Lansquenetes

 

  Del alemán 'landsknecht': Escudero que acompañaba al hombre de armas, en Alemania. Con el tiempo se dio el nombre al soldado de paga que, por su costumbre con las armas, se ganaba reputación militar, entrando a formar parte como mercenario o soldado de fortuna de los ejércitos de diversos reyes. Formaron la fuerza de choque con Maximiliano de Austria y compartieron las hazañas de los Tercios Españoles.

Fueron tropas mercenarias alemanas, formadas por el abuelo de Carlos V el Emperador Maximiliano I de Alemania. Su creación se debió a la necesidad de contar con unas fuerzas capaces de enfrentarse a la mejor infantería de su época: los piqueros suizos. Se ha de considerar a Georg von Frundsberg como el verdadero padre de los lansquenetes, ya que fue él quien les confirió una identidad propia, así como una gran fe en sí mismos. Este oficial, a pesar de ser luterano, combatió en todas las campañas del César Carlos por su devoción al Emperador y al Imperio, hasta su muerte en 1528.

Dichas unidades al crearse se inspiraron en el método suizo, pero con el tiempo no sólo lo igualaron sino que lo mejoraron. Su táctica se basaba en grandes cuadros de piqueros, con disciplina férrea para realizar una defensa o ataques. Su talón de Aquiles se resume en una frase: "Si no hay dinero, no hay lansquenetes". Esa reclamación fue oída demasiadas veces, siendo una de las causas que llevaron a los generales a desconfiar de ellos, además de su tendencia a pasarse al enemigo si éste pagaba más (cosa natural por ser mercenarios, a pesar de que en teoría eran fieles a su Emperador).

Formaban en regimientos de 10 banderas. cada una dividida en 40 pelotones, y estos. a su vez. contaban con 10 soldados o 6 "Doble Paga" (Doppelsóldner). El regimiento solía constar de 4.000 hombres, aunque usualmente no llegaba a estar completo, estaba mandado por un coronel.

Dentro de los cuadros de picas no sólo había tudescos armados con ese tipo de arma; asimismo estaban los "Doble Paga", lansquenetes veteranos que cobraban el doble de un salario normal, ya fuese por dicha veteranía o por el tipo de arma utilizado. Su misión principal consistía en abrir huecos en el cuadro enemigo y debilitar a las primeras filas, lugar donde normalmente formaban los mejores hombres. Aquellos contaban con una línea de infantes dispuestos en guerrilla, "Verlorene Haufe" (Soldados sin esperanza), normalmente combatientes penados, que podían enmendar sus crímenes luchando en una de las posiciones más peligrosas, aunque también se les unían otros combatientes sedientos de gloria y mayor paga si sobrevivían.

El armamento que portaban era variado: picas, arcabuces, mandobles, alabardas, etc. Como su tipo de lucha era el cuerpo a cuerpo, también llevaban espadas. Estas, cortas y de doble filo, se denominaban "katzbalger" (destripa gatos); asimismo podían ir armados de hachas, martillos de Lucerna, mazas, etc., muy útiles en distancias cortas una vez que las picas estaban trabadas. Respecto a las armaduras cada uno elegía la que quería o podía; los "Doble Paga" y los oficiales, al combatir en las primeras filas, solían usarlas pesadas y completas, aunque según decían ellos mismos: "el verdadero lansquenete no utiliza la protección de la espalda, pues nunca se la muestra al enemigo".

Esta clase de soldados fue fundamental, a pesar de sus inconvenientes, ya que dieron al ejército imperial la fortaleza que las unidades españolas no tenían, debido a las tácticas que éstas solían desarrollar. La unión de los dos tipos de infantería demostró ser uno de los mejores métodos de combate utilizados en las guerras del siglo XVI.

 

Los tercios en las campañas del Mediterráneo. S. XVI (Italia). Eduardo Mesa & Emilio Arredondo, Editorial Almena.

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