EDUCACIÓN
Panorama de la Educación a
Distancia
Alejandro Pisanty Baruch, UNAM,
México
Introducción
La educación a
distancia se remonta al siglo XIX, cuando la disponibilidad de
ferrocarriles y de correo de bajo costo y alta difusión en los Estados
Unidos y Europa permitió que las universidades y las instituciones
dedicadas exclusivamente a esta actividad proveyeran educación lejos
de sus sedes.
Esto fue bien
recibido por aquellos a quienes, de otra manera, les hubiera sido
imposible tener acceso a la educación, por vivir lejos de las grandes
ciudades o de los lugares donde estaban las universidades. De estas
últimas, surgió un modelo cuya finalidad era transmitir educación
agrícola o para el campo, de lo cual se encargaron, posteriormente,
escuelas especializadas creadas con ese propósito. Así, mediante la
educación a distancia se pretendió resolver la necesidad de volver
competentes a las personas para que realizaran los trabajos que
localmente requerían y además, llevar la educación que habitualmente
se imparte en las grandes ciudades.
La educación por
correspondencia, como se conoció a este modelo educativo, tuvo muchas
décadas de auge muy importante en las universidades. En México, de
hecho, todavía en los años setenta y ochenta se operaba eficientemente
un sistema impartido fundamentalmente por correspondencia. Se trataba
del Sistema de Educación a Distancia (SEAD) de la Universidad
Pedagógica Nacional (UPN). En México, ésta llegó a ser la segunda
institución de educación superior en matrícula cuando alcanzó la cifra
de 70,000 personas. Tuvo un gran impacto en los cursos que daba,
aunque su eficiencia terminal era limitada; la continuación de
estudios era muy difícil de seguir.
La educación por
correspondencia fue un modelo muy positivo, aunque por otra parte
debemos citar el lado oscuro, a saber su trivialización y
comercialización. En México, durante los años cincuenta y sesenta, al
lado de los anuncios de empresas como "Charles Atlas", aparecían las
de escuelas por correspondencia que involuntariamente dañaron la
imagen de la educación a distancia. De esta forma, una buena parte del
público asoció este tipo de educación con lo trivial, comercial, banal
y puramente lucrativo. Esta imagen contagió a la educación por
correspondencia impartida por instituciones que, por otra parte,
también comenzaron a actuar cada vez menos en este campo. Actualmente,
lo mismo sucede con ciertos cursos ofrecidos para la formación de
técnicos en electrónica, televisión y, sobre todo, en computación, los
cuales continúan perjudicando el concepto de educación a distancia por
la baja calidad de su oferta.
Cuando aparece la
televisión en México se genera, incluso más que con la radio, una
nueva esperanza para la educación a distancia. Un número muy
importante de especialistas, espectadores y maestros, abrigaron la
esperanza de haber encontrado prácticamente la solución a todos los
problemas de la educación.
Generalmente, a la
televisión se le han reconocido dos características muy importantes.
La primera es su accesibilidad: en muy pocos años logró tener un
acceso masivo y, con ello, una penetración enorme en la población. La
segunda es que hizo posible una representación muy rica de la
realidad.
En cuanto a la
accesibilidad existen datos muy importantes. Por ejemplo, se sabe que
el 95% de los hogares en México son "telehogares", como se les llama
en esa industria; pero llega hasta el 97% de la población que está
expuesta a la televisión. Así, además de ser un medio de acceso fácil,
profuso y con mucha difusión por el país, se debe agregar su bajo
costo una vez que se tiene el televisor. En cuanto a la riqueza
representativa de la realidad, ésta es posible gracias al audio y al
video que permiten ofrecer muchos detalles de la vida
real.
Sin embargo, la
escasez de canales utilizables para fines educativos y el modelo
comercial imperante en la televisión, volvieron difícil la obtención
de tiempos en los horarios de transmisión más deseables o flexibles, e
imposibilitaron el contar con un canal en cada escuela de educación
superior para poder llevar a cabo, por ejemplo, una licenciatura
completa a distancia. Pero de cualquier forma, la televisión ha
logrado tener un impacto muy importante en la educación en México. Los
casos de la telesecundaria o el telebachillerato en el estado de
Veracruz, son ejemplos claros de lo que se puede hacer bien con la
televisión en procesos educativos.
Al final de los
años ochenta y, sobre todo, de los noventa, la mayor profusión y
explosiva difusión se ha establecido por medio de las redes de cómputo
en Internet y, posteriormente por las redes de videoconferencia, las
cuales han creado una nueva esperanza para la educación a distancia.
Es claro que en la actualidad, las redes desarrolladas en México y en
el mundo, ofrecen oportunidades extraordinarias para la educación
porque no sólo combinan una serie de virtudes y bondades de los medios
antes referidos, sino que añaden algunos nuevos o compensan
deficiencias.
A través de las
redes computacionales es posible una representación tan rica de la
realidad, como la que se tiene en la televisión. Así, es posible la
presentación de textos, tan ricos y complejos, como en la escuela por
correspondencia o aún más, porque no es necesario enviar grandes
volúmenes de materiales, sino que se les puede individualizar de forma
masiva a través de accesos personalizados en servidores
centrales.
Por otra parte,
aunque en la actualidad es limitado el acceso a redes, se denota un
crecimiento muy rápido, lo que contribuye para que su costo sea cada
vez más razonable y, si no es bajo, sí es accesible para las personas
interesadas en la educación, sobre todo superior; de esta manera se
compensa el déficit de acceso real de la televisión en cuanto a la
falta de canales. En Internet, cada usuario es, por sí solo, un canal
de televisión, una radiodifusora y una editorial. Lo que falta ahora
es aumentar los puntos de acceso, enriquecer el contenido, el material
y los servicios educativos disponibles.
Los cambios o
innovaciones tecnológicas mencionados tienen, en primer término,
efectos que podemos llamar sólo operacionales. Con esto nos referimos
al hecho de que las tecnologías permiten cambiar y mejorar el modo de
entregar texto e imagen.
Asimismo, existen
ahora algunos factores que permiten que las tecnologías ya no se
concreten a sus efectos operacionales, sino a lo que podríamos llamar
- en términos filosóficos -, efectos trascendentales. En nuestra
opinión, la interactividad es el aspecto más importante y trascendente
de la tecnología. El hecho de que en las redes actuales sea posible
tener una actividad de pares, es decir de ida y vuelta entre la
persona que aprende y la que enseña, tiene un efecto trascendental. Si
se esquematizan los procesos educativos entre todos los participantes
de una actividad educativa, se puede observar cómo este efecto ha
modificado de manera radical la educación a distancia. No obstante,
los educadores a distancia nos encontramos todavía con condiciones,
prejuicios o percepciones anticuadas que se caracterizan entre otras
razones precisamente por no reconocer el efecto de la interactividad.
En televisión, la interactividad no está disponible aunque sea posible
tener sesiones televisadas con teléfonos abiertos o fax en los
estudios. En cambio, una videoconferencia o el uso de Internet
permiten la interactividad de pares, pues la tecnología en estos
medios es totalmente plana, horizontal, ya que cualquiera puede ser
considerado emisor o receptor.
Con esto se puede
tener acceso a la educación en cualquier tiempo y lugar, permitiendo
que los alumnos se dirijan a los maestros en plan de pares. La
educación de adultos formados y profesionales, por ejemplo, permite
educar a los ingenieros de una planta termoeléctrica al tomar en
cuenta la experiencia que ya tienen por su trabajo en la planta. Esta
interactividad de pares es la que produce un cambio trascendental no
sólo en la educación, sino en toda la sociedad conforme se incorpora a
las redes.
Teorías y
modelos
De manera
esquemática trataremos a continuación las teorías y los modelos de
educación a distancia. Para empezar, se pueden revisar simplemente sus
definiciones. En la última edición del New Oxford Dictionary,
aparecido en el 2000, se concibe al aprendizaje abierto como aquel que
se basa "en el estudio o iniciativa independientes, más que en la
práctica formal del aula". El aprendizaje a distancia lo define como
"método de estudio en el cual las lecciones son transmitidas por
correspondencia sin que el estudiante necesite acudir a una
escuela".
Estas
definiciones, de un diccionario prestigiado y reciente, nos muestran
que los especialistas y practicantes de la educación a distancia
estamos muy lejos aún de comunicarnos con el público en general. Al
mismo tiempo, nos revelan algo importante sobre la nula percepción que
muchos tienen de la cuestión de grado de la educación abierta a
distancia; es decir, no existe una educación que sea totalmente a
distancia ni una que sea totalmente abierta, pues aunque pudieran ser
concebibles, en los proyectos reales que se tienen y conforman a
nuestra realidad no se puede decir que está excluido el contacto entre
los alumnos y los profesores o la organización
escolar.
Existe una serie
de teorías y modelos que se han enunciado para la educación a
distancia. Éstos, conforme pasan los años, se entienden, discuten y
afinan mejor, al tiempo que absorben los impactos de los cambios
tecnológicos ya mencionados. Entre los principales modelos y teorías,
se encuentra el de Peters, uno de los fundadores de la teoría de la
educación a distancia que acompañó al crecimiento de la educación a
distancia en Alemania, fundamentalmente a través de la radio y la
correspondencia.
En dicho modelo,
que está asociado con el nombre de industrialización, se tiene la idea
de masificar el acceso a la educación de una manera equivalente al de
la industria; es decir, el proceso de replica industrial es concebido
prácticamente idéntico al de una actividad o evento educativo para
cada uno de los participantes.
La visión de
Peters gira intensamente en torno a la idea de que el único objeto de
la educación a distancia se reduce a industrializar el acto educativo.
Desde luego, esta idea ha producido mucho debate y fuertes reacciones;
por ejemplo, la comunidad de educadores a distancia se niega a ser
considerada como meros capataces de un proceso
industrial.
Otra persona que
ha hecho contribuciones muy importantes a la teoría de la educación a
distancia es Michael Moore, quien tiene dos aportaciones cuando menos
fáciles de identificar. Una muy importante es la teoría de la
distancia transaccional. En esta teoría, lo que retoma Moore es una
serie de avances de la psicología de la segunda mitad del siglo XX,
para señalar que en todas las transacciones e interacciones entre
seres humanos siempre hay una distancia; así, por ejemplo, en el aula
tradicional, entre el maestro y el alumno se establece una. En
consecuencia, el acto educativo a distancia, permite que éste aumente
porque además de la falta de contacto, el medio se torna escrito y no
verbal ni corporal. En este punto, Moore hace toda una construcción
teórica muy importante para hablar de la compensación o restitución de
los efectos de esta distancia transaccional.
Hay otras teorías
como las desarrolladas por Higan o Holden, que creen que la mejor
actividad de la educación a distancia es la que logra reproducir todos
los efectos del aula. Además, postulan que la educación a distancia
debe facilitar el aprendizaje autónomo de las personas, pues se
centran en un modelo de individuos aislados que aprenden, de ahí que
se deban proporcionar los medios necesarios para favorecer dicho
aprendizaje.
En los últimos
años, Bates y otros estudiosos han desarrollado otro tipo de
literatura, de naturaleza relativamente teórica, cuya postura se
dirige hacia la toma de decisiones para la integración de medios y de
actividades en los procesos de educación a
distancia.
Asociado a lo
anterior, cada vez hay más literatura en nuestra área de educación a
distancia que se refiere a los costos explícitos u ocultos, para la
institución o para el individuo que participan en ella, como pueden
ser las horas adicionales de trabajo que dedique un profesor a
preparar material o a discutir con los alumnos a través de una lista
de correo electrónico.
De forma muy
sintética, podemos decir que básicamente hay dos enfoques en los
procesos de educación: el de enseñanza a distancia y el de aprendizaje
distribuido. En el primero, su nombre prácticamente lo dice todo, se
trabaja en educación a distancia pensando que lo que hay que hacer es
enseñar, al llevar la clase a distancia. En cuanto al aprendizaje
distribuido, se concibe a éste como el que efectúa una persona sola
ante su material de estudio: libro, computadora, televisión, videos,
audiocasetes, etc.; es decir, todo el material que se le entrega, como
apoyo o auxilio para su aprendizaje. Éstos son los polos extremos que
en educación a distancia se deben evitar.
Educación
abierta y educación a distancia
Otro punto
importante es la relación existente entre educación abierta y
educación a distancia. Una manera simplificada de trabajar con ellos
es partir del esquema que presentamos, en el cual se describe la
educación a distancia y la educación abierta como si fueran
coordenadas independientes.
Si se contrasta a
la educación abierta con la educación escolarizada se puede entender
que se trata de un problema más de organización de la escuela que de
los medios con los que se trabaja. De esta manera, por educación a
distancia se puede entender la disminución de la necesidad o la
obligatoriedad del contacto presencial frecuente entre maestros,
alumnos y todos entre sí.
La educación es
más abierta en la medida en que tiene menos de las características de
la escuela tradicional. Es decir, en la medida en la que son más
flexibles en: los períodos escolares y su duración - inscripciones,
inicios y términos de cursos -, la asistencia, el ritmo en que se
lleve el curso o la forma en la que el estudiante utiliza las
herramientas para su aprendizaje. Fundamentalmente de lo que se trata
es de un problema organizativo de la escuela o de la actividad
educativa. Por otro lado, el trabajo puede ser considerado a distancia
en la medida en que el material educativo esté disponible sin
necesidad de asistir, recoger o leer en una biblioteca, o el contacto
con el maestro esté disponible a través de un programa televisivo o un
video, siendo posible, además, tener un canal de retorno hacia el
maestro por correspondencia, por correo electrónico, por fax,
etc.
La educación
actual, en la mayoría de nuestras escuelas, se caracteriza por el
cruce de dos ejes: la educación presencial y la altamente
escolarizada. Así, se tiene que asistir a clases, seguir las tareas
regularmente, presentar exámenes parciales cada determinado tiempo
según el curso, y un período rígido de inicio y terminación de
clases.
En este sentido
tenemos una escuela tanto escolarizada como presencial. Los
laboratorios, las bibliotecas, los seminarios, las discusiones, etc.,
todo ocurre en el espacio de la escuela; lo único que sucede fuera de
ahí es la actividad de estudio individual. En cambio, conforme se
introduzcan los medios tecnológicos y se preparen docentes que manejen
tales herramientas, se puede disminuir el requisito de asistir a la
escuela. Solamente, en la medida en que el alumno pueda, a través de
las redes, ver cierto material educativo en video, hacer algunas
prácticas de los ejercicios que se requieren o leer los textos y
materiales, la educación puede considerarse a
distancia.
En México, algunas
de las instituciones de educación superior con más actividades y más
extendidas en el país son la Universidad Nacional Autónoma de México,
el Instituto Politécnico Nacional y el Instituto Tecnológico de
Estudios Superiores de Monterrey. Este hecho se relaciona con la
naturaleza de estas instituciones, cuya misión está implícita en sus
nombres: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto
Politécnico Nacional, así como la que se ha impuesto el Tecnológico de
Monterrey.
Los proyectos de
educación a distancia de la Universidad Nacional Autónoma de México
actualmente están activos en varios frentes, entre ellos a través de
institutos tecnológicos y otros más en cuanto a niveles de estudio.
Inicialmente el esfuerzo más activo y en donde ha sido posible
establecer una gran experimentación en la educación a distancia ha
sido el de la educación continua. De esta forma, las conferencias,
cursos, diplomados, etc., son realizados a través de los medios de
comunicación a distancia: televisión, videoconferencia, Internet,
etc.
Por su parte, la
actividad en licenciatura está concentrándose sobre todo en el uso de
Internet. Actualmente, el Programa Universidad en Línea tiene
materiales educativos de cuatro semestres cada una de ellas, para seis
carreras en cinco escuelas diferentes y está creciendo de tal manera
que, a partir del próximo primer ingreso, será posible ofrecer a los
alumnos material completo en línea para toda su
carrera.
Además, lo que se
está logrando es que ahora otras escuelas tengan cursos en línea
organizados. Durante el período de contingencia de contingencia de
1999 hubo un esfuerzo espontáneo de los profesores de la Universidad
Nacional Autónoma de México para poner en línea su material, esfuerzo
que fue apoyado por sus alumnos. Actualmente se lleva a cabo un
proceso de estabilización de dicho material educativo y su complemento
con prácticas que permiten ya una actividad masiva.
Asimismo, la
Universidad Nacional Autónoma de México realiza actividades de
coordinación y conmutación de la Red Nacional de Videoconferencia para
la Educación. El impulso a esta red ha producido un impacto
significativo en la educación a distancia en el país. En la actualidad
se calcula que la red cuenta con alrededor de 170 salas, aunque puede
aumentar en 60 más para principios del año 2001.
Además, el acceso
a la televisión por parte de la UNAM está siendo significativo al
contar con barras propias de horario en algunos canales abiertos y
sobre todo en los restringidos, como los del sistema
Edusat.
Por su parte, el
Instituto Politécnico Nacional ha sido también pionero en la
instalación de videoconferencia. El IPN realiza una actividad
educativa muy importante a través de su canal de televisión, el Canal
11, que aunque tiene un enfoque cultural, se trata de un medio
fundamental para la educación. El Canal 11 le dio al Politécnico una
base de arranque muy interesante porque tiene un personal muy
competente en la producción de imagen, de manera que al iniciar las
actividades del sistema de videoconferencia en instalaciones conjuntas
con las de televisión pudo tener una producción muy
importante.
El Instituto
Politécnico Nacional es un proveedor importante del sistema de los
institutos tecnológicos en México y con ello realiza también muchas
actividades asociadas a la educación a distancia. Tiene además en
marcha el proyecto EVA, un software importante para la generación de
cursos personalizados en línea. Está iniciando pruebas beta en
colaboración con instituciones de educación
superior.
El Instituto
Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey es la institución
privada que más esfuerzos dedica a la educación a distancia. Cuenta
con 80,000 alumnos matriculados y un número de campus que, en
distintas clasificaciones, se cuentan entre 26 y 30. Sus proyectos de
educación a distancia ocurren tanto interna como externamente. Los
primeros comenzaron con un sistema de televisión en broadcast interno
a través de decodificadores propietarios; es decir, un circuito
cerrado de televisión con cuatro puntos de emisión en cuatro campus
importantes y puntos de recepción en todas las salas, de todos los
campi. Este sistema recibió el nombre de SEIS.
Posteriormente, el
sistema creció en varias direcciones, entre ellas una red de
videoconferencia interactiva que no tiene presencia en todos los
campus y tiene un nivel de actividad moderado. El crecimiento de las
redes de televisión, sobre todo hacia el exterior del Tecnológico, ha
sido hasta hace muy poco tiempo por medio de la renta de canales
privados a la empresa Multivisión (MVS), pero actualmente la renta de
señal es directamente a dos satélites para dar por resultado lo que se
conoce como Aula Virtual Empresarial (AVE) y Universidad Virtual
Empresarial.
En las
estadísticas que el ITESM presenta para su organización de universidad
virtual, encontramos más o menos 5,000 personas en cursos regulares de
licenciatura; 5,000 personas en otros cursos regulares,
fundamentalmente tipo maestría y algunos de doctorado; 30,000 personas
en los del canal empresarial y 30,000 maestros de la Secretaría de
Educación Pública que han sido formados en el programa de habilidades
docentes del Tecnológico de Monterrey.
Esto nos muestra
precisamente cómo estos canales tienen posiblemente una mayor
utilización fuera de las instituciones. Sin embargo, los proyectos
siguen siendo muy limitados - por el alto costo del canal satelital -,
de los cuales sólo es posible recuperar ese gasto a través de un
ingreso. Fundamentalmente todo se ha orientado a la capacitación in
situ en las empresas y a procesos más bien
genéricos.
El Tecnológico es
ejemplar -y esto debe ser reconocido- en el enfoque que tiene sobre la
educación a distancia, particularmente con dos procesos: el primero es
la creación de la Universidad Virtual al nivel de una Rectoría y el
segundo es el "rediseño" del Tecnológico de Monterrey, y que no es
otra cosa que el acceso a las redes del Tecnológico, por parte de los
estudiantes, a través de Internet. La exigencia o requerimiento por el
que los estudiantes deben contar con computadora, se compensa con los
puntos para conectarlas en muchas de las instalaciones del Tecnológico
y la conversión de muchos de sus cursos.
En cuanto a otras
instituciones tenemos a la Universidad Veracruzana, la Autónoma de
Tamaulipas, la Autónoma de Nuevo León y varias universidades estatales
que hace varios años iniciaron redes de videoconferencias. La de la
Universidad Autónoma de Tamaulipas es muy notable por el alto nivel de
utilización que tiene y por la organización de toda una actividad
docente de posgrado alrededor de la disponibilidad de su red de
videoconferencia en todo el Estado.
En procesos de
educación media superior, cabe destacar el telebachillerato en el
estado de Veracruz, y desde luego el acceso que progresivamente deben
ir alcanzando, en mayor medida, todas las instituciones de educación
superior del país, al menos las públicas, a la red Edusat. A futuro se
debe prever la mayor disponibilidad de canales y el cambio tecnológico
a causa de la pérdida del satélite Solidaridad I. También se necesita
considerar el acceso a cada vez más canales conforme la disponibilidad
crezca y el costo disminuya.
Internet 2 es un
consorcio, una alianza de universidades del país, tanto públicas como
privadas, para desarrollar e incorporar tecnología avanzada de redes y
luego progresivamente introducirla a lo que son las redes de uso
generalizado. En Internet 2 destacan los proyectos que requieren gran
anchura de banda y los que requieren controles avanzados de la red, es
decir, los que requieren controles de calidad y de servicio (QoS), en
cuanto al delay, retraso o desfase en la entrega de imagen,
etc.
En septiembre de
2000, tuvo lugar la primera videoconferencia de la red de Internet 2
utilizando el protocolo H.323 y las mejoras son verdaderamente
impresionantes, a pesar del buen desempeño con que se maneja
actualmente la red de videoconferencias.
Con respecto a la
educación preuniversitaria se deben mencionar los esfuerzos realizados
por el sistema Edusat y la telesecundaria, así como del complemento
que de ellos hace la Red Escolar. Ésta se ha basado en la introducción
de computadoras conectadas a las redes en las escuelas del país,
enfocado estrictamente a los preuniversitarios (los últimos años de
primaria y los años de la secundaria). Este proyecto resulta muy
importante porque no sólo busca instalar computadoras en las escuelas,
sino hacer un proyecto integrado en el que, simultáneamente, se vea la
introducción a la computadora, a la red, a la conexión de la red hacia
el exterior y a la práctica educativa. La disposición de círculos o
grupos de estudio que ahora se pueden armar entre distintas escuelas,
con alumnos y con maestros, ha sido sumamente significativa y excede
por mucho en importancia al hecho numérico que las restricciones de
fondos no ha permitido la cobertura al 100 por ciento en equipo de
cómputo a las escuelas. Esta cobertura vendrá de otras fuentes, lo
importante radica en los modelos educativos con los que se ha
experimentado y que representan toda una transformación de las
escuelas donde se ha introducido la Red Escolar.
Otro proyecto es
el de "Educación para la Vida", lanzado recientemente por la SEP y
dirigido a los adultos y que, con características significativas como
educación a distancia, también va a tener un impacto muy
importante.
Fuera de México
los impactos de la educación a distancia se pueden encontrar en
distintos frentes. Uno de ellos es el que se refiere a la formación de
las megauniversidades. Éstas son universidades de más de 100,000
alumnos basadas, esencial o totalmente, en educación a distancia. Aquí
se deben mencionar a la Open University del Reino Unido, a las
universidades a distancia y abiertas de la India, China y otros países
del Oriente y a algunas universidades más que quizás no alcancen esta
escala, pero que están cerca de la frontera de los 100,000 alumnos,
como la UNED de España.
Ahora bien, ¿qué
son estas universidades y a qué presiones se enfrentan en sus inicios?
Algunas de ellas, como la Open University, están basadas
fundamentalmente en televisión. En la Universidad China de Radio y
Televisión se trabaja básicamente a través de ambos medios. La mayor
parte de estas universidades se dirigen a alumnos más bien adultos, es
decir, personas mayores y con compromisos laborales o familiares más
pesados que las del alumno que tenemos en la escuela tradicional y
que, por lo general, continúa sus estudios en una trayectoria
constante.
Estas
megauniversidades reciben fuertes apoyos de sus gobiernos, pero
también enfrentan, desde luego, dificultades de aceptación como a las
que se ven expuestos los proyectos de educación a distancia, pero se
busca vencerlas a través de estrategias de medios y del impacto
vocacional de los estudios que se realizan en
ellas.
A partir de las
megauniversidades, hay una tendencia a discutir la creación de
universidades a distancia, que estén diseñadas totalmente para dicho
modelo, como la Open University. Estas universidades van a tener
ventajas y fortalezas comparadas con las universidades tradicionales.
Una de las diferencias es que están orientadas al trabajo a distancia.
Por tanto, la contratación de su personal técnico y académico, así
como los recursos tecnológicos de que disponga tienen que estar
concentrados hacia la educación a distancia. Lo que se debate es el
impacto que estas instituciones puedan tener a largo plazo por el
hecho de que, a diferencia de las universidades tradicionales, no
cuentan con una amplia planta académica, no tienen incentivos para
formar bibliotecas y otros acervos de objetos de gran tamaño - como
herbarios o colecciones de animales disecados,
etc.-
Probablemente la
evolución más favorable sea la que tengan las universidades "duales".
Éstas son las que tienen tanto una planta académica tradicional y
estable, con lugares fijos y una planta física importante de
laboratorios, bibliotecas, centros de cómputo, etc., como una
actividad a distancia. Esta transformación se está viendo hoy en la
Universidad Nacional Autónoma de México, en el Instituto Politécnico
Nacional y en la mayoría de las universidades públicas de los estados,
como la Universidad de Occidente. De esta forma, se está viendo como
un posibilidad real esta combinación de capacidades de respuesta
flexible por el hecho de contar con una academia grande, diversificada
y enfocada para poder atender poblaciones que no pueden asistir a la
escuela a través de los medios a distancia.
Al describir el
estado actual de la educación a distancia, se deben destacar las redes
estatales de escuelas en los Estados Unidos, organizadas
tradicionalmente por el Estado. Sin embargo, hay que destacar la
aparición, en los últimos años, de instituciones privadas, incluso de
orientación estricta y explícitamente lucrativa en el ámbito de la
educación a distancia. Entre ellas podemos mencionar la University of
Phoenix, que es una universidad privada que cotiza acciones en la
Bolsa de Valores; es decir, una empresa de propiedad ampliamente
dispersa que busca la obtención de ganancias por estar orientada hacia
un modelo de mercado. La Universidad de Phoenix puede ser ubicada en
la misma condición que la Western Governor's University (Universidad
de los Gobernadores de los Estados del Oeste -Washington, Oregon,
Nevada, California-), que también tiene un modelo neoliberal extremo
en cuanto a su organización.
En México, frente
a la organización actual de nuestras universidades, estos modelos
resultan casi incomprensibles, pues plantean que cada maestro esté en
el mercado con su curso. Así, la universidad se ve a sí misma como un
mercado interno y, en lugar de hablar de mecanismos de evaluación o de
estímulos para profesores, indica el éxito y la calidad de los
profesores pues éstos se notarán en la medida en que más alumnos
decidan adoptar sus cursos.
Este modelo
extremo tiene una evolución lenta una vez que se ha implementando,
pero merece una observación atenta porque puede tener efectos de largo
plazo si resulta exitosa. Puede conducir a las universidades públicas
a una crítica muy severa, pero en cambio, si resulta un fracaso, puede
obligar a mucha gente a reformular lo que cree que va pasar en el
mundo entero con la iniciativa pública y la iniciativa
privada.
Futuro de las
universidades
En cuanto al
futuro de las universidades, estamos enfrentando consecuencias
tecnológicas trascendentales. Las universidades han sido afectadas por
los cambios sociales y los usos de las nuevas tecnologías que se han
sucedido de manera acelerada en los años ochenta y noventa. Y
seguramente, entre los años 2000 y 2020, vamos a poder ver una
evolución que continuará estas tendencias.
Lo anterior se
confirma porque en muchos países del mundo el Estado se ha retirado de
algunas de sus funciones tradicionales. En el sector educativo de
México, por ejemplo, tenemos que el Estado financia cada vez más,
incluso directamente con dinero del Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología (CONACyT) a instituciones privadas de educación superior
como el Tecnológico, el ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo de
México), etc. Vemos que el Estado se retiró desde hace ya muchos años
de la función de decidir qué estudios son buenos o malos, qué estudios
certifica o no. Actualmente, sólo registra los cursos que imparte una
institución. Además, la Ley de Profesiones quedó incompleta por un
cambio legal, pues habla de que serán los colegios de profesionistas
los que determinen quién está apto para ejercer una profesión o quién
ya no. El Estado ha tenido retiros importantes de la actividad
educativa, incluso no sólo a nivel de actor sino de la actividad
rectora. Asimismo, tenemos la toma de espacios por la iniciativa
privada -en casos como el del Tecnológico para hablar del sector
educativo-, y desde luego en muchas otras esferas.
La sociedad, por
otra parte, impone o plantea demandas superiores a las universidades.
Exigen de las universidades, Estado, Organizaciones No Gubernamentales
(ONG's), sindicatos, municipalidades, etc., desde el conocimiento y la
resolución de problemas sociales, hasta el desarrollo o aplicación de
tecnologías específicas en problemas particulares.
Derek Bok, por
muchos años rector de la Universidad de Harvard, tenía una respuesta
muy puntual a esta situación en un escrito de los años noventa, donde
señalaba que las nuevas demandas de la sociedad colocaban a la
universidad en una función de consultor o de actor interno de estos
entes sociales. Por eso, la universidad debe tener mucho cuidado en
qué hace y qué no. Debe participar en aquellos proyectos en los cuales
es la única o la mejor actora disponible para resolverlo. Es decir, si
la universidad es la que mejor puede realizar los estudios del drenaje
de una cuenca debe intervenir; pero si hay una empresa de ingeniería o
un buró de consultoría que lo puedan hacer bien, la universidad debe
más bien abstenerse de participar.
Además -como
segunda condición-, la universidad debe intervenir sólo si obtiene
algo sustantivo y esto generalmente debe ser un aprendizaje por su
intervención en estos procesos. Este tipo de intervención nos lleva a
la clase de respuestas que las universidades dan mediante la educación
continua, la educación a lo largo de la vida.
Otro término que
se menciona con mucha frecuencia como condicionante de nuevos cambios
y tendencias en la universidad es el de sociedad del conocimiento. En
un texto reciente se hace una crítica, incluso anterior al término de
"sociedad de conocimiento", es decir al término "sociedad de la
información" - enfatizado entre los años ochenta y noventa -, y los
critica desde varios puntos intrínsecos a sí mismos. Y se pregunta
cuál es el punto de quiebre donde uno puede decir "esta sociedad está
tan informatizada que ya es una sociedad de la información". Luego
realiza análisis, desde el punto de vista del número de plazas que
tienen que ver con el manejo de información en el sector laboral, del
volumen de los recursos dedicados a la información, o de la fracción
del Producto Interno Bruto (PIB) de una nación que es originado por el
sector información, etc. Después de esta crítica intrínseca, analiza
el concepto desde el punto de vista de Habermas y Leo Tagle, para
llegar a la conclusión de que todavía hay un terreno muy incierto y
que es un exceso de entusiasmo hablar de que estamos en la "sociedad
de la información o del conocimiento".
¿Sociedad del
conocimiento?
No se puede negar
que los alimentos siguen siendo producidos en el campo gracias a la
agricultura; que otros bienes esenciales siguen siendo producidos por
las industrias, etc., pero lo importante aquí - y creemos que es el
denominador comun del que no podemos escapar - es que en nuestras
sociedades actuales el conocimiento y no sólo la información, es
determinante como diferenciador potencial de la capacidad de una
sociedad.
Ahora bien, se
esté o no en la "sociedad del conocimiento", lo que no podemos negar
es que las universidades tienen una responsabilidad ante nuestras
sociedades, pues de su viabilidad e independencia va a depender el
acceso y la creación de nuevo conocimiento. Es decir, las
universidades dependen tanto de la capacidad de circulación y
aprovechamiento de su propio conocimiento, como del éxito que puedan
tener los productos de este conocimiento.
Esto no quiere
decir que empezaremos a comer libros, en lugar de maíz. Sin embargo,
las sociedades agrícolas que tendrán mayores ventajas van a ser las
que generen y adopten mayor conocimiento. Por ejemplo, cómo realizar
la producción agrícola, cómo protegerla de las plagas, cómo volverla
más económica y eficiente o cómo entregarla al consumidor final a
cambio de dinero para seguir creciendo.
Un segundo factor
importante en el análisis de la "sociedad de conocimiento", tiene que
ver con la "brecha digital" o "marginación digital". Así, se puede
decir que un país es un miembro distinguido de la "sociedad del
conocimiento", debido a su acceso a los medios digitales, a las
computadoras, a la televisión, etc. Aquí es fundamental manejar
métricas sociales que construyan el contexto en el que se encuentra el
medio educativo. Por ejemplo, existe el entusiasmo por las facilidades
que ofrece la educación en línea; pero la crítica señala que hoy no
todos los estudiantes tienen acceso a computadoras conectadas a
red.
En México, existen
aproximadamente 3'000,000 de personas con acceso a las redes. Se trata
de una cifra muy baja si se le compara con la población total del país
o con la población que tiene acceso a las redes en países como
Finlandia o los Estados Unidos. Sin embargo, esta cifra ya es mucho
mayor que el número de los lectores de periódicos en el país y es
comparable o mayor al total de quienes han estudiado en
universidades.
En el mundo
contemporáneo pueden generarse sociedades, que aunque estén ubicadas
en distintas ciudades físicas, pueden estar fuertemente relacionadas.
Por ejemplo, a través de una videoconferencia interactiva pueden
enlazarse personas de la Ciudad de México, Monterrey, Los Mochis,
Mazatlán y Culiacán, y estar reunidos como si se estuvieran en un
mismo y solo lugar. Si además de la videoconferencia, la actividad se
prolonga a través de los recursos de información generados en la Web,
se está realmente en una especie de barrio universitario de muchas
ciudades físicas separadas. Éste es el tipo de impactos
trascendentales, en los cuales hay necesidad de enfocarse y, sobre los
cuales, venciendo los problemas de marginación digital, se pueden
crear de estas redes horizontales entre distintos puntos físicos del
mundo que se generen un contacto creativo y
productivo.
Transiciones en
modelos, modelos en transición
Ahora bien,
asociado al concepto de "sociedad del conocimiento", y dentro de los
estudios universitarios y ejercicio de las profesiones es necesario
establecer un cambio de énfasis de la enseñanza al aprendizaje. De
ahí, que se deba dotar a los alumnos de una capacidad cada vez mayor
de aprendizaje. Hoy se pasa de un concepto tradicional de carreras al
de un trabajo a lo largo de la vida cada vez más multidisciplinario.
Hoy se pasa del énfasis en los conocimientos, al énfasis en las
competencias, tanto las derivadas del conocimiento específico (por
ejemplo, de la ingeniería, de la sociología, de la psicología, etc.),
como las que deben ser fomentadas por la escuela pero que no forman
parte del curriculum tradicional (comunicación, trabajo en equipo,
flexibilidad del trabajo y uso competente o eficaz de la
tecnología).
Gradualmente, en
todos los sectores productivos, se pasa de un concepto tradicional de
plazas concebidas básicamente como una estructura poco mutable y en
los que cada quien ocupaba un puesto dentro de una columna
escalafonaria predeterminada durante el ejercicio profesional, al de
un concepto más parecido al de empresa virtual, donde la misma persona
es, simultáneamente, a distintas horas del día jefe, empleado,
coordinador, cobrador, vendedor, creativo, operativo, etc., trabajando
en distintos proyectos para distintos patrones o distintas fuentes de
ingreso a lo largo de su día, semana o año de
trabajo.
Modelos
institucionales
multidisciplinarios pueden ser los profesores a los que
recurramos. El concepto de "en cualquier lugar y a cualquier tiempo",
se aplica no sólo a los alumnos, sino también a los profesores. Es
decir, no sólo son los asistentes a los cursos, sino también quienes
los imparten, dirigen o guían, a quienes debemos poder encontrar en su
escritorio, independientemente de dónde se instalan los canales para
cada escuela de educación superior. La televisión, en este caso, ha
logrado tener un impacto muy importante en la educación en México
simplemente mediante la Telesecundaria o el Telebachillerato del
estado de Veracruz; ambos, ejemplos claros de lo que se puede hacer
bien con dicho medio.
Ahora bien,
recientemente se han creado entidades que reciben también el nombre de
universidades corporativas. En este caso se encuentran las
universidades Raddisson y McDonald's, entre otras más, las cuales no
pueden ser vistas como universitarias, excepto que son para adultos,
pero que no exceden el nivel de escuelas de cocina, a pesar de
autonombrarse como universidades.
Por último, se
debe señalar que en México la internacionalización se comienza a ver
reflejada en las universidades privadas, de tamaño medio a través de
las alianzas que se establecen, por ejemplo, con Harvard. De esta
forma, ciertos cursos tienen una doble certificación. Sin embargo,
este tipo de contratos excluye en buena medida a la actividad
académica local porque en muchos casos no se acepta la aportación de
valor agregado educativo de la institución mexicana, sino que
simplemente la catalogan en el papel de registro escolar como
transmisor o retransmisor de contenidos.
Ante esto, las
universidades mexicanas deben trabajar fuerte para colocar sus
productos en el ámbito hispanoamericano de los Estados Unidos o
Canadá, como en un proceso de ida y vuelta. La población de habla y
cultura afín a la nuestra es enorme y requiere del conocimiento que se
genera en México, aunque también puede estar a disposición de la
población hispanoparlante en general. A toda esta población se puede
tener acceso a través de la educación a distancia. De ahí que se
necesario establecer alianzas y aprender a operar en redes, en donde
las condiciones de acceso sea de pares, y en donde cualquier
disparidad sea únicamente la del número de horas producidas o de
especialidades disponibles. Todos estos son retos que se establecen en
la modalidad de la educación a distancia.
www.uwex.edu/disted/catalog/other.htm
www.gnacademy.org/mason/catalog/front.html
www.europemedia.net/shownews.asp?ArticleID=3283
www.shu.ac.uk/virtual_campus/
http://www.udem.edu.mx/carreras/postgrado/med/med_linea/index.htm