Otra
cerveza caliente para Bush
NICANOR LEÓN COTAYO
El martes pasado tuvieron
lugar comicios en los Estados Unidos para elegir
nuevos Gobernadores y Alcaldes, así como para
someter a consulta asuntos de índole local.
Una parte considerable de
sus resultados parece reflejar otra señal no
favorable a Bush, precisamente cuando este es
duramente vapuleado por una tormenta de problemas
políticos.
El Partido Demócrata ganó
las elecciones para Gobernador en Virginia y en
Nueva Jersey, mientras que en California los
votantes rechazaron propuestas formuladas por el
Gobernador republicano.
La derrota en Virginia del
candidato Jerry Kilgor frente al demócrata Tim
Kaine tuvo una significación especial, pues un día
antes de los comicios Bush viajó hasta allí y le
ofreció su respaldo personal.
Jon Corzine ganó
ampliamente en Nueva Jersey con una ventaja que
sobrepasó el 10% a su oponente del partido
gobernante, el empresario Doug Forrester.
Mientras, en California, el
estado de mayor peso electoral del país, una
amplia mayoría de los votantes se opuso a un
proyecto de cuatro medidas del gobernador
republicano Arnold Schwarzenegger.
Al valorar este hecho, AFP
lo catalogó como "el peor revés de su
carrera política", a dos años de la amplia
victoria que alcanzó allí con el apoyo de Bush.
Un consuelo para el Gobierno
de Washington fue la reelección del alcalde de
Nueva York, Michael Bloomberg, en lo que este gastó
unos 100 millones de dólares de su fortuna
personal.
Según estimó la agencia
EFE, lo acontecido significa "un revés"
para el Presidente norteamericano y un
"futuro sombrío" para las posibilidades
de su partido en los comicios del próximo año.
En noviembre del 2006 serán
renovados la tercera parte del Senado y la
totalidad de la Cámara de Representantes, así
como 36 cargos de Gobernadores.
Por su lado, el presidente
del Partido Demócrata, Howard Dean, consideró
que la votación del martes entraña un mensaje a
favor del cambio en el rumbo que lleva el país.
Pero el vocero de la Casa
Blanca, Scott McClellan, al igual que otros le
restó importancia a lo sucedido porque tales
comicios "estuvieron basados en temas
locales".
Si el hecho es analizado
aisladamente no tiene una gran relevancia. Sin
embargo, al situarlo en el contexto de la situación
que vive hoy Estados Unidos puede representar una
señal.
Cuando Bush está acorralado
por serias dificultades políticas, sufre un duro
golpe su Gobernador en California, uno de los
estados electoralmente claves, y afronta
significativos reveses en Virginia y Nueva Jersey.
El caso Iraq, las
descubiertas torturas en cárceles del Pentágono,
los tropiezos para nombrar a uno de los jueces del
Tribunal Supremo y la complicada situación de la
economía debilitan al Presidente.
La semana pasada los demócratas
forzaron al Senado a una sesión sorpresiva a
puertas cerradas para debatir el espinoso tema de
la información de Inteligencia que llevó a
invadir Iraq.
Además el martes último
exigieron al vicepresidente Richard Cheney que no
le garantice un perdón oficial a su asesor
principal, Lewis Libby, por haber entregado
información secreta a la prensa.
Consistió en filtrar que
Valerie Plame era una agente encubierta de la CIA,
una venganza porque su esposo demostró que Iraq
no trató de comprar uranio a Níger para fabricar
armas de exterminio masivo.
En esa maquinación está
mezclado el principal consejero de Bush, Karl Rove,
y el hecho ha desatado un explosivo escándalo en
torno a la Casa Blanca.
Así tuvieron lugar las
elecciones del martes. Su balance no definió el
posible resultado de las más amplias que se
realizarán en el 2006 y mucho menos las del 2008.
Pero agregaron otro eslabón
a la tendencia general de carácter pesimista que
acompaña fielmente al actual Gobierno de los
Estados Unidos.
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