OBJETIVO... MYANMAR
Yangón: los "taxis" y la religión.
Curiosidades del camino hacia Pyay.
La gente de Myanmar: un 10.
El curioso alfabeto, el caluroso camino y por fin Bagán.
Bagán, un tesoro escondido que jamás olvidaremos.
Pistas polvorientas, aldeas perdidas y niños, muchos niños.
A Mandalay llegamos en pleno Festival del Agua, ¡casi ná!.