LA CETRERIA

EL HALCÓN PEREGRINO

(Falco peregrinus) EN LA NATURALEZA Halcón lanario (Falco biarmicus) El halcón peregrino es un ave de tamaño medio, puede alcanzar una longitud de 40-55 cm, una envergadura de 80-115 cm y un peso de 670 -1.000 gramos. Como en todas las rapaces, los valores máximos, corresponden a las hembras. La anatomía de esta falconiforme está perfectamente adaptada al vuelo en espacios abiertos y a los potentes picados que ejecuta para alcanzar a sus presas. Sus alas son estrechas, alargadas y puntiagudas. La cabeza es pequeña y redondeada, con un corto cuello que se une a un cuerpo en forma de huso, dando en general, un aspecto compacto, fuerte, veloz y totalmente aerodinámico. Los ojos son grandes, con el iris y la pupila prácticamente del mismo color, lo que contribuye a aumentar la sensación de tamaño. Su sentido de la vista es agudísimo. En la cara presenta unas largas y anchas bigoteras que se prolongan hasta la altura del buche. El plumaje varía entre jóvenes y adultos. Este cambio se produce tras la primera muda, que suele ocurrir en la primavera-verano posterior al nacimiento del ave. Los ejemplares inmaduros (llamados pollos) presentan manchas de color pardo, repartidas irregularmente por todo el cuerpo, sobre un fondo rojizo. La cera del pico y los párpados son de un tono gris azulado y las manos y tarsos presentan coloración verde azulada. Tras su primera muda, adquiere la coloración típica del adulto: pecho claro con manchas horizontales negro-azuladas. La zona dorsal adquiere tonalidades gris azuladas, muy similar al color de la cabeza. Los párpados, garras y la cera del pico, se tornan de color amarillento. Muchos ejemplares, tras la primera muda, continúan manteniendo plumas de pollo, son los denominados ejemplares entremudados. Las principales armas del halcón son sus grandes y poderosas garras, situadas al final de unos largos, potentes y musculosos dedos. La alimentación del halcón es ornitófaga (se nutre casi exclusivamente de aves). En estado salvaje, da caza a una gran variedad de especies: palomas zuritas, torcaces, codornices, perdices, alondras, diferentes acuáticas, córvidos, etc. Ocasionalmente puede capturar algún pequeño mamífero. La técnica de caza del halcón está basada en su rapidez, agilidad, fuerza y sobre todo, la sorpresa de su víctima. Para llevar a cabo su cometido, el halcón, bien sea aprovechando corrientes de aire ascendentes, o gracias a su potente vuelo batido, toma altura y, describiendo grandes círculos, otea con minuciosidad todo su territorio de caza hasta que se produzca la aparición de su presa. Una vez localizada ésta, la rapaz se lanzará en un vertiginoso picado, alcan- zando velocidades que sobrepasan los 300 kilómetros por hora, para atrapar a su víctima, a la que abatirá "acuchillando" con sus potentes garras. Tras el fuerte choque, la rapaz vuelve hacia su presa y ya en el suelo, sujetándola fuertemente, le dará muerte partiéndole la espina dorsal mediante un rápido movimiento de fractura llevado a cabo con el pico, a la altura de la región cervical.

VARIEDADES DE HALCONES

Existen varias especies y subespecies de halcones. Aunque algunas de ellas están totalmente definidas y diferenciadas, al consultar diferentes fuentes bibliográficas, + existe cierta confusión en cuanto a su sistemática. Puesto que este es un tema que escapa del contenido del presente artículo, tan sólo me ceñiré a exponer de una forma somera, los diferentes tipos de halcones utilizados en cetrería.

En la Península Ibérica es factible a encontrar hasta tres subespecies de halcón peregrino (Falco peregrinus), Su denominación viene dada por su carácter migratorio, tal como comentaba el Canciller Pero López de Ayala: "…llamánlos peregrinos, por comparación de los peregrinos y romeros que andan por todas las tierras y por todo el mundo…". La subespecie que habita y anida entre nosotros es el halcón baharí (F. p. brookei). Procedentes de países del centro y nordeste de Europa, huyendo de los rigores climáticos invernales de esas latitudes, nos visita el neblí (F.p. calidus) y por último, habitando las regiones del norte de Africa, tiene su distribución el tagarote (F.p. pelegrinoides), considerado por este autor como un baharí. Su morfología correspondería a la efectuada en la descripción anterior. Los halcones pertenecientes a la especie Falco biarmicus, denominados lanarios entre los cetreros, se encuentran representados por dos variedades, el alfaneque, proveniente de África y el borní, habitante del continente europeo. Comparados con el peregrino, tienen las alas, el cuerpo y la cabeza más grandes y los dedos más cortos y gruesos. El halcón sacre (Falco cherrug) es el único que no cambia la coloración de sus plumas tras la muda. Su plumaje, en general, es de una tonalidad pardo-rojiza, algo más claro en la cabeza y pecho, además presenta una gran diversidad cromática entre sus individuos. Las típicas bigoteras de los peregrinos son poco aparentes en esta especie. Su tamaño es intermedio entre un peregrino y un gerifalte. Las alas y la cola son muy largas y anchas, permitiéndole una gran capacidad para planear oteando extensas superficies. Además de su carácter ornitófago, acostumbra a cazar mamíferos de pequeño o mediano tamaño. Finalmente, el halcón gerifalte (Falco rusticolus), es el de mayor tamaño de todos. Proviene de las regiones árticas de Europa y Norteamérica. Su coloración varía del pardo oscuro al blanco, haciéndose cada vez más claro tras sucesivas mudas. Los torzuelos pueden alcanzar los 960 Su cabeza es grande, en comparación con otras especies. Las manos poseen dedos cortos y gruesos, terminados en potentes garras. Es un ave que posee una gran resistencias a condiciones tróficas desfavorables. Su distribución es asiática, pudiéndose encontrar de paso en algunas regiones de la cuenca mediterránea oriental.