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EMPRESAS MODELO EN LA ALEMANIA NACIONALSOCIALISTA
"Sagradas son las cicatrices del soldado, pero no menos sagrados
los callos del hombre del TRABAJO"
H. Sponholz
EDICIONES BAUSP
Apartado de Correos 14.010
08080 (Barcelona)
Edición patrocinada
por CEDADE Valencia,
Regt. Emp. Editoriales: 1.269?74 ISBN 84?85156?49?8
Depósito Legal: 12810.
Una nueva mística la mística de la pala, para el primero y único
verdadero socialismo. La idea constructiva, ?que representaba la cruz gamada
? no quedé en palabras y discursos, cientos de mies de jóvenes
ejércitos de trabajadores, confiados en su misión, convirtieron
Alemania en la primera potencia DEL mundo en todos los sentidos. El Campo, por
fin recobraría todo su valor, nuevas y bellas ciudades serían
construidas, monumentos artísticos y obras sociales sin parangón
bajo una idea: Nacionalsocialismo.
EMPRESAS MODELO EN ALEMANIA
Redactado por el Instituto de Investigación Científica del Trabajo
del Frente Alemán del Trabajo ? Berlín, 1941
INDICE
¿Qué es una Empresa modelo desde el punto de vista nacionalsocialista?
¿Qué se exige de una Empresa modelo nacionalsocialista?
¿Qué labor ha sido realizada por las Empresas modelo?
¿QUÉ ES UNA EMPRESA MODELO DESDE EL PUNTO DE VISTA NACIONALSOCIALISTA?
En las fiestas nacionales, cuando
las ciudades alemanas manifiestan su júbilo con el adorno de sus banderas
y los estandartes con la cruz gamada ondean al viento en todas las calles, se
advierte de cuando en cuando, encima de una fábrica, de un taller o de
un negocio cualquiera, una bandera que atrae las miradas y resalta de todas
las demás por su aspecto llamativo y particularmente solemne. Grandes
resplandores de oro brillan entre los colores negro, blanco y rojo de la bandera;
y cuándo el viento despliega la tela y hasta el sol hace fulgurar el
oro, nos vemos obligados a pensar que la dorada rueda dentada que envuelve a
la cruz gamada debe de tener algún significado especial. Y las miradas
del observador buscan entonces, en la fachada del establecimiento, la respuesta
a la no pronunciada pregunta, hasta que se detienen en un letrero negro de hierro
colado, con la forma grave y solemne de una placa conmemorativa, que en orgullosas
letras dice modestamente: "Empresa modelo nacionalsocialista."
Mientras nuestro observador reflexiona sobre el significado de "Empresa
modelo", aparece en su imaginación el cuadro de una fábrica
gigantesca con todas las maravillas de la técnica moderna, con un ingenioso
sistema de correas sin fin, una maravilla de supercivilización técnica,
un refinadísimo concierto de máquinas, una empresa mágica
en la que por un lado entran las materias primas y por otro salen los artículos
terminados y empaquetados, todo ello a una velocidad formidable, en cantidad
enorme, a un precio increíblemente bajo y ?lo que le parece lo más
importante ? con un margen de ganancia fantástico para el propietario.
Así, poco más o menos, aparece una "Empresa modelo"
a la imaginación de muchos que se representan la técnica con verdadera
estrechez de miras.
También nuestro supuesto observador en un principio, dio en imaginarse
la "Empresa modelo" como algo de perfección técnica
suma; pero no tardó en decirse que un fenómeno de tal naturaleza
difícilmente podría recibir el título de "Empresa
modelo nacionalsocialista", de modo que habría que interpretarla
más bien desde el punto de vista político. Al ocurrírsele
la idea de ver en estos establecimientos células de importancia vital
para la propaganda política, se quedó precisamente a mitad del
camino, pues ello solo no habría bastado para la otorgación de
tal título.
Malintencionado en extremo fue, desde luego, la interpretación de un
observador evidentemente extraño al país, que en una "Empresa
modelo nacionalsocialista" no quería ver otra cosa que un "molino
nazi para pulverizar huesos", en el que, costase lo que costase, se sacaba
de todos los trabajadores todo lo posible e imposible, sin miramientos para
la salud del obrero, ni consideraciones humanitarias de ninguna clase.
Todas estas interpretaciones son inexactas. Las empresas modelo alemanas están,
en técnica y ramo, a la altura de los tiempos; pero no son centros del
imperio exclusivo de la máquina. Las empresas modelo alemanas son, indudablemente,
células vivas de la ideología nacionalsocialista, pero no tribunas
de propaganda en que se habla más que se trabaja. Además, no son
molinos de pulverizar huesos, ni instituciones para la explotación del
obrero, sino todo lo contrario; son, precisamente, lo que son: "Empresas
modelo", por la forma ejemplar en que en ellas son atendidos y dirigidos
los trabajadores. En las empresas modelo nacionalsocialistas, lo principal no
es la máquina, sino el hombre, el trabajador; y a la conservación
y al fomento de la mano de obra, de la capacidad y alegría de trabajo
del hombre, se dedican todas las atenciones y todos los cuidados.
Para comprender nuestras empresas modelo, se han de tener presentes las ideas
fundamentales de la política nacionalsocialista en los dominios social,
económico y del trabajo; o, lo que es lo mismo, hemos de partir de aquel
principio fundamental que reza, con razón, que la mejor política
social es siempre la mejor política económica. Por eso, esta distinción
es, ante todo, una distinción político social, lo que la hace
resaltar, desde un principio, de las erróneas interpretaciones de naturaleza
meramente económica. Para el experto nacionalsocialista en Economía
y Sociología, ha llegado a ser la cosa más natural del mundo,
como se lo han demostrado las experiencias de los últimos años,
que una empresa modelo es también, lógicamente, ejemplar en los
dominios de la Economía y del Trabajo.
Una visita a las empresas modelo alemanas ?que no necesitan llevar siempre los
nombres de empresas alemanas de fama mundial, ejemplares en otros sentidos -
nos ofrece un cuadro objetivo de la política social alemana, porque nos
pone en contacto directo con la práctica y nos inicia en los procesos
que se desarrollan en el crisol de una nueva vida políticosocial revolucionaria
y creadora, enseñándonos a la vez el vivero de una era completamente
nueva de jamás sospechadas perspectivas para la vida económica.
En el presente bosquejo, que forzosamente ha de ser muy conciso, al tratar de
las empresas modelo nacionalsocialistas y de la bien definida Organización
alemana "Lucha de Emulación Social de las Empresas Alemanas",
dentro de la cual sobresalen las Empresas modelo, entramos en un capítulo
de la política social nacido efectivamente de la realidad, por lo que
ha podido también dar tan opimos frutos en la misma.
El Dr. Ley, el creador del Frente Alemán del Trabajo, dijo una vez, con
toda razón, "que la lucha iniciada por las empresas alemanas para
emularse en su labor social, es tan gigantesca y sin ejemplo en la historia
social de todos los pueblos, que hasta en los momentos actuales solamente podemos
sospechar sus repercusiones en el terreno político-social y económico".
En la misma ocasión recalcaba: "Sin embargo, los éxitos alcanzados
hasta ahora nos permiten apreciar ya que la potencia económica de nuestro
pueblo alcanzará dimensiones nunca vistas, y que, a pesar de tan formidable
aumento de la producción, se evitará toda explotación del
trabajo humano."
Estas perspectivas ponen de relieve la capacidad de rendimiento del pueblo alemán,
al principio no comprendida en el Extranjero, capacidad que dio lugar al desenvolvimiento
de las fuerzas y a la acumulación de energía productiva que aseguraron
a la Alemania nacionalsocialista el triunfo sobre los enemigos más poderosos.
A todos aquellos que sin cesar buscan en Europa las causas de la victoria alemana
y llegan tantas veces, en perjuicio propio, a interpretaciones erróneas
y falsas conclusiones, se les ha de decir que no fueron solamente las posibilidades
técnicas, el material y las materias primas los que formaron la base
del triunfo alemán, sino que todo esto no habría sido posible
si no hubiera garantizado el triunfo nuestro Socialismo, el "Socialismo
alemán", cuyo espíritu encarnan de la manera más impresionante
las empresas modelo nacionalsocialistas; pero que también ha llegado
ya a plasmar, venciendo más o menos obstáculos, en todos los demás
centros del trabajo de Alemania.
La "Lucha de Emulación de los Establecimientos Alemanes" dio
comienzo a raíz de un decreto del Führer de 29 de agosto de 1936,
por el que instituyó la distinción "Empresa Modelo Nacionalsocialista"
y la "Bandera Dorada". Como este decreto informa convenientemente
sobre los fines perseguidos y sobre la naturaleza esencial de la institución,
es de verdadera utilidad conocer su texto exacto. Reza así:
"Se puede conceder la distinción de "Empresa Modelos Nacionalsocialista",
a todos aquellos establecimientos en los cuales haya sido llevada a la práctica
de la manera más perfecta, la idea de la comunidad nacionalsocialista
del trabajo, por el jefe del establecimiento y su personal de obreros y empleados,
en el sentido de la Ley de la Reglamentación del Trabajo Nacional y en
el espíritu del Frente Alemán del Trabajo.
La distinción será otorgada por mí o por una Sección,
por mí autorizada, del Frente Alemán del Trabajo. La distinción
se concederá por un año y podrá ser renovada. La distinción
será retirada si dejan de existir las condiciones por que fue otorgada.
La adjudicación tendrá lugar el día de la Fiesta Nacional
del Pueblo Alemán, con la entrega de un diploma al jefe del establecimiento.
En el diploma de adjudicación se expondrán las razones por que
ha sido otorgada la distinción. Un establecimiento al que le haya sido
otorgado el título de "Empresa modelo nacionalsocialista" está
autorizado a usar la bandera del Frente Alemán del Trabajo, con rueda
y franjas de oro.
Este decreto entra en vigor inmediatamente.
Munich, 29 de agosto de 1936.
Firmado: Adolfo Hitler."
Este documento fundacional del Führer
demuestra, con toda evidencia que lo económico y lo técnico no
han sido los motivos de la valoración, sino que solamente persigue el
desenvolvimiento de una verdadera comunidad nacionalsocialista de trabajo. Es
un documento marcadamente político-social, pues son precisamente intereses
sociales los que aquí se persiguen. Con toda intención se recalca
el sentido de la Ley de la Reglamentación del Trabajo Nacional, y se
recuerda el espíritu del Frente Alemán del Trabajo. El sentido
políticosocial de esta acción lo subraya también el hecho
de que la adjudicación ha de tener lugar el 1º de mayo, el día
de la Fiesta Nacional del Pueblo Alemán. El éxito, la estabilidad
y capacidad de la Economía alemana se han de levantar sobre el sano terreno
de la política social.
El Frente Alemán del Trabajo, cual el gran instrumento políticosocial,
fue encargado de la organización de las ideas establecidas en el decreto.
En el afán de colocar la evaluación también sobre una base
verdaderamente sana dentro de los establecimientos alemanes, se procedió
a la creación de la Organización llamada "La Lucha de Emulación
de los Establecimientos Alemanes", en la que participan todos aquellos
establecimientos que deseen ganar la distinción de "Empresa modelo
nacionalsocialista". Para poder realizar lo mejor posible el proceso de
selección, se procuró que participaran en "La Lucha de Emulación"
el mayor número posible de establecimientos. Bajo el lema: "También
nosotros formamos en vuestras filas", fue admitido, en principio, todo
establecimiento, reconociéndose así ya la buena voluntad. No fue
equivocada la conclusión de que donde hay voluntad existe también
un camino. Para no desanimar a los candidatos, muchos de los cuales, naturalmente,
no pueden alcanzar de la noche a la mañana, y hasta tal vez en años,
la bandera dorada, se crearon distinciones en forma de diplomas de los diversos
grupos y de distinciones extraordinarias en varios dominios especiales.
La idea del Concurso, aplicada a la vida del trabajo, había dado ya los
mejores frutos en el Concurso Profesional del Reich. Éste, había
servido para medir la aptitud profesional y la habilidad de cada cual en su
profesión, y había conseguido despertar energías productivas
en muchas centenas de millares de trabajadores. En la "Lucha de Emulación
de los Establecimientos Alemanes" había que contar con éxitos
análogos en otro plano.
Ya el primer año formó legión la cifra de los establecimientos
que se habían anunciado, aumentando cada vez más en los años
siguientes, de modo que hoy participa en esta grandiosa competición político-social
casi toda la Economía alemana, desde el negocio más modesto hasta
la empresa de fama mundial.
La distinción de "Empresa modelo nacionalsocialista" no es
fácil de conseguir, y la "Bandera de Oro" no se concede sin
más ni más. A pesar de la enorme participación de los establecimientos
alemanes en "la lucha de emulación", son relativamente pocos
(no llegan a 300) los que han alcanzado la alta distinción. Precisamente
en está rigurosa selección se ha de ver lo valioso, pues una desvalorización
de la distinción por la adjudicación en masa y superficial con
fines de parada o exposición, frustraría la meta que se quiere
alcanzar. No queremos precisamente distinciones y banderas de oro; queremos
establecimientos modelo cien por cien, que puedan pasar todo un purgatorio de
pruebas y que hayan pasado con éxito su bautismo de fuego político-social.
Son extraordinariamente grandes las exigencias que se les plantean, desde el
punto de vista político-social, a las "Empresas modelo alemanas".
A la objeción, que tal vez pudiera hacerse, de que el número de
las empresas modelo es demasiado pequeño en comparación con la
totalidad de la Economía alemana, ha de contestarse diciendo que la selección
se basa en un criterio extraordinariamente riguroso. Pero el éxito esencial
de esta acción político-social que, como se ha recalcado, no tiene
igual en la historia social de los pueblos, no es ni siquiera el producto final
"Empresa modelo nacionalsocialista", sino el hecho de que millares
y millares de establecimientos se estén esforzando sin tregua en llegar
a ser tales empresas modelo. No es posible imaginar en números qué
energías se han despertado con estos esfuerzos en la vida del trabajo
en Alemania. En el frente más ancho, hasta las células de los
negocios más modestos, se registra una actividad político-social
que ha repercutido de la manera más fecunda en toda la política
social alemana, y que, al fin y al cabo, refuerza a la vida económica
alemana en su capacidad y facultad productiva. Así se produce una verdadera
ampliación de la actividad político-social, y los productos secundarios
que se obtienen en esta "Lucha de emulación" se han de mirar
como casi más importantes que la meta final, pues son realidades que
no se pueden negar. El hacer alardes ostentativos es cosa fácil para
el que dispone de una buena cuenta bancaria o recibe para tal fin subvenciones
oficiales. Pero entonces son relativamente pocos los trabajadores que participan
de estas ventajas. Si se tiene presente el hecho de que de la totalidad de los
trabajadores la mayoría trabaja en negocios de mediana y modesta categoría,
se comprende que las medidas político-sociales sólo pueden tener
valor cuando consiguen imponerse en el importante sector de estos establecimientos
medianos y modestos. Tal es el caso precisamente en la lucha de emulación.
La iniciativa ha sido puesta en manos de los jefes de los establecimientos y
de sus obreros y empleados. No se toman medidas superficiales de cualquier clase
mediante disposiciones y leyes esquemáticas; los éxitos político-sociales
se han de derivar de las posibilidades, cualidades y particularidades del establecimiento.
Con este método, que se ha acreditado ya más que bien en tres
años de práctica, se han alcanzado resultados que sólo
en una parte insignificante se pueden ofrecer por estadísticas.
En la Ley de la Reglamentación del Trabajo Nacional han sido eliminados
los viejos conceptos de la lucha de clases, reemplazándoseles por la
idea de la comunidad del trabajo, a cuya realización han de contribuir
en igual medida el jefe del negocio y el obrero y empleado del mismo. La comunidad
viva del trabajo, tal como el Nacionalsocialismo se la imagina y se afana por
imponer, es cuestión de los caracteres. Los hombres son los que con su
actitud y su proceder crean la empresa modelo en su sentido real y verdadero.
Por eso no se parecen en modo alguno al tipo del industrial de cuño liberal.
Las anotaciones del jefe de una empresa modelo nacionalsocialista nos permiten
advertir las ideas que sirven de pauta a tales jefes de establecimiento, y la
ideología en que se puede basar la comunidad de trabajo. Leemos en ellas:
"1. El jefe de la empresa ha de ser, en todo sentido, un modelo ejemplar
para su personal. El modelo suplanta cien prescripciones, por lo que su influencia
es ilimitada. Por eso es un error que el jefe del establecimiento, en su relación
con el personal, apele al puesto que ocupa para hacerse valer; ha de imponerse,
más bien, por su superioridad personal. Será un verdadero modelo
cuando el aventajado le imite, el afanoso se esfuerce en ganar su reconocimiento,
su proceder sirva de medida para otros, su nombre sea pronunciado con respeto
e invocado por hombres de prestigio.
"2. El derecho del jefe del establecimiento es su responsabilidad. Si se
muestra reacio a esta responsabilidad, no está en el puesto que le corresponde.
"3. El jefe del establecimiento no ha de olvidar jamás que el personal
tiene puestas sus miradas en él. Una autoridad basada en cláusulas
no tiene más valor que una administración coactiva.
"4. Orden y orientación perfecta son las bases de un trabajo metódico.
Para ello, el jefe del establecimiento ha de disponer su trabajo de manera que
tenga tiempo para conferencias y conversaciones con su personal, y pueda atender
a sus deseos.
"5. Sin la colaboración voluntaria de su personal, el jefe del establecimiento
sólo puede conseguir resultados imperfectos. Cuando sus colaboradores
fracasen, el jefe del establecimiento habrá de buscar la causa generalmente
en sí mismo. Colaboración es cuestión de confianza. Es
necesario transferir responsabilidad a personas capaces. De este modo se contribuye
a que adquieran una mayor conciencia de su propio valer.
"6. No basta que el jefe del establecimiento prescriba a su personal cómo
se ha de comportar, sino que ha de cuidar de que éste tenga más
comprensión para su propio. trabajo. Es deber natural del jefe del establecimiento
comunicar a su personal conocimientos y experiencias, informándole metódicamente
y estimulándole con su consejo.
"7. El jefe del establecimiento ha de disponer de un gran caudal de paciencia
y dominio de sí mismo. Jamás reprochará con cólera
ni alabará con exceso, sino que será siempre comedido en sus amonestaciones
y elogios. La alabanza, sobre todo, no será adulación, sino el
justo reconocimiento de un mérito.
Pero es necesario que el jefe de la empresa exprese reiteradamente su agradecimiento
a sus colaboradores y colaboradoras, por su capacidad y buen trabajo. Toda persona
que trabaja necesita agradecimiento y reconocimiento."
Este jefe de empresa termina sus líneas con la advertencia de la necesidad
imprescindible de que sean llevadas a la práctica todas las exigencias
establecidas, por ser ello condición indispensable y natural para la
empresa modelo nacionalsocialista.
El escrito del jefe nacionalsocialista de establecimiento, con su sello puramente
personal, pretende únicamente demostrar que el carácter, el sentimiento
de responsabilidad, la comprensión para con su personal y la voluntad
de colaboración son los factores capitales de la dirección nacionalsocialista
de una empresa, sea cual fuere su naturaleza. Ellos han sido también
los que formaron la base sana para llegar a los máximos resultados económicos
y técnicos que han causado el asombro y la admiración del mundo
entero.
Dirección atinada del personal, espíritu de sacrificio frente
al mismo y compañerismo militar en los establecimientos de trabajo, han
podido crear aquella comunidad de trabajo que ha llegado a dominar sobre la
máquina, y librar al hombre de su dependencia, haciéndole triunfar
sobre la materia.
Vemos, pues, que el hombre es el alma de la empresa modelo. Una personalidad
directora fuerte da forma al espíritu del establecimiento; pero también
el personal, los trabajadores y los empleados, y muy especialmente los jefes,
los hombres de confianza y los miembros del Consejo, tienen que tomar parte
activa en la conformación del mismo.
¿QUÉ SE EXIGE DE UNA EMPRESA MODELO NACIONALSOCIALISTA?
Hemos visto que la empresa modelo,
en el sentido meramente económico, no puede ser comparada, sin más
ni más, con la considerada como tal, en el sentido nacionalsocialista.
Ya la declaración personal que encontramos en el decreto del Führer,
según la cual merece la distinción todo aquel establecimiento
"en el que se lleve a la práctica, de la manera más perfecta,
la idea de la comunidad del trabajo", recalca con toda claridad lo que
se persigue.
La comunidad dentro del establecimiento, el compañerismo de trabajo,
la unión armónica de una colectividad que trabaja, es, sin embargo,
algo que no se puede explicar por áridas teorías ni se puede fijar
en la placa fotográfica. Tampoco es posible establecer, sin más
ni más, en determinadas normas, lo que es necesario para llevar a la
práctica una comunidad de trabajo de tal naturaleza; de ahí que
sólo se pueda responder muy someramente a la pregunta sobre qué
es, en síntesis, lo que se exige de una empresa modelo nacionalsocialista.
Efectivamente: es muchísimo lo que se le exige. Como el concepto "realización
de una comunidad de trabajo perfecta" es la meta por alcanzar, que encierra
en sí la plenitud de lo que se quiere conseguir, en toda su múltiple
perfección, ha sido necesario, no obstante, ofrecer ciertas líneas
directivas a las empresas que desean llegar a dicha meta. Por eso, el Frente
Alemán del Trabajo ha establecido ciertas normas y ha formulado además
exigencias fundamentales para ciertos dominios especiales. Estas exigencias
fueron dictadas teniéndose a la vista el bien del individuo y de la colectividad.
Como ambos se hallan en una relación recíproca indisoluble, estas
exigencias se extienden simultáneamente tanto a uno como a otro, pues
sólo del bien de la colectividad puede nacer el bien del individuo. Este
principio resulta ser exacto, siempre que no se persiga la buena vida de una
clase social superior, sino el bienestar común de las más amplias
capas de la entidad del pueblo en su totalidad. Y precisamente esto es lo que
persigue el Nacionalsocialismo: que las medidas sociales sean realmente provechosas
en grado máximo para todo el pueblo. No le interesan los actos ostentativos,
ni los alardes fáciles de realizar en todo momento y en todas partes,
sino los resultados palpablemente provechosos de manera duradera para el alemán
trabajador.
Por lo tanto, la labor del Frente Alemán del Trabajo en su obra de vigilancia
para el fomento de las empresas modelo, no pretende conseguir cualquier clase
de acciones "sociales" brillantes, ni piezas teatrales de ostentación,
sino que sus exigencias se dirigen siempre a que los resultados por obtener
fomenten y sostengan efectivamente la capacidad del pueblo.
Por eso pueden ser mirados como desprovistos de verdadera importancia ciertos
actos sociales que saltan a la vista inmediatamente, realizados por grandes
empresas a fuerza de dinero, mientras que a menudo en un establecimiento modesto
se ejecutan, sin mucho ruido, obras beneficiosas para la colectividad, de las
que nada puede decir ningún periódico, pero que tienen la mayor
trascendencia para los participantes.
La razón de los éxitos conseguidos hasta hoy radica en que el
Frente Alemán del Trabajo, desde un principio, no se ha dejado engañar
por aparentes éxitos aparatosos, reconociendo solamente, y fomentándola
por ello, la obra social efectiva.
Las exigencias que el Frente Alemán del Trabajo plantea a los establecimientos
industriales, comerciales, etcétera, se pueden resumir simplemente de
la manera siguiente:
"Fortalece la voluntad de vivir de los trabajadores, despierta en ellos
el interés por todo lo que sucede en su centro de trabajo, favorece su
salud y mantén sus ganas de trabajar, así procederás socialmente
en el sentido más hermoso y te mostrarás como economista sensato
previsor y afortunado, así cumplirás los preceptos que denominamos
esquemáticamente "dirección nacionalsocialista de los individuos
en los centros de trabajo."
La naturaleza de la dirección nacionalsocialista de los hombres ha sido
a menudo objeto de erróneas interpretaciones en el Extranjero; es más,
y esto es lo que no se comprende, hasta se ha tergiversado por completo su sentido.
Si no se debe a incomprensión, sólo puede haber sido la mala voluntad
la que ha llevado a transformar un concepto tan puro como el de la "dirección
nacionalsocialista de los hombres", en una especie de esclavitud dictatorial
de las masas. La verdad es que la dirección nacionalsocialista de los
hombres es el medio moderno para una dirección sana de los negocios,
que culmina en un concepto de la más pura humanidad, o sea en el principio
de la autoridad responsable dentro de las empresas. Una empresa modelo sin un
jefe ejemplar es absolutamente inconcebible. El industrial que aspire a obtener
la distinción, tiene ante todo que cumplir en sí mismo una misión
de autoeducación. Su axioma ha de ser que sólo podrá exigir
de su comunidad ?su negocio ? lo que él mismo esté dispuesto a
dar a esta comunidad. La preocupación por el bien de la comunidad de
su establecimiento ha de guiar todo su proceder, precepto capital que hasta
se encuentra fijado en la Ley de la Reglamentación del Trabajo: "El
jefe de la empresa ha de cuidar del bien de todo el personal." (§
2, P. 2, LRT.) Este deber del jefe del establecimiento se halla, por lo tanto,
en primer lugar, está antepuesto al deber de fidelidad del personal y
ha de ser cumplido primero para que una colectividad prospere.
Pero hasta el mejor jefe de empresa tendría que fracasar, de negarle
su colaboración el personal. En el trabajo político-social de
toda empresa, es el miembro del personal un factor determinante de mucha importancia.
En muchos de estos intentos de solución toma parte directa, y con su
interés activo es fomentado de la manera más enérgica el
desarrollo de la empresa modelo. El sentimiento de responsabilidad y la participación
en cuanto sucede en el establecimiento están arraigados tan firmemente
en el personal, que es su alegría para el trabajo la que anima a la empresa,
de modo que es ridículo el que teorizantes sociólogos inflados
de sabiduría pretendan presentar este tipo moderno del trabajador alemán
consciente y libre, como una especie de esclavo moderno.
Nuestros éxitos económicos y político-sociales se basan
en hombres que pueden trabajar orgullosos y conscientes, porque se les ha dado
la base para ello.
En qué línea se mueve la apreciación de los establecimientos,
lo demuestran los diferentes dominios especiales para los cuales han sido creadas
distinciones provisionales:
"Educación profesional ejemplar."
"Cuidado ejemplar de la salud del pueblo."
"Hogares y moradas modelo."
"Fomento ejemplar de "La Fuerza por la Alegría."
A éstas se añade la insignia de mérito "Pequeña
empresa ejemplar.
La empresa modelo ha de ser un verdadero
centro de educación profesional para la generación siguiente,
a la que debe poder dar el grado máximo de maestría, para ofrecerle
así una base sólida para su porvenir. Pero la educación
no ha de ser parcial, sino que ha de abarcar a todo el individuo. El maestro
determina en lo esencial el espíritu y el valor de un Centro de enseñanza
profesional. Se han tomado las medidas necesarias para impedir la explotación
de los aprendices. Hoy ya no se les explota, sino que pasan por una verdadera
educación profesional seria. El trabajo práctico se fomenta con
la enseñanza teórica. Se ponen a su disposición talleres
de aprendizaje, instalados de manera ejemplar. Se conceden subsidios de educación,
vacaciones y dinero para gastos menudos, y se observa el tiempo de trabajo fijado.
Ya no se exige de los aprendices pago alguno por, aprendizaje ni manutención.
Después de terminado el aprendizaje, los aprendices siguen trabajando
en el establecimiento. En el trabajo en estancias cerradas reinan orden y limpieza
ejemplares. El alumbrado, la calefacción y la ventilación son
irreprochables. Como es natural, las instalaciones sanitarias están a
prueba de toda crítica.
El cuidado ejemplar por la salud del pueblo prevé lo siguiente:
Un médico de confianza, autorizado oficialmente para ello, tiene a su
cuidado los establecimientos; y su labor es apoyada activamente por los jefes
de los mismos son eliminadas todas las instalaciones peligrosas para la salud.
Se dispone de todo lo necesario para los primeros auxilios. Todas las medidas
para la protección contra accidentes y enfermedades profesionales, se
llevan a la práctica por encima de las exigencias legales mínimas.
Se fomenta todo cuanto puede favorecer la salud de los miembros del personal
y hacerlos más aptos para el trabajo. En caso de enfermedad, los miembros
del personal son socorridos más allá de las disposiciones legales,
continuando el pago de los jornales o abonándoles la diferencia entre
el jornal y la cantidad que reciban por el seguro de enfermedad. Se evita que
realicen trabajos impropios o excesivos las mujeres y los miembros demasiado
jóvenes del personal. Se introducen medidas que facilitan el trabajo
de las mujeres y de los jóvenes. Se guarda consideración con los
miembros ancianos, débiles y menos capaces del personal. Se crean lugares
especiales de trabajo para inválidos y convalecientes. Los descansos
y las horas de trabajo están reglamentados de forma razonable. Se construyen
campos de deportes, salas de gimnasia, instalaciones de natación y cantinas
en las que se puede adquirir comida caliente.
Las empresas modelo conceden subsidios y rentas adicionales de vejez por encima
de las disposiciones legales.
Para familias numerosas se conceden sobresueldos y además se las fomenta
proporcionándolas moradas apropiadas, colonias de casas para obreros,
jardines de infancia, jardines y plazas de juegos, y baños.
Los lugares de trabajo están instalados en forma ejemplar bajo todos
conceptos; en ellos reinan el orden y la limpieza, disponen de buena luz y tienen
que estar bien ventilados. Se evitan en lo posible las formas de trabajo particularmente
peligrosas, y se introducen medios de protección.
Se pone a disposición ropa de trabajo adecuada. Se observan todas las
prescripciones de protección y se introducen los medios más modernos
de protección. Se dispone de salas de reunión, instalaciones de
baños de lavabos y retretes higiénicamente irreprochables, y en
todo sentido estéticos.
Dentro del plan de "Hogares y Casas modelo", se reconocen todas las
medidas que persiguen la creación de habitaciones modelo, sanas y bellas,
para los miembros del personal. Se presta la mayor atención a las dimensiones
de la habitación, a las instalaciones higiénicas y a la construcción.
La obra del establecimiento puede consistir en la construcción de casas
propias para el personal o en un subsidio para la construcción de casas,
cuya dificultad está siempre en la adquisición del dinero restante
que se necesita después de la primera y segunda hipoteca, porque a los
miembros del personal les falta generalmente el capital ahorrado en la cuantía
necesaria para este fin. Pero el establecimiento puede ayudar también
poniendo a disposición terrenos y materiales de construcción,
encargándose de garantías o con subvenciones y préstamos
en efectivo. Mediante el aleccionamiento y el consejo, puede también
despertar entre los miembros de su personal la idea de construir una casa propia
y el espíritu de ahorro.
El fomento ejemplar de "La Fuerza por la Alegría" toma cuerpo
dentro del establecimiento, ante todo, bajo el concepto de la "Belleza
del Trabajo". Casi la mitad de su vida la pasa el trabajador en su puesto
de trabajo, el taller o la oficina han llegado a ser su segunda patria. Por
eso, el centro de trabajo no ha de estar sucio, no ha de ser feo ni ha de causar
aversión. Las ganas de trabajar y un verdadero trabajo colectivo sólo
pueden nacer y desarrollarse en sitios de trabajo bellos y sanos. La "Belleza
del Establecimiento" y la "Belleza del Sitio de Trabajo" han
de ser las primeras cosas a que se ha de prestar atención en una empresa
modelo. Pero la comunidad de trabajo es un lazo que no se rompe de repente con
el clamor de las sirenas de la fábrica; también después
de terminada la jornada de trabajo han de seguir sintiéndose unidos los
obreros y empleados de un establecimiento. Con frecuencia, grupos del personal
asisten a representaciones teatrales, conciertos y exposiciones, corriendo los
gastos a cargo del establecimiento. En los descansos tienen lugar los conocidos
"Conciertos de Talleres", radiodifundidos; se forman coros y se organizan
grupos para dedicarse a la música, a los juegos y al baile. La Obra Alemana
de Educación Popular es fomentada mediante veladas artísticas
regulares y series de conferencias, así como mediante la organización
de grupos de pintura, dibujo modelado, construcción, fotografía,
cursos de idiomas y otras posibilidades de perfeccionamiento educativo. Las
bibliotecas de las fábricas han alcanzado un desarrollo insospechado.
Se fomentan los ejercicios físicos y se practican los deportes, para
lo que, a menudo, se dispone de campos deportivos e instalaciones deportivas
particulares.
Se colabora a la obra de la comunidad nacionalsocialista "La Fuerza por
la Alegría", mediante una reglamentación ejemplar de las
vacaciones. El establecimiento apoya también la participación
de sus obreros y empleados más modestos en los Viajes de Vacaciones de
"La Fuerza por la Alegría". Por lo menos una vez al año
el establecimiento organiza por su cuenta una excursión particular de
"Fuerza por la Alegría". También fomenta el ahorro para
los viajes de la organización "Fuerza por la Alegría".
En la construcción de las autopistas del Reich y de otras grandes construcciones
del programa nacionalsocialista, son alojados los trabajadores en forma ejemplar,
según las reglas establecidas por la Secretaría de la Organización
"Belleza del Trabajo". Se han llevado a la práctica grandes
medidas para el aprovechamiento del tiempo libre (películas sonoras,
bibliotecas, conciertos, representaciones teatrales y deportes).
La insignia de mérito "Pequeña empresa modelo" ha sido
creada para que no sólo el establecimiento que dispone de grandes medios
económicos, sino también el económicamente más débil,
haga todo lo que esté a su alcance para beneficiar a la comunidad. Una
ojeada a los criterios sustentados sobre el particular por el Frente Alemán
del Trabajo, y a las exigencias que se plantean a los diversos dominios en que
han de ser reconocidos los méritos hechos, demuestra que se ha llevado
a la práctica aquí, hasta en sus más menudos detalles,
un programa social práctico que ya en su finalidad supera a todo programa
social. Pero en oposición a otros programas, no se trata aquí
de exigencias utópicas, sino de objetivos que en pocos años de
labor en los centros de trabajo, no solamente han sido alcanzados, sino hasta
superados en mucho.
¿QUÉ LABOR HA SIDO REALIZADA POR LAS EMPRESAS MODELO?
Ya el 1º de mayo de 1937, cuando
fue anunciada la primera Lucha de Emulación de los Establecimientos Industriales,
la inscripción voluntaria de 84.000 establecimientos, demostró
que la idea de la "Empresa modelo nacionalsocialista" había
caído en terreno fértil. Ochenta y cuatro mil establecimientos,
con millones de obreros y empleados, se habían declarado dispuestos a
dedicar todos sus afanes al cumplimiento de la condición primordial que
se les exigía. Esto significaba una activación formidable de las
comunidades de trabajo, un avance de la idea social en toda la línea,
y ello no solamente en una Memoria olvidada luego en el cajón de cualquier
Oficina de Sindicato, sino directamente en el Frente de Trabajo de las fábricas,
de los talleres, de las oficinas y de las obras de construcción. Aunque
cada uno de estos 84.000 establecimientos hubiera introducido adicionalmente
sólo una pequeña mejora social, ello habría significado
ya que la idea social se había realizado 84.000 veces, y no solamente
en un establecimiento ideal único.
Pero la participación en la labor nacionalsocialista aumentó de
año en año. En la segunda Lucha de Emulación participaron
ya 164.000 establecimientos, mientras que en la tercera ?en plena guerra? ha
sido alcanzada la formidable cifra de 272.763 establecimientos.
Hasta qué punto llegó el avance del Frente ya el primer año,
lo demuestra el hecho de que en este primer concurso fueron distinguidos con
diplomas de distrito, 1.683 establecimientos, y con insignias especiales, 266,
por haber realizado méritos dignos de ejemplo. A pesar de la selección
más rigurosa, el Führer confirió ya el primer ano, a 103
establecimientos, la distinción "Empresa modelo nacionalsocialista".
Hoy llevan la Bandera de Oro 297 establecimientos, cifra sólo aparentemente
pequeña si se considera que detrás de ellos marchan con los mismos
afanes y los mismos ideales de méritos sociales, 272.763 establecimientos;
2.923 establecimientos han recibido hasta ahora las insignias de mérito
conferidas por el Dr. Ley, y 5.434 establecimientos han sido distinguidos por
los jefes de distrito con diplomas de distrito. No es posible calcular lo conseguido
dentro de los límites de estas cifras.
Una investigación realizada en el último censo de anteguerra,
que sólo se refiere, sin embargo, a 50.000 establecimientos inscritos
en el Concurso, menciona, entre otras muchas cosas, las cifras siguientes:
En el dominio de la educación profesional han sido creados 4.850 talleres
de enseñanza y lugares de enseñanza, y 1.181 escuelas para obreros.
En 3.809 establecimientos fueron incorporados al proceso de la producción
como obreros de paga íntegra, aprendices aplicados y de especial talento,
a los cuales les fue reducido, en proporción a su capacidad, el tiempo
de aprendizaje. En 1.121 talleres dedicados a la formación de los trabajadores
que desean cambiar de oficio, recibieron una perfecta enseñanza técnica
obreros previamente seleccionados; 14.000 establecimientos adheridos al Concurso
de Emulación, contribuyeron a proporcionar a 70.000 obreros aventajados
una instrucción profesional más perfecta, concediéndoles
estipendios o adoptando otras medidas encaminadas a aquel fin. Dentro del Concurso
de Emulación, fueron contratados 2.500 médicos más y realizadas
medidas de protección sanitaria; las llevadas a la práctica en
4.752 establecimientos, benefician a un total de 600.000 trabajadores; 3.390
enfermerías equipadas con los aparatos sanitarios más modernos
y atendidas por 25.800 enfermeros y enfermeras que se emplearon al efecto, se
hallan al servicio constante de los médicos de los establecimientos;
4.186 grupos sanitarios nuevos fuevos fueron puestos a contribución.
Se anunciaron 4.559 nuevas colectividades deportivas de trabajadores, se pusieron
a disposición 1.250 nuevos campos deportivos propiedad de los respectivos
establecimientos y 1.250 profesores de deportes más vigilan la vida deportiva
de los establecimientos.
Dos mil novecientos setenta establecimientos facilitaron y acortaron considerablemente
las comunicaciones de acceso mediante la organización de servicios diarios
especiales de trenes y ómnibus, o la construcción de caminos para
ciclistas. Cuán importantes son estas medidas, lo demuestra el informe
de un solo distrito, según el cual, algunos establecimientos, que actuaron
en este terreno en forma ejemplar, ahorraron en el año de trabajo un
total de 295.937 horas de trabajo.
Se crearon 2.276 nuevas cantinas en fábricas y talleres, se dio comida
caliente en 7.460 establecimientos y se crearon 25.190 instalaciones apropiadas
para calentar la comida.
Para todas las instalaciones que se pueden resumir en el concepto "Belleza
del Trabajo", limpieza de los lugares de trabajo, buena luz, vestuarios
apropiados, cuartos de bailo, etc., fue gastada en el año del informe,
por la cifra índice de los establecimientos, la suma de 227 millones
de marcos.
Fueron realizadas por los establecimientos 33.633 acciones para la creación
de lugares saludables para el trabajo. Se crearon 9.543 nuevas Cajas de la Organización
"La Fuerza por la Alegría" y se implantó en 4.400 establecimientos
más, el sistema de los vales de viaje de "La Fuerza por la Alegría".
En 27.610 establecimientos se realizó, autorizó y pagó
tal número de viajes de "La Fuerza por la Alegría",
que resultaron beneficiados por esta acción nada menos que 463.800 Obreros
y empleados.
Las cifras siguientes, sacadas al azar, ponen de manifiesto las repercusiones
que tiene la política social progresiva sobre el lado aritmético?económico
de los establecimientos:
Un establecimiento produjo en el año 1937, 100 kilos de algodón
artificial, por 14,5 horas; en el año 1938 disminuyó el número
de horas a 10,9.
En otro establecimiento importó la producción por hombre y año
1934= 10.000 kg.
? 1938=16.000
A pesar de la mayor suma de los jornales, el precio de venta de los artículos
terminados pudo ser rebajado de 55 a 50 marcos.
En una fábrica de paños aumentó la producción, en
el año 1938, en comparación con 1939, del modo siguiente: en la
tintorería, en un 5 %; en la hilandería, en un 20,8% en la tejeduría,
en un 14,4 %, y en el apresto, en un 13,7%.
En todos los casos, los jefes de los establecimientos atribuyen los aumentos
en la producción a su política social dentro del Concurso de Emulación.
Ante estas. verificaciones, los jefes de establecimientos reacios a desarrollar
tal política social, se nos tienen que aparecer forzosamente como verdaderos
necios también desde el punto de vista económico.
Las exigencias actuales hacen necesario también el trabajo de la mujer
en los establecimientos industriales y comerciales. El dedicar a la mujer todo
el cuidado posible es el primer deber del jefe ejemplar de un establecimiento.
En el citado año del informe, en 5.179 establecimientos fueron dadas
de baja antes de la fecha legal, las mujeres embarazadas, a las que, desde luego,
se les siguió abonando todo el jornal. En 6.115 establecimientos fue
abonada la diferencia entre el seguro y el subsidio a la embarazada y el jornal
disfrutado. Doscientos veintitrés establecimientos crearon casa de maternidad
particulares.
Dentro de la misión de protección a la mujer, crearon 972 establecimientos
el puesto de una "obrera experta en problemas sociales" con atribuciones
especiales, para aconsejar y auxiliar a las obreras. Quince mil setenta y cuatro
establecimientos adheridos al Concurso de Emulación apoyan con medios
económicos a los que se van a casar; 15.261 establecimientos regalaron
ropas para recién nacidos, y en 7.647 establecimientos se presta un apoyo
muy eficaz a las familias numerosas.
La idea de las casas baratas para obreros había merecido ya el más
vivo aplauso en el primer Concurso de Emulación: 2.100 establecimientos
pusieron manos a la obra con la construcción de un total de 29.000 casas
baratas. Debido a la construcción de la línea Sigfrido, necesaria
para la defensa del Reich, en el año 1938 no se pudo disponer de mano
de obra suficiente para la construcción de casas baratas para obreros;
no obstante, 1.073 establecimientos pusieron en seguida a disposición,
e incondicionalmente, 21.175.615 de marcos, para la construcción de 24.692
casas. Cuando más adelante se puso a disposición cierto contingente
de material para las construcciones más urgentes, se elevó hasta
el 1º de marzo de 1939, la cifra de casas baratas para obreros, a 57.637,
en las que sólo los establecimientos importantes del Reich gastaron la
suma de 60.000.000 de marcos.
Además, fueron puestos a disposición por los establecimientos,
unas 29.200 casas propias; 7.848 establecimientos pusieron a disposición
los medios en forma de hipotecas o de préstamos sin interés. Por
consejo del Concurso del Rendimiento, se modernizaron y renovaron a fondo 65.000
casas viejas.
Mas también el enfermo, pertenece al personal y ha de ser atendido. En
17.000 establecimientos se concedieron diferencias o cuotas adicionales para
compensar el jornal con el seguro de enfermedad durante la enfermedad y la convalecencia;
9.834 establecimientos conceden rentas adicionales sobre la vejez, y 5.648 establecimientos
pagan rentas a viudas y huérfanos.
Estas pocas cifras sólo pueden dar una idea muy somera de esta obra social,
la más formidable y la más revolucionaria que vieron los tiempos.
El deseo y la realidad se van igualando cada vez más. Hasta en la guerra
que nos ha sido impuesta por nuestros enemigos, continúa la labor social,
la que, después de la victoria final y definitiva, en la paz, se podrá
desarrollar en toda su grandeza, pues precisamente entonces quiere ser Alemania
el más grande y mejor Estado social, dentro de cuyas fronteras, hombres
libres y felices, trabajadores y sanos, se crearán aquel orden social
que hace la vida digna de ser vivida: una vida de trabajo y sana alegría.