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Templarios

Nacimiento

A instancias de un insigne cisterciense, Bernardo de Claraval, luego San Bernardo, dos caballeros francos, dos Hugos: de Payns y de la Champaña fundan en 1118 la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo,cuya originalidad radica en que los integrantes eran monjes guerreros.Siendo ya nueve, se presentan ante el Rey Balduino II de Jerusalén y se ofrecen para cuidar el camino de Jaffa, infestado de ladrones que asaltaban a los peregrinos. Realizan los tres votos monacales: pobreza,obediencia y castidad. Poco después el rey, les entrega como vivienda una parte del templo de Jerusalén, lo que les da el nombre definitivo de Caballeros Templarios. Diez años permanecen en esa condición, sin aumentar su número ni inmiscuirse en las guerras santas en que estaba sumida la zona. Fué Bernardo de Claraval quien hizo la Orden, le confió su misión, le transmitió sus enseñanzas y finalmente redactó sus reglas iniciales. Parte de estos hechos permanecerían por siempre en secreto.

Apogeo

A partir del Concilio, sus principales miembros recorren el mundo de entonces reclutando fondos y enrolando efectivos para asumir, ahora sí, la Guerra Santa. La respuesta es generosa, rotunda.Necesariamente en la campaña de Oriente, la disciplina hubo de ser feroz, la retirada imposible, la mínima falta duramente castigada, la vida comunitaria emparejada, tanto en armamento como en Padrenuestros. Muerte, sangre y victoria, amor, salvajismo , abnegación, y derrota fueron hitos anónimos en los campos de Galilea mientras el "otro" Temple, el que había quedado en Occidente (excepto España, donde también guerreaba), se transformaba en un factor de crecimiento, pacificación y civilización. Elaboraron una simbología y un código para su comunicación interna, ante la ignorante desesperación de reyes y obispos. La buena administración, la excención de impuestos, los botines de guerra, las continuas donaciones y buenos negocios, dieron como fruto el enriquecimiento de la Orden. Enriquecimiento que volvía al pueblo al mejorar las condiciones de vida para todos. En Términos modernos puede decirse que se transformó en una "multinacional ética" con deudores prominentes lo que resultaría a la larga peligroso. Más de un Rey de Francia, recurrió al Temple en busca de dinero, entre ellos Felipe IV (el Hermoso), quien sumido en deudas, motines e inflación creyó encontrar la solución en hacerse de sus bienes. Tuvo como colaborador tardío en la empresa al papa Clemente V.

Ocaso

La noche del 14 de octubre de 1307 Felipe el Hermoso hizo arrestar a los templarios de su reino. Acusados de herejía, sodomía, confesión comunitaria , escupir el crucifijo y otros argumentos de indudable efecto popular, elegidos hábilmente por Nogaret, el instrumentador legal, los nobles caballeros debieron sufrir lo indecible en cárceles pestilentes, frías, oscuras, hostiles hasta el destino final: la hoguera. La "justicia" de la Inquisición estuvo a cargo de los dominicos, sus enemigos ya conocidos por otra parte, gracias a la visión que de ellos dá Humberto Eco en "El Nombre de la Rosa". Las confesiones fueron compradas o arrancadas bajo tortura.El 18 de marzo de 1311, el último Gran Maestre, Jaques de Molay, analfabeto, virilmente, prefirió el fuego a la cadena perpetua. Godofredo de Charnay lo siguió. Según relatos "el Gran Maestre en cuanto vio el fuego preparado se desnudó sin titubear... pero dijo a los verdugos: por lo menos dejadme juntar un poco las manos para elevar mi plegaria a Dios..., ya que voy a morir, sabe Dios, injustamente. Pronto caerá la desgracia sobre quienes nos condenan inicuamente. Dios vengará nuestra muerte, con esta convicción muero. La muerte lo tomó tan dulcemente que fue motivo de admiración para los presentes ". Por un lado nótese que al desnudarse de su hábito, la Orden, no es destruida. Por otra parte, el papa moría alrededor de un mes después por un atracón de higos y el rey lo hacía ocho meses más tarde, paralítico por una caída de caballo. Ese mismo año Nogaret, autor del trabajo sucio, también moría misteriosamente. Los denunciantes que pusieron en marcha el proceso les siguieron, apuñalados o ahorcados. En 1328 ya no reinaba en Francia descendiente alguno de Felipe el Hermoso.

              NON NOBIS, DOMINE, NON NOBIS, SED NOMINI TUO DA GLORIAM