Cap
Tourmente
(1993)
anterior
Director: Michael
Langlois
FICHA TÉCNICA
Productores: Marc
Daigle, Doris Girard, Bernadette Payeur, Yves Rivard
Guionistas: Marcel
Beaulieu, Michel Langlois
Fotografía: Eric
Cayla
Montaje: Jean-Claude
Coulbois, Anne Whiteside
Director artístistico:
Normand
Sarazzin
Duración:
115 minutos
Género: Drama
País: Canada
Idioma: Francés
FICHA ARTÍSTICA
Roy Dupuis (Alex O'Neil)
Elise Guilbault (Anna
O'Neil)
Adrée Lachapelle
(Jean O'neil)
Gilbert Sicotte (Jean-Louis
McKenzie)
Macha Limonchik (Barbara
Kruger)
Gabriel Gascon Monssieur
Simon
Luc Picard Wilfrid Bourgault
André Brassard
(Jos)
Michele Deslauriers (Madame
Huot)
Caroline Dhavernas (Valerie
Huot)
y otros
TEMAS MUSICALES
Cant
del Ocells
P.
Cassals (Performed)
Sony
Music
Blind
Date
Mario St. amand (liricos)
Alain Belaiche (Musica)
Elise Cuilbault (Performed)
Lex
Corbeaux
Arthur
Rimbard (liricos)
leó
Ferré (written and performed)
Meridien,
Braday (Edition)
Stormy
Wheather
H.
Arlen y T. Koehler (whitten)
Mills
Music Inc.
SINOPSIS
Cap Tourmente es un paraje natural perteneciente a la región de Charlevoix, a orillas del rio S. Lorenzo al norte de la provincia de Quebec. Alex O’Neil regresa, tras una larga estancia fuera, a su hogar materno, mientras espera al borde de la carretera que su madre y su hermana vengan a recogerlo, también llega Jean-Louis, un viejo amigo que regresa de visita tras una ausencia de 9 años. Ambos hombres se instalarán con las dos mujeres durante el verano haciendo que se desencadenen una serie de conflictos y enfrentamientos afectivos y emocionales que solo se solucionarán con la partida de ambos.
Cap tourmente fue la primera película de Roy Dupuis que vi después de Nikita. Para mí fue la película de los descubrimientos: el descubrimiento de Roy como actor y no como Michael, el descubrimiento de su voz (no hay versión doblada al español de este film por lo que tuve el placer de verlo en versión original en francés quebequés), y el descubrimiento de su talento para crear personajes completos, acabados, llenos de matices y con carácter y personalidad propios.
De pronto tuve que enfrentarme a un ser que está a mil años luz de Michael y sin tener ninguna referencia la que agarrarme. Fue sorprendente. No existe la austeridad, la sobriedad de Michael en Alex, ni siquiera esa flexibilidad corporal, ni su fina inteligencia... hace otro tipo de cosas, por ejemplo fuma, baila un tango maravilloso con su hermana con la música de Les Corveaux de fondo, canta sentado al piano acompañado de su madre y de su hermana, y trata de tocar el violonchelo. Fue sorprendente por cuanto me dio una imagen de la gran capacidad de Roy Dupuis como actor. En películas posteriores no hice más que mantenerme y confirmarme en esa opinión.
La película transcurre sobre el fondo de un paisaje un tanto idílico a orillas del gran río San Lorenzo, en los cálidos días de verano, rodada toda en un espacio reducido, el entorno del albergue que regenta la madre de Alex y donde viven ella y su hija Alpha. Es un entorno un tanto monótono en el que uno intuye que la vida debe transcurrir con tanto placer como aburrimiento. Todo nos hace suponer que la vida de Jeanne y Alpha no tiene demasiados sobresaltos hasta que llega Alex y, con su actitud egoísta, con su ambigüedad sexual y su comportamiento incestuoso genera una serie de conflictos que serán el eje del drama.
Hay muchos momentos bellos, llenos de sensualidad y ternura, escenas que nos muestran situaciones plenas de fuerza y emoción: la hermosa escena en la que están en la cocina preparando la comida, esa sensual expresión de ternura en la que Alex despeina a su madre en el comedor, el tango con Alpha que tiene el efecto de dejarla totalmente turbada, el poético discurso sobre las estrellas sentado en el porche con Jean-Louis, la escena de amor con Bárbara, el bar mientras tararea la canción que canta su hermana, la despedida de Alpha en la carretera...
Es un cuadro bien presentado y coherente que trata de evocar situaciones normales en las que el centro es un ser cuyo comportamiento no tiene nada de normal. Me ha gustado sobretodo encontrarme tantas referencias poéticas en el transcurso de la película, desde la música del inicio, ese monótono y sugerente violonchelo que interpreta el Cant dels ocells de Pau Casal, hasta esos retazos soñadores con los que Alex adorna su discurso mirando hacia el cielo o hacia la profundidad del río, y luego esa luz tan limpia que se cuela por todas partes evocando el bienestar del verano nórdico, corto pero sugerente.
Tiene mucho de atractivo e interesante esta película, el segundo trabajo importante que Roy Dupuis hacia en el cine y que le ayudaba a asentarse con fuerza en este medio, por lo menos a nivel Quebequés (el resto de los mortales tendremos que seguir esperando a que a alguien se le de por “descubrir” el genio de este actor magnífico)
Roy Dupuis es Alex O’Neil en Cap Tourmente, un
personaje difícil, contradictorio, ambiguo e
inestable. Un personaje lleno de matices y claroscuros
que llega al corazón por dos caminos distintos:
el del amor y el del odio. Porque Alex difícilmente
puede pasar desapercibido. A poco que uno preste
atención se le mete dentro desencadenando
un sinfín de emociones contradictorias: el ser soñador,
rebelde, poético y tierno, que ama a su
madre y a su hermana hasta el paroxismo, que las cubre de
caricias y palabras tiernas, que se emociona
con el ruido de los truenos en el porche de su casa
cuando por la noche se desencadena una tormenta
de verano; o el ser egoísta y pendenciero que se
enfrenta a Jean-Louis en la cocina, que trata
de humillarlo una y otra vez y que le obliga a declarar su
amor, el hombre que tiene problemas con las drogas
y que se esconde de sus acreedores, que se
impacienta con Barbara y no es capaz de demostrarle
ternura, que se pelea en el bar...
Si analizamos a Alex con detenimiento nos damos
cuenta que no posee nada que nos recuerde a Roy
Dupuis en otros personajes, es único y
totalmente diferente. En él no hay nada de Ovila o Yves,
personajes interpretados en aquellos años,
incluso físicamente es diferente: su cuerpo es grande y
pesado, no nos recuerda la flexibilidad adolescente
de Yves ni la fuerza armoniosa de Ovila. Sino que
es macizo, de grandes piernas, espalda y pecho
anchos, cuello enorme... su cabello, muy corto y rubio
le confiere un aspecto, cuando menos sorprendente
en una primera aproximación. Y luego la
vestimenta. Alex se muestra desaliñado,
siempre con grandes camisas desabrochadas y pantalones
remangados, descalzo o en zapatillas, solo cuando
va al bar lleva una cazadora, por lo demás bastante
gastada.
Pero Alex irradia el encanto del ser indefenso,
voluble, necesitado de dar y recibir afecto. Solo hay
que fijarse en la forma como acaricia a su madre
y a su hermana, como roza con su mano la espalda
de Jean-Louis al pasar, o como se abraza a éste,
como se aproxima a Barbara... pero también arranca
el rechazo, el malestar físico de las
personas egoístas y exigentes. Alex acosa a su hermana y trata de
entorpecer la relación amorosa que mantiene
con Jean-Louis colocándose en medio de ambos,
exigiéndoles, tanto a uno como a la otra
unas atenciones y una declaración amorosa que raya en lo
enfermizo.
En el tira y afloja que mantiene con todos los
seres de su entorno acabará hundiéndose (una vez más)
y encontrará que la única salida
es volver a abandonar el hogar materno. Alex huye de nuevo de sí
mismo. Parece que su vida sea una eterna huida
hacia delante, una especie de círculo vicioso que le
lleva a abandonar el hogar materno, donde se
le acoge y se le sufre, para destrozarse físicamente (él
mismo reconoce primero ante su hermana Alpha
que se emborracha, y luego ante Jean-Louis que
tiene problemas de drogas y de dinero), y regresar
a casa en busca de un consuelo que, aunque se le
ofrece tiernamente, él se encarga de destrozar.
Finalmente, el cuadro final: Jean-Louis lo echa
de la casa, Alpha se desespera y llora a gritos en la
carretera pero la madre no vierte una lágrima:
está cansada de ese hijo que le recuerda tanto al padre.
Y Alex se despide de todos nosotros, acodado
en la ventanilla del coche de un amigo que se presta a
llevarlo, mostrándonos la más dulce,
la más inocente, la más tierna de las miradas... Como alguien
le
definió, el Principito en todo su esplendor,
que oculta tras ese rostro angelical al Príncipe de
Maquiavelo.
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PUNTUACION DE LA PELICULA
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8.1 según IMD
Para saber más cosas sobre el personaje de Alex os recomiendo veáis la página de Danièle
fan quebequesa, que con gran talento nos introduce en cada uno de sus personajes,de una forma muy especial.
LOS PERSONAJES DE ROY DUPUIS DE DANIÈLE