Educación continuada virtual:

Una alternativa de futuro.

 

No hay duda que estamos viviendo una crisis en la educación continuada en nuestro país y ella ha alcanzado a la anestesia. Cada vez vemos menos cursos de esta modalidad y cada vez menos, pueden los posibles usuarios, llegar a disfrutarla.

Las razones para esta situación son múltiples pero resaltan dentro de ellas los altos costos para su implementación y las dificultades de quienes quisieran tomarla para acceder a los pocos cursos que se programan. 

La financiación por parte de los laboratorios se ha visto restringida como consecuencia de la crisis económica general y muy particularmente la del sector salud, la cual los ha impactado significativamente. Anteriormente, una llamada a un laboratorio para la financiación de un curso nacional o regional, obtenía una rápida respuesta positiva la cual se representaba en ayudas directas para conferencistas y en la financiación de la inscripción de un buen número de participantes, de una manera muy amplia y por lo demás admirable. En los últimos tiempos, si bien no se han abandonado este tipo de patrocinios, si se ha tornado difícil la financiación de los eventos, muy particularmente los regionales, para los cuales se hace un análisis del número posible de participantes y naturalmente, de la rentabilidad promocional que ello significa para el respectivo laboratorio.

Financiado el programa, surge la dificultad para la asistencia de los posibles participantes. Los costos de desplazamiento se han incrementado significativamente y las delicadas condiciones de orden público que viven la mayoría de las regiones de Colombia, impiden el desplazamiento por vía terrestre, una de las formas de movilización mas usadas para acercarse a los diferentes cursos. No se puede esconder la dificultad que la Ley 100 ha impuesto a los profesionales para separarse de sus puestos de trabajo para asistir a programas de actualización. No existe, en el sector de la salud, una política de actualización de sus profesionales y es a costo de ellos todos los desplazamientos y gastos para su capacitación. Se deben pagar los turnos, bien sea en dinero o con reemplazos, o bien utilizar las vacaciones o los compensatorios, si se quiere asistir a estos cursos.  

Los programas de anestesia de las universidades desarrollaban permanentemente, actividades y jornadas de actualización, las cuales recorrían las diferentes ciudades de los departamentos, las mismas que poco a poco se han limitado unas y simplemente terminado otras.

Tenemos que buscar entonces nuevas alternativas de actualización y capacitación, tanto de los profesionales que nos colaboran (enfermeras, terapeutas, etc.) como de los anestesiólogos ya formados y de aquellos en formación. No hay duda que los cursos de educación que se programaban regionalmente, además de nuestro Congreso bianual y de los Cursos de Dolor, Seguridad, RCCP, Anestesia Intravenosa, etc., han sido un puntal fundamental en la actualización de los anestesiólogos de nuestro país. De gran significación, han sido para aquellos que viven alejados de los centros universitarios y de los hospitales con programas académicos de anestesia, donde el club de revistas, las sesiones de casos clínicos, presentación de temas, cumplen un papel fundamental en ese proceso de educación continuada.

Un elemento de gran procupación para quienes no tienen una forma de actualizarse en sus conocimientos y de refrescarlos periódicamente, es la posibilidad latente de la Ley de Recertificación, la cual parece ser una realidad a corto plazo en Colombia. Ya países como México, Argentina, Brasil y Perú lo han reglamentado y tarde que temprano esa será una realidad en nuestro medio. Surge entonces una gran incógnita frente a estos hechos: Cómo se actualizarán los anestesiólogos de nuestro país en un futuro?. Estamos seguros que reglamentada la recertificación, las EPS e IPS, comenzarán a exigir a los profesionales este certificado para utilizar sus servicios. Pero considero que como lo han hecho otras especialidades en Colombia (Medicina Interna, Pediatría), ya es hora de que la Sociedad piense, por lo menos en una primera etapa, en la recertificación voluntaria. 

Para responder a esta pregunta está claro que las universidades y la SCARE tendrán que desarrollar estrategias para que sus afiliados y no afiliados logren los conocimientos necesarios para su actualización permanente, bien sea para su ejercicio profesional, para su anestesia del “día a día”, o para la preparación para los exámenes de recertificación, ya sea ella voluntaria u obligatoria.

Es aquí donde surge la necesidad de desarrollar la estrategia de EDUCACIÓN VIRTUAL, como una alternativa para resolver esta problemática.

La UNESCO definió en la reunión que culmino en 1999 1, sobre la perspectivas de la educación para el siglo XXI, que esta debía concebirse como “educación para todo el mundo, desde la cuna hasta el asilo de ancianos”, significando con esto que la educación es un proceso continuo que no debe terminarse nunca y que solo el final de la vida es su límite. La educación en general debe hacer frente a los retos que se suponen le abren las nuevas tecnologías, que mejoran la manera de producir, organizar, difundir y controlar el saber y de acceder al mismo.

“Los rápidos progresos de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación seguirán modificando la forma de elaboración, adquisición y transmisión de los conocimientos”. Se deberán “crear nuevos entornos pedagógicos, que van desde los servicios de educación a distancia hasta los establecimientos y sistemas “virtuales” de enseñanza, capaces de salvar las distancias y establecer sistemas de educación de alta calidad.”  Se deberán ”.... aprovechar plenamente las tecnologías de la información y la comunicación con fines educativos” lo que permitirá “... corregir las graves desigualdades existentes...” de acceder a la educación. 3, 4.

Nos encontramos en la ERA DE LA INFORMACIÓN Y DEL CONOCIMIENTO y los grandes desarrollos de las telecomunicaciones, los avances de la tecnología informática, la hiperconectividad, tienen una incidencia significativa en el desarrollo de la educación al constituirse en un apoyo importante para los procesos de enseñanza y aprendizaje. Hoy se habla de aula electrónica, educación interactiva, software multimedial, videoconferencia, teleasesoría, libros electrónicos, simulación, realidad virtual, etc. Todo esto implica que se ha llegado a toda una plataforma tecnológica para la educación virtual, la cual genera movilizaciones de orden conceptual y pedagógico, respecto a nuevas alternativas para la gestión académica y a las estrategias metodológicas que median los procesos de apropiación, difusión y construcción del conocimiento, en todos los posibles campos del saber humano. El Internet, usando las líneas telefónicas y las aceleradas posibilidades de la transmisión de datos por vía satelital o fibra óptica, lo han facilitado y se prevé que en un futuro inmediato tendrá alcances impensables. Muchos de estos adelantos tecnológicos ya están en nuestro país y otros pronto estarán al alcance de nuestras posibilidades.

Son muchas las ventajas que se le han señalado a la Educación Virtual y dentro de ellas se pueden resaltar: o a) El usuario aprende a su propio ritmo (donde y cuando quiere); b)  amplía la cobertura geográfica de la educación; c) elimina las costosas ausencias del lugar de trabajo; d) el tiempo requerido para la capacitación, por parte del usuario, es menor entre un 35 y 50% del tiempo dedicado a la metodología presencial 2; e) la retención de contenidos es mayor en un 35% en comparación con la educación tradicional 2; f) la Capacitación Virtual es continua, se obtiene cuando se necesita (justo a tiempo); g) reduce los costos de transporte y entrenamiento en un 45% frente al método tradicional; h) se reconoce como capacitación 7 x 24 x 365 (7 días a la semana, por 24 horas por 365 días al año).

La EDUCACION CONTINUADA, por la metodología virtual, como un componente de la “educación abierta y a distancia”, como parte de la “educación no formal”, en cursos cortos y/o diplomados, tiene que convertirse en una estrategia educativa a corto plazo, como una forma de llevar a los profesionales de la salud en general y a los anestesiólogos en particular, un reforzamiento de los conocimientos adquiridos en su proceso de formación de pregrado y de postgrado, y como una forma de actualización en las nuevas técnicas y avances de la especialidad.

Las empresas distribuidoras de equipos médicos y de drogas relacionadas con nuestra especialidad, tendrán que entender que esta será en el futuro una excelente forma de llegar con información actualizada a sus usuarios y que el “costo/beneficio” del patrocinio de este tipo de actualización, será positivo a mediano y largo plazo para ellos.

Esta forma de actualización es una realidad hoy y los actuales usuarios de Internet, normales o compulsivos, lo saben muy bien.      

 

Bernardo Ocampo Trujillo MD
Expresidente Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación