que se ha ido
conformando.
Ante esto, es relevante mencionar lo afirmado por el
Informe Bricall (2000), cuando señala que “la cuestión mas importante de la universidad
actual es su adaptación a los cambios que la sociedad le exige, tanto en
relación a la enseñanza que imparte como a la investigación que realiza.”
(p.2). Así pues, es importante
reconocer la relevancia que tiene la educación y la generación del conocimiento
en la sociedad del siglo XXI
Evidentemente, los países mas desarrollados del mundo
han reconocido sin demora la importancia que tiene la educación y la generación
del conocimiento en esta nueva sociedad. Han replanteado nuevos objetivos y definido los nuevos enfoques y
prioridades de la educación en todos sus niveles, prestando particular atención
a la educación superior. Ante esta situación,
Ahora bien, dentro del grupo de las organizaciones de
tipo universitario y, tomando como muestra representativa las de carácter
público que funcionan en Venezuela esta
Se inicia con un conglomerado de maestros en servicio
para ser profesionalizados, hoy la
universidad se ha extendido y ha
incorporado nuevas carreras en cada uno de las veinticinco dependencias
académicas que posee a lo largo y ancho del territorio nacional, cuenta con un
número importante de profesores que ejercen las funciones de docencia,
investigación y extensión.
Siendo la misión de
La organización ha realizado esfuerzos en la
formación no solamente de sus estudiantes, sino también en la transmisión de
sus logros a la sociedad. Ello lo ha alcanzado a través de proyectos de
investigación, asociando la investigación con la producción de conocimiento.
Estos proyectos, en su mayoría son producto de un esfuerzo de aprendizaje
grupal e individual. Aprendizaje grupal al producir conocimientos en las
diferentes líneas de investigación a cargo de un cuerpo de investigadores que
forman parte de esta institución y aprendizaje individual a través de las investigaciones
particulares o libres que cada investigador desarrolla. Prueba de ello queda
evidenciada en las estadísticas mostradas por
La investigación en
Cruces (2000), su director actual, señala que “el CDCHT es una figura institucional que se
instrumenta en
Señala además que mucha de la investigación que hasta ahora
se ha hecho tiene un componente más personal de iniciativa propia que
institucional. Razón está, que hace que las investigaciones resulten dispersas
entre las dependencias académicas y aisladas en cuánto a la pertinencia e
impacto en el contexto nacional.
Coincidiendo con Cruces, indica La fuente(2004),
“… la mayoría
de los investigadores universitarios mantienen agendas individuales y proyectos
de investigación aislados, muchas veces alejados de las prioridades nacionales,
enfocando su productividad hacia publicaciones científicas en revistas de
prestigios, lo que responde a estándares de evaluación internacionales, y a
programas nacionales de estímulo a estas actividades, relativamente recientes,
como PPI, que se concibieron para estimular las actividades de la investigación
y la productividad docente.” (p.2)
Hay que tener claro, que aunque se produce
conocimiento dentro de la institución, éste no se comparte suficientemente con
el cuerpo académico de la universidad. A los productos investigativos acceden
solo una minoría del personal académico: los que se dedican a la investigación
de manera exclusiva. Por lo cual se hace evidente que en
No se registra una política de investigación del
Vicerrectorado Académico, de Investigación y Postgrado a través del CDCHT, que vehiculice los contenidos del conocimiento investigativo al
servicio de toda la planta profesoral y que monitoree el grado en que la
función de investigación se está llevando a cabo entre toda la masa profesoral
de la universidad, motivo por el cual se
hace evidente la necesidad que existe de crear un modelo teórico-operativo que
permita gerenciar el conocimiento en la función de investigación de la UNESR.
Este modelo deberá considerar los
cambios, tanto en los paradigmas tecnológicos, como en las determinaciones que
genera la nueva sociedad del conocimiento, además de tomar en cuenta los
cambios que han surgido en cuanto a políticas de investigación establecidas por
el gobierno. Así mismo la importancia de la innovación y la tecnología en los
actuales contextos, y la complejidad que han alcanzado las instituciones de
educación superior de la región. El considerar estos aspectos justificará la
necesidad de internalizar el hecho de que
las universidades ya no pueden
ser manejadas dentro de los esquemas de gestión surgidos en el siglo pasado y
que aún se mantienen en pie en una buena cantidad de instituciones del país.
Además, la nueva manera de producción de conocimiento e investigación, plantea
nuevas alternativas y desafíos organizativos y de gestión a la investigación
universitaria que están demandando acciones concretas. La actividad
investigativa es parte integral de un sistema en donde las funciones específicas
de la universidad como la docencia y la extensión nutren dialécticamente y
conforman un enfoque sistémico que debe estar engranado con el quehacer
universitario si se desea implementar políticas articuladas entre éstas que
permitan una relación más dinámica con el entorno social y productivo, y
estructuras internas para gestionar su desarrollo, general.
Por otra parte, el Vicerrectorado Académico, de
Investigación y Postgrado y el CDCHT, no cuentan con una manera efectiva y
rápida de comunicación e información desde los entes generadores de
conocimientos ubicados en todas las dependencias académicas de la universidad y
el usuario final de ésta información o conocimiento. Si esta interfase
estuviera operativa se podría apoyar,
divulgar e institucionalizar las informaciones producto de las investigaciones
desarrolladas por cada uno de los docentes y líneas de investigación en menor
tiempo y con la garantía de ubicación y disposición del material investigativo
en manos del usuario interesado. De existir esta posibilidad real todo el
colectivo académico podría conocer y compartir opiniones sobre las mismas en un
tiempo prudente y el aprendizaje permanente y actualizado se estaría
concretando en la UNESR. Cuando en una organización productora de conocimiento
se obstaculiza el acceso a éste lo que se está produciendo es un
desconocimiento sobre las investigaciones realizadas en las diferentes áreas
académicas de esta institución, generando por lo tanto, solamente conocimiento
individual y disperso, entre las
dependencias académicas.
Si bien es cierto que se reconoce el trabajo
investigativo individual y grupal a través de las líneas de investigación, es
evidente también que existen trabas organizacionales, técnicas y financieras
que limitan la posibilidad de compartir conocimiento colectivo al no existir
una cultura organizacional de divulgar y
administrar el conocimiento en la institución como un todo.
Por otra parte, las limitaciones en la administración
de los recursos financieros para el área de investigación en las universidades,
incluyendo la gran cantidad de trámites y formas para lograr financiamiento en
la UNESR, tienen una gran incidencia en la productividad académica y en el
nivel de logro alcanzado, por lo que es imprescindible emprender procesos de
autofinanciamiento más flexibles y expeditos y que incluya una normativa y unos
prerrequisitos para su efectividad que sea
conocida por todo el colectivo académico.
Además de lo anterior, existe la necesidad de
propiciar los vínculos con el sector empresarial en el país y oír sus demandas
y necesidades de investigación para coadyuvar en el logro de un perfil del
egresado que tenga sintonía con la empresa y las demandas de profesionalización
y capacitación de los estudiantes, en cualquiera de los niveles. Ante esto,
señala Lafuente (2004) que “a pesar de los esfuerzos, las universidades siguen manteniendo escasos
vínculos con el sector productivo, el cual valora muy poco sus actividades de
investigación y desarrollo (I+D) y su oferta de servicios”. (p.3)
De lo anteriormente expuesto, existe la necesidad de
establecer programas de vinculación de la universidad con la industria,
creación de unidades de transferencia de conocimiento.
Sin embargo, las trabas señaladas y
los obstáculos mencionados no conforman el núcleo del problema, sino sólo los
síntomas que muestran que algo anda mal en los procesos de administración de la
investigación en la organización objeto de estudio. El verdadero problema no es
la falta de financiamiento, la ausencia de un sistema de información o el hecho
de conformar un ente disperso desde el punto de vista geográfico de sus núcleos
o adscripciones académicas. El verdadero problema lo constituye el hecho de que
la organización universitaria no posee una cultura colaborativa en el proceso
de compartir, hacer llegar, interactuar y divulgar el conocimiento producido.
Es decir, el conocimiento producido en
El planteamiento anterior, lleva a
las siguientes interrogantes:
Objetivos de la Investigación
Objetivo General
Proponer un modelo teórico-operativo de gestión del
conocimiento en el área de investigación para
Objetivos Específicos
1.
Diagnosticar, a
partir de procesos de indagación y observación, la situación actual de los
procesos de creación, transferencia y aplicación de conocimiento en el área de
investigación de
2.
Develar, a
partir del discurso de los actores, las creencias, supuestos y teorías
implícitas que le han dado significancia a la
conservación del modelo actual para gestionar el conocimiento que maneja la
UNESR.
3.
Analizar la
pertinencia de un modelo de gestión del conocimiento orientado al
aprovechamiento de las posibilidades de las organizaciones académicas de
compartir conocimiento en el área de investigación para la conformación de una
organización que aprende.
4.
Diseñar un
modelo teórico-operativo de gestión del conocimiento en el área de
investigación para
Justificación
Teórica:
La propuesta, para poder cristalizarse, requiere de un sustrato
teórico que la enmarque y justifique. Una parte de la teoría se tomará de los
estudios de los teóricos especializados en aprendizaje organizacional,
organización que aprende, gestión del conocimiento o la teoría de la acción. En
este orden de ideas, nombres como Argyris y Shonn, Senge, Landaeta y otros
servirán de referente teórico. Otra parte de la teoría será sustantiva y
emergerá de los discursos de los actores representados en los coordinadores de
investigación y responsables de líneas de investigación. Del discurso de ellos se podrá interpretar el
valor o significado dado a la manera como se ha gestionado la investigación,
hasta ahora en la universidad y permitirá identificar categorías de análisis
que serán insumos para el modelo teórico-operativo que se diseñará. La
triangulación de fuentes entre teóricos y actores representará un método de
confiabilidad de los hallazgos del estudio, en donde, el consenso o discenso, determinará la calidad de los hallazgos. .
Metodológica:
Metodológicamente, la propuesta
investigativa representa un escenario válido para la aplicación del Método
Comparativo Constante (MCC) de la Teoría Fundamentada de Glass
y Strauss (1982) para crear teoría sustantiva.
Institucional:
Es evidente que, en este nuevo contexto
Así mismo, el modelo de gerencia del
conocimiento servirá de base y apoyo a otras organizaciones productivas en
razón de las generalizaciones contenidas en los lineamientos que propone.
Social:
Señala la UNESCO (1995) que:
“Un sistema de educación superior
sólo puede desempeñar cabalmente su misión y constituir un elemento social
provechoso si una parte del personal docente y de sus instituciones- de acuerdo
con los objetivos particulares de la institución, sus capacidades docentes y
sus recursos materiales-realizan también actividades de investigación” (p. 36)
Partiendo de lo anterior, la Universidad como “una organización social, en la cuál se
forman individuos portadores de un conjunto de conocimientos que los califican
para el ejercicio profesional y la vida en sociedad; siendo además un escenario
en donde se crean conocimientos mediante
la investigación en diversas disciplinas científicas y se transfieren estos a
la sociedad, utilizables para resolver problemas de desarrollo”, tiene una
finalidad, eminentemente social ya que la universidad se encarga de buscar
alternativas de solución investigativa a los problemas sociales que afectan el
hombre, por tanto, siendo una comunidad académica, su razón de ser está al
servicio de la sociedad de la cual emerge. Si la información y el conocimiento
son los elementos clave para el funcionamiento de un sistema universitario,
cualquier reflexión o acción relacionada con ellos, su contenido, cantidad,
oportunidad, actualidad, pertinencia, la manera de manejarlo, transmitirlo o
adquirirlo jugará un papel esencial en el mejoramiento de la calidad de vida
del hombre. Por lo tanto, a través de la creación de un modelo teórico-operativo
de gestión de conocimiento que coadyuve en el mejoramiento de la manera como se
comparte y difunde el conocimiento en una organización universitaria, y,
partiendo del enfoque sistémico entre las funciones universitarias: docencia,
investigación y extensión, entonces su impacto social es importante.
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Año 1,
11
Cronograma de Actividades
Actividad |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
Revisión Bibliográfica |
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El Problema |
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Objetivos |
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Justificación |
________ |
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Revisión Bibliográfica |
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Antecedentes |
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Bases Teóricas |
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Glosario |
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Rev. Bibliográfica |
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Método y tipo de Investigación |
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Cronograma |
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Diseño |
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Rev. Bibliográfica |
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Aplicación Instrumentos |
_______________________________ |
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Análisis Resultados |
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Categorización |
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Revisión Bibliográfica |
__________________________________________________________________________________ |
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Estructura del Modelo |
__________________________________________ |
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Presentación del Modelo |
_______________________________ |