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Elizabeth Wright

Los Primeros Auxilios

Es importante tomar consciencia de la necesidad de tener una serie de elementos básicos para la asistencia de cualquier persona ya sea en el ambiente de trabajo o en nuestra casa.

Que son los PA.

Son medidas terapéuticas apremiantes que se aplican a las víctimas de accidentes o enfermedades repentinas hasta disponer de tratamiento especializado. El propósito de los primeros auxilios es aliviar el dolor y la ansiedad del herido o enfermo y evitar el agravamiento de su estado. En casos extremos son necesarios para evitar la muerte hasta que se consigue asistencia médica.

Los primeros auxilios varían según las necesidades de la víctima y según los conocimientos del socorrista. Saber lo que no se debe hacer es tan importante como saber qué hacer, porque una medida terapéutica mal aplicada puede producir complicaciones graves. Por ejemplo, en una apendicitis aguda un laxante suave puede poner en peligro la vida del paciente.

 

Como debemos actuar

 

Siempre hay que evitar el pánico y la precipitación. A no ser que la colocación de la víctima lo exponga a lesiones adicionales, deben evitarse los cambios de posición hasta que se determine la naturaleza del proceso. Un socorrista entrenado ha de examinar al accidentado para valorar las heridas, quemaduras y fracturas.

Se debe tranquilizar a la víctima explicándole que ya ha sido solicitada ayuda médica. La cabeza debe mantenerse al mismo nivel que el tronco excepto cuando exista dificultad respiratoria.

En ausencia de lesiones craneales o cervicales se pueden elevar ligeramente los hombros y la cabeza para mayor comodidad. Si se producen náuseas o vómitos debe girarse la cabeza hacia un lado para evitar aspiraciones.

Nunca se deben administrar alimentos o bebidas y mucho menos en el paciente inconsciente. La primera actuación, la más inmediata, debe ser procurar al paciente una respiración aceptable: conseguir la desobstrucción de las vías respiratorias para evitar la asfixia, extrayendo los cuerpos extraños —sólidos o líquidos— y retirando la lengua caída hacia atrás. Si el paciente no respira por sí sólo habrá que ventilarlo desde el exterior mediante respiración boca a boca hasta disponer de un dispositivo mecánico.

El segundo aspecto a corregir es el referente al sistema circulatorio, para evitar el shock. Se deben valorar la frecuencia cardiaca y la tensión arterial.

Una valoración inicial se obtiene tomando el pulso: permite valorar la frecuencia y ritmo cardiaco, y su “fortaleza” nos indica una adecuada tensión arterial. El shock o choque es un trastorno hemodinámica agudo caracterizado por una perfusión inadecuada, general y duradera, de los tejidos que pone en peligro la vida. Los signos característicos son la piel fría y húmeda, los labios cianóticos (azulados), la taquicardia y la hipotensión arterial (pulso débil y rápido), la respiración superficial y las náuseas. Estos síntomas no son inmediatos; el shock puede desarrollarse varias horas después del accidente. Para evitarlo debe mantenerse abrigado al paciente e iniciar lo antes posible la perfusión de líquidos y electrolitos por vía intravenosa. Está prohibido administrar fármacos estimulantes y alcohol.

 

El botiquín

 

Tenerlo todo preparado con antelación le ayudará a afrontar cualquier urgencia médica sin perder tiempo. Debe tener un botiquín de primeros auxilios en casa y en el carro. Asegúrese también de llevarlo consigo cuando vaya de vacaciones con su familia.

Elija una bolsa o maletín para llevar los artículos sanitarios que sea espacioso, resistente, fácil de trasportar y de fácil apertura. Las cajas de plástico duro con asas o los recipientes que se utilizan para guardar materiales de artes plásticas son ideales, porque son ligeros, tienen asas y son muy espaciosos.

Incluya los siguientes elementos:

1.      un manual de primeros auxilios

2.      gasa estéril

3.      esparadrapo (cinta adhesiva)

4.      vendas adhesivas de distintos tamaños

5.      vendas elásticas

6.      toallitas antisépticas

7.      jabón

8.      crema antibiótica (pomada de antibiótico triple)

9.      solución antiséptica (como peróxido de hidrógeno)

10.  crema de hidrocortisona (al 1%)

11.  acetaminofen (paracetamol) (como Tylenol) e ibuprofeno (como Advil o Motrin)

12.  los medicamentos habituales de venta con receta médica (si se va de vacaciones con su familia)

13.  unas pinzas

14.  una tijeras afiladas

15.  imperdibles (alfileres de gancho)

16.  bolsas de frío instantáneo desechables

17.  loción de calamina

18.  toallitas impregnadas de alcohol

19.  un termómetro

20.  guantes de plástico (por lo menos 2 pares)

21.  una linterna con pilas de repuesto

22.  una mascarilla de reanimación cardio-pulmonar (la puede obtener en la sede local de la Cruz Roja)

23.  su lista de teléfonos de emergencia

24.  una sábana (guardada cerca del botiquín)

 

No todas las personas están en capacidad de auxiliar a alguien pero tomar un curso de primeros auxilios puede salvarle la vida a un ser querido.