INVESTIGACIÓN UNIVERSITARIA Y GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO: BINOMIO EN CONSTRUCCIÓN PERMANENTE

                                                                             

 Por Blanca Torrealba

                                                                                btorreal@cantv.net

 

RESUMEN

 

El artículo, a modo de ensayo, presenta, en primer lugar una historia sucinta de la manera como se ha entendido el conocimiento a través del tiempo y del papel que han cumplido las universidades como reservorio de conocimiento y  como proveedores de conocimiento certificado, aún cuando han sido las instituciones menos investigadas.  Se plantea la nueva manera de entender el conocimiento y la acepción de la ciencia como ciencia emergente en donde la verdad no está supeditada  a los hechos, sino al carácter interpretativo que el hombre le asigne a esos hechos y donde su subjetividad no solo se respeta, sino que se entiende como natural e indeclinable. Se analiza el papel de éste nuevo  conocimiento como auspiciador de la importancia del hombre y su discurso. Se habla de la Gestión del conocimiento y su importancia, sobre todo en organizaciones donde, es precisamente el conocimiento la razón de su existencia, estas organizaciones son las universidades. Se presentan algunas trabas para que se gestione el conocimiento de manera efectiva y, finalmente, a partir de la presentación de unos indicadores estadísticos de gestión del conocimiento en la función de investigación en la universidad venezolana, se perfila el carácter no eficiente de ésta en el país y se culmina reflexionando la situación  al calificar al binomio Investigación universitaria-Gestión del conocimiento como un vínculo en construcción permanente.

 

Palabras Claves: Investigación Universitaria – Gestión del Conocimiento.

 

ABSTRACT

 

In an essay form, the article shows firstly a brief history about the way how the knowledge has been interpreted along time and about the role that universities have fulfilled as knowledge spring and as provider of certified knowledge, in spite of they have been the least investigated institutions.  It is exposed the new way of understanding knowledge and the meaning of science as an emergent one

on which truth is not depending on the facts but on the interpretative character that man assigns to them and where his subjectivity in not only respected but also understood as something natural and undeclinable.  It is analyzed the rol of this new knowledge as promoter of the importance of man and his speech.  The article refers to the management and importance of knowledge especially in organizations in which knowledge is the reason for they exist: the universities.  Several obstacles to the effective knowledge management are presented and finally, since the exposition of some statistical indicators about knowledge management in the reseach activities in Venezuelan university,

it is concluded their inefficient character.  The work ends with a reflection about such situation and names the binomial university research-knowledge management as a joining in permanent building.

 

Key words: university research-knowledge management

 

 

 

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

 

El impacto que el contexto económico, social y tecnológico está produciendo en las organizaciones no tiene correlato en la historia de la humanidad. Nunca como ahora se había logrado entender  en el mundo el llamado “efecto  mariposa” bajo el cual toda acción tiene una repercusión sea ésta física, política, económica o de cualquier índole. Ahora bien, existe un tipo de organización que se ha mantenido en el tiempo como reservorio de conocimientos cuyo papel no ha sido tomado en cuenta en cuanto a la esencia de su existencia: Las universidades. Desde la época medieval, en los monasterios, donde la escolástica controlaba el conocimiento, hasta  nuestro tiempo, algo más de tres décadas, el conocimiento se supeditaba al hecho o a  la experiencia con un referente estadístico y este representaba la única opción válida para obtener el conocimiento

Tanto en las ciencias fácticas como en las ciencias sociales las universidades, sin negar su papel histórico y su relevancia y aporte al conocimiento, no habían sufrido mayores cambios. Es decir las universidades siempre han existido como referencias de logros cognoscitivos, pero su función ha estado convenientemente consustanciada con el estatus quo. Paradójicamente, Las universidades, en palabras de Muñate (2005), siendo los centros  del conocimiento y la investigación por excelencia, representan las instituciones menos investigadas y peor conocidas de la sociedad contemporánea.

Esto ha sido así porque se creyó y aceptó, durante mucho tiempo que el conocimiento válido, certificado representaba el único conocimiento verdadero y éste sólo se podía estudiar con independencia del investigador, es decir con la presencia neutral del investigador como ente  controlador de  todas las variables intervinientes en el fenómeno. En este campo de asepsia investigativa se pensaba que las universidades representaban el  único agente proveedor de saberes.

Todo esto ha comenzado a cambiar a un ritmo vertiginoso, desde que se comienza a hablar en el mundo académico de otro tipo de saberes que no requieren del hecho y la experiencia como única referente, sino que participan de la interpretación humana, la subjetividad y la voz de los actores sociales como protagonistas de los fenómenos sociales. Es más, cuando Heisemberg probó la imposibilidad de obtener la velocidad y el tiempo en que se puede mover una sustancia al mismo tiempo y, más tarde se comprobó el carácter relativo de onda o de corpúsculo de la luz según el medio en que se propaga  y la palabra relatividad comenzó a repetirse en el mundo físico cada vez con mayor frecuencia, entonces, el conocimiento certificado y los proveedores de éste conocimiento comenzaron a dudar acerca de sus métodos y resultados.

Todo lo anterior derivó en la necesidad de reificar al hombre como entidad consciente y proveedora de interpretaciones de la realidad y con una capacidad subjetiva, que lejos de objetarla se debía tomar como referente para indagar en sus significados y comprender las acciones, a partir del modo en que ellas eran interpretadas. A partir de entonces se comenzó a hablar de conocimiento práctico, conocimiento teórico o conocimiento reflexivo. Ante esto Vásquez y Orta (2006) expresan que en Venezuela de una investigación mayoritariamente centrada en las Ciencias exactas, actualmente se produce un viraje hacia la investigación social como opción mediante la cual se aspira resolver buena parte de los problemas que confronta la sociedad.

De la misma manera expresan las autoras que, en 1995 se produce la vinculación del capital social e intelectual y se emplean las agendas de innovación como instrumento generador de conocimiento, información y tecnología.         

Así pues, se comenzó a hablar de capital intelectual, sinergia organizacional, gestión del conocimiento, aprendizaje organizacional, organizaciones aprendientes, comunidades de aprendizaje y toda una pléyade de términos en donde el individuo y su contexto representaban la génesis del conocimiento.

En las organizaciones universitarias también se removieron viejos esquemas y se le dio entrada a nuevas concepciones gerenciales jamás pensadas. Se entendió que es el recurso humano que posee una universidad y no el recurso tecnológico o la infraestructura la que representaba el verdadero valor de una organización. Dentro de esas nuevas concepciones reviste particular importancia la Gestión del Conocimiento como una de las estrategias para conseguir las sinergias entre los miembros de una comunidad universitaria para el logro de mejores y mayores niveles de producción en cuanto a las funciones propias de las universidades como la docencia, la investigación y la extensión.

En todas las universidades del mundo el conocimiento representa el activo más importante ya que su gestión crea valor agregado a la organización y además es el único recurso que crece con el uso, hace más competitiva a la organización que lo crea y la ubica en una posición ventajosa en el mercado. Ahora bien, ninguna organización universitaria puede poseer un conocimiento organizacional, sin una cultura organizacional que sirva de escenario y génesis. Pero, al mismo tiempo, antes de que un conocimiento se presente como organizacional, debe ser grupal y antes, individual.

Es decir, el conocimiento construido dentro de las funciones  universitarias, para que represente un valor institucional certificado, debe ser poseído por todos los entes universitarios que participan de la función. Hoy en día se está entendiendo que el atesorar el conocimiento ha dejado de ser un símbolo de poder. Al contrario, al divulgar y gestionar el conocimiento, éste   forma parte de la cultura empresarial y se consolida la cultura de la organización. Es la relación ganar-ganar que representa la plusvalía interna y externa de la organización.

Ahora bien el hablar de la importancia de la Gestión del Conocimiento en las universidades, de sus bondades y usos, no significa para nada que su implementación en una organización sea un proceso fácil y menos aún, rápido.

 

LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO EN EL AMBITO DE LA PRODUCCIÓN INVESTIGATIVA UNIVERSITARIA.

 

 

El dominio del saber científico por parte de una sociedad constituye en el mundo contemporáneo una condición básica para afirmar la identidad y la independencia cultural de cada país, para favorecer la participación de la población en la ejecución de acciones hacia el desarrollo (UNESCO, 1995, p.15). Este proceso hace evidente que el desarrollo del ser humano depende y dependerá cada día más de la capacidad de los pueblos para crear, innovar a manejar información y conocimientos, investigar y aplicar los inventos y descubrimientos que la investigación produce, de modo que la riqueza y bienes de las naciones estará condicionada cada vez más, no sólo por los recursos naturales o materiales que posea, sino por sus recursos y potencialidades intelectuales (Morles, Álvarez, Camino, Manzanilla, Nieves, Rada y Salcedo, 1997; Rincón, 1973; García Guadilla, sf).

Por otra parte la UNESCO (Ob. cit) expresa:

Que un sistema de educación superior sólo puede desempeñar su misión y construir un elemento social provechoso si una parte del personal docente y de sus instituciones, de acuerdo con los objetivos particulares de la institución, sus capacidades docentes y sus recursos materiales realiza también actividades de investigación. (p. 36)

Así pues a nivel académico, la investigación como proceso es un pilar fundamental para alcanzar el dominio en cualquier disciplina. Son las destrezas investigativas las que les proporcionan, tanto a estudiantes, docentes, y a cualquier profesional, la capacidad de actualización permanente (Soria, 1985; Mircea, 1990, p.38). De hecho, la investigación constituye la herramienta básica que le permite al ser humano recopilar, organizar e interpretar la información que requiere dentro de su proceso de formación; la ciencia proporciona un medio por el cual la persona puede organizar además, sus propios conceptos y actitudes, clasificar sus experiencias y comunicarse con los temas (UNESCO, 1995, p.25). En un mundo cambiante, la habilidad más poderosa que puede poseer una persona es la de aprender y reaprender; lo que este requisito sugiere es que toda especialización debe estar fuertemente anclada en una base fuerte y amplia que permita moverse con facilidad en otras direcciones. La familiaridad con un amplio rango de campos del saber es una necesidad para mantener la flexibilidad de un especialista y su capacidad para adaptarse a los cambios (Pérez, 1998, p.42).

Ahora bien, toda organización que posea como activo primordial al conocimiento por ser su razón de ser como es el caso de las universidades, entiende que la correcta gestión de  éste insumo es de capital importancia para lograr la supervivencia en la sociedad y consolidarse como organización exitosa.

 

ALGUNOS OBSTÁCULOS PRESENTES EN LAS ORGANIZACIONES EDUCATIVAS QUE DIFICULTAN LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO

 

En el caso de las universidades venezolanas y especificando el estudio a la función investigativa, Salguero (2006) nos señala un grupo de trabas que dificultan la incorporación de la Gestión del Conocimiento en la Investigación Universitaria, entre ellas se presentan las siguientes:

  • Desarticulación intrauniversitaria  entre el contenido de las investigaciones. Cada investigador de una universidad en particular explora un tema distinto, tanto en contenido como en método, epistemología y enfoque al investigado por otro profesor de la misma universidad. Se trata de estudiar el océano sin profundizar.
  • No existe una visión compartida o líneas de investigación en cuanto a la temática a investigar que permita especializarse en determinados áreas que produzcan fortaleza temática.
  • Desarticulación ínter universitaria entre tópicos de investigación. Las universidades no definen sus preferencias investigativas, sus temáticas o áreas problemáticas de interés y menos la comunican o comparten con otras universidades. Por ejemplo, universidades que están funcionando en zonas xerófilas y dictan la carrera de Ingeniería Agronómica y Agropecuaria  y no poseen estudios acerca de productividad de sisal o cocuiza o estudios de ganado caprino. Aún más grave, no se comparte investigación con otras universidades que también se encuentran ubicadas en zonas xerófilas con rubros particulares de producción económica.
  • Desconocimiento de las necesidades de producción de conocimientos y tecnologías del país, por lo cual, los investigadores trabajan de manera individual, en muchos casos por iniciativa personal.
  • No pertinencia social de los productos  derivados de la investigación. Existencia de una desconexión entre la investigación universitaria con la sociedad. No se pide participación a las comunidades para que expongan sus necesidades investigativas.

Otro de los elementos considerados detractores del logro y éxito de la gestión del conocimiento dentro de las instituciones universitarias lo representa el rechazo al cambio o la resistencia a toda innovación. Esto se produce con más frecuencia en instituciones universitarias de tipo conservador y en funciones aun más conservadoras como la docencia universitaria, en donde el profesor se resiste a cambiar su método de enseñanza porque lleva muchos años aplicándolo con un éxito aparente, en la mayoría de los casos

Se presentan a continuación algunos indicadores de gestión que pretenden dar cuenta de la manera como en la universidad venezolana se está llevando a cabo la función de investigación:

Por ejemplo, para el año 1995, en Venezuela, el total de presupuesto destinado a financiar proyectos de investigación, el 50% se otorgó o a investigaciones en el área de ciencias exactas y naturales, un 20% fue otorgado a ciencias de la salud, un 18% a ciencias del agro, y los menores aportes fueron destinados a ingeniería y tecnología (7%) y a ciencias sociales y humanas (5%) (Lemasson y Chiappe, 1999). Año éste, que según Vásquez y Orta (2006) es donde se han dado las mayores proporciones de asignación presupuestaria

También se han reportado diferencias en relación al número de investigadores en Venezuela según área de disciplina; por ejemplo para el año 2003, el mayor número de investigadores se ubica en el área de Ciencias Sociales con un 37.5% seguido de Ciencias Naturales y Exactas con un 35.2%, Ciencias Medias 10.3%, Ingeniería y Tecnología 9.0% y Ciencias Agrícolas con 8.0% . Ministerio de Ciencia y Tecnología (2003)

Según datos suministrados por la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana e Interamericana (2005) en Venezuela el número total de investigadores aumento progresivamente de 4.435 en el año 1999 a 6.100 en el año 2003. Así se tiene que el número de investigadores adscritos al Programa de Promoción del Investigador (PPI) para el año 1999 era de 29%, porcentaje fue aumentando progresivamente hasta llegar en el año 2004 a 42%.

Las cifras mencionadas, si bien muestran una diferencia en cuanto a la dedicación por área de conocimiento o, están referidas a científicos reconocidos como investigadores o registrados en el PPI, no aportan nada acerca de todos aquellos docentes universitarios que pueden estar llevando a cabo labores investigativas sin pertenecer a estos registros.

Con respecto a la distribución del grupo según área profesional, se encontró que, la mayor concentración se encuentra en el área de educación, con el 35%, le sigue el grupo de ciencias de la salud, con 27%, en tercer lugar están los profesionales de las ciencias sociales, con un 20%, y los grupos más pequeños están formados por los ingenieros con 11%, y los de ciencias administrativas con 7%.

En lo que respecta a los diferentes aspectos de la actividad investigativa se encontró que las actividades más realizadas son investigación y tutoría con 72 y 71% respectivamente, y que las menos realizadas son la publicación con 18% y la formación metodológica con 36%. Hay un 35% de profesores que hacen tutoría sin haber recibido formación metodológica, y un 17% que dan clases de metodología en la misma condición.

Por otra parte en cuanto a las publicaciones venezolanas registradas en las bases de datos internacional, según la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana e Interamericana (2005), el número de publicaciones ha aumentado de manera progresiva, para el período 1995 a 2003 de 736 paso a 1235, y al comparar el porcentaje de publicaciones venezolanas con respecto al porcentaje del total mundial oscila entre 0.05% y 4.09% lo cual deja evidencia que el número de publicaciones venezolanas internacionalmente registradas durante ese período es muy bajo. Ante esto, Vásquez y Orta (2006) señalan que Venezuela se ubica en el quinto lugar de los países de América latina y muy distante de los países avanzados.

 

REFLEXIÓN FINAL

 

          Todo lo señalado permite mostrar una panorámica  más o menos cercana a la realidad de la manera como se ha llevado la gestión del conocimiento en la universidad venezolana. Notamos discrepancias entre los logros obtenidos y los que se debieran haber obtenido. El éxito o fracaso de un proceso de  gestión del conocimiento se vislumbra a la luz de los resultados obtenidos y sus repercusiones sociales. Por ejemplo, se evidencia un subregistro en la nómina de investigadores certificados por organismos nacionales y la nómina real de investigadores. Por cierto, a éstos últimos no  se les está financiando sus investigaciones, sino que son los propios investigadores quienes financian sus propios proyectos de investigación. Esto choca con el carácter incluyente de la gestión del conocimiento. Además está en franca correspondencia con las trabas que se mencionaron anteriormente para la aplicación de una correcta gestión del conocimiento.

Sin lugar a dudas podemos concluir que la gestión del conocimiento en la función de investigación de la universidad venezolana se está llevando a cabo. Podemos afirmar además que, aún cuando los resultados obtenidos hasta el momento no son los esperados, no hay razón para no pensar que éste binomio Investigación universitaria- gestión del conocimiento se encuentra en éste momento en una construcción permanente.

          Se debe interpretar el hecho de que nuestra universidad va en el camino de lograr una eficiente gestión del conocimiento, en lugar de ir en un camino  errático, so pena de perdernos no solamente como agentes de cambio y mejora, sino lo que es peor, como es el convertirnos en universidades estáticas que continuamos acumulando conocimientos sin aplicación social y sin referente de las políticas de estado.

 

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Lemasson, J. y Chiape, M. (1999). La investigación universitaria en América Latina. Caracas: Ediciones Iesalc-UNESCO.

 

Ministerio de Ciencia y Tecnología (2003). Indicadores de Ciencia, Tecnología e Innovación. Síntesis. Disponible en: http://www.octi.gov.ve. [Consulta: 21 Noviembre de 2006]

 

Mircea, M.(1990). La evolución el currículum en ciencias. Sobre el futuro de la educación. Hacia el año 2000. UNESCO. Madrid: Narcea Ediciones.

 

Morles, Álvarez, Camino, Manzanilla, Nieves, Rada y Salcedo. (1997). Sistema Nacional de Educación Avanzada. Caracas: Ediciones del CEISEA.

 

Muñate, J. (2005). Modelo de Gestión del Conocimiento aplicado a la Universidad Pública en el Perú. Tesis Digitales.UNMSM.Perú.

 

Pérez, C. (1998). Formar para la vida en la sociedad del conocimiento. Reflexiones sobre la Educación Superior en América Latina. Colonia Tovar: Fudayacucho-FAPUC.

 

Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana e Interamericana (2005). Indicadores por país. Disponible en: http://www.ricyt.edu.ar/indicadores /PorPais/VE.xls. [Consulta: 12 diciembre de 2006]

 

Salguero, L. (2006). Gestión del Conocimiento en Organizaciones Universitarias. Disponible en: http://www.virtualeduca.org. [Consulta: 17 febrero de 2006]

 

Soria,  O. (1985). Docencia de la Investigación en la Universidad. La Educación. Revista Interamericana de Desarrollo Educativo. No. 98. Washington: OEA.

 

UNESCO (1995). Documento de Política para el Cambio y el Desarrollo en la Educación Superior. París.

 

Vásquez, E. y Orta, R. (2006). La Investigación Universitaria en Venezuela. Estudio Diagnóstico. Período 1995-2005. Disponible en: http://www.iesalc.unesco.org.ve/programas/investigaci%C3%B3n/resumen%20ejecutivo%20-%20investig.%20univ.%20en%20vzla.pdf [Consulta: 13 octubre de 2006]